Trabajo Infantil Domestico - DNI Costa Rica

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TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO EN PANAMÁ
las niñas se trasladen al campo desde temprana edad y juntos aprendan las tareas
propias de la siembra y cosecha de alimentos. La niña por su parte, además, debe salir
de la casa a trabajar para ayudar a la familia antes de que llegue a la adolescencia,
porque una vez que alcanza ésta etapa del desarrollo, la niña se unirá a su cónyuge con
quien iniciará su propia familia y saldrá del núcleo familiar de sus padres, por lo que ya
no podrá aportarle el fruto de su trabajo a su propia familia.
Los hijos varones, también se unirán a su pareja, pero no saldrán de la casa de sus
padres sino que traerán a sus compañeras a que formen parte de su núcleo familiar por
lo que la familia tendrá un nuevo miembro que contribuirá con su trabajo a la economía
del hogar.
“En mi familia prefieren a los varones, las mujeres trabajan y
limpian la casa temprano y las mandan a acostarse con
hombres”.
Existe también la idea de que las niñas deberán formalizar su unión familiar antes de
los 18 años de edad, de lo contrario se quedará sin pretendiente y lo más probable es
que si a esa edad no se ha “salido” de la casa de sus padres, se le hará muy difícil
formalizar una relación conyugal. De allí que tradicionalmente a la niña se le educa,
desde muy pequeña, en las labores de la casa y muy especialmente en la atención que
le corresponderá darle a su futuro cónyuge.
El trabajo infantil doméstico es considerado por los familiares y por los mismos niños y
niñas que lo realizan como la única salida para suplir las carencias que se sufre en el
hogar. Para la TID esta es una responsabilidad que le compete y que debe asumir, por
lo que acepta sumisamente ser ofertada por sus padres una y otra vez hasta que logran
enviarlas a otros hogares donde se desempeñaran como trabajadoras domésticas.
La encuesta efectuada señaló que 6 de cada 10 padres manifestaron que su familia
mejoró económicamente a partir de que la hija salió del hogar a laborar como
trabajadora doméstica en casa de terceros, mientras que 3 de cada 10 reportaron que
su situación económica desmejoró y una de cada diez familias consideró que
permanecieron igual.
El apoyo económico que envían las TID a sus padres es el producto de la explotación y
el abuso de poder que ejercen las familias donde ellas trabajan sobre éstas niñas y niños
y además dicho aporte resulta ser muy exiguo para resolver las grandes carencias del
hogar. Un 76% de las TID manifestó que gana menos del salario mínimo lo que sitúa el
monto de su paga en una cantidad menor que US $ 105, lo cual indica que para ayudar
a sus familias prácticamente se quedan sin nada de su salario ni tampoco cuentan con
disponibilidad de ahorrar lo cual las hace todavía más vulnerables.