Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
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MIURA - 2002<br />
Belmonte. La técnica se aprende -continuó<br />
diciendo-, pero a partir de ahí cada uno lo<br />
ejecuta a su manera, siendo muy difícil de<br />
explicar: el primero <strong>que</strong> tendría <strong>que</strong> explicarlo<br />
si hablara sería el toro...»<br />
El maestro de San Bernardo comenzó<br />
explicando las claves de su toreo, basadas<br />
en dos grandes figuras <strong>que</strong> siguen siendo<br />
santo y seña en la historia del toreo. «Con la<br />
personalidad y el temple se nace, eso no hay<br />
escuela <strong>que</strong> lo enseñe. Aposté siempre por<br />
los lances y pases fundamentales, los <strong>que</strong><br />
ver-daderamente apreciaban los aficionados,<br />
aun<strong>que</strong> en mi época había mucha variedad:<br />
existía el quite por gaoneras, por faroles -los<br />
faroles con el capote al estilo de «El Imposible»<br />
mexicano, resucitado por Julián López<br />
(El Juli) y <strong>que</strong> vimos realizar en la Real<br />
Maestranza de Sevilla en la corrida en <strong>que</strong><br />
actuó-, pero para todo hay <strong>que</strong> entrenarse<br />
muy bien; además se te puede enredar el<br />
capote en la cabeza, eso es un lío...»<br />
El <strong>que</strong> fuera uno de los <strong>que</strong> mejor ejecutaba<br />
el toreo a la verónica, señala el<br />
pe<strong>que</strong>ño reportaje señalado, ve así de fácil el<br />
manejo del percal:<br />
«Es cuestión de colocarse más <strong>que</strong><br />
nada; no te pueden poner de perfil ni de frente<br />
del todo, hay <strong>que</strong> situarse cejado, por<strong>que</strong> se<br />
torea sobre todo con la cintura y con las<br />
muñecas, y por supuesto con los pies<br />
atornillados en el suelo. Como los toros de<br />
antes se volvían pronto había <strong>que</strong> ganarles<br />
terreno con objeto de <strong>que</strong>darte colocado para<br />
el siguiente lance.»<br />
Dentro de la tauromaquia de Pepe<br />
Luis, no podemos pasar por alto el «cartucho<br />
de pescao», <strong>que</strong> consiste en esperar al toro<br />
de lejos, con la muleta, desplegándola en el<br />
momento <strong>que</strong> se produce el encuentro entre<br />
toro y torero. «Eso lo oía yo decir a los<br />
aficionados viejos de San Bernardo, sobre<br />
todo a mi abuelo, <strong>que</strong> fue «bandi-llerete» y<br />
también trabajaba en el matadero. Cuando él<br />
se dio cuenta <strong>que</strong> yo <strong>que</strong>ría ser torero, como<br />
mi nieto el mayor, decía <strong>que</strong> el Espartero, muy<br />
amigo de él, esperaba a los toros con la mu-<br />
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leta plegada en la izquierda, como diciéndome<br />
claramente: «ese sí <strong>que</strong> tiene valor.»<br />
Respecto a la suerte de matar, Pepe<br />
Luis es de la opinión: «Que en mis tiempos<br />
había <strong>que</strong> matar por arriba, como si se te fuera<br />
la mano, a la gente le sentaba como un tiro;<br />
sin embargo, ahora al público no le cae tan<br />
mal lo del bajonazo, quizá esté en función de<br />
lo <strong>que</strong> hemos referido antes, <strong>que</strong> hay más<br />
público <strong>que</strong> aficionados.»<br />
De las faenas a toros de Miura <strong>que</strong><br />
más recuerda Pepe Luis, son realmente<br />
muchas, si bien toreó muy a gusto el día de<br />
su debut en Sevilla, a un toro cárdeno <strong>que</strong> iba<br />
muy bien por el pitón iz-quierdo y hacia el <strong>que</strong><br />
se fue con la muleta plegado, «al estilo<br />
Espartero», para hacerle seguidamente «el<br />
cartucho de pescao.» También tiene viva en<br />
su memoria una corrida de Madrid, a un toro<br />
colorado al <strong>que</strong> le pegó nada más <strong>que</strong> doce<br />
pases; era bravo y no lo picaron bien, por<strong>que</strong><br />
entonces los caballos eran muy endebles y<br />
sobre todo en Madrid.<br />
Después de la corrida, un amigo suyo<br />
le comentó <strong>que</strong> si le hubiera dado ocho o diez<br />
muletazos más le habría formado un<br />
gaspacho serio, y Pepe Luis le contestó <strong>que</strong><br />
se dio cuenta de <strong>que</strong> si le daba uno o dos<br />
más el bicho se le habría venido arriba y lo no<br />
hubiera podido matar; se dio cuenta Váz<strong>que</strong>z<br />
<strong>que</strong> «ese era el momento y lo aprovechó.»<br />
Pepe Luis tiene la suerte de poder<br />
contar-nos de <strong>que</strong> ningún toro de Miura logró<br />
empujarlo a la locura al no poder dominarlo,<br />
cuando dijo: «No, gracias a Dios, ninguno.<br />
Alguno me lo ha hecho pasar peor, pero de<br />
esas cosas se acuerda uno menos. Sin<br />
embargo, me han sucedido muchas cosas<br />
curiosas, recuerdo un novillo de Miura, de pelo<br />
castaño, en la plaza de toros de Algeciras<br />
(Cádiz), allá por 1938, <strong>que</strong> se defendió más<br />
<strong>que</strong> la puñeta. Le entré a matar y lo pinché, y<br />
se lió a dar vueltas por la plaza, pero al revez;<br />
en cuanto me veía delante parecía <strong>que</strong> me<br />
conocía y otra vez más vueltas, y así me tuvo<br />
un buen rato hasta <strong>que</strong> pude meterle media<br />
espada. Otra tarde, con una novillada en