Qué Hacer?”, de Lenin
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Vladimir Ilich <strong>Lenin</strong><br />
principalmente <strong>de</strong> la organización y, en particular, <strong>de</strong>l Reglamento<br />
<strong>de</strong> la Caja Obrera, cuyo texto <strong>de</strong>finitivo fue publicado<br />
en el número 9-10 <strong>de</strong> Listok Rabótnika 58 (pág. 46). Entre<br />
los “viejos<strong>”</strong> (“<strong>de</strong>cembristas<strong>”</strong>, como los llamaban entonces<br />
en broma los social<strong>de</strong>mócratas petersburgueses) y algunos<br />
<strong>de</strong> los “jóvenes<strong>”</strong> (que más tar<strong>de</strong> colaboraron activamente en<br />
Rabóchaya Mysl), se manifestó en el acto una divergencia<br />
acusada y se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nó una acalorada polémica.<br />
Los “jóvenes<strong>”</strong> <strong>de</strong>fendían las bases principales <strong>de</strong>l<br />
reglamento tal y como ha sido publicado. Los “viejos<strong>”</strong><br />
<strong>de</strong>cían que lo más necesario no era eso, sino fortalecer la<br />
Unión <strong>de</strong> Lucha transformándola en una organización <strong>de</strong><br />
revolucionarios a la que <strong>de</strong>bían subordinarse las distintas<br />
cajas obreras, los círculos <strong>de</strong> propaganda entre la juventud<br />
estudiantil, etc. Por supuesto, los contrincantes estaban<br />
lejos <strong>de</strong> ver en esta divergencia el comienzo <strong>de</strong> una disensión,<br />
un <strong>de</strong>sacuerdo; por el contrario, la consi<strong>de</strong>raban<br />
esporádica y casual. Pero este hecho prueba que, también<br />
en Rusia, el “economismo<strong>”</strong> no surgió ni se difundió sin<br />
lucha contra los “viejos<strong>”</strong> social<strong>de</strong>mócratas (cosa que los<br />
“economistas<strong>”</strong> <strong>de</strong> hoy olvidan con frecuencia). Y si esta<br />
lucha no ha <strong>de</strong>jado, en su mayor parte, vestigios “documentales<strong>”</strong>,<br />
se <strong>de</strong>be únicamente a que la composición <strong>de</strong><br />
los círculos en funcionamiento cambiaba con frecuencia,<br />
por lo cual las divergencias tampoco ser registraban en<br />
documento alguno.<br />
La aparición <strong>de</strong> Rabóchaya Mysl sacó el “economismo<strong>”</strong><br />
a la luz <strong>de</strong>l día, pero tampoco lo hizo <strong>de</strong> golpe. Hay que<br />
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?<br />
QUE HACER?<br />
tener una i<strong>de</strong>a concreta <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> trabajo y <strong>de</strong><br />
la vida efímera <strong>de</strong> numerosos círculos rusos (y sólo pue<strong>de</strong><br />
tenerla quien la ha vivido) para compren<strong>de</strong>r cuánto hubo<br />
<strong>de</strong> casual en el éxito o fracaso <strong>de</strong> la nueva ten<strong>de</strong>ncia en<br />
distintas ciuda<strong>de</strong>s, así como <strong>de</strong>l largo período en que ni<br />
los partidarios ni los adversarios <strong>de</strong> estas i<strong>de</strong>as “nuevas<strong>”</strong><br />
pudieron <strong>de</strong>terminar, ni tuvieron literalmente la menor<br />
posibilidad <strong>de</strong> hacerlo, si era, en efecto, una ten<strong>de</strong>ncia<br />
especial o un simple reflejo <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> preparación <strong>de</strong><br />
algunas personas. Por ejemplo, los primeros números <strong>de</strong><br />
Rabóchaya Mysl, tirados en hectógrafo, no llegaron en absoluto<br />
a la inmensa mayoría <strong>de</strong> los social<strong>de</strong>mócratas. Y si<br />
ahora po<strong>de</strong>mos referirnos al editorial <strong>de</strong> su primer número<br />
es sólo gracias a su reproducción en el artículo <strong>de</strong> VI 59<br />
(Listok Rabótnika, Núm. 9-10, pág. 47 y siguientes), que,<br />
como es natural, no <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> elogiar con fervor (un fervor<br />
insensato) al nuevo periódico, el cual se distinguía tanto<br />
<strong>de</strong> los periódicos y proyectos <strong>de</strong> periódicos que hemos<br />
mencionado antes. 60 Este editorial expresa con tanto relieve<br />
todo el espíritu <strong>de</strong> Rabóchaya Mysl y <strong>de</strong>l “economismo<strong>”</strong> en<br />
general que merece la pena examinarlo.<br />
Después <strong>de</strong> señalar que el brazo con bocamanga azul 61<br />
no podrá <strong>de</strong>tener el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l movimiento obrero,<br />
el artículo continúa: “El movimiento obrero <strong>de</strong>be esa<br />
vitalidad a que el propio obrero toma, por fin, su <strong>de</strong>stino<br />
en sus propias manos, arrancándolo <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong> los<br />
dirigentes<strong>”</strong>, y más a<strong>de</strong>lante se explana en <strong>de</strong>talle esta tesis<br />
fundamental. En realidad, la policía arrancó a los dirigentes<br />
(es <strong>de</strong>cir, a los social<strong>de</strong>mócratas, a los organizadores <strong>de</strong><br />
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