Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

MIURA - 2002
Cañavate, vio una nota comu-nicada por el
erudito historiador del toreo señor Guillén
Sotelo (El bachiller González de Ribera), a don
Bruno del Amo (Recortes), que sin duda se
proponía componer una extensa biografía de
Gordito, en la que le dice:
«No tengo noticias exactas del
Gordo, pues la mayoría de las biografías que
conozco se contradicen de un modo
diametral... Lo que dice Sánchez de Neira es
una serie de disparates, y las efemérides de
Vázquez, como usted habrá visto, se
contradicen de un modo lamentable. De este
diestro es muy difícil hacer una biografía,
pues es una madeja enredada los datos que
hay.» Así es, en efecto, y surge la primera
duda en la fecha del nacimiento del diestro,
ciertamente fácil de resolver. Velázquez y
Sánchez da la del (19-04-1838), y a este
dictamen, que creo el más seguro, se adhieren
casi todos sus biógrafos, e incluso al dar la
noticia de su fallecimiento, en 1920, indican
los periódicos que tenía la edad de ochenta y
dos años, coincidente con la fecha indicada...
en el que desgracidamente se nos fue
Joselito.
Sin embargo, don Carlos L. Olmedo y
Carmona, en un interesante artículo inserto
en Sol y Sombra, en 1898, e inspirado por el
propio diestro, consigna la fecha del (19-04-
1834). Aumenta la confusión al indicar que en
1848 contaba doce años, lo que no conviene
a ninguna de las dos fechas en litigio.
Sea cual sea, lo cierto, en lo que convienen
todos, es que nació en Sevilla, en el
populoso barrio de San Bernardo, en un
edificio destinado a panadería en la calle de
Ocho Hornos, industria a que se dedicaban
sus padres, José Carmona y Gertrudis Luque.
Fué el tercero de los hermanos y le tocó en
sus primeros años experimentar la mayor
decadencia y necesidad de su casa.
Afirman sus biógrafos que fue el
famoso Matadero sevillano el lugar de su
primer aprendizaje, especie verosímil, dada
su vecindad, y que fue su precocidad taurina
extraordinaria, pues a los ocho años dicen
144
que se descolgaba de los balcones de su casa
con unas sábanas unidas y en el Matadero
apartaba las reses para torearlas. Probablemente
esta noticia corresponde al común
fondo legendario de la infancia de todos los
héroes taurinos. Cuando contaba tan sólo diez
años vio a su hermano José incorporarse
como banderillero a las cuadrillas del Barbero,
Lucas Blanco y la Santera, y a su hermano
Manuel recorrer capeas y festivales de pueblo,
ambos obstinados en el ejercicio de la
profesión torera, que creían había de ser redentora
de la penuria familiar.
En 1848, afirma el citado señor
Olmedo, Carmona, «a los doce años de
edad», mató un becerro en la plaza de Sevilla.
Puede ser exacta la fecha si la de su
nacimiento fue la de 1834, en cuyo caso
contaría catorce años. Velázquez y Sánchez,
por su parte, afirma que desde los once
acompañaba a las capeas a su hermano
Manuel. Ya desde entonces comienzan a
llamarle Gordito, con expresiva alusión a su
pequeño físico, que el curso de los años no
había de hacer cambiar.
Acoplando datos de diversa procedencia
deduzco que hacia 1851 o 52 debió
abandonar su fervor taurino, y deseoso de
ayudar al sostenimiento de su casa, ingresó
a trabajar en la fundición de cañones,
aportando su modesto jornal al menguado
fondo familiar. Cuánto tiempo logró contener
sus ímpetus taurinos, es cosa que no sé.
Velázquez y Sánchez hace la siguiente
relación de sus actividades desde este tiempo:
«En 1853 se verificó la unión de Manuel
Carmona con su hermano José, y Antonio
entró en la especialidad de lidiador de toretes
bajo la protección del Nili y de Fajardo, en la
plaza de Sevilla, sin abandonar, no obstante,
las corridas de los pueblos, aunque
contratándose ya para despachar los toros
de muerte en festejos más formales que las
simples capeas.
El gitano Francisco Rodríguez Alegría,
empresario de dos cuadrillas de pegadores
portugueses y de indios farpeadores del Brasil