Qué Hacer?”, de Lenin
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Vladimir Ilich <strong>Lenin</strong><br />
<strong>de</strong>svían a cada paso <strong>de</strong> la concepción social<strong>de</strong>mócrata <strong>de</strong><br />
la política hacia la concepción tra<strong>de</strong>unionista. De la misma<br />
manera se <strong>de</strong>svía Martínov, y por eso estaremos dispuestos<br />
a tomarlo por mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> las aberraciones economistas en<br />
esta cuestión. Trataremos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que nadie podrá<br />
ofen<strong>de</strong>rse con nosotros por esta elección: ni los autores<br />
<strong>de</strong>l Suplemento especial <strong>de</strong> Rabóchaya Mysl, ni los autores<br />
<strong>de</strong>l Llamamiento <strong>de</strong>l Grupo <strong>de</strong> Autoemancipación, ni los<br />
autores <strong>de</strong> la carta economista<strong>”</strong> publicada en el Núm. 12<br />
<strong>de</strong> Iskra.<br />
1. La agitación política y su restricción<br />
por los economistas<br />
Todo el mundo sabe que la lucha económica 103 <strong>de</strong> los<br />
obreros rusos alcanzó gran extensión y se consolidó a<br />
la par con la aparición <strong>de</strong> “publicaciones<strong>”</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>nuncias<br />
económicas (concernientes a las fábricas y los oficios). El<br />
contenido principal <strong>de</strong> las “octavillas<strong>”</strong> consistía en <strong>de</strong>nunciar<br />
la situación existente en las fábricas, y entre los obreros<br />
se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nó pronto una verda<strong>de</strong>ra pasión por estas<br />
<strong>de</strong>nuncias. En cuanto los obreros vieron que los círculos<br />
social<strong>de</strong>mócratas querían y podían proporcionarles hojas<br />
<strong>de</strong> nuevo tipo —que les <strong>de</strong>cían toda la verdad sobre su vida<br />
miserable, su trabajo increíblemente penoso y su situación<br />
<strong>de</strong> parias—, comenzaron a inundarlos, por <strong>de</strong>cirlo así, <strong>de</strong><br />
cartas <strong>de</strong> las fábricas y los talleres.<br />
Estas “publicaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>nuncias<strong>”</strong> causaban inmensa<br />
sensación tanto en las fábricas cuyo estado <strong>de</strong> cosas fusti-<br />
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?<br />
QUE HACER?<br />
gaban como en todas las <strong>de</strong>más a las que llegaban noticias<br />
<strong>de</strong> los hechos <strong>de</strong>nunciados. Y puesto que las necesida<strong>de</strong>s<br />
y las <strong>de</strong>sgracias <strong>de</strong> los obreros <strong>de</strong> distintas empresas y <strong>de</strong><br />
diferentes oficios tienen mucho <strong>de</strong> común, la “verdad sobre<br />
la vida obrera<strong>”</strong> entusiasmaba a todos. Entre los obreros más<br />
atrasados se propagó una verda<strong>de</strong>ra pasión por “ser publicado<strong>”</strong>,<br />
pasión noble por esta forma embrionaria <strong>de</strong> guerra<br />
contra todo el sistema social mo<strong>de</strong>rno, basado en el pillaje<br />
y la opresión. Y las “octavillas<strong>”</strong>, en la inmensa mayoría <strong>de</strong><br />
los casos, eran <strong>de</strong> hecho una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> guerra, pues<br />
la <strong>de</strong>nuncia producía un efecto terriblemente excitante,<br />
movía a todos los obreros a reclamar que se pusiera fin a<br />
los escándalos más flagrantes y los disponía a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r sus<br />
reivindicaciones por medio <strong>de</strong> huelgas. Los propios fabricantes<br />
tuvieron, en fin <strong>de</strong> cuentas, que reconocer hasta tal<br />
punto la importancia <strong>de</strong> estas octavillas como <strong>de</strong>claración<br />
<strong>de</strong> guerra, que, muy a menudo, ni siquiera querían esperar<br />
a que empezase la guerra.<br />
Las <strong>de</strong>nuncias, como ocurre siempre, tenían fuerza<br />
por el mero hecho <strong>de</strong> su aparición y adquirían el valor <strong>de</strong><br />
una po<strong>de</strong>rosa presión moral. Más <strong>de</strong> una vez bastó con<br />
que apareciera una octavilla para que las reivindicaciones<br />
fuesen satisfechas total o parcialmente. En una palabra, las<br />
<strong>de</strong>nuncias económicas (fabriles) han sido y son un resorte<br />
importante <strong>de</strong> la lucha económica. Y seguirán conservando<br />
esta importancia mientras exista el capitalismo, que origina<br />
necesariamente la auto<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los obreros. En los países<br />
europeos más a<strong>de</strong>lantados se pue<strong>de</strong> observar, incluso hoy,<br />
que las <strong>de</strong>nuncias <strong>de</strong> escándalos en alguna “industria <strong>de</strong><br />
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