Bajá un capítulo en pdf - Rolling Stone
Bajá un capítulo en pdf - Rolling Stone
Bajá un capítulo en pdf - Rolling Stone
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Bernini, Emilio<br />
Estudio crítico sobre Silvia Prieto - 1a ed. - Bu<strong>en</strong>os Aires : Picnic<br />
Editorial: Daniela Fiorini, 2008.<br />
104 p. ; 19x13 cm.<br />
ISBN 978-987-23417-3-2<br />
1. Crítica Cinematográfica. I. Título<br />
CDD 778.509 82<br />
Colección Nuevo Cine Arg<strong>en</strong>tino<br />
Directores:<br />
Daniela Fiorini • Aldo Paparella • Paula Socolovsky<br />
Edición: Daniela Fiorini y Paula Socolovsky<br />
Diseño y diagramación: Estudio Núcleo<br />
Corrección: Fernando Mazzeo<br />
Fotografías: g<strong>en</strong>tileza Martín Retjman, Rizoma Films y Ruda Cine<br />
© 2008, Picnic editorial<br />
Sarmi<strong>en</strong>to 567, Of. 216 • C1041AAK, Ciudad de Bu<strong>en</strong>os Aires, Arg<strong>en</strong>tina.<br />
www.picniceditorial.com.ar<br />
info@picniceditorial.com.ar<br />
ISBN:978-987-23417-3-2<br />
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.273.<br />
Impreso <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina. Printed in Arg<strong>en</strong>tina<br />
Primera edición: abril de 2008<br />
Este libro se terminó de imprimir <strong>en</strong> el mes de abril de 2008<br />
<strong>en</strong> Latingráfica, Rocamora 4161, Ciudad de Bu<strong>en</strong>os Aires, Arg<strong>en</strong>tina.<br />
No se permite la reproducción parcial o total, el almac<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to, el alquiler,<br />
la transmisión o la transformación de este libro, <strong>en</strong> cualquier forma o por<br />
cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias,<br />
digitalización u otros métodos sin el permiso previo de la editorial.<br />
Su infracción está p<strong>en</strong>ada por la ley.<br />
Estudio crítico sobre<br />
Silvia Prieto<br />
Entrevista a Martín Rejtman<br />
Emilio Bernini<br />
Picnic Editorial<br />
Bu<strong>en</strong>os Aires, 2008
Índice<br />
I. Una poética de la abst<strong>en</strong>ción 7<br />
El nuevo cine 7<br />
La televisión y los géneros 17<br />
II. Una idea de la literatura (y del cine) 25<br />
Neutralidad de la literatura 25<br />
Lógicas de avance y acumulación 33<br />
III. Un m<strong>un</strong>do a distancia 41<br />
La inspiración neorrealista y la abstracción 41<br />
Espacios sin espesor 51<br />
Antihumanismo 59<br />
Síntesis argum<strong>en</strong>tal de Silvia Prieto 67<br />
IV. Un l<strong>en</strong>guaje propio 71<br />
Conversación con Martín Rejtman<br />
V. Selección de textos sobre Silvia Prieto 85<br />
VI. Bibliografía 91<br />
VII. Filmografía de Martín Rejtman 95<br />
VIII. Martín Rejtman. Datos biográficos 97<br />
IX. Acerca del autor 99
Silvia Prieto<br />
Un film sin atributos 1<br />
I. Una poética de la abst<strong>en</strong>ción<br />
El nuevo cine<br />
para Adrián, por su amada pres<strong>en</strong>cia<br />
Martín Rejtman ti<strong>en</strong>e <strong>un</strong>a ubicación singular <strong>en</strong> lo que ha sido d<strong>en</strong>ominado<br />
“nuevo cine arg<strong>en</strong>tino”. Por <strong>un</strong> lado, antecede a todos los<br />
cineastas de los años 90 con Rapado, <strong>un</strong> filme deliberadam<strong>en</strong>te m<strong>en</strong>or,<br />
lacónico, que ha resultado f<strong>un</strong>dacional respecto del nuevo cine;<br />
por otro, procede de la literatura, pasa al cine y vuelve a la literatura,<br />
<strong>en</strong> <strong>un</strong> proceso de pasaje constante que, si bi<strong>en</strong> no privilegia ning<strong>un</strong>a<br />
de las artes, lleva al cine elem<strong>en</strong>tos propios de la escritura literaria y<br />
con ello transforma, inauguralm<strong>en</strong>te, el estado del cine arg<strong>en</strong>tino.<br />
Rejtman parece ser el único cineasta del cine de los 90 que manti<strong>en</strong>e<br />
<strong>un</strong>a actividad de escritor paralela a la de cineasta sin que ambas actividades<br />
pres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cias de grado; antes bi<strong>en</strong> son oficios que,<br />
<strong>en</strong> él, se f<strong>un</strong>d<strong>en</strong>. En parte por esa relación con la literatura, el cine<br />
de Rejtman pres<strong>en</strong>ta <strong>un</strong> tipo propio de relato al que ya suscribieron<br />
alg<strong>un</strong>os de los nuevos cineastas: su cine (y, <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia, también<br />
su literatura) f<strong>un</strong>cionó como modelo narrativo para las primeras<br />
películas de cineastas no sólo arg<strong>en</strong>tinos. Entre los filmes que sigu<strong>en</strong><br />
la línea planteada por las primeras películas de Rejtman (Rapado y<br />
1 El autor parece aludir a El hombre sin atributos, de Robert Musil (1930-1943). Se trata de <strong>un</strong>a<br />
larga novela inacabada que examina la exist<strong>en</strong>cia sin objetivos de su personaje principal y<br />
constituye <strong>un</strong>a de las obras narrativas más ambiciosas del Siglo XX. (N. del E.).
Silvia Prieto) pued<strong>en</strong> contarse: Nadar solo (Ezequiel Acuña), Sábado<br />
(Juan Villegas), Todo j<strong>un</strong>tos (Federico León), El juego de la silla y Una<br />
novia errante (Ana Katz) e incluso la película uruguaya Whisky (Juan<br />
Pablo Rebella y Pablo Stoll).<br />
La literatura, <strong>en</strong>tonces, por el uso particular que Rejtman ha hecho<br />
de ella <strong>en</strong> el cine, debe contarse como <strong>un</strong>o de los elem<strong>en</strong>tos<br />
que están <strong>en</strong> el inicio del nuevo cine. Con Rapado, cuya historia procede<br />
de alg<strong>un</strong>os cu<strong>en</strong>tos del libro del mismo nombre, se abre <strong>un</strong>a<br />
vía <strong>en</strong> el cine arg<strong>en</strong>tino que ya no responde a los intereses característicos<br />
de los cineastas de la década de los 80, que <strong>en</strong> gran parte<br />
se habían volcado a revisar, de modo no siempre parejo, el proceso<br />
político impuesto por el terrorismo de Estado <strong>en</strong> la década anterior.<br />
Con el primer filme de Martín Rejtman, el nuevo cine elige la narración<br />
de historias cuya mirada sobre el m<strong>un</strong>do excluye el pasado y,<br />
Martín Rejtman durante el rodaje de Silvia Prieto.<br />
Estudio crítico sobre SILVIA PRIETO<br />
especialm<strong>en</strong>te, el pasado político arg<strong>en</strong>tino. El m<strong>un</strong>do de los relatos<br />
es ahora el del propio pres<strong>en</strong>te; las historias no <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran ya justificación<br />
<strong>en</strong> la importancia (histórica, política o social) de su tema<br />
como <strong>en</strong> el cine de los mayores. Con esas historias sin relevancia, los<br />
nuevos cineastas se alejan del pasado cinematográfico arg<strong>en</strong>tino.<br />
En esto, el nuevo cine arg<strong>en</strong>tino de los 90 no establece relaciones<br />
electivas, consci<strong>en</strong>tes, con la historia del cine nacional, porque sus<br />
elecciones estéticas no dep<strong>en</strong>dieron <strong>en</strong> absoluto de ella sino, por el<br />
contrario, del cine contemporáneo internacional (de Abbas Kiarostami<br />
a Jim Jarmush, <strong>en</strong>tre otros). Su formación también dep<strong>en</strong>dió,<br />
sobre todo, del crecimi<strong>en</strong>to vertiginoso, desde fines de los años 80,<br />
de las escuelas de cine y de los festivales internacionales <strong>en</strong> Bu<strong>en</strong>os<br />
Aires, donde se apr<strong>en</strong>de, y donde aún sobrevive, el cine moderno.<br />
La formación de los nuevos cineastas <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>un</strong>a cualidad difer<strong>en</strong>cial<br />
<strong>en</strong> su particular cinefilia. Los cineastas contemporáneos se<br />
difer<strong>en</strong>cian aquí de sus antecesores modernos, a<strong>un</strong>que de modo no<br />
consci<strong>en</strong>te continú<strong>en</strong> <strong>en</strong> parte su idea del cine. El cineasta moderno<br />
tuvo <strong>en</strong> la cinefilia su formación, mi<strong>en</strong>tras que el apr<strong>en</strong>dizaje del<br />
nuevo cineasta es, <strong>en</strong> cambio, el estudio del cine, pero no por esto<br />
los cineastas contemporáneos dejan de ser, claro está, cinéfilos. Una<br />
y otro defin<strong>en</strong>, desde luego, distintos estatutos de cineasta. La cinefilia<br />
moderna es <strong>un</strong>a mirada sobre el m<strong>un</strong>do formada por el imaginario<br />
del cine; está pautada por la restricción, por el acceso limitado a<br />
la visión de los filmes, cuyas vías de exhibición se reducían al espacio<br />
del cineclub, y por cierta idea de clandestinidad y de exclusividad,<br />
asociada más adelante a la propia forma de circulación de los filmes<br />
modernos. La formación por estudio, por el contrario, está b<strong>en</strong>eficiada<br />
por <strong>un</strong>a gran disponibilidad de visión, por la expansión de los<br />
canales de difusión (salas, festivales, videoclubes, televisión por cable,<br />
Internet), algo que condujo, por tanto, al agotami<strong>en</strong>to de la f<strong>un</strong>ción<br />
formadora del cineclub y, <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia, prácticam<strong>en</strong>te, a su<br />
desaparición como medio de exhibición. Para los nuevos cineastas,<br />
la posibilidad de visión de los filmes contemporáneos se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
liberada casi por completo de las restricciones padecidas por los que<br />
los precedieron. Se diría que para el cineasta contemporáneo esa
libertad produce <strong>un</strong> debilitami<strong>en</strong>to de la cinefilia como experi<strong>en</strong>cia,<br />
porque el cine es ahora m<strong>en</strong>os <strong>un</strong> imaginario que pauta la<br />
mirada sobre el m<strong>un</strong>do que <strong>un</strong> tema de estudio que distancia de<br />
él, necesariam<strong>en</strong>te, a qui<strong>en</strong> lo aborda como objeto. 2<br />
El laconismo de parte del nuevo cine no está desvinculado del fin de<br />
la experi<strong>en</strong>cia moderna de la cinefilia, o de su mutación. Los cineastas<br />
de la modernidad no dejaron de elaborar interpretaciones del m<strong>un</strong>do<br />
con sus historias, porque para el cinéfilo moderno el cine no era sólo el<br />
medio con que ver el m<strong>un</strong>do sino aquél a partir del cual hablar sobre<br />
él. La idea del cine siempre era <strong>un</strong>a idea del m<strong>un</strong>do. La g<strong>en</strong>eración del<br />
60 no impuso su cine sólo por la inv<strong>en</strong>ción de nuevos tópicos y por las<br />
innovaciones formales, sino porque elaboró incluso discursos sobre su<br />
propio “contorno” y porque con ello también se oponía al cine neutro<br />
de los estudios durante el peronismo, <strong>en</strong> <strong>un</strong> tipo de crítica análogo<br />
al de los cineastas de la nouvelle vague <strong>en</strong> su rechazo del cinéma de<br />
qualité, el cine de estudios bajo el régim<strong>en</strong> de Vichy. El cineasta contemporáneo,<br />
por el contrario, parece t<strong>en</strong>der a la abst<strong>en</strong>ción discursiva<br />
respecto de las propias historias que narra, y ello puede responder, <strong>en</strong><br />
gran parte, a <strong>un</strong> apr<strong>en</strong>dizaje del cine que está mediado por <strong>un</strong>a serie<br />
de saberes relativos al arte cinematográfico cada vez más especializados.<br />
La mirada de qui<strong>en</strong> apr<strong>en</strong>de cine necesariam<strong>en</strong>te pasa por ellos,<br />
relativizando así ese vínculo propiam<strong>en</strong>te exist<strong>en</strong>cial característico de<br />
la cinefilia, que no guarda desde luego ning<strong>un</strong>a semejanza con el<br />
apr<strong>en</strong>dizaje <strong>en</strong> los estudios del cineasta clásico. Ese lazo de exist<strong>en</strong>cia<br />
con el cine, propio del cineasta moderno, no es el mismo para<br />
qui<strong>en</strong> establece con él <strong>un</strong> vínculo de estudio regido por la institución<br />
escolar o <strong>un</strong>iversitaria. Una vez que el oficio se profesionaliza por la<br />
vía escolar, no sólo cambian los espacios de formación, porque no se<br />
trata ya de los estudios de la industria (como <strong>en</strong> el período clásico) ni<br />
del cineclub (como <strong>en</strong> el moderno), sino del aula <strong>un</strong>iversitaria, y, con<br />
ello, muta también la relación id<strong>en</strong>titaria que el cinéfilo establecía<br />
con el cine, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te más bi<strong>en</strong> de <strong>un</strong>a experi<strong>en</strong>cia del cine <strong>en</strong><br />
2 Para <strong>un</strong> modelo ejemplar de la cinefilia moderna puede verse el texto póstumo de<br />
Serge Daney, Perseverancia, Bu<strong>en</strong>os Aires, El Amante, 1997.<br />
10<br />
11<br />
Estudio crítico sobre SILVIA PRIETO<br />
soledad. Se diría que la soledad exist<strong>en</strong>cial del cinéfilo <strong>en</strong> el espacio<br />
apartado del cineclub se ha transformado, desde los años 80 <strong>en</strong><br />
adelante, <strong>en</strong> <strong>un</strong> tipo de socialización avalado por la institución educativa<br />
y cons<strong>en</strong>suado por el éxito creci<strong>en</strong>te de los festivales. En esto,<br />
la cinefilia contemporánea ti<strong>en</strong>e m<strong>en</strong>os de experi<strong>en</strong>cia formativa<br />
que de carrera curricular; más, incluso, de prestigio social que de<br />
elección de vida, mi<strong>en</strong>tras que para el cinéfilo moderno el lazo con<br />
el cine poseía algo del ord<strong>en</strong> de lo inevitable, algo a<strong>un</strong> antisocial.<br />
Rapado inaugura la modalidad de <strong>un</strong> cine de abst<strong>en</strong>ción de<br />
juicio cuya neutralidad responde tanto a la búsqueda de <strong>un</strong> estilo<br />
como a <strong>un</strong> tipo de relación de apr<strong>en</strong>dizaje del cine. Los planos sin<br />
prof<strong>un</strong>didad y sin cercanía de ese filme pres<strong>en</strong>tan ya <strong>un</strong> trabajo formal<br />
que, proced<strong>en</strong>te de la literatura y transpuesto al cine, define<br />
<strong>un</strong>a poética de la abst<strong>en</strong>ción. Para la cinefilia contemporánea de<br />
los nuevos cineastas, el filme f<strong>un</strong>ciona de inmediato como modelo<br />
de relato. A partir de Rapado, alg<strong>un</strong>os directores ti<strong>en</strong><strong>en</strong> abiertas las<br />
posibilidades para filmar, al id<strong>en</strong>tificarse con <strong>un</strong> tipo de historia que<br />
no demanda grandes ideas para poder narrar, cuando las g<strong>en</strong>eraciones<br />
anteriores de cineastas no podían filmar sin ellas. El m<strong>un</strong>do<br />
pequeño de <strong>un</strong> adolesc<strong>en</strong>te urbano habilita, a qui<strong>en</strong>es comi<strong>en</strong>zan a<br />
filmar, la narración de historias m<strong>en</strong>ores, vaciadas de cualquier importancia<br />
temática. Así, Rapado termina con el mandato relativo a<br />
las f<strong>un</strong>ciones sociales y políticas del cine al que estaban sujetos los<br />
autores previos, y con ello la película plantea <strong>un</strong>a política del cine<br />
para el nuevo cine <strong>en</strong> el preciso p<strong>un</strong>to <strong>en</strong> que se desvincula de toda<br />
pret<strong>en</strong>sión política o social del cine.<br />
Sin embargo, esa política refuta otra idea del cine contemporánea,<br />
precisam<strong>en</strong>te la de alg<strong>un</strong>os de los nuevos cineastas que aún reconoc<strong>en</strong><br />
cierta importancia social, sino política, del cine. A<strong>un</strong> opuestas,<br />
las dos nociones del cine constituy<strong>en</strong> <strong>un</strong> modo de consecución del<br />
proyecto de <strong>un</strong> cine moderno <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina, interrumpido a mediados<br />
de los 70 por el terrorismo de Estado. Si <strong>en</strong> el nuevo cine pued<strong>en</strong><br />
reconocerse dos grandes líneas –aquella que, <strong>en</strong> cierto modo, f<strong>un</strong>da<br />
el cine de Rejtman, y aquella que se conoce, por oposición, como “realista”–,<br />
ambas retoman de modos diverg<strong>en</strong>tes, e incluso desviados,
ese proyecto que comi<strong>en</strong>za, <strong>en</strong> el cine arg<strong>en</strong>tino, a mediados de siglo<br />
pasado. En efecto, la primera, que afirma la autonomía y repliega, <strong>en</strong><br />
todo caso, la crítica sobre su propia dim<strong>en</strong>sión formal, <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra sus<br />
anteced<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el cine de la vanguardia estética de los años 70, a<strong>un</strong><br />
cuando los autores que se inscrib<strong>en</strong> <strong>en</strong> esta línea la desconozcan y<br />
a<strong>un</strong> cuando no compartan con ella su ideología estética. La seg<strong>un</strong>da,<br />
que por el contrario se pi<strong>en</strong>sa siempre <strong>en</strong> cruce con la otra dim<strong>en</strong>sión<br />
del cine, la realidad social y política, halla su comi<strong>en</strong>zo, incluso sin<br />
conci<strong>en</strong>cia de ello, <strong>en</strong> el cine de r<strong>en</strong>ovación de los años 60. Ning<strong>un</strong>a<br />
de ellas da muestra de reconocimi<strong>en</strong>to de esos anteced<strong>en</strong>tes, puesto<br />
que <strong>en</strong> la historia del cine (arg<strong>en</strong>tino) cada grupo que vi<strong>en</strong>e a ocupar<br />
la esc<strong>en</strong>a cinematográfica desplaza –por <strong>un</strong>a necesidad, a veces programática<br />
o a veces espontánea, pero siempre inscripta <strong>en</strong> la lógica<br />
de lo nuevo abierta por la modernidad– a aquellos que estaban <strong>en</strong> su<br />
c<strong>en</strong>tro, sobre todo desconociéndolos o quitándoles cualquier legitimidad.<br />
Visto de cerca, nada indica relaciones de continuidad <strong>en</strong>tre el<br />
cine de los 90 y aquel que comi<strong>en</strong>za a mediados de los 50, ya que <strong>un</strong>o<br />
y otro respond<strong>en</strong> a contextos de filmación por completo incompatibles,<br />
a formaciones de los cineastas <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te distintas y a diversos<br />
modos de producción. 3 Pero a<strong>un</strong> así el proyecto del cine moderno ti<strong>en</strong>e,<br />
luego de la interrupción abrupta que lo aniquila, su continuación<br />
y su desvío <strong>en</strong> los nuevos cineastas que lo retoman, a<strong>un</strong>que esta vez<br />
por la vía de su formación. Es precisam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza del cine<br />
moderno <strong>en</strong> las escuelas, y <strong>en</strong> la difusión <strong>en</strong> los festivales de filmes<br />
que aún abrevan <strong>en</strong> esa tradición, donde finalm<strong>en</strong>te se forma <strong>un</strong>a<br />
idea del cine inseparable de ella. El proyecto inconcluso <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra así<br />
<strong>en</strong> el apr<strong>en</strong>dizaje contemporáneo <strong>un</strong> modo imp<strong>en</strong>sado de continuidad,<br />
inadvertido para los propios cineastas.<br />
Con los directores de los 90, el cine arg<strong>en</strong>tino alcanza por fin su<br />
modernidad, pero, a la vez, ésta <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra con ellos su término. En<br />
3 Sobre los nuevos modos de producción característicos del cine de los 90 puede<br />
verse el <strong>capítulo</strong> “Sobre la exist<strong>en</strong>cia del nuevo cine arg<strong>en</strong>tino” del libro de Gonzalo<br />
Aguilar, Otros m<strong>un</strong>dos. Un <strong>en</strong>sayo sobre el nuevo cine arg<strong>en</strong>tino, Bu<strong>en</strong>os Aires, Santiago<br />
Arcos, 2006. Colección Biblioteca Kilómetro 111.<br />
12<br />
13<br />
Estudio crítico sobre SILVIA PRIETO<br />
Rosario Bléfari es Silvia Prieto, <strong>un</strong>o de los tantos personajes neutros de Rejtman.<br />
esto, el nuevo cine parece t<strong>en</strong>er dos rostros todavía simultáneos:<br />
<strong>un</strong>o aún mira hacia la modernidad cinematográfica y se legitima<br />
allí, mi<strong>en</strong>tras el otro parece desconocerla para afirmarse <strong>en</strong> otra<br />
dirección. De este modo, el cine contemporáneo continúa y cancela<br />
<strong>un</strong> proceso interrumpido, al mismo tiempo que abre otro cuyas<br />
muestras son parte indudable de nuestro pres<strong>en</strong>te. La gran heterog<strong>en</strong>eidad<br />
del cine arg<strong>en</strong>tino de los años 90 <strong>en</strong> adelante ti<strong>en</strong>e que<br />
ver con este mom<strong>en</strong>to que es transición desde la modernidad al<br />
mismo tiempo que umbral de <strong>un</strong> cine contemporáneo, cuyas características<br />
aún habrá que definir. Cuando Rejtman pi<strong>en</strong>sa su cine
precisam<strong>en</strong>te como contemporáneo 4 , lo hace a partir de esa cualidad<br />
que él notaba le faltaba al cine de los años 80, <strong>un</strong> cine de “país<br />
aislado”, consecu<strong>en</strong>cia del terrorismo de Estado que, justam<strong>en</strong>te,<br />
impedía su apertura al pres<strong>en</strong>te cinematográfico internacional. Pero<br />
con ello también señala que <strong>un</strong> cine es contemporáneo cuando su<br />
actualidad reside, <strong>en</strong> efecto, <strong>en</strong> que ya no mira más al pasado, y cuando<br />
se define por instalarse <strong>en</strong> su pres<strong>en</strong>te, singular e intransferible.<br />
La contemporaneidad, para Rejtman, hace que el cine sea <strong>un</strong> arte del<br />
pres<strong>en</strong>te. De allí que el autor conciba su cine a partir de <strong>un</strong>a idea de<br />
gran singularidad, original <strong>en</strong> tanto novedad, pero también <strong>en</strong> tanto<br />
se considere que la originalidad es lo propio de <strong>un</strong> mom<strong>en</strong>to artístico<br />
e histórico, es decir, aquello que responde únicam<strong>en</strong>te a su pres<strong>en</strong>te<br />
y que, <strong>en</strong> eso, no ti<strong>en</strong>e repetición. Cuando Rejtman declara que trabaja<br />
con materiales que pued<strong>en</strong> prov<strong>en</strong>ir indistintam<strong>en</strong>te de cualquier<br />
parte (de la literatura, del cine, del video, del docum<strong>en</strong>tal, de la cotidianidad,<br />
de las conversaciones), cuando señala también que el cine<br />
(y la literatura) están m<strong>en</strong>os vinculados con las tradiciones que con la<br />
vida, 5 no sólo se aparta de las lecturas propias de la crítica sino, sobre<br />
todo, de cualquier imposición de s<strong>en</strong>tido que obstaculice lo irrepetible<br />
del cine cuando éste es contemporáneo.<br />
4 Véase al respecto la <strong>en</strong>trevista a Martín Rejtman “Un l<strong>en</strong>guaje propio”, <strong>en</strong> este<br />
mismo volum<strong>en</strong>.<br />
5 Cabe recordar lo que dice el narrador del cu<strong>en</strong>to “Literatura” –el más autorrefer<strong>en</strong>cial<br />
del volum<strong>en</strong> homónimo, Literatura–, que es escritor: “Los veo revisar mi biblioteca con<br />
los pocos libros que t<strong>en</strong>go, no soy de leer mucho, siempre fui de los que creyeron que la<br />
literatura había que <strong>en</strong>contrarla <strong>en</strong> la vida y no <strong>en</strong> los libros”. En Literatura y otros cu<strong>en</strong>tos,<br />
Bu<strong>en</strong>os Aires, Interzona, 2006.<br />
14<br />
15<br />
Estudio crítico sobre SILVIA PRIETO<br />
Brite (Valeria Bertucelli) y Silvia Prieto. La ali<strong>en</strong>ación producida por el trabajo.