Trabajo Infantil Domestico - DNI Costa Rica

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TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO EN PANAMÁ
Frente a esto, organismos especializados
han reconocido como obstáculos a vencer
en la erradicación del trabajo infantil,
por un lado un conjunto de componentes
económicos y aspectos culturales, especialmente
en las regiones rurales; pero
también se ha identificado debilidades
estructurales referidos a la falta de
coordinación institucional, las dificultades
para el control e inspección laboral,
la existencia de información precisa y fiable,
la necesidad de capacitación y coordinación,
que impide la compresión integral
de la problemática.
Tales tendencias han motivado el compromiso
de todos nuestros mandatarios
dirigidos a ampliar la políticas públicas
de erradicación del trabajo infantil y la
definición de estrategias de mejoramiento
educativo y superación de la pobreza
como precondiciones que ayuden a la
transformación de las prácticas socioeconómicas
y culturales que contribuyan
su eliminación.
Al respecto, La Excelentísima Presidenta
Mireya Moscoso señaló en el discurso
inaugural de la Décima Cumbre Iberoamericana
de Jefes de Estados y de Gobierno
realizada en nuestro país el año
pasado que,“Aún quedan en nuestras calles
y campos, millones de niños y niñas
pidiendo limosnas o trabajando, otros
tantos que no reciben una educación
adecuada que no tiene la posibilidad de
beneficiarse, de los servicios de salud e
higiene, que están desnutridos, que se
prostituyen, consumen drogas, delinquen
o quien sabe cuantas otras cosas
iguales o peores.”
Frente a esta preocupación, la declaración
final aprobada en dicha cumbre
anota entre sus consideraciones que:“La
pobreza y extrema pobreza, la desigualdad,
en la distribución de los ingresos, la
exclusión social y la violencia intrafamiliar
como las principales causas de que
los niños y niñas adolescentes ingresen
prematuramente al mercado laboral,
permanezcan en la calles, sean objetos
de explotación económica o sexual migren
e infrinjan las leyes y estén expuestos
a situaciones de riesgo”.
Entre sus compromisos, acuerdan continuar
impulsando políticas económicas y
sociales que fortalezcan a las familias como
base fundamental de nuestra sociedad
y que propicien la unidad, convivencia
e integración familiar e insten a los
países que aún no lo han hecho, a que
consideren la posibilidad de firmar, ratifi-
car o adherirse al convenio 182 sobre la
prohibición de los peores formas de trabajo
infantil y la acción inmediata para
su alineación. El convenio 138 de la OIT
sobre la edad mínima para obtener empleo
y la convención de la Haya sobre la
protección de los niños y la cooperación
en la materia de adopción internacional.
En Panamá con el apoyo de la UNICEF, se
ha venido confeccionando, encuestas en
hogares para detectar indicadores que
nos ayuden a precisar el perfil de los trabajadores
infantiles, aunque no pretendemos
presentarles un diagnostico ni un
perfil del trabajo infantil en Panamá, ya
para este evento disponemos de los especialistas
en la materia, no podemos
obviar su magnitud ya que encuestas de
hogares registran 36.633 niños, niñas y
adolescentes se encuentran en condición
de ocupados, de aquí el 72% se ubica
en las cifras que nos dieron en la UNI-
CEF. De 15 a 17 años y de estos un 7% corresponden
a la población entre 10 y 12
Años y esta es una situación lógicamente
que se agrava en las zonas rurales.
Existen indicadores más dramáticos aún,
por ejemplo, que el ingreso medio de estos
trabajadores y trabajadoras apenas
es el 43% del salario mínimo legal y que
ese ingreso está por debajo del costo de
la la canasta básica de alimentos y de eso
al caso de los trabajadores infantiles del
sector informal urbano es aproximadamente
de 40 al 42% por mes.
En relación a la jornada laboral, las encuestas
de hogares nos señala que en
una tercera parte que los niños, niñas y
adolescentes tiene jornadas superiores a
las 40 horas por semanas y bajo esa condición
se encuentra tres veces más niñas
que niños. Se evidencian frecuentes violaciones
a los derechos de niños y niñas.
El desconocimiento de los más elementales
derechos laborales como jornadas
de trabajo; enclaustramiento, soledad,
desarraigo de su núcleo familiar, pérdidas
de lazos afectivos y socio culturales,
como también el abandono de los estudios,
los daños psicológicos y las formas
diversas de explotación en el trabajo son
las expresiones más dramáticas.
Es precisamente el trabajo infantil doméstico
el tema esencial que nos reúne,
enmarcados con el programa OIT-IPEC
propuesto para la prevención y eliminación
de las peores formas de trabajo doméstico
infantil.
El despacho de la Primera Dama reconoce
el carácter estructural del trabajo infantil,
particularmente el trabajo doméstico,
sabemos que solo la transformación
de nuestro país, la superación de la pobreza
general y la pobreza extrema,
creará las condiciones para detener a la
niñez en sus hogares, en las aulas escolares,
con la garantía de retornar a un lugar
seguro y satisfecho que les brinde el adecuado
ambiente de estudio y recreación
al que es merecedor.
Desde el inicio de nuestro periodo, la Honorable
Ruby Moscoso de Young, primera
dama, suscribió un conjunto de compromisos
de promoción de los derechos
de la niñez y la adolescencia captados en
la conferencia de las Honorables Esposas
de los Jefes del Estado y de Gobierno. A
partir del año 1999 a 3 meses de haber
recibido el despacho, la Primera Dama
participó en la novena Conferencia realizada
en Ottawa, Canadá bajo el lema “ Un
comienzo sano” con niños de 0 a 6 años
de edad, todo en base a reconocer la necesidad
de educar una cultura de paz, a
fin de prevenir la violencia y permitirle
crecer y desarrollarse con valores y principios
conducentes a la constitución de
un entorno seguro y protegido. Dentro
de este marco, impulsamos un conjunto
de programas de inversión social en la
niñez, todos dirigidos a una jornada principal,
promoviendo el amor por el estudio,
como prevención de las deserción
escolar y el trabajo infantil.
Entre estos programas podemos mencionar
el de “Acampa Reto Juvenil”, dirigido
a una población de aproximadamente
4.000 estudiantes y que apunta al mejoramiento
y desempeño humano de los
niños, niñas y adolescentes a través del
desarrollo de su inteligencia emocional,
se le promueva la autoestima positiva y
el manejo de todos los sentimientos, la
otra realización personal y profesional,
todo ello con una dinámica vivencial en
forma de campamentos provinciales. Estos
campamentos, bajo los proyectos del
Despacho de la Primera Dama, Juvenil se
iniciaron el año pasado con gran éxito,
por supuesto que nosotros contamos
con el apoyo de las diferentes Instituciones
del Estado.
Igualmente tenemos el programa Prisma
de la formación de Liderazgo Juvenil Comunitario,
se dirige a la realización de las
motivaciones de la niñez y de la adolescencia
a través detección de la capacidad
natural de liderazgo, jornadas de capaci-