Toponimia e cartografía - Consello da Cultura Galega
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CARTOGRAFÍA, TOPONIMIA E HISTORIA MEDIEVAL<br />
Al sureste de la Seu d’Urgell, se encuentran los pueblos de Cerc y de Artedó.<br />
Cerc corresponde a un nombre catalán o románico, ahora en desuso, que<br />
se aplicaba a las encinas (en catalán actual alzina), que deriva directamente del<br />
latín quercus. Desde Cerc, a unos centenares de metros, subiendo por la ladera<br />
de la montaña del Cadí, encontramos el lugar de Artedó, que quizás significaba<br />
lo mismo (artedun, lugar poblado de encinas), en la lengua prerromana que se<br />
hablaba en este territorio antes de su romanización (Coromines, 1994, vol. II,<br />
257). Como hipótesis de trabajo, podemos suponer que quizás, en el momento<br />
en que se crearon estos núcleos de población, to<strong>da</strong>vía coexistían dos comuni<strong>da</strong>des<br />
lingüísticas, que nombraron a su asentamiento de un modo parecido,<br />
utilizando ca<strong>da</strong> una su lengua. Evidentemente, no podemos tampoco obviar la<br />
posibili<strong>da</strong>d de que estos nombres ya existieran anteriormente a la creación de los<br />
dos asentamientos (y por tanto que no necesariamente tuvieran que reflejar el habla<br />
de los habitantes de ambas aldeas). Para comprender mejor las características<br />
de este espacio, en donde se hallan los núcleos de Cerc y Artedó, podemos añadir<br />
que, en este mismo lugar, en época carolingia, existían dos topónimos de hábitats<br />
creados en época romana que no han llegado hasta la actuali<strong>da</strong>d (Ossianne<br />
y Pressimingano). Vemos pues la coincidencia de reali<strong>da</strong>des muy diversas en este<br />
mismo espacio cercano a la Seu d’Urgell.<br />
Cerca de este lugar encontramos multitud de lugares que reciben un nombre<br />
prerromano: Arfa (quizás pedregal), Alàs (hogares), Llirt (fresnedo), Estamariu (el<br />
robledo del redil), Bescaran (valle de los bosques), Carcolze (camino de la peña),<br />
etc. (Coromines, 1994-1997, vols. II y VIII). Estos lugares se crearon en una etapa<br />
de nuestra historia de la que no disponemos de ningún tipo de documentación escrita,<br />
situado en los umbrales de la e<strong>da</strong>d media. En esta época se estaban poniendo<br />
las bases del mundo medieval y, en concreto, de su paisaje. Podemos pensar que<br />
quizás estos topónimos se crearon en el mismo momento en que se edificaron los<br />
villares altomedievales o que quizás estos nombres ya existían antes de que se creara<br />
la aldea medieval (e incluso que cuando, hacia los siglos VI y VII, se creó el villar ya<br />
no fuera comprensible su significado a la gente que empezaba a llamar a las distintas<br />
poblaciones de este modo). Sin embargo, como hemos señalado, en algunos casos<br />
esta ignorancia resulta ser poco probable, por ejemplo en Barguja (desdoblamiento<br />
de un término), Espot (pueblo doble), Alàs (lugar habitado), etc. (Mapa 1). Es un<br />
tema con un notable interés histórico, que debería ser nuevamente estudiado.<br />
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