Rubial, Santiago y la cruz de piedra - Histomesoamericana

Creencias y prácticas religiosas en Ouerétaro, sighs xvi-xi
^s una obra colectiva de cinco ensayos cuyo objeto es el análisí
una temática en un mismo espacio geográfico, y un periodo co
nuo, que arranca en los últimos años del siglo xvi y concluvi
cierre del XIX. Esta coincidencia espacial-temporal confiere unid¿
la obra. Sin ella, probablemente sería un desmadejado conjunto
visiones desarticuladas, un vago asomo de lo que pasa aquí v allá.
El hilo conductor de este libro es la temática de la relioiosid
concebida como un amplio continente que abraza diversas persa
tivas. En síntesis se revela que el gran referente de las relacio
interpersonales, de la vida en comunidad y de las organizacio¡
corporativas, es el sentimiento y la creencia religiosa. En todo CJ
siempre está en juego una interpretación de la vida, del ser hum;,
en sí mismo y en su conexión con su circunstancia social.
Cuatro estudios -Rubial, Jiménez Gómez, Somohano y Ramín
bordan sobre aspectos conceptuales de la religiosidad como exp
sión de la vida cotidiana, como práctica de un imaginario coiecti
un modo de ser, una manifestación de la cultura novohispana.
quinto -Meyer- viene a ser como una síntesis o epílogo, que carac
riza el gran drama ideológico y la crisis de las mentalidades en
.esplendor porfiriano.
He aquí un libro que reúne a historiadores con perfiles y metoi
logias distintas, pero que se han conjuntado para proponer un.
explicación de la poderosa motivación religiosa como supuesto y fin
mismo de la existencia humana.
QytRÉTARO, SIGLOS XV1-X1X
•n Ricardo Jiménez Gómez (coordinador)

Primera edición: 2004
FECHA- »* -J»/

I
Santiago y la cruz de piedra.
La mítica y milagrosa fundación
de Querétaro, ¿una elaboración
del Siglo de las Luces?
Antonio Rubial García
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
El 25 de enero de 1656, el pueblo de Santiago de Querétaro
recibía el título de Ciudad y con ello un escudo de
armas en el que aparecían representados dos símbolos
religiosos: uno, el apóstol Santiago montado a caballo; el otro,
una cruz "verde" flanqueada por dos estrellas y con un sol en
el ocaso que le servía de pedestal. Ambos símbolos remitían a
dos aspectos significativos para la ciudad: su nombre y santo
patrono; y el otro, a una milagrosa reliquia de piedra que crecía,
temblaba y hacía milagros, situada en el cerro de Sangremal,
cercano a la urbe. Desde el siglo xvni, los historiadores de la
ciudad han pretendido interpretar en los dos símbolos una clara
alusión a la milagrosa fundación de la ciudad, cuyo origen
se gestó a raíz de una batalla contra los chichimecas; durante
25

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
ella, ambos emblemas aparecieron en el cielo anunciando el
triunfo del ejército cristiano, formado por indios otomíes recién
bautizados.
Este escrito pretende demostrar tres hipótesis: a) que para
1656 aún no se conformaba la leyenda de esta mítica fundación
y, por lo tanto, el escudo no podía hacer referencia directa
a ella; b) que los sucesos milagrosos de la "tradición" fueron
elaborados en el siglo xvm por miembros del Colegio de Propaganda
Fide para reforzar el prestigio de su instituto; y c)
que en dicha centuria convivían dos tradiciones indígenas, contradictorias
entre sí, alrededor del personaje que llevó a cabo
la fundación de la villa y de la fecha en que esto sucedió. Mi
interés no está relacionado con la discusión sobre los hechos
acaecidos en el siglo xvi (tema tratado de forma exhaustiva)
sino con la construcción historiográfica (e imaginaria) desarrollada
sobre ellos en los siglos posteriores y, por tanto, con el
rápido proceso de conformación de una identidad de patria
local.
Los sospechosos silencios
A fines de 1639, las autoridades franciscanas aprobaron la
impresión de la obra del cronista queretano fray Alonso de la
Rea. Se trataba de una crónica de la provincia de San Pedro y
San Pablo de Michoacán. El autor fue uno de los primeros
escritores que dejaron noticias impresas sobre la villa, en los
capítulos XXIII y XXIV de su libro II. En ellos, refiere sobre
la fertilidad y hermosura de su patria chica, a la que compara
con el paraíso, y de la cruz de piedra, "árbol de la vida" plantado
en medio de ella. A la reliquia se le atribuían numerosas
curaciones milagrosas, además del hecho de que se agranda-
26
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
ba y achicaba de manera prodigiosa. La cruz (hecha de "piedra
rosada") ya tenía un culto muy extendido en la época de
De la Rea, pues se encontraba en "una capilla de cal y canto
muy capaz y costosa", y se la guardaba en "su caja forrada en
terciopelo rizo, tachonada y curiosa", pero, asevera el cronista,
"el origen de esta reliquia no se sabe, porque con el tiempo
se ha borrado".'
Diez años después, en 1649, a raíz de una orden de las
autoridades para destruir la capilla de la Santa Cruz por haber
sido edificada sin el permiso real, fray Alonso de la Rea, entonces
provincial de Michoacán, vecinos y principales del pueblo,
enviaron a sus representantes a Castilla para evitar tal
destrucción; en el poder que se les dio se mencionaba que la
capilla se había construido "con limosnas adquiridas y solicitadas
por dichos religiosos de cuarenta años a esta parte"; que
desde hacía años se habían realizado alrededor de la cruz "procesiones,
jubileos, indulgencias, cofradía, y que últimamente
todos y cada uno en particular la tienen por amparo, refugio y
alivio de sus necesidades, desconsuelos y trabajos"; que
ha sido y es tan azeto [sic] a esta república así españoles como
indios naturales, y en general a todos por la mucha devoción que
le tienen, recibiendo cada día de dicha santísima Cruz
señaladísimos bienes espirituales y temporales y que si dichos
religiosos no [hjubiesen cuidado con tanta asistencia, hornato y
decencia en tantos años se hubiera perdido tan gran reliquia y
causado notable desconsuelo, y para que esto se perpetúe y
prosiga tan santos beneficios como la divina majestad mediante
dicha Santísima Cruz hace a esta república donde están muchos.
' De la Rea, Crónica, Lib. II, caps. XXIII y XXIV, pp. 189 y ss.
27

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
Y lo más interesante, que
es como voz y opinión entre todos por haberlo así oído, sabido y
entendido de los más antiguos que se colocó y asentó en la parte
que está en el tiempo de la conquista deste dicho pueblo, que
habrá más de ochenta años, y en donde los religiosos del Seraneo
Padre San Francisco en aquel tiempo baptisaban a los indios
chichimecos infieles reduciéndolos a el conocimiento del Santo
Evangelio. 2
Lo más significativo es que ni el padre de la Rea ni la escritura
de 1649 hacen relación alguna a las milagrosas apariciones,
ni a una batalla fundacional.
En 1680 apareció la siguiente noticia impresa que tenemos
sobre la fundación de dicha ciudad; procede del polígrafo criollo
Carlos de Sigüenza y Góngora en Las glorias de Querétaro,
texto escrito para describir los festejos inaugurales del
santuario de la Virgen de Guadalupe. 3 En este escrito se agrega
un problema más a los ya señalados: la atribución a los
clérigos seculares de la primera evangelización de la zona. El
autor parte de una noticia tomada del cronista peninsular Antonio
de Herrera acerca del bautizo del indio otomí Conni por
el clérigo Juan Sánchez de Alanís; y, de ahí infiere que no es a
los franciscanos sino a los seculares a quienes corresponde la
2 AHQ, Notarías, Francisco de Urquiza, 1646-1649, escritura de poder, Querétaro,
mayo 3 de 1649, pp. 1199-1200. Querétaro. [Este protocolo está
identificado con páginas según foliación moderna]. Agradezco al profesor Juan
Ricardo Jiménez Gómez por la aportación de estos datos.
3 No es gratuito que esta entidad urbana sin episcopado, que recibió su título
de ciudad tardíamente (hasta 1656) y con pocos símbolos avieos propios, haya
sido la primera en construir un santuario guadalupano.
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
gloria de ser los fundadores del cristianismo queretano. 4 Tal
exaltación no sólo se debió a que el propio Sigüenza era secular,
sino también a que la cofradía que patrocinó el santuario
guadalupano, y don Juan Caballero y Ocio, quien financió el
impreso, pertenecían a ese clero. Sigüenza agregó además que,
con la participación de numerosos indios vestidos a la usanza
antigua, en la procesión realizada para la ocasión este sector
social celebraba a los clérigos de quienes habían recibido el
gran beneficio de la fe cristiana. 5
Sin embargo, el polígrafo, en sus escuetas menciones a la
conquista de ese territorio, no señala que haya habido ningún
hecho prodigioso, ni la participación directa de Santiago o de la
cruz; los vencedores son los indios otomíes y los españoles. El
hecho nos sorprende aún más cuando leemos la prolija descripción
de los milagros atribuidos a la cruz de piedra como
"resucitar muertos, sanar heridas, curar enfermedades" y sobre
todo crecer y temblar, hecho prodigioso que se dio al aproximarse
las fechas de la fundación del santuario de Guadalupe,
objeto de su reseña. Esta actitud de aceptación de lo milagroso
se confirma con estas palabras: "Siendo Querétaro en su
amenidad y abundancia remedo del paraíso, le faltaba aquella
flor por la que se nos perpetúan los veranos de las misericordias
divinas y en quien se avivan los matices y fragancias de
los favores del cielo". 6 De haber existido en su tiempo alguna
tradición popular extendida sobre la aparición milagrosa de la
4 Antonio de Herrera, Historia, década III, libro IV, cap. 19, p. 180. Aunque
Sigüenza agrega que Herrera se equivocó "pues el pueblo había sido fundado ya
por Moctezuma llhuicamina como consta por mapas pintados en su gentilidad
que están eri mi poder". Carlos de Sigüenza, Las glorias de Querétaro, p. 54.
5 Sigüenza, op. cit., pp. 28-29.
6 Ibidem, p. 10.
28 29

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
cruz y del apóstol Santiago, sin duda este autor la hubiera registrado.
Podemos suponer, por tanto, que hasta fines del siglo
xvn no había aún aparecido una leyenda que vinculara la fundación
de Querétaro con algún milagro.
El colegio apostólico y la expansión
de la leyenda
En 1683, tres años después de la consagración del santuario
guadalupano, se fundaba -en el cerro de Sangremal, donde
existía la ermita de la Santa Cruz- el templo y convento de los
franciscanos mismo que albergó a los misioneros apostólicos
de Propaganda Fide. Desde su llegada a Querétaro, esos
religiosos, que en su mayoría eran peninsulares, impusieron su
presencia por medio de vistosas y brutales prácticas de ascetismo
(como mostrarse siendo azotados, escupidos y vejados
en público) y con la difusión de devociones como la del via
crucis. A los diez años de su llegada, se vieron inmersos en el
escandaloso suceso de unas mujeres supuestamente poseídas
por el demonio, quienes, azuzadas y protegidas por los frailes,
tenían azorada a la población; la incredulidad de los otros sectores
eclesiásticos de Querétaro y la intervención del Santo
Oficio desenmascararon a las falsas posesas y dejaron muy
mal parados a los apostólicos religiosos del colegio.
A principios del siglo xvm una nueva presencia sobrenatural
hizo célebre al Convento, ahora relacionándolo con una beata
que hacía viajes en espíritu a las misiones que los frailes tenían
en el norte del territorio. Francisca de los Ángeles, como se
llamaba esa mujer, llegó a ser la fundadora del beaterío de Santa
Rosa y con el tiempo se distanciaría de sus primeros promotores
y protectores. El milagro también se hizo presente en la
30
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
vida de uno de sus miembros más ilustres, fray Antonio Margil
de Jesús, misionero en Guatemala y en Texas, muerto en 1726,
cuya prodigiosa vida lo había convertido en un santo viviente.
En ese ambiente de milagros y prodigios apareció, en 1722, el
impreso La cruz de piedra, imán de la devoción, del franciscano
de ese colegio, fray Francisco Xavier de Santa Gertrudis;
éste es el primer texto en el que Santiago y la cruz de piedra
son asociados directamente con la fundación de la ciudad.
Narra el religioso que, después de once horas de lucha entre
los ejércitos de los cristianos otomíes y los paganos
chichimecas, se oscureció el cielo de repente, con una
opacidad y amarillez que congojaba los ánimos [sin duda hubo
aquel día algún eclipse] y en ese cerco de fatigas se hallaban los
nuestros cuando se vio (raro portento) una claridad tan activa
que se llevó tras los ojos las atenciones de ambos ejércitos en
cuyo centro se vio una cruz resplandeciente entre roja y blanca y
a su lado la imagen del apóstol Santiago.
Ante tal prodigio, los chichimecas asustados se dieron a la
fuga. Esto acontecía precisamente el día del apóstol Santiago,
25 de julio; ese mismo día, en el cerro de Sangremal, "donde
está ahora el colegio", se tomó posesión del sitio en nombre de
su majestad y se colocó ahí una cruz de madera y el general
de los chichimecas dio su obediencia al rey. 7
El padre Santa Gertrudis no sólo fue el primero en asociar
el prodigio con la fundación de la ciudad; en su obra se mencionó
también por vez primera, como prueba de la veracidad
del hecho, la presencia de ambos símbolos en el propio escudo
de armas:
Francisco Xavier de Santa Gertrudis, La cruz de piedra..., p. 9.
31

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
y ya se sabe lo que persuaden las pinturas y-las láminas para
reforzar la fe humana a la credulidad de antiguas tradiciones,
pues son los buriles y pinceles mudos cronistas que, con luces y
sombras, dan a la posteridad delineados en sus lienzos los tesoros
de la historia y exarados [sic] en sus bronces los monumentos
de la Antigüedad. El escudo es la clave al machinoso edificio
de tus grandezas, en él se ve exarada la cruz de los milagros con
que te ennobleces. 8
A continuación, el cronista describe minuciosamente el escudo,
habla'del sol, astro que "se retiró reverente cediendo el
campo a más nobles esplendores", pero no parece caer en la
cuenta de que el color rojo de la cruz aparecida no coincidía
con el verde que tenía la del escudo. A la argumentación retórica,
sin embargo, no le interesaban estas minucias sino buscar
paralelismos que demostraran que el hecho era posible, pues
ya se había visto antes. Por tanto, el cronista realiza un extenso
recuento en una decena de páginas de otras apariciones de
Santiago y de la cruz, tanto en la conquista de Tenochtitlan
como en la reconquista española. "La cruz -termina aseverando-
es la esposa más querida de Cristo". 9
Así, de pronto, la total falta de noticias sobre el origen de la
cruz de piedra que caracterizó al siglo xvii dio paso a una
novedosa construcción retórica llena de detalles y pormenores
sobre la prodigiosa reliquia. El franciscano narra entonces cómo
los chichimecas pidieron al general de los otomíes que cambiara
la cruz de madera por una de piedra, y cómo éste envió
al arquitecto español Juan de la Cruz para que fuera a una
cantera, situada a cinco leguas de Querétaro, a buscar el ma­
8 Ibidem, pp. 11 y 45. Exarar se emplea como sinónimo de grabar.
9 Ibidem, pp. 11-20.
32
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
terial apropiado. Explica a continuación que la nueva cruz fabricada
no les gustó a los chichimecas, pues no se asemejaba
en nada a aquella de la visión de la batalla. Ellos mismos fueron
entonces al cerro de Sangremal y en sus bases encontraron
cinco piedras "de un color ajedrezado blanco y rojo", que
despedían un suave olor a rosas y azucenas; al verlas los indios
exclamaron "la cruz de los milagros", y llevaron las piedras
en procesión a la punta del cerro donde armaron con ellas
la cruz. Alrededor de ella se formó una ermita de flores.
Los arzobispos De la Serna y Manzo le dieron un gran impulso;
el segundo, sobre todo, concedió indulgencias a quien se
arrodillase frente a ella. El 18 de febrero de 1650, el obispo de
Michoacán, Ramírez de Prado, mandó levantar una información
con testigos (según escrito en propiedad del archivo del
colegio) que aseguraban su antigüedad y decían que la cruz se
remontaba a la conquista de Querétaro. Por 1680, Juan Caballero
y Ocio, "padre de la patria", mandó fabricarle un camarín
adornado con reliquias y alhajas. El apoyo de las autoridades
no se debía a otra cosa más que a los milagros que la cruz
comenzó a realizar: se movía y crecía, resucitó a una niña,
retornaba la conciencia a aquellos que habían caído de caballos
o de edificios y a los atropellados, curó a los paralíticos y
convirtió a los pecadores empedernidos. 10
La obra del padre Santa Gertrudis terminaba con un panegírico
a la ciudad de Querétaro, a la que llamaba "Paraíso de
América y Nueva Jerusalén", gracias a la prodigiosa cruz, su
sagrado blasón:
No hay ciudad más parecida a Jerusalén que Querétaro, así en la
configuración de sus collados y valles y amenidad de su terreno,
10 Ibidem, pp. 21-29.
33

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
como por la gran similitud que tiene su monte Sangremal (en
donde está nuestro apostólico colegio y se venera la milagrosa
cruz) con el monte Calvario... mereciendo por tanta gloria el exceso
que hace a las demás ciudades por tanto título."
Gracias a la posesión de esa reliquia, convertida en el símbolo
mismo de la ciudad, el Colegio de Propaganda Fide se
volvió el centro espiritual de Querétaro, calvario de la nueva
Jerusalén, núcleo de su fundación, su lugar más sagrado. No
cabe duda que la leyenda no existía ni siquiera en el ámbito del
Colegio de Propaganda Fidey antes de 1722. En 1702, por la
inauguración del templo del colegio de los padres apostólicos,
fray Joseph de Castro predicó un sermón centrado en la alegoría
sobre la interpretación espiritual del crecimiento de la
cruz de piedra, pero no hacía referencia alguna a su milagrosa
aparición; tampoco mencionaba nada fray Isidro Félix de Espinosa,
quien escribía la dedicatoria del sermón a Caballero y
Ocio, mecenas del templo. 12 Por tanto, la ciudad de Querétaro
debía al padre Santa Gertrudis un injerto de memoria único: su
sorprendente "descubrimiento" unía en una historia "coherente":
cruz, apóstol Santiago, escudo y fundación. Sin embargo,
la narración del franciscano abría también un problema de concordancia
entre las fechas y personajes mencionados en su
" Ibidem, p. 44.
12 Joseph de Castro, Sermón que en el día primero de su celebridad en la
muy plausible fiesta de la ampliación del crucero y reedificación del templo
de la milagrosa Santísima Cruz de piedra de la ciudad de Querétaro, México,
1702. En el sermón figuran varios paralelismos que equiparan al templo franciscano
y a su cruz de piedra con emblemas del Antiguo Testamento. La iglesia
es el templo de Jerusalén pues, como éste, contenía el Arca de la Nueva Alianza,
la santa cruz. Las tablas de piedra de la ley recuerdan las piedras con las que
estaba fabricada esa cruz milagrosa, uno de óuyos prodigios consistía en crecer,
como la vara de Aardn.
34
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
obra, y los de la versión tradicional que narraba los hechos
fundacionales de la ciudad. El padre Santa Gertrudis databa
en 1550 el importante acontecimiento y se otorgaba la gloria
de su factura al general Nicolás Montañez, enviado por el virrey
Velasco, en nombre de Su Majestad, a pacificar el territorio
chichimeca, ignorando las abundantes referencias que había
a la fundación realizada por don Hernando de Tapia, en una
fecha poco precisa, pero sin duda situada durante la primera
mitad del siglo xvi. A solucionar tales contradicciones dedicaron
sus esfuerzos los cronistas que hablarían de Querétaro y
de sus glorias en el siglo xvni.
La unificación de dos tradiciones
En 1740, otro miembro del Colegio de Propaganda Fide, el
criollo queretano fray Isidro Félix de Espinosa, encontraba en
el monasterio de Santa Clara de Querétaro un Protocolo jurídico
que "revolucionó" las hipótesis existentes hasta entonces
"sobre la conquista de Querétaro".' 3 La noticia apareció
impresa hasta 1747, en su Crónica de los colegios y en ella
se sacralizaba la versión que hacía a Hernando de Tapia el
conquistador y fundador de la ciudad. Una de las "aportaciones"
más sobresalientes de Espinosa fue que, con base en un
cálculo hecho a partir de algunos de los testimonios de su documento,
se fijó por primera vez la fecha de 1531 para la fundación
de la ciudad, hecho nunca antes datado con tal
precisión. I4 Por otro lado, aunque el fraile citaba explícitamen-
13
Lino Gómez Cañedo, "Introducción" a Isidro Félix de Espinosa, Crónica,
p. LXX.
14
David Wright, Querétaro en el siglo xvt, pp. 54 y ss.
35

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
te la obra de su hermano de hábito fray Francisco Xavier sobre
la cruz de piedra, desmintió su versión acerca de la participación
de Nicolás Montañez en el hecho. El mencionado
Protocolo formaba parte de un conjunto de documentos conservados
en el monasterio de las clarisas, fundado por don
Diego de Tapia, hijo de don Hernando, cuyos archivos fueron
utilizados para sacar documentos probatorios en los pleitos de
tierras que sostuvieron las monjas con sus vecinos. 15
Por otro lado, al estar escrito en ün ambiente franciscano,
el dicho Protocolo daba también a fray Isidro Félix de Espinosa
argumentos suficientes para desmentir la noticia de Sigüenza
sobre la prelación del clero secular en la evangelización de la
zona. Ésta no había sido realizada por Juan Sánchez de Alanís,
sino por fray Alonso Rangel. Para demostrar su aseveración,
el cronista franciscano presentaba como prueba una información
recabada por testigos del año 1571, a petición de don
Hernando en la que se decía que: "el conquistador salió de
Xilotepec con otros deudos, parientes y amigos, y trajo consigo
religiosos franciscanos para la doctrina". Espinosa explica
que la noticia de Sigüenza (tomada de Antonio de Herrera)
fue una confusión, pues uno de los testigos de la información
era un Juan Sánchez de Alanís, vicario de Sichú, un hombre de
15 El Protocolo que Espinosa consultó forma parte de un conjunto de
documentos que se encuentran actualmente en el Archivo Franciscano de Celaya.
Existe un traslado y selección de ellos realizada en 1724 para usarlos como
pruebas en un pleito de tierras del monasterio de Santa Clara, en el Archivo
General de la Nación, ramo Tierras, v. 417. Parte de estos documentos se
publicaron en el Boletín del Archivo General de la Nación, núm. V, 1934, pp.
34-61. Entre ellos sobresale la información de méritos y servicios de Hernando
de Tapia de 1571, y otra información que don Diego presentó entre 1603 y
1604 para justificar legalmente sus propiedades. En 1989 estos documentos
fueron publicados completos bajo el título: "Documentos sobre el cacicazgo de
Hernando y Diego de Tapia (1569-1604)" por David Wright. Querétaro en el
siglo xvi, pp. 223-367.
36
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
60 años quien por su edad (debió tener 20 años en 1531) no
pudo haber sido el evangelizador de los chichimecas. 16
Pero no sólo la versión de don Hernando de Tapia como
primer conquistador se adaptaba mejor a la tradición franciscana,
también la fecha de 1531 para la fundación (y no la de
1550 del padre Santa Gertrudis), encajaba con mayor perfección
con otro hecho histórico básico para Nueva España, pues
ese era el año en que se apareció la Virgen de Guadalupe en el
Tepeyac.' 7 Sin embargo, el cronista Espinosa disentía del padre
Santa Gertrudis sólo en esos dos datos, en todo lo demás
de su narración se apegaba a su descripción dando como hecho
incontrovertible la aparición de Santiago y de la cruz en la
batalla de 1531, hechos que, por otro lado, no estaban mencionados
en ninguno de los documentos del Protocolo. El cronista
agregaba así a la historia fundacional de los Tapia no sólo el
prodigio, sino también la batalla fundadora en la que las banderas
que portaba el ejército otomí, "según la relación antigua de
los indios" tenían por escudo, "de un lado, la santísima cruz y
de otro a nuestro patrón Santiago". 18 Espinosa, como fraile del
colegio apostólico, debía proteger los intereses de su instituto
cuyo principal timbre de gloria se encontraba en la santa cruz
de piedra.
Con la Crónica de Espinosa quedaban unidos para siempre
la narración milagrosa de la fundación insertada por el
padre Santa Gertrudis con el indio otomí Hernando de Tapia,
conquistador e inspirador del escudo de la ciudad. Así, aunque
el cronista aduce documentos para avalar la veracidad de los
hechos que narra, el uso que hace de ellos es sólo un recurso
16 Espinosa, op. cit.. Lib. I, cap. Ill, pp. 110 y ss.
17 Así lo señala explícitamente al final del capítulo III del libro I de la
Crónica, p. 112.
18 Ibidem, p. 103.
37

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
retórico demostrativo; para él, se pueden fusionar dos versiones
opuestas en una sola narración sin faltar a la fidelidad que
le debe a sus fuentes.
La tradición que aducía Espinosa, sin embargo, no estaba
generalizada en su época y, aún en el siglo xvn, presentaba
rasgos muy difusos. El cronista queretano Alonso de la Rea,
quien hizo mención del capitán Hernando de Tapia en su crónica,
no lo relacionó con Conni, y de él sólo dice que "salió
para la guerra, ejercitándose en ella con los otomíes del pueblo
de Querétaro, conquistó todas las chichimecas". 19 De hecho,
el franciscano puso más atención en su hijo Diego (fundador
del monasterio de Santa Clara) que en él. Particularmente es
interesante que De la Rea atribuyera un origen natural al río
que atraviesa Querétaro, en contraste con las informaciones
testimoniales rendidas por el monasterio de Santa Clara y sus
causahabientes (vertidas en litigios por el agua en 1631 y 1655),
en las cuales se sostenía que Hernando de Tapia, el supuesto
fundador del pueblo, lo había abierto con arados y gran cantidad
de bueyes. 20
Por otra parte, én la "Información de méritos y servicios"
de don Hernando de Tapia, hecha en Querétaro en agosto de
1571, se le daban tan sólo los títulos de "cacique y gobernador"
y, aunque todos los testigos le atribuyeron la fundación de
dicho pueblo, ninguno habló de una conquista armada. Es curioso,
además, que cuando en los testimonios se utilizó la palabra
conquista se le asoció con el término pacificación y se
describió más bien como un proceso de congregación de población;
esto es más significativo aún cuando en una de las
preguntas que se hizo a los testigos se les requirió específica-
•• De la Rea, op. cit.. Libro II, cap. XXÍ. p. 186.
20 Juan Ricardo Jiménez Gómez, Mercedes reales en Querétaro, p. 102.
38
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
mente si sabían que don Hernando "conquistó y atrajo a los
dichos chichimecas... unas veces por bien y otras veces por
fuerza de armas". 21
Esa misma ambigüedad aparece en la Relación geográfica
de Querétaro (escrita por Francisco Ramos de Cárdenas,
en 1582) donde se afirmaba que Conni había poblado las cañadas
de la zona y se había sometido al encomendero de
Acámbaro, Hernán Pérez de Bocanegra, quien lo hizo bautizar
con su nombre y bajo cuyo amparo se fundó el nuevo poblado,
pero donde tampoco aparece mencionada una batalla
fundacional. 22 Ni siquiera los papeles de Diego de Tapia (quien
recibió la confirmación del cacicazgo de Querétaro del Conde
de la Corana en 1581^ hablan de una conquista en el inicio de
la fundación hecha por su padre y sólo dice que Conni y su
gente "habían conquistado y allanado estas tierras y su comarca,
que estaba poblada de chichimecos indómitos". Como concluye
atinadamente David Wright, para estos caciques era
necesario utilizar la palabra conquista para conseguir privilegios
de la Corona, pero todo lo narrado en esos testimonios
nos remite más bien a un poblamiento pacífico de la zona que
a una conquista armada. 24
21 En esta "Información" se dice: "Pasando dho Dn femando con su
exercito, en el discurso de treinta años que duro la conquista, y pacificación,
muchas ambres, trabajos y camilidades [sic], vestidos de Pieles de Animales".
AGN, Tierras, v. 417, exp. 1, fols. 92r-102r. El documento está publicado como
dijimos por Wright, op. cit., y la cita final se encuentra en la p. 241.
22 Wright, op. cit., pp. 95-219. Algunos de los datos de esta relación, como
la participación de Juan Sánchez Alanís en la evangelización de la zona, hacen
pensar que fue conocida por el cronista Herrera, autor que, como vimos,
utilizó Sigüenza,
23 Lino Gómez Cañedo, notas al cap. 1 de la Crónica de Espinosa, p. 104.
24 Esta es la opinión de Wright, op. cit., pp. 49 y ss. La cita de Diego de
Tapia está en la p. 48.
39

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
La presencia de don Hernando como conquistador tampoco
es muy clara en la obra de Sigüenza, quien ni siquiera lo
asocia con Conni directamente, además de darle una mayor
presencia a su hijo Diego. De hecho es éste el personaje que,
como emblema, encabezó el desfile en los festejos de la fundación
del santuario de Guadalupe en 1680 y no su padre, el
supuesto conquistador del territorio. 25
La versión criolla de Espinosa, por tanto, no sólo rescató la
figura de Hernando de Tapia asociándola con la milagrosa
aparición que el padre Santa Gertrudis atribuía al cacique
Montañez, sino también le dio las glorias de un conquistador y
lo convirtió en el héroe de la batalla fundacional. Con ella afianzaba
y ratificaba una de las tradiciones indígenas de la fundación
de Querétaro, la conservada y fomentada por el monasterio
de Santa Clara, con lo cual la revitalizaba para el siglo xvm. En
1803, el clérigo secular Joseph María Zelaá e Hidalgo, otro
queretano, después de hablar de las grandezas de su patria,
sus hombres ilustres y sus edificios, asoció ya directamente a
Conni con Hernando de Tapia y repitió la versión de Espinosa:
Querétaro fue conquistada por el insigne Cacique Don Fernando
de Tapia, de nación Othomí, el día veinte y cinco de Julio de mil
quinientos treinta y uno, por intercesión del Apóstol Santiago, á
quien, según tradición antigua, firme y constante, vieron los
combatientes en el ayre, con una Cruz roxa y resplandeciente á
su lado, con cuya visión respiraron los ánimos de los Españoles,
que ya casi faltaban en la batalla. Del mismo color y singular
hermosura de aquella Cruz hallaron los nuestros quatro piedras
en la loma que vulgarmente se llama de Sangremal, y de ellas
formaron el año de mil quinientos treinta y uno una Cruz con su
peana, que hasta hoy ha estado colocada con todo culto y vene-
23 Sigüenza, p. cit., p. 51.
40
Anónimo, siglo xvm. Retrato de don Nicolás de San Luis Montañez.
Tomado de: Beatriz Mackenzie (coord.). El retrato novohispiuw
en el siglo xvm, pp. 61 y 74.

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
ración en el Altar mayor del Colegio Apostólico de Misioneros
Franciscanos de esta Ciudad.
Además, como clérigo secular, apoyaba la hipótesis de
Sigüenza sobre la evangelización realizada por Juan Sánchez
de Alanís. 26
De manera paralela a esta tradición, que exaltaba a los
Tapia, se desarrollaba otra, también basada en documentación
indígena, que pretendía el título fundacional de la ciudad para
don Nicolás de San Luis Montañez. Fue sin duda también el
padre Santa Gertrudis el principal difusor de la leyenda alrededor
de este personaje, a quien llama: "General del pueblo de
Tula, del orden de Santiago, descendiente de la estirpe real de
Moctezuma". A este franciscano se debe también la noticia
de que Montañez juntó, entre Tula y Xiiotepec, 33 mil caciques,
25 mil combatientes y 300 caballos, y que lo acompañó
el franciscano fray Juan de la Quemada. Después de varios
ofrecimientos de paz que el general indígena hizo a los
chichimecas, sus ejércitos se aprestaron a la batalla, la cual se
desarrolló cuerpo a cuerpo. Pasaron varias horas de lucha, el
general invocó a la cruz y a Santiago como patronos de su
ejército y eso, y la milagrosa aparición celeste le dio el triunfo.
El padre Santa Gertrudis dice basarse para su narración en
fuentes indígenas: "los papeles, memorias y tradiciones de los
principales caciques de la comarca". 27
26 Zelaá e Hidalgo reedita la obra de Sigüenza, Las glorias de Querétaro,
pero introduce en ejla abundantes comentarios personales y la utiliza como
una tribuna para hablar de su patria y para glorificar al clero secular: "deseoso
de ilustrar esta obrita con todo cuanto ceda en honor de mi patria y de mi
amada madre la venerable congregación". Glorias de Querétaro, pp. 2 y 103.
27 Francisco Xavier de Santa Gertrudis, op. cit., pp. 5 y ss.
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
Inconsistencias en la leyenda fundacional
de la ciudad de Querétaro
Afortunadamente conocemos uno de esos documentos que
demuestra que, en efecto, la leyenda difundida por el padre
franciscano salió del ámbito indígena. 28 El editor moderno del
texto (Rafael Ayala) piensa que se trata de un traslado mandado
hacer por el mismo Montañez en el siglo xvi, como una
relación de méritos, pero a mi parecer es más bien un texto de
elaboración tardía, posiblemente de finales del siglo xvu. Por
principio de cuentas, una nota que lo antecede, firmada por el
guardián fray José Diez, tiene la fecha de 1717, en que fue
copiado para ingresarlo a la biblioteca del Colegio de Santa
Cruz, donde lo trabajó el padre Santa Gertrudis. Por otro lado,
tanto por su contenido como por su forma narrativa, el documento
está más bien emparentado con los "títulos primordiales",
narraciones míticas de la fundación de los pueblos, que
con una relación de méritos.
El texto presenta variantes propias de la tradición oral, es
decir, se trata de un texto que ha ido acumulando hechos sin
respetar la lógica que impone la escritura: a) su sintaxis -sin
concordancia de tiempo, género o número-, parece una versión
trasladada al castellano de una narración trasmitida en
una lengua indígena; b) se descubre la presencia de varias
generaciones de narradores que han ido agregando a la historia
nuevos elementos, como se puede notar en la repetición de
temas y asuntos a lo largo del texto y en la falta de concordan-
28 Se encuentra en el convento franciscano de san Antonio en Roma y lo
publicó Rafael Ayala Echávarri con el título "Relación histórica de la conquista
de Querétaro", en Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística,
julio a octubre de 1948, v. LXVI, núms. 1 y 2, pp. 109-152.
42 43

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERETARO
cia histórica entre los personajes, pues se menciona que don
Nicolás pidió permiso al virrey Velasco, a quien pone como
contemporáneo de la Segunda Real Audiencia y del emperador
Carlos V; c) la atemporalidad de los hechos, la datación de
la batalla milagrosa en la fecha imposible de 1502 (varias veces
repetida a lo largo del texto), es característica de las tradiciones
orales, en las que la narración acumula hechos de
diferentes épocas sin importar la precisión cronológica; d) la
asociación del personaje heroico con acontecimientos que han
sfdo sacralizados por la historia oficial, son referentes obligados
para validar la veracidad de lo que se narra, como el bautizo
de los señores de Tlaxcala, la presencia de la Malinche (a
quien se le llama congregadora y pobladora de México y se la
hace esposa de Moctezuma), 29 de Hernán Cortés y del emperador
Carlos; e) junto con esta tradición histórica reciclada se
puede observar también la adquisición de elementos narrativos
tomados de la retórica española, como la descripción de la
batalla, en la que aparecen "cientos de armas de fuego, cajas
y clarines de guerra", los capitanes indios portan estandartes
con las estampas de la Concepción, el Espíritu Santo y Juan
Bautista, visten petos de bronce, usan darga (¿por adarga?) y
sus caballos llevan "cilla antigua bordada de seda pasada, negro
y verdes"; portan además como estandarte a su patrono,
pues "¡todos son caballeros de Santiago!". 30 Sus enemigos en
cambio son "el capitán Lobo y don Coyote" y se les llama
indistintamente chichimecos, mecos o caribes, clara alusión a
las crónicas hispánicas; /) la inserción del prodigio como parte
de la narración, común a muchos de los "títulos primordiales"
y que sirve de aval a la fundación mítica, la aparición de San-
» Ibidem, p. 125.
30 Ibidem, p. 138.
44
Anónimo, siglo xvin. Nicolás de Sun Luis Montañez.
Museo Regional de Queretaro, INAH. Foto: Mauricio de la Vega.
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CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
tiago tomada de la rica tradición española al respecto y la cruz
milagrosa de la promoción franciscana.
El texto habla así de Montañez como: "hijodalgo y capitán
general de la Nueva España, descendiente de rey emperador
[Moctezuma], congregador, conquistador, gobernador y fiscal
mayor".
Y lo hace decir:
Recibí la fe cristiana juntamente con doña María Malinzi del pueblo
de Tlaxcala, el cual recibimos la fe que trujo don Fernando
Cortés... en estos dos pueblos, que es Tula y Tlaxcala, donde se
cantó la primer bangelio, donde nació Malinzi y Malinto, que fue
intérprete mestiza, lo pusieron, hijo del sol, hija de la luna, hija de
la estrella. 31
Aunque Montañez es el personaje principal, Hernando de
Tapia aparece mencionado continuamente a partir de la segunda
mitad del texto (aunque no en la lista de los caciques
otomíes que están en la primera parte, clara prueba del carácter
oral de la narración) pero comparte este protagonismo secundario
con don Miguel de Bocanegra (¿es el Hernán Pérez
de Bocanegra, encomendero que envía a Conni?) y don Pedro
Guzmán. Algo parecido pasa con el bachiller Juan Bautista
(¿Sánchez Alanís?), que se menciona a lo largo del texto como
el acompañante del ejército de los indios, pero que sólo en el
último párrafo comparte su papel evangelizador con el franciscano
fray Juan de Quemada, personaje que no es mencionado
por ninguna fuente franciscana, salvo por el padre Santa
Gertrudis. Así, al igual que sucede con los hechos narrados y
con los personajes sacralizados por la historia, tampoco los
personajes secundarios presentan una coherencia histórica.
31 Ibidem, p. 123.
46
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
A diferencia de la documentación de los Tapia, la presencia
de Montañez en el siglo xvi está sustentada por muy poca
documentación. En un traslado del siglo xvm aparece una mención
a este personaje en una merced pretendidamente de
1555. 32 Por otro lado, un documento del siglo xvi menciona
que el virrey don Luis de Velasco, el 1 de mayo de 1557, nombró
a don Nicolás "capitán de los chichimecas" otorgándole
de paso honores de hidalguía; esta gracia fue confirmada más
adelante por el virrey Conde de la Corana. 33 Fuera de estas
menciones, la mayor parte de los documentos de los repositorios
locales ubican a este personaje a principios del siglo xvn.
En 1607, se dice que era gobernador Nicolás de San Luis, y
como tal se le notificó el mandamiento del virrey Marqués de
Montesclaros para que el alcalde mayor hiciera diligencia para
saber si una licencia solicitada por Hernando Sánchez Cortés,
para gozar de medio día de agua, era sin perjuicio.
El maestro Ricardo Jiménez localizó en un archivo judicial
queretano un documento según el cual Nicolás de San Luis y
doña Magdalena de San Luis, su mujer, tuvieron un hijo llamado
don Andrés López, su único heredero, quien vendió
unas tierras a don Baltasar Martín. 34 Andrés López, indio principal,
se sitúa en 1616, 35 el gobernador Baltasar Martín en
" AHQ, Judicial, civil, legajo 9, caja 1, exp. 10, Autos sobre desembarazo de
la caja del Río. Querétaro, año de 1786, f. 61.
" Gómez Cañedo, Notas al cap. 1 de la Crónica de Espinosa, p. 104. El
documento fue publicado en el Boletín del Archivo General de la Nación,
(México, VI, 1935, 203-206) bajo el título "Nombramiento de capitán a favor
del cacique Don Nicolás de San Luis" dado por el virrey Luis de Velasco en
1557.
M AHPJQ, Judicial, civil, 1650, leg. s/n, f. 224v.
15 AHQ, Judicial, leg. 286, Diego Beltrán contra del gobernador y alcalde y
común de este pueblo sobre que reparen el mesón o se le dé licencia para hacer
devolución de él, Querétaro, escrito de septiembre 17 de 1616.
47

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
1627. 36 En un documento de fines del siglo xvi, don Nicolás
aparece con el título de capitán al principio de una lista de
indios principales, entre quienes figura don Diego de Tapia.
Nicolás de San Luis pudo estar asociado así más bien a éste
último personaje y no a su padre, quien falleció en 1570.
A pesar de tan escasas menciones documentales, en 1743
el corregidor Esteban Gómez de Acosta presentaba, en su informe
al rey, una versión muy acabada de la leyenda, y mezclaba
tanto los datos aportados por el padre Santa Gertrudis,
como la tradición del monasterio de Santa Clara: en 1531, los
caciques otomíes Hernando de Tapia y Nicolás Montañez, con
el auxilio de "valientes y numerosos españoles", lucharon contra
los chichimecas venciéndolos en una "sangrienta batalla";
durante ella se les apareció en el cielo el apóstol Santiago y
una cruz roja y resplandeciente, visiones que les dieron el triunfo
sobre sus enemigos. Poco después, los vencedores hallaron
cinco piedras del mismo color y singular hermosura de aquella
cruz de la visión con las que fabricaron peana y cruz para
colocarla en la colina, actualmente está en el Colegio de Propaganda
Fide. El escudo de la ciudad otorgado por Felipe IV,
en 1665, es prueba de esos hechos, pues muestra la cruz a la
cual el sol servía de pedestal, con dos estrellas a sus lados; el
prodigio se colocaba sobre Santiago, patrono de la ciudad que
llevaba su nombre. 37
36 AHQ. Notarías, Francisco de Urquiza, 1627, escritura pública, Querétaro,
agosto 29 de 1627, f. 190.
37 Esteban Gómez de Acosta, Informe al rey, p. 117. La "tradición" que
representa este autor y que sitúa a Montañez como conquistador de Querétaro
alrededor de 1531, se contradice con las menciones a un Nicolás de San Luis,
gobernador de Querétaro, vivo en 1607. Ricardo Jiménez se pregunta ¿Si
Montañez fue tan importante en la fundación de Querétaro, por qué no aparece
en ningún acto jurídico ni judicial en el siglo xvi? Para él Montañez nada
tiene que ver con la vida de Querétaro en el siglo xvi.
48
w
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
Alrededor de 1780, fray Pablo de la Concepción Beaumont,
en su Crónica de Michoacán, sacó de nuevo a la palestra el
tema de los fundadores, dedicando todo un capítulo de su extensa
obra a la fundación de Querétaro. 38 Aunque el cronista
compartía con Espinosa el ámbito de la orden de frailes menores,
difiere de él respecto a la parte que cupo a don Hernando
de Tapia en la pacificación de los chichimecas y en la fundación
de Querétaro. Beaumont examinó también los documentos
del archivo de Santa Clara, de los cuales no le parece pueda
deducirse que Tapia fuera capitán general de los chichimecas.
Cree, en cambio, que este honor corresponde al cacique de
Tula, don Nicolás de San Luis Montañez, tal como lo decía el
padre Santa Gertrudis. Para él, Tapia habría sido el segundo de
Montañez. Estos paralelismos entre Beaumont y Santa Gertrudis
se deben a que el primero utilizó también fuentes indígenas.
Una de ellas fue una Relación del mencionado cacique don
Nicolás, que se conservaba en el archivo del convento franciscano
de Acámbaro, otra de las fundaciones atribuidas a
Montañez. 39 El fraile transcribe largos textos de dicha Relación^
pero la fragmenta en tres secciones: la primera la introduce
al hablar de la fundación de Acámbaro y es en ella donde
sale mencionado el enigmático fray Juan Quemada quien, junto
con el bachiller don Juan Bautista y otro fraile, Antonio Bermul,
evangelizaron dicho pueblo en 1535, "para lo cual trajeron
los padres (de México) una estampa de la Virgen Santísima de
38 Pablo de la Concepción Beaumont, Crónica de la provincia de San
Pedro v San Pablo de Michoacán, Lib. II, cap. 18, v. HI, pp. 95-119.
39 El documento que transcribe Beaumont es un traslado "fielmente sacado
del instrumento que tiene el común de indios de este pueblo de San Francisco de
Acámbaro; y para que conste ser verdad todo lo que contiene esta copia simple,
yo, Luis Antonio Alejo, escribano de república de este dicho Pueblo de
Acámbaro, la firmé en él, en seis días del mes de Agosto de mil setecientos y
sesenta y un años".
49

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
la Limpia Concepción y otra estampa de Ntro. P. S. Francisco".
40 Sin embargo Beaumont glosa esta noticia y agrega que:
No se encuentra en nuestro Torquemada ni en la Crónica del
padre De la Rea, ni en otras de estas Provincias franciscanas de
estos reinos, ni en otros autores algunos regnícolas, la más leve
noticia de quiénes eran estos padres fray Antonio Bermul y fray
Juan Quemada y Lazo, motivo por qué algunos han pensado que
sería equivocación de los indios, que por decir Bermúdez, dirían
Bermul; y por Torquemada, Quemada.
Esta idea es desechada por el mismo Beaumont líneas adelante
ya que Torquemada fue famoso pero "muy posteriormente
a los años de que vamos hablando". 41
Una segunda sección de la relación de Montañez se encuentra
en el capítulo 18 del libro II al hablar de la fundación
de Querétaro. Aquí, aunque los paralelismos con la fuente indígena
que utilizó el padre Santa Gertrudis son notables (presentando
también fuertes rasgos de oralidad), la Relación de
Montañez tiene algunas variantes, además de estar escrita en
primera persona. En la de Acámbaro, Santiago en la víspera
de la batalla "hizo que parase el sol", y al día siguiente, el de su
fiesta, se apareció a los combatientes, pero su compañía no
era la cruz, sino san Francisco y la Virgen; la cruz se menciona
varios párrafos adelante, pero (cosa extraña) jamás se asocia
a la aparición de la batalla; es colocada por orden de
Montañez (después de haber puesto una de madera y otra de
piedra) por petición de los chichimecas que quieren "una cruz
en forma para siempre jamás", frase que se repite varias veces
en el texto. Las olorosas piedras con las que se construyó,
encontradas también en el cerro, son en esta versión "blancas,
40 Ibidem, lib. II, cap. I, v. II, pp. 298-306.
41 Ibidem.
50
r
S A N T I A G O Y L A C R U Z D E P I E D R A
coloradas y moradas". Es notable también la ausencia total de
los franciscanos, sólo se menciona al bachiller Juan Bautista. 42
Una tercera sección de la relación indígena se transcribe
varios capítulos más adelante, al hablar de la milagrosa cruz de
piedra. 43 En este contexto, la fuente agrega un hecho prodigioso
que no había sido mencionado por ningún otro cronista: cuando
se estaba colocando la cruz de piedra en su pedestal, un
"zahori de los chichimecos" vio en el cielo unos ángeles que
colocaban palmas y coronas de rosas sobre los brazos de la
cruz bajo una hermosa nube azul. 44 Beaumont agrega que hace
mucho tiempo que la cruz no tiembla ni crece (ya tiene cuatro
varas, una más de las tres que señalan los textos antiguos) y
esto se debe a que los chichimecas han sido ya reducidos al
gremio de la Iglesia y los milagros no son por tanto necesarios.
A pesar de la trascripción que Beaumont hace de esa fuente
indígena, es sintomático que no se comprometa con toda su
narración; en esto de las apariciones, por ejemplo, avala la
versión oficial de Espinosa, que sólo menciona a Santiago y la
cruz, y vuelve a asociar el escudo como prueba de dicha versión
fundacional; por otro lado, tampoco acepta las encontradas
fechas de su fuente indígena y considera que la conquista
42 Ibidem, lib. II, cap. 18, v. Ill, pp. 102-108.
45 Ibidem, lib. II, cap. 24, v. HI, pp. 214-217.
44 "Empezaron á devisar y á mirar esta santa Cruz los indios chichimecos
con mucho cuidado: estuviéronla mirando los bárbaros hasta que no estuvieron
satisfechos, y llamaron su Zaurí que ellos tienen. Vino este Zaurí; estuvo
mirando desde arriba hasta abajo la santísima Cruz, si estaba buena; en este
tiempo vido el Zaurí cuatro angeles con palma y corona de rosas, y hermosísimos,
que les estaba poniendo en los brazos las rosas y la corona á la Santísima Cruz;
y una nube tan hermoza azul que le estaba haciendo sombra. Vido el Zaurí
aquellos milagros, se alegró y dijo en alta voz: esta es la Cruz que ha de servir
de mohonera, que dure para siempre jamás, Cruz para siempre jamás, esta es la
Cruz que queremos. Después de esto los indios rodearon la cruz, la besaron e
hicieron el mitote". Ibidem., lib. II, cap. 24, v. Ill, p. 216.
51

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
de la zona se dio entre 1522 y 1555. Este respeto por la tradición
historiográfica franciscana sobre cualquier otra fuente se
puede ver, finalmente, cuando trata de la introducción del cristianismo
en Querétaro e insiste en la vieja diatriba contra
Sigüenza, "a quien cegó la pasión y lisonja" al atribuir el inicio
de la evangelización a los seculares y no a los franciscanos.
Como miembro de esa orden, Beaumont sostenía su preeminencia
como evangelizadora, pero agregaba un personaje más:
Sebastián de Aparicio. Este lego franciscano cuya causa de
beatificación estaba a punto de concluir exitosamente en la
época de Beaumont (1780-1790), había recorrido por el año
de 1548 los caminos que iban a las recién descubiertas minas
de Zacatecas; en sus andanzas anduvo las cañadas de la zona
y ayudó a la cristianización de los chichimecas, por lo que era
conocido como "protofundador del pueblo de Querétaro". 45
Como autor ilustrado, este cronista cotejó los testimonios que
tenía a la mano, trató de solucionar las contradicciones de sus
diferentes fuentes, pero en su versión final ganó el peso de
una tradición, por lo que concluye: "aunque los documentos
difieren en fechas y en detalles, expresan los mismos hechos",
léase los narrados por los franciscanos. Pero la obra de Beaumont
no fue conocida en su tiempo, su edición completa se
realizó hasta 1873. 46
45 Ibidem, lib. II, cap. 18, v. Ill, p. 117.
46 Además de las dos versiones publicadas por Beaumont y por Santa Gertrudis
de una Relación de Nicolás Montañez, para fines del siglo xvm existían entre
los indígenas cuando menos otras tres más. Primo Feliciano Velásquez, en su
Historia de San Luis Potosí, v. I, p. 366, menciona las siguientes: una de San
Bartolomé Aguascalientes, conservada en copia del siglo xix y que publicó Frías
en su opúsculo La conquista de Querétaro (1906), pp. 131-141; otra que
también fue publicada por Frías en el mismo escrito (pp. 79 a 98) aparece
suscrita por el copiante Josef Gregorio Jilotepeque: y una última Memoria
inédita que Velásquez dice tener en su poder gracias a una copia que le dio
Fulgencio Ramírez. Es muy significativo que entre todas las versiones existan
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
A mediados del siglo xvm se estaba pintando un lienzo que
mostraba a Nicolás Montañez como caballero de Santiago y
detrás de él una reconstrucción de la mítica "batalla de
Sangremal" con Santiago y la cruz suspendidos en el cielo. En
la cartela que lo acompaña se hace explícita mención a la obra
del padre Santa Gertrudis. 47 No sabemos quién encargó la pintura
(de muy buena factura) y según Valentín Frías el espacio
donde se encontraba a principios del siglo xx era el colegio de
Querétaro; sin embargo es muy probable que el lienzo sea producto
del interés de los descendientes del cacique por mostrar
las glorias de su antepasado. 48 Esto lo confirma un segundo
retrato de Montañez, de factura muy popular, que representa
también la escena de la batalla y que en una cartela explicativa
menciona la Descripción panegírica; pero excepcionalmente
la obra está fechada (1807) y señala "[se] colocó este lienzo
a expensas del bachiller don Ignacio Montañez, profesor en
cirugía". 49 Ambos retratos (actualmente en el Museo Regional
numerosos paralelismos, lo que nos hace pensar de nuevo en una tradición oral
común que se fijó en diferentes tiempos y lugares.
47 Existe una buena reproducción de este cuadro y una trascripción de la
cartela en Beatriz Mackenzie (coord.), El retrato novohispano en el siglo xvm,
pp. 61 y 174.
48 El maestro Ricardo Jiménez me ha proporcionado estos datos sobre el
apellido Montañez en Querétaro: un administrador del monasterio de Santa
Clara de Jesús, en 16SS, se llamaba Andrés Montañez, esposo de Juana Pacheco,
y era español. Durante el siglo xvn los apellidos predominantes entre los curiales
eran Martín, Elias y De la Cruz, pero sin duda había muchos principales más y
pocos cargos en la república indígena. En el siglo xvm sólo aparece un Pedro de
San Luis, alcalde de un pueblo sujeto (1768), San Pedro de la Cañada. Quizá la
línea directa de la familia desapareció como pasó con los Tapia, cuya última
descendiente fue María Luisa del Espíritu Santo, su nieta, monja fundadora del
monasterio de santa Clara. Quizás Montañez esté más relacionado con Acámbaro
y Tula que con Querétaro, y por ello no quedan en esta ciudad miembros de su
descendencia. -
49 Una buena reproducción del cuadro y de la cartela lo vemos en: Jaime
Cuadriello, Los pinceles de la historia, pp. 102 y 296.
52 53

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
de Querétaro) son una prueba de la presencia viva de esta otra
tradición, tan vigente como la que atribuía la conquista a
Hernando de Tapia.
Posiblemente de este periodo son unos 'Testimonios y diligencias
hechos en los años de 1519 a 1531", en ellos se incluye
una relación "de la santa cruz y del santo Cristo de la
conquista" que se basaba en el libro del padre Santa Gertrudis,
para dar su propia versión de los hechos. Junto con los retratos
del cacique, este documento cerraba el círculo de una leyenda,
nacida en el ámbito indígena, llevada a la imprenta por
los religiosos españoles y finalmente retornada a la tradición
de la que había partido. 50
Epílogo
A mediados del siglo xvi, en fecha aún no precisada, los franciscanos
fundaban su convento en la villa de Querétaro y lo
dejaban bajo la protección de Santiago, el santo patrono de la
recién fundada población. A fines de esa centuria o principios
de la siguiente, se colocaba en su portada un relieve que representaba
al apóstol guerrero cabalgando sobre su caballo y
pisoteando a los musulmanes. Quizás por las mismas fechas, y
también promovida por los franciscanos, se empezó a venerar
una cruz de piedra en una pequeña ermita en el cerro de
Sangremal y para tener mayor control sobre ella, a mediados
del siglo xvii, se puso ahí una comunidad franciscana recoleta
bajo la advocación de San Buenaventura. 51
50 La noticia se encuentra en una nota de Wright, op. tit., p. 80 y pertenece
a un traslado hecho en San Miguel de Allende en 1947.
51 El año de 1653 el rey de España aprobó su creación, pero fue hasta 1666
cuando la provincia lo destinó a Casa de Recolección y al año siguiente se abría
54
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
Poco después el rey otorgaba a la villa el título de Ciudad y
en su escudo quedaban plasmados los dos símbolos que la fuerte
omnipresencia franciscana había creado. Las imágenes del
escudo serían un poderoso instrumento que se grabaría en la
conciencia de la población, pero haría falta medio siglo más
para que los dos símbolos fueran asimilados a la fundación de
la ciudad y se forjara así la leyenda de una batalla primigenia.
Ésta apareció en el ámbito indígena, por primera vez, caracterizada
por la transmisión oral de sus mitos fundacionales, pero
no impactó a la sociedad criolla hasta que la escritura, y sobre
todo la imprenta, no le dieron su aprobación. La versión hispánica
impuso a la narración indígena (plural, redundante y contradictoria)
su racionalidad y sus normas, y la volvió lineal. En
esta lectura, que articuló los diversos episodios y los personajes
en un conjunto coherente (aristotélico) se conservaron, sin
embargo, los aspectos milagrosos de la tradición indígena pues
la retórica cristiana compartía con ella ese otro rasgo de la
oralidad que es la creencia, sin cuestionamiento, en la existencia
de hechos prodigiosos.
Los primeros autores de la nueva narración fueron los miembros
del Colegio de Propaganda Fide\ ellos usufructuaron la
preeminencia franciscana en la ciudad y el hecho de ser poseedores
de la cruz de piedra, y de estar situados en el cerro
donde se llevó a cabo la batalla fundacional y el prodigio; el
nuevo instituto necesitaba insertarse en un medio donde competían
muchas órdenes religiosas y en el que el clero secular
tenía una fuerte presencia. El proceso de conformación de
esta narración "racional" concluyó con fray Pablo de Beaumont
quien, con todo y su perspectiva ilustrada y racional, no pudo
ahí un noviciado para procurar el aumento de los recoletos. V. Manuel Septién
y Septién, Historia de Querétaro, p. 113.
55

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
desprenderse de la narración prodigiosa. A partir de la "invención"
franciscana, todas las fuerzas políticas y económicas de
la ciudad aceptaron la "tradición", pero sobre todo los caciques
indígenas quienes encontraron en esa historia el aval para sostener
sus pretensiones fundacionales y una herramienta eficaz
para defender sus privilegios y sus tierras. El nuevo discurso
reelaboró los símbolos del escudo y, con base en la leyenda
forjada por los padres apostólicos, los asoció a los caudillos
indios, a los cuales se atribuía la fundación de Querétaro.
Indios y españoles celebraban el día de Santiago, fecha de
la fundación de su ciudad, como una fiesta cívica en conmemoración
de sus orígenes; en ella se celebraba no sólo un hecho
fundacional, sino también su inserción en la cristiandad y
su sujeción a la monarquía hispánica. Frente a la concepción
histórica que considera el pasado como algo inmóvil y como
hechos lejanos, la leyenda fundacional es una prodigiosa historia
que concibe al pasado como una herramienta que permitiría
echar a andar un proyecto, como una fuente de la que podían
salir los símbolos forjadores de una identidad.
Bibliografía
Fuentes primarias
Ayala Echávarri, Rafael (ed.), "Relación histórica de la conquista
de Querétaro", Boletín de la Sociedad Mexicana
de Geografía y Estadística, v. LXVI, núms. 1 y 2, juliooctubre,
1948, pp. 109-152.
Beaumont, Pablo de la Concepción, Crónica de la provincia
de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo de Michoacán,
3 v., México, Archivo General de la Nación, 1932
(publicaciones del AGN, 17-19).
56
F^'
SANTIAGO Y LA CRUZ DE PIEDRA
Castro, Joseph de, Sermón que en el día primero de su celebridad
en la muy plausible fiesta de la ampliación del
crucero y reedificación del templo de la milagrosa Santísima
Cruz de piedra de la ciudad de Querétaro, México,
Francisco Rodríguez Lupercio, 1702.
Gómez de Acosta, Esteban, Querétaro en 1743. Informe al
rey por el corregidor, edición de Mina Ramírez Montes,
Querétaro, Gobierno del Estado, 1997.
Herrera y Tordesillas, Antonio de, Historia general de los
hechos de los castellanos en las islas y tierra firme del
mar océano, Madrid, Universidad Complutense de Madrid,
1991-1999.
, Historia General de las Indias Occidentales,
Madrid, 4 vv.
Rea, Alonso de la, Crónica de la orden de Nuestro Seráfico
Padre San Francisco; provincia de San Pedro y San
Pablo de Michoacán en la Nueva España, edición de
Patricia Escandón, Zamora, El Colegio de Michoacán, fideicomiso
Teixidor, 1996.
Santa Gertrudis, Francisco Xavier de, La cruz de piedra, imán
de la devoción venerada en el Colegio de misioneros
apostólicos de la ciudad de Santiago de Querétaro. Descripción
panegírica de su prodigioso origen y portentosos
milagros, México, Francisco Ortega y Bonilla, 1722.
Sigüenza y Góngora, Carlos de, Las Glorias de Querétaro,
en la nueva congregación eclesiástica de María Santísima
de Guadalupe con que se ilustra y en el suntuoso
templo que dedicó a su obsequio d. Juan Caballero
y Ocio, Querétaro, Ediciones Cimatario, 1945.
Zelaá e Hidalgo, Joseph María, Glorias de Querétaro, en la
fundación y admirables progresos de la muy ilustre y
venerada congregación eclesiástica de presbíteros seculares
de María Santísima de Guadalupe... que en otro
57

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
tiempo escribió el Dr. D. Carlos de Sigüenza y Góngora...
y que ahora escribió de nuevo..., México, Mariano
Joseph de Zúñiga y Ontiveros, 1803.
Estudios
Cruz, José Antonio et ai, Indios y franciscanos en la construcción
de Santiago de Querétaro (siglos xvi y xv/i),
Querétaro, Gobierno del Estado, 1997.
Cuadriello, Jaime et ai., Los pinceles de la historia. El origen
del reino de la Nueva España (1680-1750), México,
Museo Nacional de Arte, 1999.
Frías, Valentín, Opúsculos queretanos. La conquista de Querétaro.
Obra ilustrada con grabados que contienen lo
que hasta hoy se ha escrito sobre tan importante acontecimiento,
así como documentos inéditos de bastante
interés para la historia de Querétaro, Querétaro, Universidad
Autónoma de Querétaro, 1990.
Jiménez Gómez, Juan Ricardo, Mercedes reales en Querétaro.
Los orígenes de la propiedad privada (1531-1599),
Querétaro, Universidad Autónoma de Querétaro, 1996.
Mackenzie, Beatriz (coord.), El retrato novohispano en el
siglo xvnt, Puebla, Museo Poblano de Arte Virreinal, 1999.
Septién y Septién, Manuel, Historia de Querétaro. Desde
los tiempos prehistóricos hasta el año de 1808, Querétaro,
Ediciones Culturales del Gobierno del estado, 1966.
Velázquez, Primo Feliciano, Historia de San Luis Potosí, México,
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, 1.1,1946.
Wright, David, Querétaro en el siglo xvi. Fuentes documentales
primarias, México, Secretaría de Cultura y Bienestar
Social del estado de Querétaro, 1989 (colección
Documentos, 13).
58
J*jyB3A'
Apéndice documental
"Relación histórica de la conquista de Querétaro", edición y
paleografía de Rafael Ayala Echávarri, en Boletín de la Sociedad
Mexicana de Geografía y Estadística, julio-octubre,
1948, v. LXVI, núms. 1 y 2, pp. 109-152.
Advertencia
A Gloria de Dios Nuestro Señor, de la Purísima Reyna de los
Ángeles concebida sin mancha de peccado original, de mi
queridíssimo Patriarcha San Joseph y de Nuestro Seráphico
Padre San Francisco saco este traslado de un quaderno antiguo
y maltratado, que para en el Archivo de este Colegio Apostólico
de la Santíssima Cruz de Querétaro, uno (y el más
mínimo) de sus fundadores, siendo (segunda vez) guardián de
él, para que esté en letra (tal cual) clara, y por no faltar a la
legalidad, va con sus quatros y tosco modo, según y como está
en su original, con advertencia al que leyere que quando antes
de la persona que haze se pone a, no se quenta, verbi gracia:
conquistaron a los cathólicos, ya se ve que los cathólicos no
fueron los conquistados, sino los conquistadores, y assí en otras
59

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
ocassiones: qui bene legit multa mala tegit. Colegio Apostólico
de la Santa Cruz y julio cinco de 1717 años.
Fray Joseph Diez, guardián. Rúbrica
[Ejecutoria, que dio el rey nuestro señor don Carlos Quinto
del año mil quinientos y dos años, 1 que se hiso amparo el dicho
cathólico el pueblo de Tlascala y el pueblo de Tula, estando un
principal de Tula llamado don Nicolás Muntañez, hijo y dalgo,
decendiente de rey emperador, capitán general, que fue
congregador, conquistador y poblador y alcalde y fiscal y alguacil
mayor el dicho capitán juntamente con sus basallos y a
los demás principales, se le dio facultad a él y lo demás,
cathólicos que es Fernando de Tapia, don Alonso Gusmán, don
Bartholomé Gusmán, don Alonso Altamirano, don Bartholomé
Ximénez Uitrón, don Miguel de Bocanegra, don Antonio de los
Santos, don Alonso de Granada, don Alonso Cirini, don Nicolás
de León, don Luis de Granada, don Pedro de Christo, don
Juan Caballero, don Martín Damián, don Sebastián Águila, don
Diego Ramírez, don Juan Criado, don Marzelo Chimal, don
Miguel Delgado, don Joseph de Frías, don Juan de Cárdena,
don Andrés Coronel, don Diego Mulina, don Nicolás de Mena,
don Miguel Ernández, don Juan de Mora, don Diego Piñal, don
Sebastián de la Peña, don Diego Mulina, don Juan Temascal,
1 La conquista de México fue el año de 1521 a 13 de agosto, y de necesidad
pasaron algunos años para que hubiera virrey y se conquistara Querétaro, de
que se sigue ser falso lo que dice esta relación, que la dicha conquista fue hasta
el año 1502. Además, que en ese tiempo de la conquista fue imperial Carlos V,
y el no fue emperador hasta el año 1518, por muerte de su abuelo Maximiliano.
El emperador Carlos V nació el año de 1500, a 24 de enero. Nota del P. Diez.
60
WF*
APéNDICE DOCUMENTAL
don Agustín de la Cadena, don Martín de Alaguna, don Juan
Criado, don Andrés de Campo. Éstos son los dichos cathólicos
que se halló la conquista congregador y poblador, todos son
sus caudillos y capitanes del señor don Nicolás el emperador,
fue llamado todos los principales di- chos y caciquez
a presentarse en la Real Audiencia de México que el señor
virrey don Luis Velasco dijo que ya vino un despacho del rey
nuestro señor. Vuestras mercedes ya están enterado a la
Christiandad en mimbre de Su Magestad que salga a congregar
y a conquistar y en la conformidad el dicho pueblo de la
Gran Chichimecos, onde están una laguna, están tres cerritos
en medio de ellos, señor capitán don Nicolás general doi facultad
a que Uebes todos los cathólicos que están en tu pueblo, en
mimbre de Su Magestad, se junte todos los dichos principales,
que son treinta y tres, que vamos de aquí veinte leguas, en
onde está esta laguna, está en el mapa de los chichimecos.
Digo yo don Nicolás, capitán general, caminamos tres días
con mi basallos a las siete de la mañana entramos en dicho
puesto. En numbre Su Magestad llamé el capitán de los
chichimecos en onde está un cerrito de el medio. En numbre
de Su Magestad le hablé en su lengua, que se junte con todos
sus basallos; el capitán de ellos se llama don Juan Criado, y su
muger se llama doña Juana Criada; en su lengua le hablé que
aiga conformidad, y que obedesca la fe que vino de España
que embió el rey nuestro señor que dijo el capitán y a doña
Juana chichimeca criada 2 fue diziéndole a sus basallos que
aiga en paz y conformidad, que no faltará de ellos que bestir es
mucho la misericordia de Dios del cielos y de la tierra. Y se lo
dijo en su lengua ellos; y dixo el capitán chichimecos que guar-
2 Estos nombres se les pusieron después del bautismo.
61

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
darán la rrasón y se la darán la rrespuesta; un día y una noche
estubo para que diesse su rrespuesta los chichimecos. Digo yo
don Nicolás, que en numbre de Su Magestad que no duerme a
mis basallos esta noctli, por esta repuesta del capitán chichimeco
y dijiero los treinta y dos mis caudillos que por el numbre de
Dios Nuestro Señor y a la Virgen Madre de Dios, y a Santiago,
que nos saque con bien en este puesto con bien, pené a mis
principales, que por el numbre de Su Magestad y no bajace a
caballo, que emos de belar toda la nochi y a media nochi diero
lando a los chichimecos, mientras aga beriguación de ellos.
Maneció el domingo por la mañana, ante que salga el sol diero
alarido, nos sustamos todos, después cobramos valor
todos, que en numbre de Dios Nuestro Señor y el Espíritu Santo,
y a la Cruz Santíssima y Santiago. El dicho día domingo
truxo la rrepuesta el dicho capitán don Juan Criado chichimeco
y a doña Juana su muger, el cual nos truxo quince godorniz
para mi presente, y un peze y un venado entero. Dixo que no
tenía más regalos que darme y dando la repuesta que dijo si ay
personas de beinte y cinco mil y tresientos y ventinuebe
chichimecos, que ay en este puesto, para que estén ingual.
Digo yo don Nicolás, capitán general, respondí que de muy
buena gana los trairé los beinte y cinco mil y tresientos
bentinuebe hombres cathólicos en mi pueblo de 1\ila, para que
se haga la batalla a hombre a hombre. Dijo el chichimeco don
Juan Criado, y a doña Juana su muger que esperaba el día de
Santiago, que no faltaran ninguna que traiga el padre, para que
me diesse el bautismo y a mi muger, me he de casar luego,
quando se haga el dicho paz y dos campana, para que se alegre
a mis basallos y que me ponga en este cerrito una cruz en
forma y pidió la mano y abrasamos, hemos de aser amigo: dijo
esta rasón y despidió todos los principales al dicho chichimeco
don Juan Criado y a doña Juana Criada. A las quatro de la
APéNDICE DOCUMENTAL
tarde salimos en su poder de ellos a bentiquatro de mayo de
mil y quinientos y dos años. Dieron alarido quando salimos y
venimos a dormir en donde está un río grande, que avía tantos
sabinos. Oy llegamos miércoles como a la tarde a bentisiete
de mayo del año de mil quinientos y dos años. Llegaro todos el
cabildo, y común con su capitán general don Nicolás emperador
y mandó que se llamase todos los demás principales que
se quedaro en mi pueblo con todos los demás hombres
cathólicos los que están todos los barrios, que se junte de mañana
juebes a bentiocho de mayo. Viniero los principales don
Vicente notario, y a don Gregorio Martín, don Diego Bárzena,
don Diego Flores, don Miguel Franco, don Nicolás Banda, don
Pedro Majeda, truxo mil y siete cathólicos, y le diero la rrasón
lo que dixo el capitán chichimeco don Juan Criado, y a doña
Juana Criada su muger, dixo que Uebase beintisico mil y tresientos
y beintinuebe, pide el dicho capi- tan
chichimeco, para que estén ingual a los chichimecos de su
generación de ellos. Respondiera a los dichos cathólicos, que
se haga en numbre de Su Magestad lo que tiene mandado
nuestro rey y señor don Carlos Quinto, digiero todos, que ce
haga. Señor don Nicolás capitán general respondió el capitán
don Nicolás, que dijo: En numbre el Eterno Padre y lespíritu
Santo, y a Santiago y a la Santíssima Cruz y a nuestra Magestad
digo yo que se junte todos los cathólicos dentro de tres días los
bentisinco mil y tresientos y bentinuebe. En numbre de Su
Magestad que salga a mi caudillos y capitanes, que se juntasse
dentro de tres días sin que falte a dichos mis basallos, para que
vamos a México, a darles la nueba a Su Excelencia señor virrey
don Luis de Velasco. Oy domingo por la mañana a 30 de
mayo se juntara, oyeron missa del Espíritu Santo los que nos
pertenese a la doctrina presente todo el común; después de
missa, y la doctrina estubiero en el cimenterio: en medio del
62 63

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
cimenterio está puesto una cruz de madera de dos estados se
sentaro todos los cathólicos y menores basaltos del rey nuestro
señor congregadores, delante de su capitán general todos
los principales de los principales de su linage. El capitán se
sentó una banca, radiado el cimenterio, los principales en medio
y enmedio puesto una silla, se sentó el padre señor bachiller
nuestro doctrinero don Juan Bautista, y dijo el padre una
rrasón: señor don Nicolás, que hable a los hijos que le den las
noticias y las nueba lo que ha de aver esta conformidad, lo que
dijo el capitán chichimeco, y a doña Juana chichimeca. Digo
yo don Nicolás, en numbre de Su Magestad que soy yo su
capitán general emperador de la Nueva España y su governador,
alcalde, y fiscal mayor, alguacil mayor y su doctrinero,
de este pueblo de Tula: señores cathólicos, hijos míos, mis
basallos, como me tiene mandado el rey nuestro señor y al
señor virrey don Luis de Velasco, óigame a vosotros mis hijos,
le daré la rrasón a que vamos a la Gran Chichimecas, onde
están una laguna y tres cerritos, a congregar y a conquistar a
los dichos chichimecos, que se haga una conformidad, por Dios
Nuestro Señor al Eterno Padre y al Espíritu Santo habló todos
los cathólicos en una voz y a los menores le dijo a su
capitán general señor don Nicolás capitán general obedecemos.
En numbre de Su Magestad bámosnos, llebemos a la fe
de christianos a mi padre don Juan Bautista lo emos de llebar
para esta conquista, y dijiero todos los principales: tengan ánimo
hijos, que es para el servicio de Dios Nuestro Señor que
morió en la cruz por nosotros, derramun su Sangre Santíssima,
conquistamos estos infieles, que nos manda a nuestro rey y
señor. Digo yo don Nicolás, capitán general, dentro de dos
días les doi pena a vosotros y notifico a todos, como están en
presente, a los principales y menores mis hijos, para que se
haga una petición amplia para la Audiencia, onde están nues-
64
APéNDICE DOCUMENTAL
tro virrey don Luis de Velasco, se oirán la conformidad de los
dichos cathólicos del pueblos de Tula y las nuebas de esta
Gran Chichimecas, las conformidad, que dijo que llama
beintisinco mil y trecientos y beintinuebe cathólicos, para que
estén ingual a sus basallos del dicho chichimecos, y a doña
Juana chichimeca, su muger. Oy martes por la mañana a treinta
y uno de mayo de mil y quinientos y dos años ago la petición
para a Su Excelencia el dicho capitán general don Nicolás de
Tula. Excelentísimo señor virrey, doile a Vuexelencia las noticias
y las nuebas que hay en la gran Chichimecas, un capitán
. chichimeco que llama don Juan y a su muger doña Juana, que
dijo que de muy buena gana como que diga una conformidad,
venga la Christiandad, como venga hombres beintisinco mil y
trecientos bentinuebes, para que estén igual con mis basallos,
porque tengo ventisinco mil y trecientos y bentinuebes y traiga
dos campana y el padre, dijo el capitán chichimeco. Llamón a
todos sus basallos, les tomón pareser; dijero todos de una boz
en su lengua de ellos: como sea hombre a hombre, para esta
guerra, que se haga esta conquista, ya que lo manda a nuestro
señor, hablando en su lengua de ellos. Y dijo el capitán de ellos:
hijos míos, de buena gana biene los cathólicos ofrece el bautismo
y matrimonio y unas mantas y ropa y regalo, para que
estemos con una conformidad. Esto dixo el capitán chichimeco
y a doña Juana chichimeca, lo que ha de aver en la guerra, y
dio un alarido de contento día el domingo en la tarde
a bentinuebe de mayo de mil quinientos y dos años. Despedimos
su capitán de ellos, dimos la mano, y abrasamos en presencia
de todos mis principales, que nos espera el día de
Santiago a gritos todos ellos ha de ser hombre a hombres, así
que salga el sol el dicho día, testigos todos mis principales, el
qual estando todos en presente, juramos a la cruz en forma
que es verdad, diziendo y incando de rrodillas delante a nues-
65

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
tro rey y dijo el rey en su facultad: A vos señor don Nicolás, mi
capitán general el pueblo de Tula, amparador de los menores
cathólicos, principal de los principales, le doi esta conducta
para amparador, has de congregar estos infieles el dicho puesto
a laguna de la mapa de los chichimecos, en donde están tres
cerritos; Uebes a sus hijos, cathólicos, sin que falte, ni faltar
tiene Vuestra Merced poder, podéis llebar en qualquier puesto
forsadamente. Ya dio el rey nuestro señor don Carlos Quinto,
que Uebéis en sus armas real condunto, que Vuestra Merced
caminar onde llegare a ser paraje, a de aver ojos de aguas,
asiendo pueblo ficiente con los dichos cathólicos y diciendo
que en numbre de Su Magestad en un llanto todos ellos mugeres
y hombres, porque viero cargar todos sus bastimentos bastantes
y bastantísimos de masa, con cenisa, y sal de bautismo,
todos los treinta y tres principales, lebantando, disiendo: vamonos,
que nuestro capitán general van por delante guiando y a
Pedro de Christo y Gusmán, que lleba las armas de nuestra
Magestad que nuestro Padre Santiago, y a la Santfssima Cruz
de nuestro Padre Eterno, ban estampado, y a don Alonso de
Granada, y a don Alonso Cuini lleva una estampa del Espíritu
Santo. El dicho don Alonso Cuini lleba el estampa de Nuestro
Padre San Juan Bautista. A don Miguel de Bocanegra trai la
estampa de la Concepción. Se lebantó le dijo el capitán de la
guerra que es don Martín Arco y flecha, su peludo Moctesuma,
bestido en su mismo cuerpo con un peto, en su pecho ciñido,
en su codo de bronze, sus codo de los brasos y pies, y los
demás de su cadin cargado en sus armas y ciñido cuero de
benado, tapado de la mitad de su cuerpo, con su murrión de la
cabesa, y de bronce, en medio puesto una pluma blan- ca de paz, y más armas que llebaba de su antigüedad de
macan. Y llegaro al puesto onde están el rrío grande están
rrodiado de savino, están un ojos de agua; en la orilla de dicho
66
APéNDICE DOCUMENTAL
rrío están un cerro rrodiado de peña un rincón, allí ce pararo,
durmiero todos los bentisinco mil y tresientos y bentinuebe, ce
rrodiaro en la peña y su capitán arriba con todos los principales
arriba, para esperar el día de San Juan, para que puciesse
pueblo por el mismo día y el mesmo día celebraro la missa del
Espíritu Santo, iciero la doctrina, todos estaba enterado, no
faltaba ninguna. Después la missa se sentaro, y ce lebantó el
fiscal mayor dio el exemplo, de otomín, de lengua de los
cathólicos y se lo dijo a todos ellos en numbre del Padre y del
Espíritu Santo dijo que es fiscal mayor de señor don Nicolás,
se animaro los hijos y que muy bueno la Christiandad lo que
vamos hgsiendo que nos manda el rey nuestro señor haser
esta conquista y le pedimos Dios fuersas y vida para cumplir
el dicho conquista. Oy es día de San Juan Apóstol 3 como me
tiene mandado el rey nuestro señor los puesto que llegare si
tiene ojos de agua ha de ser pueblo. Digo yo don Nicolás capitán
se ha de llamar este puesto pueblo de San Juan del rrío
primero pueblo este día Nuestro Padre San Juan diero el Vítor
a todos los principales cathólicos al rey nuestro señor y al señor
don Luis de Velasco, virrey de esta Nueva España y a
señor don Nicolás, fiscal mayor, doctrinero y poblador, conquistador
de esta Nueva España. Se alegró todos los principales
y a nuestro padre doctrinero, señor bachiller don Juan
Bautista, testigo como se nombró este pueblo de llamarse San
Juan del río y a todos los principales cathólicos quedaro contento
todos el común, que dijo el fiscal mayor a las dos hora de
la tarde, que se alegrassen, que paciase el paseo, que se haga
las calles para el paceo: a las sinco de la tarde se a de aser el
paceo en todo el común que señalasse el primer, el primer
fundador el dicho llanito onde selebró primer missa de la
1 Es yerro, que era San Juan Bautista.
67

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
Christiandad, que se haga quatro calles en quadra, biene a ser
como ocho calles, de esta fundacio, y a vista de todos los
cathólicos dentro de una hora se tasaro las calles,
que haga una enrramada que sirbe de capilla; de esta fundación
tiene dos mil y quinientas brasadas en quadra, tasó a los
dichos cathólicos, y señalon en cada esquina con cruz bajo de
madera de sabino berdes. Fue los cathólicos onde están su
capitán general y el padre don Juan Bautista y el intérprete de
la lengua otomín. Llegaron todos los cathólicos en su presencia,
postraro los pies ante el padre y su capitán dijiero todos
ellos, que ya está tasado la fundación dijo el capitán oyendo los
capitanes y sus caudillos. Habló señor don Nicolás, que se
rrepique las dos campanas y clarín y caja de la guerra, que
salga la bandera blanca de paz, salga el alférez a don Pedro
Gusmán de Christo, todos los demás principales salga a caballo
en numbre de nuestra Magestad fundamos esta dicha fundación,
ha de llamarse pueblo de San Juan del rrío, salga a pie,
que vaya a don Martín adelante el dicho paceo, enmedio de
ellos va los principales en quatro calles, el capitán con el padre
don Juan Bautista, enmedio para cumplir el dicho fundación
que nos manda el rey nuestro señor y el señor virrey don Luis
de Velasco, para dar el cumplimiento el dicho pueblo de San
Juan del rrío diga a todos a una vos: pueblo de San Juan del
rrío, en numbre de Dios Nuestro Señor del cielo y de la tierra,
salgan en paceo con caxas y clarines que se aparta treinta
capitanes, rrodiando el dicho fundación, con armas de fuego,
por los dichos chichimecos, enemigos, porque están asiendo el
paceo de la fundación. Andubiero el paceo de las quatro calles
a el lebante, sur y norte, y poniente, a las seis de la tarde,
metiéndose el sol se acabó de fundar la dicha fundación del
pueblo de San Juan del rrío a gritos todos: Vítor al rey nuestro
señor y al señor don Luis de Velasco, virrey de esta Nueba
68
APéNDICE DOCUMENTAL
España, y al señor don Nicolás, capitán general del pueblo de
Tula, principal de los principales, poblador y conquistador de
esta dicha Nueva España, y mandó y notificó que toda la nochi
que aiga guarda de los quatro esquina de los ocho calles. Y dijo
una voz: maneciendo Dios que se haga entre todos los cathólicos
un precidio mientra que llegue el día a Nuestro Padre Santiago,
para ir a con- quistar los infieles chichimecos
están el puesto de la Gran Chichimecas, onde vamos. Que ce
haga la bcriguación embiamos la noticia, que sepa a nuestro
virrey don Luis de Velasco, que está dicho pueblo de San Juan
del rrío numbramos el mesmo día de Señor San Juan, que fue
el mes de junio a bentiquatro de mil quinientos y dos años.
Oy día del mes de junio a bentisinco del año de mil quinientos
y dos años, hisimos la planta del precidio treinta brasadas a
en quadra y de alto sincuenta brasada de dos piesas, techado
arriba de madera de sabino, y medio lo mismo trabesado con
sabino, cada quadra arriba y abajo con su quatro tronera arriba
y abajo, todo ello son treinta y dos tronera, y con una cruz
arriba y una bandera arriba blanca de paz y con las arma del
rey nuestro señor don Carlos Quinto se pobló luego cada esquina
vivió un principal llamado don Nicolás de Mora, que es a
la parte de norte, a la parte de lebante pusiero un principal
llamado don Juan Juárez, a la parte del sur lo pusiero don
Marzelo Chimal, a la parte del poniente lo pusiero a don Alonso
Gusmán. Éstos son los dichos principales y alcaldes y fiscales
y alguacil mayor doctrinero del dicho fundación pueblo de San
Juan del rrío, y vivió cien cathólicos en los dichos quatro calles
señalaro el pueblo de San Juan del rrío. Fuero los testigos todos
los principales, como los demás los bentisinco mil y tresientos
y bentinueve los cathólicos pobladores y a nuestro padre
doctrinero don Juan Bautista. Oy a bentisinco del mes de junio
de mil quinientos y dos años a vista de todo como se hizo las
69

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
firmas, y al padre doctrinero don Juan Bautista, el que fue
escribano es don Pedro de Christo y Tapia, el notario es don
Fernández de Tapia, el intérprete es don Alonso Gusmán y
Tapia; éstos son los principales, y principado linage y su
jeneración, don Nicolás del pueblo de Tula, general, con él con
dos van de la mano derecha, presentado con todos sus basallos
y menores y los dichos principales su amparador de ellos en
numbre Nuestra Magestad don Carlos Quinto, y a nuestro virrey
don Luis de Velasco, se hiciero los firmas de la dicha
fundación del pueblo de San Juan del rrío. Dijierpn todos los
injérsitos. Primeramente el Eterno Padre que están
en los cielos y en la tierra, y en todo el mundo centro de la
tierra, y a su hijo Christo Nuestro Señor derramun su Santíssima
Sangre por nosotros pecadores de este mundo; en una voz
dijiero los principales cathólicos y los demás menores, que dibujen
a nuestro capitán general don Nicolás emperador, fiscal
mayor, doctrinero y governador, alcaldes y alguacil mayor, queremos
que firme una firmas amplias, como me tiene mandado
el rey nuestro señor don Carlos Quinto, que firme el dicho
fundación de San Juan del rrio. Echa las voces a gritos dijo el
escribano: caballeros, en numbre de Su Magestad tenga la pluma
Vuestra Merced firme lo que Dios manda, y a Su
Magestad.— Digo yo don Nicolás, capitán general de los
ingércitos, hago mi firmas enumbre nuestra Magestad don
Carlos Quinto y señor virrey don Luis de Velasco. Digo agora:
hago mis firmas por mis basallos pobladores, testigos todos el
común. Estos dichos rúbrica dijo entonce en presente de todos
los principales: Vítor a todos ellos, en una voz alta firmo. Digo
yo don Nicolás enumbre nuestro rey señor y al señor virrey
hago mis dicho firmas amplias, como me tiene mandado a don
Nicolás Montañés hijo idalgo, capitán general de esta Nueba
España, decendiente de rey emperador la gran provincia del
70
! WF
APéNDICE DOCUMENTAL
pueblo de Tula, congregador y conquistador cathólicos y
governador, fiscal mayor, doctrinero de la lengua otomín, y en
Castilla de la lengua tlascalteco, cómo resebí la fe christiano
primero, juntamente con doña María Malinzi del pueblo de
Tlascala, el cual recebimos la fe que truxo don Fernando Cortés:
ningún pueblo resevía la fe, todo era en contra la fe. El
dichos dos pueblos cabesera, que es Tula y Tlascala, onde se
cantó la primer bagenlio, onde nació Malinzi y Malintto, que
fue intérprete. Esto dos pueblos, cabecera de la Christiandad,
testigo un linaje a don Malinto mestisa, lo pusiera hijo del sol,
hija de la luna, hija de la estrella. La dicha cathólica fue hijo de
un dicho principal, llamado Origuela de Villafaña, notario de la
Nueba España testigo amplia mientras Dios fuere serbido. En
el numbre del Padre y del Espíritu Santo echo mi rúbrica. Don
Nicolás poblador, conquistador a los dichos
chichimecos oy a bentisinco de junio de mil quinientos y dos
años, hago mi dicho rúbrica que ningún menores españoles,
algún tiempo viniere desamparado los dichos mis indios pobladores,
sin perjuizio en sus pueblos lo ganara por sus brasos las
tierras, lo que pertenese sus pueblos que tubieres ficiente medidas,
para eternar que tribute a nuestro rey y señor hago dicho
firmas mi rúbrica, por esta conducta, que traigo la mano, y
facultad firmo mis firmas. Digo yo capitán don Nicolás de Tula,
hecho mis dichos firma, que es don Nicolás de Tapia y Gusmán,
de la Real Audiencia de México de la Orden de Santiago, principado
de los principales de la Nueva España, como se hiso el
primer fundación el mismo día de San Juan, su pellido del rrío,
capital general don Fernando de Tapia, Origuela de Villafaña,
notario del pueblo de Tlascala, 4 doña Juana Malinzzi intérprete
4 D' Juana Malinssi, D" Pedro de Christo y Guzmán, escribano por Su
Magestad.
71

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
de la Christiandad de letra y pluma que sabía muchíssimo de la
lenguaje, congregadora y pobladora de México tiene toda facultad
de la Real Audiencia de México con sus sabidurías agel, 5
y agel corta la lengua castellana en todos los bocablos,
entérprete mayora de Castilla, porque enjendró un español, el
que saltó en tierra, el qual se llamaba de nombre hijo del sol,
hijo de la luna y de las estrellas, se le dio el numbre a los dichos
principales de Tlascala, se llamaban las doña su dicho padre,
se llamaba don de los Ángeles el primer bautismo que fue
bautisado en México por su mandado a su hija Malinzzi. Su
padre la dicha Malinzzi rezibió la fe primero ya don Nicolás el
pueblo de Hila, a Malinzzi bautisado en la entrada de Tlascala,
en onde resivió la fe. Éstos son ios cathólicos primero que les
haze la merzed al rey nuestro señor puede tener tierras ficientes
para los cathólicos.
Digo yo Malinzzi, corto en toda la lengua castellana, de la
Nueba España, notadora de la Nueba España de la Real Audiencia,
onde estaba una águila real con su pico de oro, un
palacio real que está el rey mi marido, que es don
Mutesuma de la Nueba España soy notario de él y escribano
los señores cathólicos y caballero de la Orden de Santiago
Cortés, Cortés de Santiago el rey de esta Nueba España que
es el munarca, mando y escribo el dicho escribano don Pedro
de Christo y Gusmán; soy yo testigo la primera fundasión, que
disen de San Juan del rrío. Embié en mis formas para dibujar
mis firmas mis dichas firmas. Digo yo doña Malinzzi
congregadora y pobladora, conquistadora principalas de los
principalas, soy testigo como se ha fundado el primer fundación
que dise San Juan del rrío. Embié en mis formas y mi
5 Ágil, querrá decir.
72
WS&RF.
APéNDICE DOCUMENTAL
rúbrica, soy yo testigo amplia esse dicho fundación. Soy yo
mui biejíssima, con mis firmas bastaba. Digo yo doña Malinzzi,
don Alonso Altamirano, caudillo del injérsito. — Don Fernando
de Tapia, capitán. -Don Alonso Cuini, capitán. Don Miguel de
Bocanegra, capitán de sunora. Don Martín Arco y Hecha,
capitán. Oy a bentiséis de junio concluimos la dicha fundación
nueva, firmando todos los dichos principales. Oy salimos a las
siete de la mañana a vesitar el presidio se sentaro en unas
bancas para haser la consulta en su mesa grande de cabildo.
Entró primera a señor don Nicolás, principado de los principales,
congregador y poblador y conquistador de la Christiandad
de la Santa Iglesia Cathólica Romana, y con el padre don Juan
Bautista, doctrinero y confesor es dicho lengua de los otomín
cathólicos, y dijeron todos que vayan llamando la quenta a los
bentisinco mil y tresientos y bentinuebe hombres christiano
bautizado en su pila de Tula. - Digo yo don Nicolás en numbre
de Nuestra Magestad, si ay quien vaya al puesto a donde vamos
a congregar a los dichos chichimecos. Y rrespondiero a
una boz todos y los principales que vaya el dicho don Martín,
entiende la lenguaje de los chichimecos. Se hizo de su forma
de meco, rrodiado de las plumas de su cabeza; se ciñu en un
cuero de benado, cargado de sus flechas con su arco: treinta
flechas en las manos con el arco, con dose hombres, llebólos
misma manera, se armaro como los meco, sus carcage de ellos
los llebavan ziñido. — Señor capitán don Martín, intérprete de
los dichos mecos, ya llebáis dose hombres por delante y lleba
esta carta mía al capitán don Juan Criado y a su
muger doña Juana Criada. Assí que lleguéis el puesto el medio
cerrito, el que está en medio de la laguna, llama el dicho capitán
don Juan Criado, y a su muger doña Juana su muger
Criada disiendo en su presencia de él, leí en mi carta, que la
enbió el dicho capitán don Nicolás y dijo don Martín: oy esta
73

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
carta 6 a Vuestra Merced está encomienda de la lengua
chichimeca, y se la leyó a don Martín en su lengua de ello me
olgaré que Vuestra Merced goza mucha salud, así mesmo de
su muger doña Juana Criada y todos los demás sus basallos,
los bentisinco mil y trecientos y bentinuebe. Le doi noticia a
Vuestra Merced que gracias a Dios poblamos un pueblo que
llamamos San Juan del rrío, quedaro todos los hijos contento,
es para el servicio de Dios Nuestro Señor y a Su Magestad.
Ahora digo yo: tengo ánimo señor don Juan y doña Juana y
que ce anima sus hijos, que emos de quedar bien, a la
Christiandad, lo que encarga a nuestro rey y señor don Carlos
Quinto, por la gracia de Dios, y a nuestro virrey don Luis de
Velasco, virrey de esta Nueba España, el que están en México.
Y así señor capitán don Juan animar mucho a sus hijos,
como emos dicho la primera que no faltará que bestir todos
ellos, ropa y manta y de comer para sustentar, congregamos y
poblemos este Gran Chichimeca, que no faltará el sustento
que es mucho la misericordia de Dios; Christo Nuestro Señor
padeció por nosotros, derramó su Santíssima Sangre, todos a
de ser lo que Vuestra Merced manda, te han de dar el bautismo
y su muger, que me dará quenta y noticias dichos sus
basallos, y contar de nuebo si están acabando la quenta de lo
que rae dijo de bentisinco mil y trecientos y bentinuebe, y espero
la repuesta, y no más. Guarde Dios muchos años. San
Juan del rrío a bentiocho de junio de mil y quinientos y quatro
años. Besa la mano de Vuestra Merced don Nicolás Muntañez.
Don Nicolás Muntañez, emperador, hijo y dalgo, decendiente
de rey, capitán general de esta dicha Nueba España, principal
de los principales, congregador y poblador, y con-
Carta del capitán católico al chichimeco.
74
APéNDICE DOCUMENTAL
quistador de la fe, me embió facultad al rey nuestro señor don
Carlos Quinto por la gracia de Dios y a mi señor virrey don
Luis de Velasco me hiso caballero y me dio la conduta, que
puedo poblar suficiente pueblos para el serbicio de Dios y a Su
Magestad que ninguno haga perjuizio los tiempos que viene, a
los dichos pueblos que voi poblando, que los ganaré por mis
brasos, con mis basallos cathólicos y principales y governadores.
E de poner cada pueblos, amparar a los pueblos que
ninguno campiar, ni trocar a los pueblos sin perjuizio ninguno.
El que quiciere, e hiciere perjuizio de so pena tres mil y ochocientos
pesos para el rey nuestro señor el parte de los christianos
y como en México lo mismo en dicha pena, tres mil pesos y
ochocientos pesos don Nicolás capitán general, governador de
la dicha Nueba España porque no perdiese su tributo a Su
Magestad por las dichas tierra y citios y caballería y sus sementeras,
lo que le pertenese al pueblo de San Juan del rrío
bente reales sus tributo cada persona casado, y persona sola
diez reales por la pertenecía de tierras, de esta dicha España
el rey nuestro señor y a mis principales todo lo que a de aver y
ay oy le sirbe al rey, paga el tributo la misma cantidad, cien
pesos por la fe christiano 7 cathólico y acudirán su iglesia y su
doctrina esta dicha fundación nueba de San Juan del rrío.
Oy despedimos 8 de esta dicha fundación nueba; ya llegó la
rrespuesta del dicho capitán chichimeco, que truxo a don Martín;
por más señas se sentara en un centro el medio del cerrito
a su mano unas peñas a pelo de la tierra. Ce centó el chichimeco
con su muger doña Juana; ya llama a don Martín, ce centaro el
medio a don Martín, para que den la rrepuesta de la carta del
7 No puede ser.
8 Quando se despidió la Conquista del pueblo nuevo de San Juan del Río.
75

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
señor don Nicolás, capitán general, le habló en su lengua al
chichimeco y le dijo que llamase doze hombres que truxo en su
compañía, que estén en su presencia y crusada las manos delante
del capitán chichimeco 9 que está haziendo quenta
numerando a la jente, si avía los bentisinco mil y trecientos y
bentinuebe. Vino el intérprete de meco y capitán de ellos, de
su numbre de él se llama Chochone, que vinieron todos asustado
de ellos, y baílente ynojadícimos, le dijo a su capitán de
ellos, que socegasse, que esperar la rrasón, que dijo don Juan
Criado, y a su*muger a doña Juana Criada y gatano. Dio la
respuesta el Chochone, que dijo que ya avía otro más bastantísimos
de mecos, como más de quinientos de la quenta dijo el
meco. 10 Los principales que an dir quinientas personas a este
puesto que pide el capitán don Nicolás y Tapia, poblador del
pueblo de Tula, cabesera primer Christiandad. Sepa vosotros
disiendo los capitanes, si no quiere ir con gusta que vaya amarrado
con rigor. Lasaron todos ellos las manos por detrás cada
rriata de ixtle, trai diez hombres justaro quinientos, con sus
principales de ellos. Un llanto aquella nochi dijero los que se
quedaro, y que disen: Uebaro forsadamente los lleba los conquistadores,
los capitanes de Tula, lo Ha al señor don Nicolás,
governador, emperador, capitán general de esta Nueba España,
en dicha cabesera de Tula ganó la fe primero governando
en la Real Audienci Juez rreseptor y oidor y escribano real en
4 Mientras que venga su intérprete del capitán chichimeco.
10 Según la relación, no va consiguiente; pues de la respuesta del meco
Chochone se pasa a la prisión de los 500 hombres, y éstos fueron del pueblo de
Jilotepec, como adelante se dice, y en el escrito antiguo, de donde saco este
traslado, de la foja 8 se pasa a la 11, con que faltan dos fojas, además que no se
refiere la respuesta del capitán chichimeco a la carta de D" Nicolás, ni la vuelta
del capitán D" Martín a S. Juan del Rfo.
76
APéNDICE DOCUMENTAL
México su presencia de señor don Luis de Velasco virrey le
dijo le habla en la Audiencia señor don Nicolás, caballero intérprete
de las lenguas diferentes naciones, caballero de la
Orden de Santiago, caballero de los caballeros, disiendo esta
rrasón: esta nochi dijo un principal de ellos, el que se quedó de
esa ora, consolón a sus hijos, los que dejó a los capitanes, el
principal se llama don Miguel de Barcena, y otro principal don
Gregorio Banda y otro principal Ernández y Fernández. Éstos
tres principales volviera a consolar a sus hijos que
muy bien va asiendo a nuestro governador don Nicolás, general
de la cabesera de Tula, lo que de llevar forsadamente hombres
cathólicos para la guerra de la Gran Chichimecas la
conquista que disen, es bien para vosotros y para todos. Éste
es primición de Dios esta Conquista. Vamonos señores, y dijo
en el camino, le dijo los caudillos y capitanes, son tresientos y
rresporidió un don Alonso Gusmán y don Pedro Rramírez: es
bien para vosotros y tengan ánimo, obedecemos lo que el rey
manda, y el capitán general don Nicolás y llegamos a las ocho
de la nochi al precidio el nueba fundación de San Juan del rrío,
y encerramos luego a los dichos quinientos hombres forsados,
y con sus principales de ellos los metieron en los agujeros de
maderas, porque son muy desconfiados los de Xilotepeque,
encadenados sus pies con esos agujeros de maderas. En
beintiquatro horas le dimos las núebas, y la rrasón a nuestro
capitán señor don Nicolás de Tapia y sumas y Cárdena, que
ya trujimos quinientos hombres de Xilotepeque muy
forsadamente y mandó al capitán general que los puciera en
las manos con unos arillos de madera crusados dentro del
precidio, para que no se juigan, que los sepa muy bien a estos
quinientos hombres, lo han de rrodiar el precidio; dos nochi y
un día ha de estar presos, porque ya el tiempo de la guerra, se
van poniendo para el mismo día de la vísperas de Santiago,
77

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
que mañana es la víspera. En numbre de nuestra Magestad
pare en mi presente todos los dichos principales y consueles y
animar a los dichos cathólicos, ya el tiempo esttá serca, que
viene a nuestro Padre Santiago sus días. Señores míos caballeros
an de apartar siquenta hombres para que llebes lo dichos
presentes para estos caballeros, que es Juan Criado y a doña
Juana su muger y capitán don Chochone, y a don Patano, y a
don Cinmataro su pellido y don Faña, su pellido Benado, y el
capitán Saurín y don Arcos y flechas, flechador. Han de llebar
esta rropa que prometí a estos dichos hombres. Otros siquenta
hombres, que llebe los bastimentos que prometí a estos dichos
caballeros tengo prevenido bastantísimos bastimentos. Estemos
con una conformidad muy gran- de, han de
prebenir todos han de vestir todos armados y todos sus peto de
los caballos. Estos petos son texidos de baras de aurel muy
apretados, otros géneros de ixtle ce ase los peto, otros géneros
de baras que se parece cañas berán, son para los peto, para
armar los caballos muy bien armados. A los dichos trecientos
y siquenta principales de a caballos, blancos los escudo, y otros
géneros de colores, peto sus cuerpos. Paro otros principales
los tengo hechos de plomo rrico todos ellos, quitados a los beinte
principales, que son de jierros, porque yo llebo el vistuario del
señor Cortéz, lo que trujo de España. Estos dichos armados
embió a Su Excelencia señor virrey don Luis de Velasco. Llegó
el día de la víspera de Santiago; por la mañana celebró la
missa al padre ministro, de Espíritu Santo don Juan Bautista,
se alegró mucho; después de missa dijo en la lengua otomín,
que ya nos vamos oy, tenga ánimo hijos míos, se lebantó el
cabildo, que ya llegó la hora, bámonos hijos, bámonos. Y
rrespondió los menores en alta voz: segunda posesión queremos
para esta fundación nuebas, dijo en alta voz. El capitán
suplicó, hijos todos vosotros lo que dije, ha de venir nuestro
78
APéNDICE DOCUMENTAL
virrey don Luis de Velasco, caballero de la Orden de Santiago,
que nos ha de dar una pocisión amplia, para que ninguno entremetas
en los dichas tierras, ni vender, ni trocar ni a mis
principales.Vosotros vais poblando los pueblos, no hago mas
que me manda el rey nuestro señor don Carlos Quinto, rey de
Castillas. Vamonos de aquí esta hora a poblar a la Gran
Chichimecas, oy a bentiquatro de junio" de mil quinientos y
tres años. Sale los injércitos esta hora. Dijo el capitán en alta
voz: En el numbre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
que es un solo Dios verdadero, del Cielo y de la tierra, en alta
voz se humillaron todos los injércitos. Mandó que tañez las
campanas, que ya nos vamos. Otra campana vayan adelante,
onde están unas peñas coloradas, se ponga arriba, tañendo
quando llegue la conquista. Digo yo don Nicolás governador
que ce abre el precidio, salga los quinientos hombres, los de
Xilotepeque o los desconfiados que se ponga en medio
de los bentisinco mil y trecientos y bentinuebes, que hagan
calles a mis dichos caudillos, que ponga a los injércitos en
ringleras, en diez en diez de ringleras apañados, la calle original
abierto de quatro brasadas; abiertos se pusiero trecho de
cien cordel de largo a largo, dose cordel de anchos, se acabó
de poner se pusiero los principales arriba armados todos. Señor
capitán ya están puesto todos los cathólicos, jecute a Vuestra
Merced, y nos mandó, coximos nuestras armas de fuegos, y a
los cathólicos cargadas todas sus flechas, y otros géneros de
armas y bastantísimos de bastimentos. Dijo el capitán traiga
mi sombras de angeo antigua, cinco baras en quadra, y de
ancho, con sus ciete astas puesto con lanzas arriba, traimos
nuestro ministro, pusiéramos a caballos enjaisado de mil colo-
Es yerro, julio ha de decir de 1502 años.
79
B1BLIOTE CA
•AfAEL SARCIA 6RABAI91
INSTITUTO DE

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
res, de jaes en su peto el pecho debajo de su sotana, con sus
armas de Santiago, a lado derecho. A nuestro padre cuidamos
con muchísimo orden an de cuidar. Señores cavalleros, digo
yo don Nicolás capitán: los gran conquista de la Gran
Chichimecas, e numbre nuestra Magestad subo a cavallo el
pie derecho, me centé a caballo en mi cilla de antigua enjaisado
mis caballos todos, arrededor vestido colorado y blanco
matisado, con mis peto fina de España, de los brasos; y los
pies y mi caballo la misma manera, pongo la golilla antigua,
pongo el sombrero negro antigua de Castilla, con una pluma
blanca grande alta muy desponjada. Delante de mi van mi
murrio, lleva mis murrio a don Fernando de Tapia paliado con
don Miguel de Bocanegra y a don Pedro de Gusmán. Ya está
todos según como salimos en Tula, es mas ahora, es más aora,
es más ahora tañe la campana, salga la caxa de guerra; ya ban
don Martín intérprete, con dose hombres intérprete, suene las
caxas, que vayan adelante la caxa y enmedio tres, y a nuestro
Padre Santiago, adelante el alférez va a caballo, suene el clarín
que van disiendo a los cathólicos: conquistar, conquistar,
conquistar; congregar, congregar, congregar, fundación, fundación,
fundación. Sonando el clarín y disparar las armas de
fuegos ciete hombres a caballo, que va teniendo la sombra el
capitán cathólico, y el padre Bau- tista se puso una
capa negra. Señor don Nicolás sus armas de Santiago con su
conducta del rey nuestro señor viene caminando los camino
los llanos lisos. Algunos mecos, que anda en los cerros lo devisa,
fueron a topar la conquista, otros que viene otro lado, otros
que embió los capitanes de la Gran Chichimeca mil chichimecos
a recibir, con su capitán de un meco flechador a onde están
este cerrito gordo colorado, y está unas peñas con dos cuebas
grandes, onde estaban sus casas de ellos, un chichimeco estaba
llamado don Lobo, y allí esperaba la Christiandad mil
80
APéNDICE DOCUMENTAL
chichimecos, que pusiero una enrramada, todo de palma sotol
muy grande, y colgaro la campana. Tres veces diero ladrido
delante de don Martín, con sus dose capitanes, y contento de
ellos. Ante de llegar hiciero un rrecibimiento muy bueno y espantoso,
que dijo un meco de ello, meco muy lar su pellido
Mataro, que dijo una rrasón que los mataría a todos. Empezaro
a guirriar con don Martín, ce flecharo unos y otros, todos ellos
dieron ladrido pelando: con los capitanes de don Martín, se
pusiero todos los cathólicos el puesto bueno a lado derecho de
la fe, éstos sonólos mecos muy brabos de otras naciones, el
cerro que llama el Lobo y otro capitán de ellos se llama el
Coyote; y los soldados con sus adarga, de baras de texido muy
bien; se pararon y ba reculando, porque a don Martín es de la
lengua de ellos, le ablan, lo están conquistando por mis brasos;
el alférez con su bandera rrebollando la bandera de paz,
reculando hasta que llegó el cerrito. Mandó el capitán que rrodea
los cathólicos, bastan su alegría que son muy ballentes. Después
embió un intérprete, le dijo a don Martín, que disen el
capitán que le diga el chichimecos brabos: ya bastan, que traigo
para vestir con todos sus basallos. Entonse se paró la guerra,
que de muy buena gana que suban arriba al señor principal,
con la fe y el padre, que le daremos nuestro regalo que ay por
acá: le truxiero treinta gallo del munte, y treinta benados y cien
godornices. Esto sucedió a las cinco de la tarde, que va metiendo
el sol. Echaro el bando que aiga guarda en todo al
rrededor del cerro, y mil chichimecos por delante, todo al
rrededor que sirbe aora el cerro coló- rado, como
precidio. Los pusiero a los quinientos hombres forsados debajo
de las cuebas, las manos amarradas con rriata a los dichos
quinientos hombres de Xilotepeque los desconfiados contra la
fe, y lo velaro otros principales caudillos; aquella nochi no se
durmiero, quebrantando el sueño desde a caballo, así los de
81

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
abajo los trecientos principales, el cerro, con los mil chichimecos,
disparando las armas de fuegos, todos arrededor arriba a disparar
los cientos armas de fuegos y las banderas, caxas y
clarines de la guerra de paz, puesto la banderas dibuxado las
armas del rey nuestro señor a los dichos chichimecos, éste
dando gritos.
Digo yo, don Nicolás, capitán general mandé llamar al cacero
del cerro, que es don Lobo, chichimeco viejo, al que llamaro El
Meco, su peludo Mataro, muy baílente y otro chichimeco, que
se llama su pellido don Coyote del munte del lobo. Llegaro con
mucho obedecimiento de mi bos, de mi lengua de chichimeco,
es la hora de media nochi. Llegaro a mi presencia, subió arriba
dichos hijos míos, le di su ejemplos de su lengua de ellos, que
cepa hora qué es la Christiandad que traemos, que ay Dios,
que están nuestro Dios en el cielo, Padre Eterno, y su Santísimo
Hijo derramón su Santíssima Sangre por nosotros hombres
pecadores, porque no vamos onde está el castigo, que nos tiene
guardado en su fuego ardiendo muy altos llama; y así hijos,
que ce haga este paz, aquí traemos el bautismo y el matrimonio.
Oyéndome esta rrasón los dichos chichimecos, caballeros,
hicando ellos de rrodillas delante del padre a nuestro
presencias, precetando a mi conduto y mustrar lo manda al
rey nuestro señor que ce ha de conquistar a vosotros, entonces
se lebantaro ellos, le besó las manos y los pies al padre, y
el capitán los pies y las manos y el cetro, que dijo ellos que ce
concluya acá: y le contradijo el capitán su rrasón, que allá la
Gran Chichimecas, ha de cer la conclusión por la mañana ante
que salga el sol el día de Santiago, allá vamos todos a ser esta
conquista. Se lebantó a los chichimecos, caballeros principales
de los chichimecos, se sentaro todos ellos, llamaro el caudillo
don Fernando de Cárdena, que diesse la ropa vestir a estos
82
F
APéNDICE DOCUMENTAL
hijos, a dos brasadas de paños de an- tigua anjeo
tupido cada uno; y llamaro los mil chichimecos, le dieron una
brasada a cada uno de paños antigua anjeo. Testigo a don Lobo
y a los demás otros mecos, don Mirano. Los vistiero muy bien;
esto fuehra media nochi, y quedaro muy contentos de paz.
Porque a don Martín intérprete aquella nochi lo estaba
aberiguando y conquistando como se a de aser, y dijo el capitán
don Juan Bautista, ha de aver notificación para notificar de
sus armas a mis injércitos. Llamaron el Saurín aquella nochi, le
tomaro su pareser que dijo: muy bien viene la Christiandad,
que está de paz los chichimecas, como oyó lo que susedió que
hiso el capitán los vistió a los mil chichimecos, que disen : es
bueno vestirnos que dijo los injércitos, que disen el Saurín que
ya están notificado a sus armas, se ha de haser la guerra a
hombres a hombres sin armas ninguno. Esto dijo el Saurín, le
dijero a don Martín con sus dose capitanes, y delante a don
Juan Criado, y a su muger a doña Juana Criada, y a don
Chochone, y a don Patano, y a don Meco, don Águila, el cual
su pellido flechando un águila real, se defendió el águila debajo
de su pino cupido, le agarró los pies la flecha, testigo como se
ha de guerriar hombres a hombres ante que salgo el sol. Esto
mandamos, obedecemos la fe christianos, que trai nuestro capitán
general de la Nueba España el pueblo y cabesera de
Tula. Lleba señor don Martín, lleba esta rasón a nuestro capitán
ya estamos muy bien enterado acá la Gran Chichimecas
ante que salga el sol a de aver esta conquista. Sale a don
Martín el puesto a las tres de la nochi, con sus dose capitanes
en donde estaba la fe el puesto del cerrito colorado, onde está
el capitán que trai la fe, y le dijo: Vuestra Merced muy bien
vamos están enterado a los capitanes de allá, y estoy enterado
que quise las armas a los cathólicos, que disen allá an de guerriar
83

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
a hombres a hombres sin armas ningunas los bentisinco mil y
ochocientos y bentinuebes hombres cathólicos. 12
Es costumbre haser ingual cosa de la voluntad que del servicio
y suplir la falta de lo que se dan, con lo que sobra el deseo
de dar, aseguraba para no buscar defensón contra la ojeción
de poca veces en semejante supaciones suele faltar y quedar
esta vos en su autor tiene por principal; porque de la suerte el
que usa de antojo no se las pone para vernos ellos embarasar
allí la vista, sino para pasar adelante, por medio de ellos ver
otra cosa, y así en el caminar a Vuestra Merced en su
executoria de su metría en que saqué ante no fue para con
solo cumplir con obligaciones que a Vuestra Merced tengo
sino para haser camino principio dedicar al lustre nombre de
Vuestra Merced todos que de aquí alante sacar mobimiento
me a ellos dos cosas; la una corresponde con la obligación que
tengo como mi mersona; otra utilidad que de ellos de mi escrito
se sigue: Porque como las piedras no rrecibe tanto balor del
hombre que tiene, pudiendo ser falsas, contrahechas y como
de las personas en cuyas manos así mis obra con protector, en
quien ce encierra tantas excelente virtudes, con tanta aprobación,
y a satisfacción de todos, podrá librase de la calunia, y
contradisiones de los que como se exercitan en inquirir en la
adbertencia ajena. Y así suplico a Vuestra Merced, que rriba
este servicio como de personas, que desea aser en cosa mayor
de la Nueba España del mes de julio a bentisinco del años
de mil y quinientos y dos. Aunque la intención de mi escribir y
el concepto que tengo de los virtuoso letores, cuya costumbre
es aser ingual cosa de voluntad, que a el servicion y suplir la
12 Aquí parece quiso el historiador mostrar lo agudo de su ingenio, amontonando
disparates sin pies ni cabeza. Debe de ser carta escrita del capitán meco,
que para él sería algarabía, y aún para mí lo es.
84
y&F'
APéNDICE DOCUMENTAL
falta de lo que se dan, con lo que sobra en deceo de dar a los
dichos cathólicos y así mesmo que ya, listando; ya es hora
para estar el puesto cerro blanco, que está rrodiado de peñas,
vamos que es liste en forma.
En numbre de nuestra Magestad de España don Carlos
Quinto por la gracia de Dios, rey de Castilla, y al señor visorrey
don Luis Velasco, caballero de la Orden de Santiago,
governador y capitán general de esta Nueva España y al señor
don Nicolás, general, governador, de los principales principado,
alguacil mayor, doctrinero y caballero de la Orden de
Santiago, conquistador y congregador y po- blador,
asiendo fundaciones de los pueblos dando ficientes tierras a
los menores, como han de tributar al rey nuestro señor con
hombres cathólicos que van entrando a la Gran Chichimeca,
que son bentisinco mil ochocientos y bentinuebe; a las quatro
ora de la mañana, listaro de nuebamente y todos los trecientos
principales, que vuelva a poner a mis dichos cathólicos panados
andir a diez cada rringleras de largo a largo, son de quatro
brasadas, que quepa dies personas, los principales a los lados
de los cathólicos attres a tres con sus armas de fuegos, y a
caballo armados y en punta blanca de paz, disparando cada
soldados tiene bente libras de pólboras cada uno. Va el alférez
mayor enmedio, enmedio de los cathólicos don Pedro de Christo
y Gusmán con ciquenta soldados hombres de a caballos,
enjaisado los caballos, todos armados con sus adargas, todos
armados en punta blanca, y buenos caballos armados, pintado
el castillo del rey enjaisado todos de blancos de ceda antigua,
el alférez en su caballo blanco enjaisado muy bueno, deresado
de sedas antigua, en su cilla bordado de cedas pasada con
fleco de oro muy lucido en su armado degeto de Castilla, dorado
de listado de oro, en su murrio con una pluma negra y blanca
muy desponjado, vestido negro y su golilla antigua colgado
85

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
en la cilla adarga de circulo: tiene sus arma en águila y un león
y un pino el dicho principal con sus armas de Santiago, de su
capa negro de la Orden de Santiago, le llama don Pedro Gusmán
de Christo y Tapia de Cárdena, y Chimal y Altamirano son su
peludo el dicho principal governador, emperador de dicho pueblo
de Tula, que van rrebollando la bandera con sus injércitos
que lleba sus mil hombres a pie, van delante a nuestro capitán
con dies caballo enjaisado armado todos va teniendo unos hombres
cathólicos y seis chichimecos brabos, están vestido todos
cargados sus armas adelante con cinco escopetas, iban cien
soldados con el pariado en quatro a quatro disparando, lleba
diez mil hombres cathólicos en su lado a pie, con sus armas,
flechas y otros armas antigua; y al señor don Martín que va
muy adelante el embajador entérprete, con sus dose hombres
guerríadores, armado todos de peto de plomu fino,
con su murrio de plumas blanca todos; lleba a pie cinco mil
todos armados, lo rremedan al jaez de los chichimecos, siñido
en sus cuerpos al rrededor de plumas en sus cabesas muy
espantoso, hechando lágrimas a los ojos todos ellos. Y le dijo a
don Martín: buen ánimas, éste ha de ser primición de Dios, que
ya no tiene .rremedio, ya estube en su argumento a los dichos
chichimecos, que ha de ser la guerra a hombres a hombres;
este consuelo le dijo a sus basallos en alta voz: Aquí lleba la
estampa de Santiago a don Alonso Gusmán Altamirano y a
don Miguel de Bocanegra de Villa señor y a don Antonio de
los Santos de León, y a don Marzelo Chimal y a don Bartolomé
Ximene, y a don Diego Prado y Garcías, y a don Juan
Hernández de Mura y a don Diego de Granada, don Juan Caballero
de Águila, todos son caballeros de la Orden de Santiago,
capitanes mayores, todos enjaisados, armados de punta
blanca con sus peto y sus darga, y con cilla antigua bordado de
cedas seda pasada negro y verdes, el dicho capitán con su
86
APéNDICE DOCUMENTAL
espadín en su lado bordado de ceda, con los puñuz negros y
blancos, y a don Diego Ramírez de Castro en su compañía, y
un don Nicolás Temascal, y a don Vicente de Fría y a don
Diego Coronel: éstos son los guerríadores, juntamente con don
Martín guiando a los dichos mecos mil adelante, en compañía
con don Patano embiaro las nuebas que ya llegamos el puesto,
en donde estaban enclabado la flecha de los señores de la
laguna, que viene como un quarto de legua, largó onde vive
nuestro capitán le dijo el sargento mayor que es don Melchor
de los Reyes, su peludo Muctesuma y Cortéz, le dijo señor
capitán don Nicolás conquistador y congregador de esta dicha
congregar nueba, que rrespondió el principal de los principados
que dijo nuestro sargento mayor mis caudillos pasa adelante
a ver a nuestro padre que venga a dando las campanas
atrás, con otros quatro mil cathólicos, en compañía la fe
christianos, que viene otros quinientos mecos con el capitán
Lobo y don Coyote de los naciones del cerro gordo que llaman
a todo una piesa entero de masiso era, que viene atrás hasiendo
rruido de contento, flechandos a unos y otros, tajando en sus
arcos, que dice que avía veinte sargentos y quatro banderas,
sonando cajas y clarines, como treinta cajas, los cajeros
armados, con sus flechas a caballo armados en la sombra
del capitán, llebaban los mecos para poner el puesto original
onde está el cerro blanco 13 rrodiado de peñas blancas. Así que
llegó el capitán luego al istante saliendo el sol ya tenía puesto
una puente de un braso de la Laguna, asea la parte onde sale
el sol; esta puente mandó haser el dicho capitán don Juan Criado
y a su muger doña Juana Chichimecas, para que pase al
11 Éste cerro blanco es el último que está como venimos de México antes de
bajar a el llano de las carretas.
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CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
señor don Nicolás capitán general que ya los mecos está
dasando todos encima el cerrito muy tupido y muy espantados,
y sustados a los cathólicos, porque éste día está puesto su
vida, que dice la ¡relación de los cathólicos, que se paró el sol
y se puso muy manilo jumiado, con una tempestad de paz,
como fue mesmo día de Santiago, se apareció una cruz alta,
como quatro brasadas de alto, con sus rresplandor y blanco
enmedio de los chichimecos que los devisó 14 a los cathólicos
entre los chichimecos brabícimos. Entonces cobró valor los
cathólicos, y consolaro todos los bentisinco mil y ochocientos
bentinuebe, lipiando sus lágrimas y sudor; y muy espantoso
para ganar el dicho puesto, y muy hermusísimo de rrayos a la
Santíssima Cruz y a Santiago por un lado se apareción enmedio
de ellos de los dichos indios, que los vimos todos esos milagros.
En este tiempo estaba el embajador en medio de ellos
hablando con don Juan Bautista, que disen Juan Bautista ya
tengo notificado a las armas a mis basaltos, y amuntonando
dies brasadas de altos y quatro de anchos, con sus carcajes y
arcos. Estos dichos carcajes son diferentes colores, están
rredado con pellejos de qualquier animal fierícimos; con sus
adarga de ellos, que disen las puntas son de pedernal y blanco
muy afilado, y las punta suelto de baras quemado como hierro
delgadísimo; éstos son las flechas que disen son violenta, que
pasan a parte a parte a un contrario, y mil naciones y otros
jaes de mecos brabos. Esto vido el embajador y dise doña Juana
Criada chichimeca puede principiar de presto a la
guerra, y a los basaltos están sueltos, que entre de presto a
este batalla, que ya están tendido los cinco calles y otros cinco
son des trabesadas, como ellos estaba en sus patria; están
14 Dividió querrá decir.
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APéNDICE DOCUMENTAL
todos compuestos, y muy alborotados y mil sus hijitos también
está puesto enmedio onde están el muntón de flechas rrodiados
y bailando a los mequitos con sus armas hecho guarda el muntón
ya ban el intérprete y el embajador el puesto del cerrito blanco
que el capitán notificó todas las armas y flechas que traía a los
cathólicos y otras armas que antigüedad que vamos ya, que
están sueltos a los contrarios de sus armas, llamó presto alta
voz, presto esta batallas, y ce rrepartió ficientes pólboras setenta
y cinco arrobas para todo el día se puso el capitán adelante,
guiándolos a sus basaltos soldados, se puso el capitán un
caballo, que le llama la bolona, muy enrrisado, embosado y su
murrio que dijo un meco, habió muy bueno, lleva la cara tapada
(cubierto) a dame espanto, se espantará a nuestros capitanes,
se pondrá la cara como el que dize los Saurín que dise ha
matado, si es como el sol, que lo ha de matar en un instante,
dise ellos; yendo el capitán le encerró todos el murrión onde se
divissa para ver sus oguera en un grano de dos luz y los siceló
con una bentanita el murrión, como un minuto nomás, en onde
rresollaba y el padre se armó lo mismo manera, lo pasado por
un lado el pie del cerro grande, que llama en su compañía
rrodiado de la laguna, onde está el otro cerrito el peñasco, que
está a la parte que se mete el sol, con sus tres campanas, para
devisar las-entradas, con otros principales don Marcelo Chimal,
en su compañía a don Diego de Aguilar, caballero de la Orden
de Santiago, le pusieron a la sombra el ministro de Angeo de
sinco baras, teniendo a los dichos hombres de a caballos
enjaisado y armados, guardando la fe christianos, el padre
hasiendo oraciones, 15 rrogando a Dios Nuestro Señor de justicias
los que trai a los capitanes, se puso la bara el conducto, la
15 Aquí fue la batalla.
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CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
cruz que trai al señor don Nicolás general de esta
Gran Chichimecas. Se lebantó a nuestro padre ministro, don
Juan Bautista, en presente de todos los injércitos, y el capitán
paró al lado derecho, y los demás principales los de a pie y a
don Fernando de Tapia fue su padrino, al dicho capitán
chichimeco, y a don Alonso Altamirano, y a don Antonio de los
Santos, y a don Miguel Bocanegra, y a don Nicolás de León, y
a don Bartholomé Gusmán alférez, y a don Alonso Gusmán
lubrando con un cirio, iban adando como dose paso, para tomar
la fe de bautismo el capitán chichimeco. Primero lo
perignaro, le cojió la mano derecho a su padrino, replicando en
dicha señal de la cruz, el Espíritu Santo, Amén, Jesús, lo
bautisaro, que ha de llamarse don Juan Bautista Criado, fundador
y congregador y conquistador de los dichos chichimecos.
Todos sus injércitos se hincaro de rrodillas, porque estaban
recibiendo el agua de bautismo a don Juan Bautista, que dijo
los caribes los capitanes que suene las canpanas de paz, es
como rrogatiba. Después que lo bautisaro el dicho capitán se
sentó delante a nuestro padre que ya lo trai a doña Juana
chichimeca, que lo trai a los otros principales don Marzelo
Chimal, que fue su padrino, y a don Vicente de Castillo, y a
don Diego Juárez, y a don Juan Lope, lo bautisaro y se hincaro
todos, que ha de llenar doña Juana Criada, pobladora y fundadora
de la Gran Chichimecas. Manda los caribes que toque la
caja de guerra, y campanas de la paz, habló en alta boz los
bentisinco mil y ochocientos mecos y que se casa luego a nuestro
capitán mayor, y que tome al matrimonio de la Christiandad a
la Divina Magestad de Dios, que fue dicho padrino el señor
capitán don Nicolás, caballero de los caballeros de la Orden
de Santiago, y selebraron luego, lo festejaro, que dijiero los
caribes, que vamos vamos fundando la fundación, lo que les
manda a nuestro capitán general el rey nuestro señor don Car-
90
APéNDICE DOCUMENTAL
los Quinto, que fundase la fundación onde hiziere paz a los
dichos chichimecos y al nuestro Excelentísimo Señor visorreyes
don Luis de Velasco de México te dio a Vuestra Merced facultad
para que poblase luego a los dichos fundaciones. Hablando
el dicho capitán don Juan Bautista, ya doña Juana de
San- tiago esta rrasón, le dijo a su padrino: que vamos
concluyendo el dicho sentro¿ y que se trata luego ha de
poner una cruz en forma 16 que manecerán por la mañana ante
que salga el sol, puesto la cruz grande en forma, eso quiere ver
a mis capitanes caribes que son diesiséis naciones, con otro
naciones, que están a la parte del norte, se llama Cuini y Orozco.
Éstos son los dichos caribes que están en mi presencia de mi
boda, oy día de Santiago por la tarde después a las sinco de la
tarde a bentisinco del mes de julio, años de mil quinientos y dos
años de este dicho conclusión y posesión a los dichos principales
don Nicolás general y los demás principales los trecientos
cathólicos principales y a los benticinco mil ochocientos
cathólicos están todos heridos, y escalabrados y ensagretados
por esta batalla, y a mis injércitos los bentisinco mil y ochocientos
mis chichimecos los mismos manora heridos y
ensagretados. Éstos son los testigos amplia, que guerriaron
con los cathólicos testigos y todos los demás principales, y los
diesiséis caribes y a nuestro padre don Juan Bautista, ministro
de la fe de la Christiandad y al señor general testigo amplio
damos y juramos la cruz como es verdad en dicho posesión;
en una boz altas dijo los caribes, los capitanes y a todos sus
injércitos, los bentisinco mil y ochocientos dijiero ellos de sus
lengua, que es por premición de Dios que es verdad, juramos
la cruz la verdad, como ha ganado los dichos cathólicos con
16 Principio que tuvo la Santísima Cruz.
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CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERETARO
muchíssimo guerra de desta mañana ante que salga el sol,
guerriamos onse horas a hombres a hombres esto fue verdad,
y que jures a los dichos bentisinco mil y ochocientos cathólicos
que es verdad, nos jiriero a nuestros cuerpos, que lo ganamos
el dicho fundación que estamos poblando, juramos cruz que
fue verdad en dicha posesión que disen: Y habló todos los
congregadores, por todos treinta y un mil y seiscientos hombres
mayores, alsaro las manos en cruz, que fue verdad esta
dicha entradas, y demás quinientos mecas y otros más de mil
mequitos juraron la cruz. Estos estaban en el puesto onde estaba
el muntón de sus armas, que son sus flechas caribes.
Maneción el dicho días por la mañana a bentiséis del
mes de julio años de mil y quinientos y dos años a las seis de la
mañana en que dicho día llegó la cruz en forma que pidió a los
señores mecos pusiero el sentro onde estaba la bara, y lo abriero
el dicho cerro de una brasadas de jondo, para clabar a la Santa
Cruz en forma que es un pino dose baras de alto ella, porque
dijo el capitán que hiccran deligcncia aquella nochi la cruz, lo
cortaro onde está una loma tendida, que están un cerro grande
muy alta, que llama el cerro de las niebes. 17 En manos a manos
lo traxiero la cruz de piesas truxo los cathólicos y de seis
baras sus brasos en dicha cruz, los pusiero a las seis de la
mañana la cruz, lo empalmaro y lo pararo el centro que tiene
una brasada de jondo en dicho centro peña dura. Y mandó el
señor capitán que toque las campanas a rrogatibas, que la Cruz
Santíssima nos ha de amparar en la dicha fundación y después
dijo el capitán don Juan obedesemos, ya está visto la cruz y les
dixo a sus capitanes, que se junte todos a su jeneración para
que oiga en xemplar de la doctrina de la Christiandad, los que
17 Parece ser este cerro el que llaman Cimatario, nombre de un capitán
chichimeco.
92
APéNDICE DOCUMENTAL
encarga el rey nuestro señor don Carlos Quinto, y al Excelentísimo
Señor visorrey don Luis de Velasco, mandó el fiscal
mayor señor don Nicolás dijo en alta voz: se ha de celebrar la
misa del Espíritu Santo y a Santiago y a la Santíssima Cruz, en
que padeción a nuestro Redentor, Nuestro Señor, Hijo de Dios
Padre que están en los cielos y en la tierra, y en todo lugar.
Son tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y pusiero
un sacristán, un cathólico, se llama don Juan Garsías, dieron el
oficio de los Angeles, y otro principal don Nicolás de los Angeles
cathólicos de Tula, y que tañe las dos campanas alegre
tres beses, después de las tres bases, que toque a rrogatibas.
Las primeras tañidas se repicaro alegre y cajas y clarines, y
salió el alférez don Fernando de Tapia, y sargento mayor don
Pedro Gusmán, y cabosquadro don Miguel de Bocanegra, los
maestros de campos, que es don Alonso Altamirano y don Diego
Guerrero y don Antonio de los Santos, don Pedro Ramírez;
salió a la mar- cha, marcharon, anduvieron enmedio
del cordel, y la lista, disiendo: se ha de selebrar en la missa, de
la divina dotrina. Señor capitán adelante: al tiempo que estaba
vistiendo el vistuario a nuestro padre ministro de la fe, echaro
cien soldados de a caballo rresguardo con armas de fuego. La
tersera repique como a las nuebe del día, tocaro luego la
rrogatibas-, que oyeran la missa de la Santa Madre Iglesia
Cathólica Romana, que oigan todos los christianos cathólicos.
Se hincó el capitán general y todos sus basallos, conmendando
a Dios, que ya se enpiesa a selebrar la primera selebrasión de
la missa. 18 Visto esto a los dichos mecos, se incaro todos los
18 La primera misa que se celebró en Queretaro fue en este cerro de
Sangremal, en donde al presente esta la iglesia del Colegio Apostólico de la
Santísima Cruz, y ésta estaba debajo de la media naranja, donde la colocaron
los conquistadores como doce varas distantes de el lugar en donde está ahora.
93

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
ingércitos, se cantó el quarto bagenlios, que cántaro esta dicha
congregación, fundasión de la Gran Chichimecas, se
conmendaro a Dios, puciero en las palmas de las manos y así
mesmo a los dichos mecos y a los caribes, y al tiempo que se
alsaro el Santo, golpiaro sus pechos todos ellos, y besaro la
tierra, echaro los ojos al cielos y los mismos a los chichimecos,
estaban humillando delante el sacrificio: alsaro la ostia, golpiaron
todos sus pechos; alzaro el cáliz, lo misma manera golpiar sus
pechos. El quinto vez lo mismo. Este tiempo cántaro el capitán
y Loria Satri, y el Espíritu Santo en alta vos, y toda el injércitos;
después dijieron y rresaron el primer orasión el padre nuestros
con todos los chichimecos, que fue disiendo: Padre Nuestros,
que estáis en los cielos, santificados sea el tu nombre; y a la
Santa María disiendo su prinsipio: Dios te salve María llena
eres de grasias, el Señor es contigo; y la oración del Credo;
éstos son las oraciones tres que lo prinsipiaro a los chichimecos,
y la señal de la cruz después de missa hecho la bendisión al
padre y llamaro el capitán don Juan Bautista, que
Uamassen sus capitanes los caribes, son diessiséis, hincaron
delante al padre le dijeron el banjelio y todos los demás los
bentisinco mil y ochocientos, y los mismos los cathólicos les
dijeron a su bangelio, se acabó la missa, y conmendaro a Dios
todos y a las ánimas que están en el Purgatorio y le cojiero las
manos ai señor capitán general. A los caribes le dijo esta rrassón:
que seremos amigos y hermanos, esta dicha conformidad queremos,
y abrasaro al señor capitán general por el lado dere-
en este año de 1717. Dijo la dicha misa el Br. don Juan Bautista día de Sra. Santa
Ana. (Nota con diferente letra). No se halla en papel auténtico tal Br. ni
registro de que entrase en la pacificación, etc. Esto está lleno de incongruencias
en muchas partes.
94
APéNDICE DOCUMENTAL
cho, y como los demás cathólicos de este tiempo disiendo: Vítor
a la rey nuestro señor don Carlos Quinto, poblador y fundador
de España, y como esta Nueva España de las días, y al
Excelentísimo Señor visorrey don Luis de Velasco de la ciudad
de México y al señor don Nicolás, capitán general de la
Gran Provincia de Tula, el segundo fundasión, Vítor, Vítor del
pueblo de Tlascala, onde se cantó el primer bangelio. — Digo
yo don Nicolás, capitán general de tos, como a las dos hora de
la tarde, llamando a la canpana como rrogatibas, se harán la
elecsión de principal amplia el gusto de tos los injérsitos; descansa
hijos míos, esta hora, mientras llegue a las dos de la
tarde, para haser esta elecsión, tocaron las rrogatibas, se juntaro
todos los dichos chichimecos, lo tomaro parecer, el capitán
don Juan Bautista capitán de mecos, quién ha de ser su
governador respondió don Juan Bautista, que ha de ser don
Fernando de Tapia, governador y capitán de esta dicha
fundasión, y juntaro todos los principales al pie de la Santíssima
Cruz los cathólicos que disen que ha de ser don Miguel de
Bocanegra y a don Alonso Altamirano, capitán don Alonso
Gusmán, don Antonio de los Santos, don Diego Mageden, don
Andrés de Fría, don Miguel Ramírez, don Juan Gomin, quiere
decir sonansa, don Nicolás de Leo, don Luis de Aguilar, don
Diego Juárez, don Juan Coyote, y a don de la Santa Cruz
Hernández, éstos son los que han de exercitar el oficio de
governador son dose principales. Don Juan Bautista, capitán
chichimecos, y a don Lobo, éstos son los cabildo que pide a los
dichos chichimecos, son governadores los tiempos que viniere,
sé han de elejir a sus sendencias. Lo lijiero de éste años de mil
y qui- nientos y dos años, del mes de julio a bentisinco.
Le diero facultad al dicho capitán general para rresguardo esta
Gran Chichimecas a voz de todo el igérsitos y principales originales,
se ligiero la conquista. Y habló una bos a los caribes,
95

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
que no está puesto una cruz en forma, que pedimos. Dijo el
capitán don Juan Bautista: cómo puede ser, dijiero ellos:
maneserá otro días, y lo verá; manesiendo Dios otro días, que
ya se desparesió la cruz, que disen que no es la cruz en forma.
Día a bentiséis de julio de mil y quinientos y dos años, quedamos
sin cruz alta, lo escondiero a los chichimecos; y pusimos
una cruz baja de bara de justicia, para celebrar la missa 19 a los
cathólicos y a los mecos, se hicaro de rrodillas todos a oír la
missa, obedesiero mucho los mecos y pusiero las manos ante
el enbagenlio. Paró el fiscal mayor e lado derecho, que le dio
un exemplo de su lengua de ellos, y después el exemplo de la
vida de Dios, y los preguntó en alta voz, que por amor de Dios
declare qué significa lo que hase de esconder la cruz a vosotro
que es donde padeció nuestro Redentor. Y rrespondiero todos
en una voz alta dijiero: Sí creemos en la cruz, pero no es la
cruz en forma que pedimos, sino una cruz en forma de piedra
de cantería que siempre jamás; y se consoló el capitán general
y que se le trairá hijos míos lo que vosotros piden de aquí
bentiquatro hora pondré una cruz en forma que piden a vosotros,
se hiso un lado; se hincó, oyó missa entera, tipiando su
lágrima y pasó el bagenlio y alsaro el Santo, golpiaro sus pechos
a los cathólicos, y así mismo hiciero los mecos y alzaro el
cuerpo de Christo, y el cáliz, golpiaro todos los ingérsitos, sus
pechos. Después de missa llamaron al señor capitán general
que llamase a todos sus principales y caudillos y así mismo a
don Juan Bautista, en medio de los principales, le dijiero el
bagenlio, desnodo el padre ministro se sentó el medio del altar,
se le dio un exemplo a los dichos chichimecos su lengua de
ellos, y lo conquistó es aora que significa de quitar la cruz alta,
Al padre ministro y tocaron las rogativas para venir la misa.
96
APéNDICE DOCUMENTAL
y respondiero ellos: Una cruz en forma pedimos: y dijo el padre
ministro dentro de bentiquatro horas tendrá una cruz en
forma para siempre jamás. Digo yo don Nicolás,
capitán general, llamé a don Juan de la Cruz, oficial real
arquitetura de la ciudad de México. Le dixo que lo ha de discurrir
una cruz en forma que pide a los chichimecos. Presentó
a don Juan de la Cruz, maestro una petición con los demás
oficiales principales fue disiendo que ha de haser una piedra
de cantería, entera, para siempre jamás. Le presentó la petición
al dicho su capitán delante del padre ministro, y respondiero
a la petición que vayan a traer luego una de cantería, dentro de
bentiquatro horas, que llebéis mil hombres cathólicos, señor
don Juan de la Cruz le asemos cargo de la Santa Cruz, que ha
de traer entera; y fuero a la parte de levante, como sinco leguas
y dos cordel, onde cortaron y acavado luego formaro la
cruz, lo lebantaro con unas aprimas y truxiero con unos bigas
ordinarios, que asen plan, podía venir, lo cargaron quinientos
hombres cathólicos, con unas biguitas crusados, viniero
rremudando con otros quinientos cathólicos la cruz entera sin
piesa ninguna; viero bajar la questa grande, onde están una
cueba blanca que vivían un capitán chichimeco, se llama
Benado; la generado del capitán Chochone. Embió el capitán
don Juan Bautista a se generasio, embiaro mil chichimecos a
topar a la cruz, y traiga entre todos porque se va llegando los
bentiquatro horas que se ha de poner en dicho fündasión y a
las siete horas de mañana lo clabaro la cruz el día veintidós de
julio 20 años de mil quinientos y dos y después lo asitaro el capitán
mayor de los chichimecos y a los demás sus capitanes
caribes, que anda al rrededor del cerro de Sangremal, a la
20 No puede ser, porque la conquista fue a 25.
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CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERETARO
orilla de dicha alaguna, que le están dando la rrasón a los dichos
chichimecos, que la cruz en forma que piden, ya está
puesto, de cantería, le dijiero todos los chichimecos, que están
al rrededor. Llamaro la missa a rrogatibas, la missa de la Santa
Madre Iglesia Cathólica Romana, al tercero día del mes de
julio 2 ' años de mil quinientos y dos, se puciero nuebamente el
altar al pie de la Santa Cruz de la cruz de cantería y los consolara
a las dichos chichimecos y su capitán que ya pusiero la cruz de
cantería que pidiera. Oyera missa luego, hincara de
rrodillas con sus capitanes y congregadores y fundadores y
pobladores, principales de los principado, juntamente con el
capitán de los chichimecos con todos los demás sus capitanes
caribes. Oyendo la missa y poniendo palmas de las manos,
que ya van conquistando y a don Martín Muctesuma intérprete,
le enseña a la señal de la cruz al tiempo de prinsipio de la
missa, de su lengua de ellos le está persignando y a prersignas
con sus manos derechas, y a los caribes y a los demás mecos,
besa la tierra como hase su intérprete, al señor Martín
Mutezuma, es de muchíssimo letra. Oyendo missa ellos alsaro
al Santo, golpiaronn sus pechos, alsaro en la ostias, y el cáliz,
golpiaro sus pechos, y besara la tierra, y persignara: ya van
entrando en la Ley de Dios en sus pechos. Se acabón la missa
le digiero en su bangelio, toda la comarca, estubo un punto al
padre ministro, si es verdad lo que dice de la cruz en forma
que piden, y al capitán don Nicolás dijo lo mesmo. Y dijo una
voz todos los capitanes caribes y como los demás chichimecos
sus injérsitos, que la contradixo la rrasón, y preguntó al señor
capitán general por qué es la causa, entonces se asustara todos
los capitanes y caudillos cathólicos y demás el común, y al
21 Es yerro.
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APéNDICE DOCUMENTAL
padre ministro también, por la rrasón que dijo a los capitanes
de mecos y demás sus ingérsitos, que disen que no es la cruz
en forma, dijieron todos en una voz alta, que esta nochi lo
llebaremos a dexar la cruz en su puesto onde lo rrancaro, a
manos a manos lo hemos de llebar todos los bentisinco mil y
ochosientos barbaron, dijieron ellos: pedimos una cruz en forma.
Se sustaro los principales, volbieron a llamar al maestro
arquitetura don Juan de la Cruz, que le diera término a escurrir
como maestro artífice del oficio real de Su Magestad don Carlos
Quinto, primero maestro mayor que enbentó el oficio real
obrar las fábrica de las iglesias católica romana, juntamente
con un arquitetura de lantigua, llamada Bramante. Respondió
el dicho maestro, dio su rrasón discurrir en esta hora, con los
señores de cabildo principales cathólicos, haremos una consulta
a unos y otros qué significa los punto que diero a los
chichimecos la cruz en forma que piden. Fue disiendo su rrasón
cada unos, que es una piedra dura que piden; otros principales
disen: que es una cruz de barro; otros disen que se
haga una piedra de peñas cruz en forma que piden. Dijo don
Juan de la Cruz, maestro que ha de ser de piesa, éstos ha de
ser primisión de Dios ya se va llegando el término de los
bentiquatro hora, esto se harán violenciamente. Vamos de aquí
al cuesta de éste cerro 22 en frente del cerrito de Sangremal,
sea onde sale el sol, onde están un bertiente a esta alaguna,
está una joya, rrogando a Dios Nuestro Señor y a la Virgen
Santíssima de hallar esta piedra para la cruz en forma que
piden éstos infieles. Fue milagro de Dios Nuestro Señor y a la
Santíssima Cruz de hallar onde está una joya, hallamos sinco
piedra de diferentes colores murado y narajado, y blanco,
21 De donde se sacó la Santísima Cruz de Milagros.
99

CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
narajado fue sus brasos de una piedra de dos estados que ha
de serbir de peña. 23 Labramos la cruz entre siquenta cathólicos,
tiene los brasos dos baras y tres quartas, el cuerpo son dos
piesas, viene a ser del cuerpo dos baras y media, cada piesa
tiene una bara y quarta, y después se labraro en quadrado
todos ella, y después lo perficionaro, lo chaflanaro, y después
que se acabó lo tendiero en el suelo para escopliar; entonces
echaro en su sentro y otro centro en cruz, que viene a ser todo
de alto desde el pie, el cuerpo tres baras y tres quartas 24 desdé
el pie hasta a la cabessa, desde el centro tiene una bara y
ochabo el brasos y otro brasos tiene una bara y ochabo desde
su centro, y viene a quedar tres quartas el buelo de fuera de
masiso. Lo mismo otro brasos, y la cabeza viene a quedar una
quarta y un ochabo, y después hallaro una piedra el mismo
puesto, tiene dos baras de alto, y a los principales mandó que
se haga como media coluna, que tubo una bara de grueso en
quadra; lo rredondiaro como media coluna, sirbió de base abajo
el pie de la cruz. Luego al punto lo abisaro mil cathólicos,
que los trugiero ante que salga el sol onde están
dicho puesto. Así llegara los cathólicos onde estaba la cruz,
olía un olor como lirio y asucena, onde estaba tendido la cruz,
dixieron todos los principales: Cruzmilagro, y fuero todos los
demás capitanes y sien hombres de a caballos, los que costea
a la tierra, a traer en compañía con armas de fuegos, caxas y
clarines y bandera, porque ya lo traía la Santa Cruz, que disen
23 Querrá decir peana.
24 Medida este año de 1717, tiene tres varas, tres cuartas y casi un dedo, sin
lo que oculta en la pared donde está sentada, y lo mucho que se le quitó cuando
se colocó en el lugar donde al presente se halla. La peana está embutida en el
altar mayor, inmediata a el ara, con un rótulo cavado en la piedra, que dice esto
mismo.
100
APéNDICE DOCUMENTAL
en forma, y llegara el puesto de su centro original, y a la hora
va llegando. Esto fue con violencia, coje arena delgado de lo
mismo piedra de cantería, y un poco de barro delgado, lo
mesclaro muy bien, para que sirba en su plan de su fijesa. Lo
plantara la coluna como una quarta onde estaba el centro en
dicho joyo, ce enclabó la coluna como una quarta y lo parara.
Después ensima se van poniendo la cruz encima de la media
coluna. La tersera vez lo pusiera otra piedra de bara y quarta;
le van echando esta rreboltura, que sirba de cal, y después que
se van poniendo de los brasos se van poniendo esta Santa Cruz.
Es por mayor pesado, que disen los cathólicos que no pesan,
que es como una pluma. Alsó a los cathólicos (digo caudillos)
que están a caballo, coje con las manos con unos paños blancos
para tener la Santa Cruz, y al señor capitán hicando de
rodillas, juntamente con el capitán chichimecos y el padre, mirando
como se pone a la Santa Cruz, y un olor que olían en
mucíssimós como un lirio, y como una rosa de castillas, y
asucena y dijo el padre ministro es lindo olor, que la cruz es
milagro, cruz milagro; porque quando hicimos las entradas se
apareció en dicho días de Santiago está Santíssima Cruz es
milagro. En presente al dicho capitán don Juan Bautista, y a su
muger, violenciamente se viniero a los dichos capitanes caribes,
a ver la Santíssima Cruz, que está puesto ya, que disen
ellos en su lengua llame el Saurín de ellos y vino el Saurín
violenciamente, les preguntara: ¿si es la cruz en forma? Y dio
su rrasón: es verdad que es la cruz en forma, en quanto ya
tiene un nubes, porque dijiero ellos: cruz en forma criollo en
dicho puesto. Viniero todos sus injércitos a dar vista a la Santa
Cruz en forma, muy contento ellos, y a los cathólicos tanbién y
se le quitó el susto que ellos tenía, disen todos los
capitanes caribes, y a todos sus ingércitos: Pedimos que después
de la missa, nos dé el padre la señal de la cruz, y tocara el
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CREENCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
rrobatibas tres días y tres nochi, encomendando a Dios Nuestro
Señor por el dicho paz, que se hiso.
Oy día del mes de julio a bentiocho, de mil y quinientos y
dos años por la mañana, lo plantaro en su planta, 25 a la
Santíssima Cruz de cantería criollo desde dicho puesto, lo que
pidiero y mandaro a los chichimecos. A las seis horas ante que
salga el sol, ya estaba la planta de la Santíssima Cruz milagroso,
lo bendisí el dicho días: quedaron contento todos la comarca
así los christianos, como a los mecos. Oyero la missa del
trunfo de la Santa Cruz: agora fue muy de vera de oír la missa
a los chichimecos y muy contento y muy gustoso. Tocaro el
Santo, golpiaro sus pechos, y alsaro lo mismo manera, alsaro
las manos para el cielo y besaro la tierra. Después de la missa
acudiero ellos todos a besar la Santíssima Cruz, que puciero:
quinientos a quinientos llegaba a tomar el bagenlio, dijo que es
la señal de la Santa Cruz, hasta que llegó el número de
bentisinco mil y ochocientos duró como quatro hora, y después
ressaro el Rrosario todos. Después el Rrosario dijo el capitán
don Juan Bautista, y a su muger y a todos sus capitanes en una
voz alta. Enumbre de Su Magestad don Carlos Quinto y a nuestro
visorreyes don Luis de Velasco ya concluimos su mandato
y dimo cumplimiento de esta dicha fundasión, amplia y posesión
significa, lo fundamos a la Santíssima Cruz esta fundación
de la Gran Chichimecas en dicho puesto se llama cerrito de
Sangremal, y pusimos a la Santíssima Cruz, que sirba de nuestro
mujonera para siempre jamás. Lo ganó a los hombres
cathólicos, al dicho principal que enbió al señor visorreyes don
Luis de Velasco a conquistarnos, que así vino su despacho a
25 Colocóse la Santísima Cruz a 28 de julio de 1502 asegún esta historia, y
no puede ser verosímil, pues este año no estaba conquistado México.
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APéNDICE DOCUMENTAL
Su Magestad el qual ha de congregar más fundasiones al señor
capitán general don Nicolás Montañez, hijo hidalgo,
desendiente de reyes, emperador de la provincia de Tula, tiene
facultad, y fielmente, que ha de congregar más pueblos, onde
hubiese ojos de aguas suficientes, darlos ficientes
tierras a sus dichos congregador, por el servicio de Su
Magestad. De ai nase para su tributo real a nuestro rey y
señor don Carlos Quinto, poblador y fundador y al señor don
Luis de Velasco, caballero de la Orden de Santiago.
El quinto 26 días a bentinuebe del mes de julio, años de mil y
quinientos y dos anos, selebraro la missa de la cathólica romana.
Después de la missa se midió desde el sentro, desde le pie
de la Santíssima Cruz, se midió las medidas y cojieron un cordel;
y cada cordel tiene siento sesenta y nuebe baras: y se
midió dos cordeles, que tiene el serrito en contorno y midió el
principado capitán general de la gran provincia de Tula, que es
don Nicolás de San Luis, poblador y congregador de
chichimecos, adjunto con todos los principales y caciques, que
vino en su compañía, que es don Fernando de Tapia y don
Alonso Gusmán, que fue el primer governador en la dicha fundación;
sus alcaldes fue don Alonso Altamirano, don Antonio
de los Santos, don Miguel Bocanegra, y don Nicolás de León y
Mendoza en presente de todos los más capitanes y exérsitos
que presentes estaban, con todos los cathólicos, que son
bentisinco mil y trecientos y bentinuebe, que todos batallaron y
guerrearon, y en alta voz dijieron: en el nombre de nuestra
Magestad se midieron dos cordeles que pertenesía a la
Santíssima Cruz, que fue dicho cerrito de Sangremal, oy día
del mes de julio de mil y quinientos y dos años. Viniendo en
26 Entiéndase el quinto día de la Conquista.
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CRHHNCIAS Y PRáCTICAS RELIGIOSAS EN QUERéTARO
compañía el padre ministro de doctrina y conquistador fray
Juan de Quemada de la Orden de nuestro Padre San Francisco,
juntamente con el señor bachiller don Juan Bautista de la
lengua otomíes, y demás congregadores.
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