Qué Hacer?”, de Lenin
Qué Hacer?”, de Lenin Qué Hacer?”, de Lenin
Vladimir Ilich Lenin autor no consistirá entonces en aminorar el elemento espontáneo, sino en aminorar, por el contrario, el elemento consciente, pues le faltará “conciencia” para comprender con acierto el desarrollo objetivo. Por eso, el mero hecho de hablar de “apreciación de la importancia relativa” 91 de lo espontáneo y lo consciente revela una falta absoluta de “conciencia”. Si ciertos “elementos espontáneos del desarrollo” son accesibles en general a la conciencia humana, su apreciación errónea equivaldrá a “aminorar el elemento consciente”. Y si son inaccesibles a la conciencia, no los conocemos ni podemos hablar de ellos. ¿De qué habla, pues, B. Krichevski? Si considera erróneos los “planes subjetivos” de Iskra (y él los declara erróneos), debería probar qué hechos objetivos no son tenidos en cuenta en esos planes y acusar a Iskra, por ello, de falta de conciencia, de “aminoración del elemento consciente”, usando su lenguaje. Pero si, descontento con los planes subjetivos, no tiene más argumento que el de invocar la “aminoración del elemento espontáneo”, lo único que demuestra es: 1) En teoría, comprende el marxismo a lo Karéiev y a lo Mijailovski, suficientemente ridiculizados por Béltov; 92 2) En la práctica, se da por satisfecho en absoluto con los “elementos espontáneos del desarrollo”, que arrastraron a nuestros marxistas legales al bernteinianismo, y a nuestros socialdemócratas, al “economismo”, y muestra “gran indignación” con quienes han decidido apartar contra viento y marea a la socialdemocracia rusa del camino del desarrollo “espontáneo”. 76 ? QUE HACER? Y más adelante, siguen ya cosas divertidísimas: De la misma manera que los hombres, pese a todos los éxitos de las ciencias naturales, seguirán multiplicándose por el método antediluviano, el nacimiento de un nuevo régimen, pese a todos los éxitos de las ciencias sociales y el aumento del número de luchadores conscientes, seguirá siendo asimismo principalmente resultado de explosiones espontáneas. 93 De la misma manera que la sabiduría antediluviana dice que no hace falta mucha inteligencia para tener hijos, la sabiduría de los “socialistas modernos” (a lo Narciso Tuporílov) 94 proclama: cualquiera tendrá inteligencia suficiente para participar en el nacimiento espontáneo de un nuevo régimen social. Nosotros también creemos que cualquiera tendrá inteligencia suficiente. Para participar de ese modo, basta dejarse arrastrar por el “economismo” cuando reina el “economismo”, y por el terrorismo, cuando ha surgido el terrorismo. Así, en la primavera de este año, cuando tanta importancia tenía prevenir contra la inclinación al terrorismo, Rabócheie Dielo estaba perplejo ante este problema “nuevo” para él. Y seis meses más tarde, cuando el problema ha dejado de ser actual, nos ofrece a un mismo tiempo la declaración de que “creemos que la tarea de la socialdemocracia no puede ni debe consistir en contrarrestar el auge del espíritu terrorista” 95 y la resolución del congreso: “El congreso considera inoportuno 77
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Por eso, el mero hecho <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> “apreciación <strong>de</strong> la<br />
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revela una falta absoluta <strong>de</strong> “conciencia<strong>”</strong>. Si ciertos “elementos<br />
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la conciencia humana, su apreciación errónea equivaldrá a<br />
“aminorar el elemento consciente<strong>”</strong>. Y si son inaccesibles a la<br />
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¿De qué habla, pues, B. Krichevski? Si consi<strong>de</strong>ra erróneos los<br />
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probar qué hechos objetivos no son tenidos en cuenta en<br />
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Pero si, <strong>de</strong>scontento con los planes subjetivos, no tiene más<br />
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espontáneo<strong>”</strong>, lo único que <strong>de</strong>muestra es:<br />
1) En teoría, compren<strong>de</strong> el marxismo a lo Karéiev y a lo<br />
Mijailovski, suficientemente ridiculizados por Béltov; 92<br />
2) En la práctica, se da por satisfecho en absoluto con<br />
los “elementos espontáneos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<strong>”</strong>, que arrastraron<br />
a nuestros marxistas legales al bernteinianismo, y a nuestros<br />
social<strong>de</strong>mócratas, al “economismo<strong>”</strong>, y muestra “gran<br />
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Y más a<strong>de</strong>lante, siguen ya cosas divertidísimas:<br />
De la misma manera que los hombres, pese a<br />
todos los éxitos <strong>de</strong> las ciencias naturales, seguirán<br />
multiplicándose por el método antediluviano, el<br />
nacimiento <strong>de</strong> un nuevo régimen, pese a todos<br />
los éxitos <strong>de</strong> las ciencias sociales y el aumento <strong>de</strong>l<br />
número <strong>de</strong> luchadores conscientes, seguirá siendo<br />
asimismo principalmente resultado <strong>de</strong> explosiones<br />
espontáneas. 93<br />
De la misma manera que la sabiduría antediluviana<br />
dice que no hace falta mucha inteligencia para tener hijos,<br />
la sabiduría <strong>de</strong> los “socialistas mo<strong>de</strong>rnos<strong>”</strong> (a lo Narciso<br />
Tuporílov) 94 proclama: cualquiera tendrá inteligencia<br />
suficiente para participar en el nacimiento espontáneo <strong>de</strong><br />
un nuevo régimen social. Nosotros también creemos que<br />
cualquiera tendrá inteligencia suficiente. Para participar<br />
<strong>de</strong> ese modo, basta <strong>de</strong>jarse arrastrar por el “economismo<strong>”</strong><br />
cuando reina el “economismo<strong>”</strong>, y por el terrorismo, cuando<br />
ha surgido el terrorismo. Así, en la primavera <strong>de</strong> este<br />
año, cuando tanta importancia tenía prevenir contra la<br />
inclinación al terrorismo, Rabócheie Dielo estaba perplejo<br />
ante este problema “nuevo<strong>”</strong> para él. Y seis meses más tar<strong>de</strong>,<br />
cuando el problema ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser actual, nos ofrece a<br />
un mismo tiempo la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> que “creemos que la<br />
tarea <strong>de</strong> la social<strong>de</strong>mocracia no pue<strong>de</strong> ni <strong>de</strong>be consistir<br />
en contrarrestar el auge <strong>de</strong>l espíritu terrorista<strong>”</strong> 95 y la resolución<br />
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