Trabajo Infantil Domestico - DNI Costa Rica

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TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO EN PANAMÁ
corresponden por su edad, es decir a los derechos de los niños, niñas y adolescentes y
constituye una violación de los derechos de igualdad de oportunidades que les reconoce
las leyes panameñas.
Cualquier acción o política que se oriente a la erradicación del trabajo infantil doméstico
debe tener en consideración la perspectiva de género, que implica que, además de
proteger la condición de niña, que también se proteja la condición de mujer puesto que
cada vez queda más visible la feminización e infantilización de la pobreza que como
etiología estructural tiene el rostro de mujer y de niña a la vez y que se esconde,
sublimándose y proyectándose en las miles de niñas que realizan trabajos domésticos
en casa de terceros.
2.6 Trabajo infantil doméstico y derechos humanos
El trabajo infantil doméstico constituye una forma de explotación de las personas
menores de edad en la medida que conlleva en sí la violación de los derechos del niño
(a) consagrados en la Convención de los Derechos del Niño (a) y Adolescente.
De acuerdo con el censo del año 2000 en el país existen más de 38.000 declaradas como
personas entre los 10 y 17 años de edad que están incorporados al mercado laboral
como trabajadores(as) domésticos (as) sin contar con aquellos que fueron declarados en
calidad de “arrimados” y que muy probablemente en la práctica realizan los trabajos
domésticos sin ser reconocidos como tales y sin recibir la justa remuneración y las
garantías laborales que le corresponde.
Estos niños, niñas y adolescentes menores que realizan trabajos domésticos en casas de
familias que no son las suyas, muy frecuentemente son privados de recibir una
educación, convirtiéndose en víctimas de la explotación y el abuso por parte de las
familias donde se incorporan. Las TID depositan toda su confianza en estas familias que
constituyen para ellas la imagen de autoridad y afecto de una familia propia y, por lo
tanto, al recibir de ellos malos tratos o trato negligente, sienten una situación de
desamparo, que afecta su autoestima ya que ellas y ellos han sido traicionados por
segunda vez, por aquellos adultos en quienes más confían (sus padres consanguíneos
quienes las alejaron del seno familiar y sus padres “adoptivos“ que en alguna medida
utilizan para su provecho la ingenuidad de estas personas menores desconociéndoles los
derechos que las leyes le reconocen.
Existe un enfoque el llamado Remedial, estos opinan que el hecho de que una niña salga
de su hogar donde existen carencias en la satisfacción de sus necesidades básicas y se
emplee en un hogar de terceros donde va a recibir una cama, tres comidas y cierta
cantidad de dinero por sus servicios, constituye un cambio cualitativo y cuantitativo
significativo que debe mantenerse para “salvar” a la niña de la pobreza.
Este tipo de apreciación resulta superficial, como también omite el que las niñas que
realizan trabajos de oficios domésticos en casa de terceros implica un atentado directo
a su desarrollo integral, a la violación de sus derechos que como personas humanas