01.05.2013 Views

Toponimia e cartografía - Consello da Cultura Galega

Toponimia e cartografía - Consello da Cultura Galega

Toponimia e cartografía - Consello da Cultura Galega

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LA ELABORACIÓN DE UN ATLAS TOPONÍMICO: EL ATLAS TOPONÍMICO DE ESPAÑA<br />

También hay étnicos germánicos que surgieron para denominar poblaciones<br />

de godos, suevos, ván<strong>da</strong>los o alanos —frente a los opuestos Romanos y Romanillos—.<br />

Los suevos —cuyo reino se estableció en Galicia— mantienen su recuerdo<br />

en topónimos gallegos como Suevos, Suegos y Sueve.<br />

Aparte de los constituidos por antropónimos y algunos étnicos, son muy pocos<br />

los topónimos germánicos en los que entran en juego otros componentes;<br />

quizás Frómista (< gót. frum(a)-ist-a ‘el primero’, en referencia a un puesto militar<br />

adelantado, aunque también podría ser un nombre personal), o los gallegos Lobios<br />

(< germ. laubja ‘cobertizo’) y Boiro (de similar motivación: ‘lugar donde se<br />

recogen los útiles del campo’).<br />

Ello se explica por varias razones, pero fun<strong>da</strong>mentalmente por el alto grado<br />

de latinización que el pueblo germánico, y en concreto el visigodo, tenía cuando<br />

llegó a estas tierras, lo que favoreció la pervivencia de los topónimos existentes.<br />

El latín estaba muy extendido en to<strong>da</strong>s las capas de la población, y la lengua<br />

gótica se llegó a extinguir aún antes de la conquista árabe. Los visigodos apenas<br />

modificaron los núcleos de población, y de esa manera también se mantuvieron<br />

sus nombres. Por si fuera poco, la casi inmediata invasión árabe provocó la retoponimización<br />

de muchos lugares y el abandono de otros tantos. Como es lógico,<br />

el dominio musulmán fue menos duradero e intenso en el norte, y por eso han<br />

permanecido mejor en esa zona los topónimos de un estrato anterior, como el<br />

germánico.<br />

Hay que tener en cuenta además que buena parte de las no muchas palabras<br />

de origen germánico que poseen los romances peninsulares proceden del latín<br />

medieval, o bien se introdujeron en la lengua y fueron asimila<strong>da</strong>s pronto por ella,<br />

de manera que los topónimos en los que aparecen no serían tampoco de imposición<br />

germánica, sino de un momento posterior y más tardío.<br />

Algunos de los casos más evidentes de lo que acabamos de apuntar son, por<br />

ejemplo, Burgos 10 y sus derivados —como Burguillos—, puesto que la palabra<br />

llegó a las distintas lenguas románicas desde el germánico común burgs ‘ciu<strong>da</strong>d<br />

10 El nombre de la ciu<strong>da</strong>d castellana de Burgos parece aludir a los barrios de mercaderes y artesanos que se<br />

extendieron a los pies de su castillo y que dieron origen al núcleo de su población burguesa. Estos nuevos<br />

barrios seguramente se desarrollaron al ser la ciu<strong>da</strong>d ya desde el s. IX una etapa importante del Camino<br />

de Santiago y fomentar las peregrinaciones el crecimiento de la hospedería, del comercio y de la artesanía,<br />

y consiguientemente, de la población. Cf. Moreno Fernández (2005: 111).<br />

157

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!