Atelectasia post-extubación en el neonato. - Binasss

Carlos Sáenz Herrera", en San José, Costa Rica,
entre el 15 de Setiembre de 1995 y el 15 de
Diciembre de 1995 y que requirieron intubación orotraqueal
por 24 horas o más. Se incluyeron neonatos
mayor o igual de 750g al nacer y se agruparon en
cuatro grupos de acuerdo al peso: Mayor o igual que
750 - 999 g; de 1000 - 1499 g; de 1500 - 2499 g Y
mayor o igual que 2500 g. En todos los casos se
constató la ausencia de atelectasia el día de
extubación y 24 horas previo y se vigiló la presencia
y ausencia de atelectasia post-extubación en la
radiografla a las 24 horas luego de extubado el
paciente. Las radiograflas fueron analizadas por un
neonatólogo del Servicio conjunto con un felow y en
caso de duda con un radiólogo.
Se excluyeron los neonatos que fallecieron
tempranamente en el curso de su enfermedad y/o que
no lograron extubarse en el periodo neonatal; recién
nacidos con malformaciones congénitas letales o de
la vía aérea y nueve casos en que no se completaron
los datos requeridos.
Los recién nacidos fueron ventilados con
ventilación convencional usando ventilador tipo
Sechrist modelo IV 100B (Anaheim, CA, USA).
Todos los neonatos fueron intubados con tubos
endotraqueales cloruro de polyvinilo siliconizados
(Portex Limited, Hythe Kent, England) de 2.5mm,
3.0mm y 3.5mm, de diámetro interno de acuerdo a
peso al nacer. En la totalidad de los neonatos se
confirmó la ubicación correcta del tubo endotraqueal
(TET) radiológicamente, y los mismos
recibieron cuidados del TET de rutina cada 4 horas
usando la técnica de Gregori (6) y cambios de
posición por enfermería cada dos horas. Los
pacientes sujetos de estudio no recibieron fisioterapia
de tórax de rutina pre ni post extubación. La
desición de extubar al paciente fue tomada por el
médico a cargo y todos fueron extubados por un
fisioterapista de tórax, quien previamente aplicó una
sesión de cuidado de rutina de TET. La decisión de
utilizar TET y de extubación fue hecha de acuerdo a
las normas del Servicio (7).
RESULTADOS
56 neonatos que cumplieron con los
criterios anteriores, se incluyeron en el estudio, 38
fueron varones y 18 de sexo femenino. 1l/56
presentaron atelectasia post-extubación (19,6%). La
incidencia de A.P.E. mostró relación inversa con el
peso. (Figura 1): cinco APE en trece pacientes del
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ATELECTASIA EN EL RECIEN NACIDO
grupo de 1000 - 1499g. (38%); 6 en vemt1tres
pacientes de 1500 - 2499g. (26%) y cero atelectasias
en veinte pacientes mayor o igual 2500g. Hubo una
frecuencia acumulada de APE de 30,5% en los
neonatos de peso comprendido entre 1000 - 2499g.
La patología primaria en los 36 pacientes estudiados
de menos de 2500 g. fue en orden de frecuencia:
Membrana hialina, bronconeumonía congénita,
sepsis neonatal, cirugía toraco-abdominal e hipoxia
neonatal. Sin embargo, la asociación con atelectasia
fue mayor con bronconeumonía (45,5%) seguida por
membrana hialina (27,3%), cirugía toracoabdominal
(18.2%) y hipoxia neonatal (9%) (Figura
2). Seis de las once atelectasias post-extubación se
ubicaron a nivel apical derecho (54,5%) y dos fueron
total derecha (18,2%). Solo hubo una basal derecha
(9,0%). total izquierda y lobar izquierda.
Figura 1: Frecueucia de atelectacias pos extubacióII,
segúII peso.
40
35
30
25
% 20
15
10
5
O
38.4
1000­
1500
26
1500­
2499
Figura 2: Frecuellcia de atelectasía post extubaciáll
segúII patolog{a
27%
18%
9%
O
DISCUSION
>2500
DBN
.M hialina
• Post Qx
• Hipoxia
La incidencia de APE de 30.5% en neonatos
menores de 2500 g. mostrada por nuestro estudio,
refleja de manera clara, la importancia de esta
patología señalada ya, como la primera causa de