Qué Hacer?”, de Lenin
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Vladimir Ilich <strong>Lenin</strong><br />
obreros y a todos los dirigentes <strong>de</strong>l movimiento, capaces<br />
<strong>de</strong> enriquecer efectivamente sus conocimientos, ensanchar<br />
su horizonte, dar comienzo al <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> un distrito más,<br />
<strong>de</strong> un nuevo sector profesional <strong>de</strong> obreros.<br />
A<strong>de</strong>más, en un periódico local, los manejos <strong>de</strong> la<br />
administración <strong>de</strong> la fábrica o <strong>de</strong> otras autorida<strong>de</strong>s<br />
pue<strong>de</strong>n recogerse en seguida, aún recientes.<br />
Y mientras la noticia llega a un periódico central,<br />
lejano, en el punto <strong>de</strong> origen ya se habrá olvidado<br />
lo sucedido: “¿Cuándo habrá ocurrido eso?; ¡cualquiera<br />
lo recuerda!<strong>”</strong> (loc. cit.).<br />
En efecto, ¡cualquiera lo recuerda! Los 30 números publicados<br />
en dos años y medio correspon<strong>de</strong>n, según hemos<br />
visto en la misma fuente, a seis ciuda<strong>de</strong>s. De modo que a<br />
cada ciudad correspon<strong>de</strong>, por término medio, ¡un número<br />
<strong>de</strong> periódico por medio año! E incluso si nuestro insubstancial<br />
publicista triplica en su hipótesis el rendimiento <strong>de</strong>l<br />
trabajo local (cosa que sería indudablemente inexacta con<br />
relación a una ciudad media, porque es imposible aumentar<br />
consi<strong>de</strong>rablemente el rendimiento sin salir <strong>de</strong>l primitivismo<br />
en el trabajo), no recibiríamos, sin embargo, más <strong>de</strong> un<br />
número cada dos meses, es <strong>de</strong>cir, una situación que en nada<br />
se parece a “recoger las noticias aún recientes<strong>”</strong>.<br />
Pero bastaría con que se unieran diez organizaciones<br />
locales e invistieran <strong>de</strong> funciones activas a sus <strong>de</strong>lgados<br />
con el fin <strong>de</strong> montar un periódico central, que entonces<br />
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?<br />
QUE HACER?<br />
pudieran “recogerse<strong>”</strong> por toda Rusia no pequeñeces, sino<br />
escándalos notables y típicos en realidad, y esto cada dos<br />
semanas. Nadie que sepa en qué situación se encuentran<br />
nuestras organizaciones lo dudará. Y en cuanto a lo <strong>de</strong><br />
pillar al enemigo con las manos en la masa, si se toma esto<br />
en serio y no se habla por hablar, un periódico clan<strong>de</strong>stino<br />
no pue<strong>de</strong>, en general, ni pensar en ello: esto pue<strong>de</strong> hacerlo<br />
sólo una hoja volante, porque el plazo máximo para<br />
sorpren<strong>de</strong>r así al enemigo no pasa, en la mayoría <strong>de</strong> los<br />
casos, <strong>de</strong> uno o dos días (tomen, por ejemplo, el caso <strong>de</strong><br />
una huelga breve corriente, <strong>de</strong> atropellos en una fábrica o<br />
<strong>de</strong> una manifestación etc.).<br />
“El obrero no sólo vive en la fábrica, sino en la ciudad<br />
también<strong>”</strong>, continúa nuestro autor, pasando <strong>de</strong> lo particular a<br />
lo general con una consecuencia tan rigurosa que honraría<br />
al mismo Boris Krichevski. Y señala los problemas <strong>de</strong> las<br />
dumas, hospitales y escuelas <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s, exigiendo<br />
que el periódico obrero no calle los asuntos urbanos en<br />
general. La exigencia es <strong>de</strong> por sí magnífica, pero ilustra<br />
con particular evi<strong>de</strong>ncia la abstracta vacuidad a que se<br />
limitan con <strong>de</strong>masiada frecuencia las disquisiciones sobre<br />
los periódicos locales.<br />
Primero, si en “todo lugar algo consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> concentración<br />
<strong>de</strong> obreros<strong>”</strong> se publicaran en efecto periódicos con<br />
una sección urbana tan <strong>de</strong>tallada como quiere Svoboda,<br />
dadas nuestras condiciones rusas, la cosa <strong>de</strong>generaría<br />
inevitablemente en verda<strong>de</strong>ra cicatería, conduciría a <strong>de</strong>bilitar<br />
la conciencia <strong>de</strong> lo importante, que es un empuje<br />
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