Toponimia e cartografía - Consello da Cultura Galega

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Aigües-Vives Pérez Piquer/Emili Casanova ciones deportivas, polígonos, etc. En cambio, se han mantenido los nombres de la nueva toponimia turística, especialmente nombres de urbanizaciones, ya que muchas de ellas son núcleos de población importantes. 3.3.8. Transcripción fonética El código gráfico valenciano no permite diferenciar sonidos como [e] y [ε], [o] y [ ] si no llevan acento gráfico. Igualmente, la letra inicial puede pronunciarse [] o [t]. También la aparición del sonido castellano [x], en algunos topónimos de la zona valenciano-hablante que contienen un castellanismo, hace que sea difícil saber cómo se deben pronunciar. Estos casos y otros que aparecen en el CTV nos han decidido a indicar la pronuncia de aquellos sonidos —o palabras completas— que podrían hacer dudar al usuario. La transcripción se sitúa —en la parte correspondiente a la zona de predominio valenciano-hablante— al lado de la palabra que constituye una entrada del corpus, tanto en el volumen I como en el programa informático Topoval. Cuando en valenciano existe más de una pronuncia aceptable de un topónimo, hemos anotado las dos posibilidades, por ejemplo: de Mateu [e] y [ε], de pou [o] y [ ]. 3.4. zona de predominio lingüístico valenciano-hablante 3.4.1. Palabras comunes 282 3.4.1.1. Aspectos fonéticos A la hora de escribir los topónimos no se han tenido en cuenta las modificaciones usuales de las diferentes hablas zonales, la regularización de las que, de acuerdo con la grafía usual, no desfigura el topónimo. Nos referimos a la mayor parte de las vacilaciones en el vocalismo átono, armonía vocálica, betacismo, yeísmo, enmudecimiento de la d de las terminaciones –ada, –ador, ensordecimiento de la silbante africada sonora (apitjat), no realización de [i] en el grupo [i], u otros fenómenos similares. Las palabras comunes que tienen presencia en el Diccionari Ortogràfic de la AVL han sido representadas gráficamente de acuerdo con la forma en que aparecen. Cuando existe más de una variedad reco-

EL CORPUS TOPONÍMIC VALENCIÀ: METODOLOGÍA Y RESULTADOS nocida como variante léxica, se ha respetado la forma propia de la zona donde está ubicado el topónimo. 3.4.1.2. Aspectos morfosintácticos a) El género. Se ha puesto especial atención a conservar el género tradicional de las palabras presentes en el topónimo. Algunos de los aspectos que se han debido resolver son los siguientes: palabras que admiten tanto el género masculino como el femenino (el mar/la mar); palabras que tienen significado diferente según se usan en masculino o femenino (el vall/la vall, el canal/la canal); palabras que algunos hablantes modernamente usan con el género cambiado por castellanización (la marjal, el marge). b) El número. Los valencianoparlantes formamos el plural de los castellanismos adaptados según las normas propias del valenciano, y así queda reflejado en los topónimos (sima/simes). c) Sufijos. En el CTV se ha respetado tanto la terminación –al como la terminación –ar de los colectivos botánicos (carrascal, palmeral, ullastrar, llentisclar). Igualmente, se ha mantenido la diferencia entre el masculino y el femenino en los topónimos que presentan el sufijo –iste/–ista (el dentiste/la modernista). En cuanto al sufijo –ero aplicado a personas (nombres de oficios, gentilicios, sobrenombres, etc.), aunque es muy vivo, los hablantes valencianos no lo aplican sistemáticamente en todos los casos, ni en todas las zonas a las mismas palabras. Así, al lado de formas como el cartero, el pedrero, el agullero, encontramos el carreter, el tender, el cadirer, el cavaller, el carboner, el pastisser. Por este motivo, en el CTV se ha respetado el sufijo –ero en palabras más o menos fosilizadas, como apodos y nombres de profesiones actualmente desaparecidas (el salsero, el pansero, el dulero, el bolangero, el titorero). En cambio, se ha regularizado la terminación –er en nombres de oficios actuales o identificables por la mayoría de la población y en el caso de los gentilicios (el carter, el vaquer, el benisser, el picanyer). d) El artículo. Se han mantenido las formas lo y los del artículo masculino en posición inicial —que son muy vivas en una parte del territorio valenciano— en los topónimos menores y núcleos de habitación uni- 283

EL CORPUS TOPONÍMIC VALENCIÀ: METODOLOGÍA Y RESULTADOS<br />

noci<strong>da</strong> como variante léxica, se ha respetado la forma propia de la zona donde<br />

está ubicado el topónimo.<br />

3.4.1.2. Aspectos morfosintácticos<br />

a) El género. Se ha puesto especial atención a conservar el género tradicional<br />

de las palabras presentes en el topónimo. Algunos de los aspectos que se<br />

han debido resolver son los siguientes: palabras que admiten tanto el género<br />

masculino como el femenino (el mar/la mar); palabras que tienen<br />

significado diferente según se usan en masculino o femenino (el vall/la vall,<br />

el canal/la canal); palabras que algunos hablantes modernamente usan con<br />

el género cambiado por castellanización (la marjal, el marge).<br />

b) El número. Los valencianoparlantes formamos el plural de los castellanismos<br />

a<strong>da</strong>ptados según las normas propias del valenciano, y así que<strong>da</strong> reflejado<br />

en los topónimos (sima/simes).<br />

c) Sufijos. En el CTV se ha respetado tanto la terminación –al como la terminación<br />

–ar de los colectivos botánicos (carrascal, palmeral, ullastrar,<br />

llentisclar). Igualmente, se ha mantenido la diferencia entre el masculino<br />

y el femenino en los topónimos que presentan el sufijo –iste/–ista (el dentiste/la<br />

modernista). En cuanto al sufijo –ero aplicado a personas (nombres<br />

de oficios, gentilicios, sobrenombres, etc.), aunque es muy vivo, los<br />

hablantes valencianos no lo aplican sistemáticamente en todos los casos,<br />

ni en to<strong>da</strong>s las zonas a las mismas palabras. Así, al lado de formas como<br />

el cartero, el pedrero, el agullero, encontramos el carreter, el tender, el cadirer,<br />

el cavaller, el carboner, el pastisser. Por este motivo, en el CTV se<br />

ha respetado el sufijo –ero en palabras más o menos fosiliza<strong>da</strong>s, como<br />

apodos y nombres de profesiones actualmente desapareci<strong>da</strong>s (el salsero, el<br />

pansero, el dulero, el bolangero, el titorero). En cambio, se ha regularizado<br />

la terminación –er en nombres de oficios actuales o identificables por la<br />

mayoría de la población y en el caso de los gentilicios (el carter, el vaquer,<br />

el benisser, el picanyer).<br />

d) El artículo. Se han mantenido las formas lo y los del artículo masculino<br />

en posición inicial —que son muy vivas en una parte del territorio<br />

valenciano— en los topónimos menores y núcleos de habitación uni-<br />

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