Trabajo Infantil Domestico - DNI Costa Rica

que envía la niña trabajadora doméstica. De los hermanos que trabajan, un 30%
ayudan a sus padres en las labores agrícolas, un 30% trabajan como empleadas
domésticas, mientras que 32% trabaja por cuenta propia (cosen molas, venden
periódicos, venden frituras, y otros) y el resto trabajan para otros productores agrícolas
o laboran en actividades marginales de la industria y la construcción. Lo anterior es una
muestra del tipo de estructura socioeconómica que caracteriza el hogar de la TID, sus
miembros se desempeñan, en el mercado laboral, en las actividades menos productivas
y de peor remuneración.
En Panamá 7 de cada 10 niñas domésticas comen sus tres comidas al día en la casa
donde trabaja y vienen de comer en casa de sus padres una o dos veces al día, arroz
pincho (con concolón); arroz con café; arroz con aguacate o simplemente yuca. En su
dieta desconocen las carnes y legumbres, las de mejor situación vienen de hogares
donde se come de vez en cuando arroz con salchicha. Las TID que vienen del campo
manifiestan que en sus hogares de origen se sufre una escasa provisión de alimentos.
“ A mí no me dejan sentarme en la sala, no puedo escuchar radio,
no puedo tocar el componente ni la licuadora, ni siquiera me dejan
ver la televisión y tampoco puedo recibir llamadas porque a la
patrona no le gusta y se pone brava”.
Las TID reportaron que mejoraron sus condiciones de comidas en cuanto al número de
veces y el tipo de alimentación que reciben, Sin embargo, señalaron que no comen la
misma comida que el resto de las familias donde trabajan y en muchas ocasiones estas
comidas no cuentan con los nutrientes que las adolescentes requieren para su
desarrollo normal. Cabe anotar que el hecho que las TID coman más veces que en sus
hogares de origen, no justifica el grado de explotación y trabajo excesivo a que son
sometidas estas niñas que, como se señaló antes, viven en condiciones permanentes de
violación de sus más elementales derechos.
Las TID cuyas familias residen en la ciudad capital lo hacen en los cordones marginales,
originados por las migraciones del campo a la ciudad y que están alrededor de la zona
de tránsito (la cual ocupa unos 1.500 km2 en el centro de las ciudades de Panamá y
Colón) donde predominan condiciones de pobreza y carencia de servicios básicos y de
salubridad.
Se trata de barrios de la periferia de la ciudad resultantes de migraciones de la mano de
obra campesina tales como San Miguelito, Arraiján, Chilibre, Pacora, donde se
construyen viviendas no planificadas en terrenos invadidos, con limitado acceso a los
servicios básicos, en un ambiente de desempleo y hacinamiento que muchas veces
prohíja la violencia, la prostitución, el alcoholismo y la drogadicción.
Los núcleos familiares de las niñas trabajadoras domésticas, subsisten en el trabajo
informal, cuyos frutos solamente alcanzan para atender los requerimientos de
alimentación, por lo que otras necesidades fundamentales como la educación quedan
relegadas a segundo plano y en la mayoría de los casos, al último nivel de las prioridades
de la familia.
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CAPÍTULO IV - CARACTERIZACIÓN DEL TID