Qué Hacer?”, de Lenin
Qué Hacer?”, de Lenin Qué Hacer?”, de Lenin
Vladimir Ilich Lenin economismo”. Pero esto lo decimos de pasada. Lo principal consiste en que la posición de los oportunistas frente a los socialdemócratas revolucionarios es diametralmente opuesta en Alemania y en Rusia. En Alemania, los socialdemócratas revolucionarios, como es sabido, están a favor de mantener lo que existe: el viejo programa y la vieja táctica, que todo el mundo conoce y que han sido explicados en todos sus detalles a través de la experiencia de muchos decenios. Los “críticos”, en cambio, quieren introducir modificaciones; y como estos “críticos” representan una ínfima minoría, y sus aspiraciones revisionistas son muy tímidas, es fácil comprender los motivos por los cuales la mayoría se limita a rechazar lisa y llanamente las “innovaciones”. En Rusia, en cambio, son los críticos y los “economistas” quienes desean mantener lo que existe: los “críticos” quieren que se siga considerándolos marxistas y que se les asegure la “libertad de crítica” que disfrutaban en todos los sentidos (pues, en el fondo, jamás han reconocido ningún vínculo de partido; 40 además, entre nosotros no había un órgano de partido reconocido por todos que pudiera “restringir” la libertad de crítica, aunque sólo fuera por medio de un consejo). Los “economistas” quieren que los revolucionarios reconozcan “la plenitud de derechos del movimiento en el presente” (Rabóchei Dielo, número 10, pág. 25), es decir la “legitimidad” de la existencia de lo que existe; que los “ideólogos” no traten de “desviar” el movimiento del camino “determinado por la acción recíproca entre los elementos materiales y el medio material” (Carta, en el número 12 de Iskra); que se considere 36 ? QUE HACER? deseable sostener la lucha “que es posible para los obreros en las circunstancias presentes”, y se considere posible la lucha “que mantienen realmente en el momento actual” (Suplemento especial de Rabóchaya Mysl, 41 pág. 14). En cambio, a nosotros, los socialdemócratas revolucionarios, nos disgusta ese culto a la espontaneidad, es decir, a lo que existe “en el momento actual”; reclamamos que se modifique la táctica que ha prevalecido durante los últimos años, declaramos que “antes de unificarse y para unificarse es necesario empezar por deslindar los campos de un modo resuelto y definido”. 42 En pocas palabras, los alemanes se conforman con lo que existe, rechazando las modificaciones; nosotros reclamamos que se modifique lo existente, rechazando el culto a ello y la resignación con ello. ¡Precisamente esta “pequeña” diferencia es la que no han advertido nuestros “libres” copiadores de resoluciones alemanas! 4. Engels sobre la importancia de la lucha teórica “Dogmatismo, doctrinarismo”, “anquilosamiento del partido, castigo ineludible por las trabas impuestas al pensamiento”, tales son los enemigos contra los cuales arremeten caballerescamente en Rabóchei Dielo los paladines de la “libertad de crítica”. Nos alegra mucho que se haya suscitado esta cuestión, y sólo propondríamos completarla con otra: ¿Y quiénes serán los árbitros? Tenemos a la vista los anuncios de dos publicaciones. Uno es el programa de Rabócheie Dielo, órgano de prensa 37
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economismo<strong>”</strong>. Pero esto lo <strong>de</strong>cimos <strong>de</strong> pasada. Lo principal<br />
consiste en que la posición <strong>de</strong> los oportunistas frente<br />
a los social<strong>de</strong>mócratas revolucionarios es diametralmente<br />
opuesta en Alemania y en Rusia.<br />
En Alemania, los social<strong>de</strong>mócratas revolucionarios,<br />
como es sabido, están a favor <strong>de</strong> mantener lo que existe: el<br />
viejo programa y la vieja táctica, que todo el mundo conoce<br />
y que han sido explicados en todos sus <strong>de</strong>talles a través <strong>de</strong> la<br />
experiencia <strong>de</strong> muchos <strong>de</strong>cenios. Los “críticos<strong>”</strong>, en cambio,<br />
quieren introducir modificaciones; y como estos “críticos<strong>”</strong><br />
representan una ínfima minoría, y sus aspiraciones revisionistas<br />
son muy tímidas, es fácil compren<strong>de</strong>r los motivos por<br />
los cuales la mayoría se limita a rechazar lisa y llanamente<br />
las “innovaciones<strong>”</strong>. En Rusia, en cambio, son los críticos y<br />
los “economistas<strong>”</strong> quienes <strong>de</strong>sean mantener lo que existe:<br />
los “críticos<strong>”</strong> quieren que se siga consi<strong>de</strong>rándolos marxistas<br />
y que se les asegure la “libertad <strong>de</strong> crítica<strong>”</strong> que disfrutaban<br />
en todos los sentidos (pues, en el fondo, jamás han reconocido<br />
ningún vínculo <strong>de</strong> partido; 40 a<strong>de</strong>más, entre nosotros<br />
no había un órgano <strong>de</strong> partido reconocido por todos que<br />
pudiera “restringir<strong>”</strong> la libertad <strong>de</strong> crítica, aunque sólo fuera<br />
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los revolucionarios reconozcan “la plenitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />
<strong>de</strong>l movimiento en el presente<strong>”</strong> (Rabóchei Dielo, número<br />
10, pág. 25), es <strong>de</strong>cir la “legitimidad<strong>”</strong> <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong><br />
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(Carta, en el número 12 <strong>de</strong> Iskra); que se consi<strong>de</strong>re<br />
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<strong>de</strong>seable sostener la lucha “que es posible para los obreros<br />
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(Suplemento especial <strong>de</strong> Rabóchaya Mysl, 41 pág. 14).<br />
En cambio, a nosotros, los social<strong>de</strong>mócratas revolucionarios,<br />
nos disgusta ese culto a la espontaneidad, es <strong>de</strong>cir,<br />
a lo que existe “en el momento actual<strong>”</strong>; reclamamos que se<br />
modifique la táctica que ha prevalecido durante los últimos<br />
años, <strong>de</strong>claramos que “antes <strong>de</strong> unificarse y para unificarse<br />
es necesario empezar por <strong>de</strong>slindar los campos <strong>de</strong> un modo<br />
resuelto y <strong>de</strong>finido<strong>”</strong>. 42 En pocas palabras, los alemanes se<br />
conforman con lo que existe, rechazando las modificaciones;<br />
nosotros reclamamos que se modifique lo existente,<br />
rechazando el culto a ello y la resignación con ello.<br />
¡Precisamente esta “pequeña<strong>”</strong> diferencia es la que no<br />
han advertido nuestros “libres<strong>”</strong> copiadores <strong>de</strong> resoluciones<br />
alemanas!<br />
4. Engels sobre la importancia <strong>de</strong> la lucha teórica<br />
“Dogmatismo, doctrinarismo<strong>”</strong>, “anquilosamiento <strong>de</strong>l<br />
partido, castigo ineludible por las trabas impuestas al<br />
pensamiento<strong>”</strong>, tales son los enemigos contra los cuales arremeten<br />
caballerescamente en Rabóchei Dielo los paladines<br />
<strong>de</strong> la “libertad <strong>de</strong> crítica<strong>”</strong>. Nos alegra mucho que se haya<br />
suscitado esta cuestión, y sólo propondríamos completarla<br />
con otra: ¿Y quiénes serán los árbitros?<br />
Tenemos a la vista los anuncios <strong>de</strong> dos publicaciones.<br />
Uno es el programa <strong>de</strong> Rabócheie Dielo, órgano <strong>de</strong> prensa<br />
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