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Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

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MIURA - 2002<br />

filantrópicamente a la Junta de Beneficencia<br />

para <strong>que</strong> organizase una corrida a beneficio<br />

de los enfermos del cólera morbo. En Cádiz<br />

y plazas de los Puertos, así como en ruedos<br />

de la Castilla del Norte, alternó con los espadas<br />

más solicitados.<br />

La temporada de 1856 fue para el lidiador<br />

madrileño magnífica. El 2 de junio fue<br />

cogido, jugándose el quinto toro de Veragua;<br />

encorajinado por<strong>que</strong> dos volapiés bien dados<br />

no rendían al bicho, se arrancó de tan corto y<br />

tan ceñido <strong>que</strong>, embrocado, recibió una cornada<br />

y un golpe <strong>que</strong> le fracturó dos costillas.<br />

En corridas celebradas a<strong>que</strong>l mismo<br />

año hizo lo <strong>que</strong> nadie o muy pocos habían<br />

hecho en Madrid: «irse al toro con la muleta y<br />

el esto<strong>que</strong>, después de ordenar <strong>que</strong> todos los<br />

lidiadores, tanto de a pie como de a caballo,<br />

se retirasen del ruedo, y allí, solo, en los medios<br />

o en las tablas, trastear admirablemente<br />

sin mover los talones, dando alguna vez en<br />

esta postura, y sin moverse, hasta seis pases<br />

en redondo, armarse, citar y recibir,<br />

arrancarse al volapié sobre corto y según todas<br />

las reglas del arte», como muy bien dice<br />

Sánchez de Neira. Todo esto le congració, si<br />

antes hubiera habido dejación de simpatía<br />

hacia él, con el público madrileño.<br />

Muertos Montes y el Chiclanero, la<br />

Prensa madrileña hizo entonces una briosa<br />

campaña intentando demostrar <strong>que</strong> el entron<strong>que</strong><br />

con el toreo clásico de a<strong>que</strong>llos lidiadores<br />

estaba en la concepción artística de Sanz,<br />

en el fino capoteo y lucido juego de muleta<br />

<strong>que</strong> hacía delante de los astados, y la forma<br />

gallarda de recibir los toros.<br />

En 1857 actuó en Valencia a beneficio<br />

del Hospital General, alcanzando un<br />

señaladísimo triunfo. La Junta, después de<br />

abonado el importe de su trabajo, le regaló<br />

una valiosísima petaca, boquilla, fosforera y<br />

mechero de plata, y un portamonedas <strong>que</strong><br />

contenía nueve onzas de oro, como gratificación<br />

extraordinaria al mérito de su labor.<br />

La temporada de 1858 siguió afirmando<br />

su crédito en distintas plazas provincianas.<br />

En 1859 vuelve a alcanzar nuevos triunfos en<br />

228<br />

Valencia. Los días 24 y 25 de junio alterna con<br />

Manuel Domínguez, corriéndose ganado de<br />

Veragua y Gómez, de Colmenar, respectivamente.<br />

En los dos días renovó ante los valencianos<br />

las buenas impresiones <strong>que</strong> de él se<br />

tenían y dejó gran número de entusiastas partidarios.<br />

En la corrida celebrada el (12-09-1859)<br />

en la monumental de Madrid, fué herido por<br />

un toro difícil y avisado. En 1860 tomó parte<br />

en buen número de corridas en los mejores<br />

cosos españoles. En todos ellos contaba con<br />

pane-giristas de su buen toreo, pero desmejoraba<br />

algo tan excelente crédito cuando se<br />

le presentaba un toro manso y poco presto al<br />

lucimiento. Así, vemos en una crónica de una<br />

actuación suya en Alicante en dicho 1860, en<br />

la cual, tras de una alabanza de sus facultades,<br />

pone el comentarista como colofón: «De<br />

Cayetano diré <strong>que</strong> es muy fino, pero <strong>que</strong> no<br />

se arrima.»<br />

El año 1861, el 5 de mayo, estuvo a<br />

punto de ser cogido en Madrid, librándose de<br />

ello por pies. Hizo una temporada brillante y<br />

se afirmó en el cartel del circo madrileño<br />

como elemento imprescindible.<br />

En 1862, en la corrida del 20 de abril<br />

en <strong>que</strong> sucumbió José Rodríguez (Pepete),<br />

con el cual había sostenido Cayetano la temporada<br />

anterior y a<strong>que</strong>l mismo año una<br />

competencia de no poca brillantez, estuvo a<br />

punto de ser herido mortalmente, pues habiéndole<br />

embrocado un miureño, se dejó caer<br />

maestramente al suelo cuando el animal iba<br />

a tirarle el derrote.<br />

El (20-07-1862) recibió un puntazo en<br />

la parte exterior del muslo por adelantarse a<br />

un toro <strong>que</strong> no embestía, y el 31 de agosto,<br />

siempre en el mismo circo y año, fue cogido<br />

por el quinto toro cuando intentaba pasarle<br />

de muleta, teniendo <strong>que</strong> retirarse contusionado<br />

a la enfermería.<br />

Los años 1863 y 64 toreó en Valladolid.<br />

Zaragoza, Cádiz y otros sitios, y sus continuas<br />

actuaciones en Madrid. Un poco en baja el<br />

cartel de Cúchares, Cayetano Sanz gozaba<br />

de la misma simpatía <strong>que</strong> los años anteriores.

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