Trabajo Infantil Domestico - DNI Costa Rica

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TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO EN PANAMÁ
Sobre todo a las niñas les queda vedado el poder seguir estudiando en condiciones
normales, sin tener que trabajar, ya que son consideradas como una fuente de recursos
para el hogar, en la medida en que pueden ser enviadas a desempeñar labores como el
trabajo doméstico el cual tienen gran demanda entre las familias en que ambos
cónyuges están incorporados al mercado de trabajo. Con esta excusa se perpetra una
vez más una violación de los derechos de las niñas menores de edad que tienen que
trabajar en un período de su vida en que les compete realizar actividades que las ayuden
a crecer, alejadas de las responsabilidades y desgaste que el trabajo les impone y que
debiera ser responsabilidad de sus padres.
En ambos casos, ya sea que las niñas y niños vengan del campo a la ciudad o de
comunidades urbano marginales de las ciudades, sufren las dificultades derivadas del
hecho de no poder satisfacer sus necesidades básicas ya que son obligadas a trabajar
por las circunstancias y por la irresponsabilidad de sus mayores que permiten que estas
niñas y adolescentes los sustituyan en el rol de proveer recursos suficientes para
sostener a la familia.
Por otra parte, aunque las encuestadas opinaron que mejoraron las condiciones físicas
del lugar donde viven, ya que al trasladarse de su hogar de origen hacia el hogar de sus
patronos disponen de un lugar para ellas solas, el lugar que se les asigna considerado
como cuarto de empleada, tiene las dimensiones equivalentes a las que se le asigna en
la cárcel a un preso individual, esto es, tres metros de largo por dos de ancho, es decir
las medidas estrictamente necesarias para una cama individual. Estos espacios
generalmente están ubicados en la lavandería o en la cocina, que además de pequeños,
no poseen iluminación ni ventilación apropiada.
En consecuencia, a pesar de que en el hogar donde trabajan se tiene luz eléctrica, agua
potable, servicios sanitarios, teléfono y artefactos modernos propios de hogares con
mejores condiciones de infraestructura física, esto no quiere decir que las TID se
beneficien de estas comodidades. Un 39% de las TID, a pesar de que duermen en su
lugar de trabajo, no tienen acceso al descanso suficiente y muchas no tienen la
autorización de sus patrones para utilizar los equipos del hogar ni siquiera para recibir
llamadas telefónicas.
Por otro lado, el desarraigo en estos niños y niñas a temprana edad de su núcleo
familiar, de su cultura, sus valores y sus costumbres y sobre todo de sus afectos, la
pérdida de su libertad, y el sufrimiento de entrar en ambiente donde se encuentran
solas(os), apartadas(os) y discriminadas(os), donde muchas veces solamente se dirigen a
la TID para darles órdenes, regaños o malos tratos, constituye un costo demasiado alto
que están asumiendo las TID a cambio de disponer de un pequeño espacio con techo,
agua potable, luz eléctrica y tres comidas. (Véase el Cuadro N°4)
Las TID, en su mayoría no desarrollan una relación laboral permanente, ni tienen
establecido límites en cuanto al tiempo en que laborarán, sino que quedan a expensas
de la decisión del (la) empleador(a) quien determina cuando y cómo concluye esta
relación. La concepción de las niñas sobre el particular, es que el trabajo durará