Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

MIURA - 2002
*Tablones: El día (07-06-1869), el toro
citado, negro mulato, de Miura, lidiado en
Madrid el día citado, tomó 19 varas, y al picador
Sacanelles le fracturó el brazo izquierdo;
fue muerto por el Tato.
SANZ (Cayetano). Matador de toros,
nacido en la calle del Bastero, en el popular
barrio madrileño de la Arganzuela, el (07-08-
1821). Sus padres fueron honrados artesanos,
Luis Sanz y Regina Pozas. Viuda su madre
seis meses antes de nacer Cayetano
Sanz, contrajo más tarde segundas nupcias,
con la oposición de los abuelos de éste, que,
no queriendo que el pequeño huérfano viviera
con su padrastro, le llevaron con ellos.
Contaba Cayetano poco más de diez
años cuando le sacaron de la escuela, donde
aprendió las más elementales enseñanzas,
para dedicarle al oficio de zapatero. Era por
entonces poco menos que degradante el
cargo de aprendiz en cualquier gremio de
artesanos.
Tenían que soportar los pobres niños,
que niños eran casi siempre, toda clase de
vejaciones y ordenanzas, que herían el amor
propio de los inteligentes y les hacia odiar el
taller y encaminar sus pasos por otros
senderos. Le ocurrió esto último a Cayetano
y reaccionó pronto, a pesar de lo cual siguió
trabajando, hasta Ilegar a oficial, para ayudar
con ello al sustento de su casa en aquellos
años con muchas carencias.
En los días de fiesta y domingos
acudía a las capeas pueblerinas cercanas a
Madrid, y en otras ocasiones al matadero, que
viviendo el ejemplo del sevillano, era escuela
de incipientes lidiadores. Cayetano encontró
una salida viable, del para él insoportable
oficio, en la concurrencia con otros torerillos
a funciones de los alrededores de Madrid, de
donde lograba traer alguna propina. Se
opusieron sus abuelos a esta mutación violenta
de oficio tan sencillo y pacífico; pero el
muchacho, que mostraba gran carácter y entereza,
acabó por convencer a los ancianos.
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Contaba poco más de dieciséis años
por entonces. Pueblos y villas fueron escenarios
heroicos de los primeros pasos de
Cayetano Sanz como torero, y en ellos dejó
memoria de valor y gallardía. En algunas
ocasiones actuó en mojigangas de la Corte,
matando el embolado o un toro de puntas que
solían soltar al final.
En 1844 tuvo una contrata en
Aranjuez, lidiando, en unión de otros varios,
novillos del duque de Veragua. Asistió este
prócer a la función, y como le gustase de
entre todos el toreo de Sanz, protegió a éste
y fué recomendado por él a José Antonio Calderón
(Capita). Mató dos toros recibiendo,
tras una gran faena en cada uno de ellos, entusiasmando
grandemente a la concurrencia,
compuesta la mayor parte de madrileños, que
estaban largo tiempo atrás deseosos de
oponer un diestro madrileño a los muchos y
buenos sevillanos y cordobeses que había.
Las lecciones de Capita, gran teórico
de la Fiesta, cuyas opiniones escuchaba
Montes, sirvieron de mucho a Cayetano. Le
dieron sin duda aquella elegancia tan peculiar
en el toreo de capa y muleta. Calderón
adiestraba primero a sus discípulos en el toreo
de salón: norma de poner el cuerpo al lancear
de capa, citar, pasar de muleta y otros modos
concernientes a la estilística de la lidia. Pero
es fama que con ello perdió Cayetano la
decisión y el arrojo de sus primeros pasos,
que más tarde le habían de ser necesarios,
especialmente para decidirse en la hora de
matar.
En 1844 y 45 aparece en carteles de
co-rridas de Madrid, de media espada. En
ellas bande-rilleaba en muchas ocasiones; la
fama de su habilidad creció en gran manera,
y el Chiclanero le incluyó de rehiletero en su
cuadrilla. La temporada de 1846 fue con José
Redondo a diversas plazas de la Península,
estoqueando toros que le cedía de vez en
cuando su maestro.Había por entonces una
oposición tácita de los toreros andaluces,
demostrada anteriormente con el Salamanquino,
a conceder alternativas a diestros