Trabajo Infantil Domestico - DNI Costa Rica

que regula la remuneración, por cuanto le estipula un salario mínimo de US $ 105 en
los Distritos de Panamá, Colón y San Miguelito y de US $ 95 para el resto de los distritos
del país. Lo anterior sitúa a la trabajadora doméstica por debajo del salario mínimo
establecido en la escala general para otras actividades, e incluso de la correspondiente
al trabajador agrícola cuyo salario mínimo se establece en US $0.80 por hora y que por
lo tanto alcanza los US $ 192 mensuales en todos los distritos del país, en una jornada
regular de 8 horas de trabajo.
El salario mínimo establecido para la trabajadora doméstica y el aumento en la jornada
de trabajo que se propicia por el vacío en la normativa, la hace víctima de una doble
discriminación ya que además permite que le sea reducido su salario mínimo real en un
47%. Esto es, si la trabajadora doméstica trabaja 8 horas por día y trabaja en promedio
25 días por mes, su salario por hora real sería de US$ 0.53. Si en cambio, su jornada
de trabajo diaria es de 15 horas significa que su salario real por hora es de US$ 0.28, lo
cual es 47% más bajo que el salario correspondiente a 8 horas.
“Yo tenía que cuidar dos niños, una niña con retardo mental,
limpiar la casa, cocinar servirles, lavar, planchar, pasear los niños
en el parque y recibir los insultos de la mamá de mi jefa”.
La trabajadora infantil doméstica es tratada como persona inferior, lo cual se deriva de
los prejuicios y concepciones de carácter cultural que predominan en muchas de las
personas que contratan sus servicios y en muchos de los funcionarios de las
instituciones encargados de hacer cumplir las leyes.
“ Gano US$ 60 mensual, Tengo 4 años de trabajar con mi patrona,
ella es ama de casa y mi patrono es médico, él me trae las
medicinas del Hospital donde trabaja, ellos dicen que me van a
dar algo para ayudarme mientras doy a luz”.
Al 92.3% de las trabajadoras domésticas adultas no le paguen seguro social y al 30% no
se les reconozca el decimotercer mes. Esto evidencia que hay ausencia de políticas
institucionales que orienten la supervisión y detección, por parte de la Institución del
Seguro Social y del Ministerio de Trabajo, la comisión de esta importante violación que
se realiza en desmedro de la trabajadora doméstica.
El que un 92.3% de las trabajadoras domésticas adultas declaren que no conocen cuales
son sus derechos ni como trabajadora, ni como mujer, refleja que se trata de un sector
que tradicionalmente ha estado al margen de los programas de capacitación sindical que
realizan las organizaciones de trabajadores y de los que reivindican los derechos de las
mujeres. Esto explica el que a pesar de que un 69% de ellas no están de acuerdo con
el salario que reciben, aún no se haya conformado una organización gremial capaz de
defender sus derechos y demandar políticas y acciones institucionales concretas que
mejoren sus condiciones de trabajo y reivindiquen sus derechos laborales, humanos y
de género.
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CAPÍTULO IV - CARACTERIZACIÓN DEL TID