DPBPMCC_Reyes Aragón_Utilidaddelatécnicadeautogeneración.pdf

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55 Rehabilitación del TCE relación que éstas tienen con el nivel de funcionalidad que recupera el paciente durante la rehabilitación. Actualmente existe una amplia variedad de intervenciones dirigidas a minimizar estas alteraciones. Por ejemplo, para la rehabilitación de pacientes que sufren de mareo posterior a un TCE, encontramos técnicas como la denominada técnica de maniobras físicas, la cual se utiliza especialmente en aquellos pacientes que presentan mareo asociado a vértigo benigno paroxismal posicional secundario a TCE (Motin, Keren, Groswasser, & Gordon, 2005; Thakar &Deka, 2000). Dicha técnica, consistente en la realización de movimientos como cruzar las piernas y sentarse en cuclillas, los cuales propician la contracción de los grupos musculares involucrados, impulsando a su vez la sangre por todo el torrente sanguíneo (Idiaquez, 2007). En la mayoría de los casos, la rehabilitación física de pacientes que han sufrido TCE se enfoca en mejorar la postura, el equilibrio, la marcha, así como mejorar la evolución del cuadro clínico en casos en los que se ha presentado hemiplejía o hemiparesia (Machuca, Madrazo, Rodríguez, y Domínguez, 2002). Para la rehabilitación de dichas alteraciones motoras, se han creado diversos modelos de fisioterapia, entre ellos, las llamadas técnicas tradicionales de rehabilitación. Éstas tienen como principal objetivo paliar las manifestaciones musculoesqueléticas periféricas al daño central, sin embargo, dichas técnicas tienen un alcance limitado, ya que dejan de lado el aspecto cognitivo de la rehabilitación y por lo tanto no incluyen actividades o estrategias que busquen impulsar el desarrollo del máximo potencial de recuperación que poseen los pacientes (Barroso y Martín, García, Domínguez, Mikhailenok, & Voronina, 1999; Bobath, 1993). Por otro lado, a partir de la segunda mitad del siglo pasado se comenzaron a desarrollar métodos neuromotores de rehabilitación como el Bobath, el Burnnstrom y el Kabat.

56 Rehabilitación del TCE Bobath (1993) introdujo un método que lleva su mismo nombre, el cual se basa en el aspecto neurofisiológico característico de estas alteraciones, pretendiendo enviar al SNC señales aferentes mediante la manipulación de los miembros afectados. Esta manipulación debe imitar los movimientos naturales de dichos miembros y tiene como principal objetivo la disminución de la espasticidad, así como de los patrones de postura y movimiento anormales. Similar a la técnica Bobath (1993), el método de Burnsstrom surgió con un enfoque basado en las respuestas patológicas del sujeto y en las sinergias del movimiento, las cuales se constituyen en un importante elemento intermedio para la recuperación futura de movimientos funcionales por parte del paciente, permitiendo la iniciación de movimientos, que de otra forma el paciente no podría realizar por sí mismo (Brunnstrom, 1976). Por otro lado, el método Kabat de rehabilitación es una técnica que potencia los recursos sensoriales del paciente facilitando la realización de actividades a nivel neuromuscular (López, Basco, Torres, & Ferri, 2003), la cual ha demostrado su utilidad para la rehabilitación de pacientes con parálisis fácial (Barbara, Antonini, Vestri, Volpini, & Monini, 2009). El método de Kabat recibe también el nombre de Facilitación Neuromuscular Propioceptiva (Barroso y Martín, et al., 1999). Por otra parte, para la rehabilitación de pacientes con TCE, la fisioterapia también ofrece la técnica de rehabilitación sensitivo motora de Perfetti, denominada Ejercicio Terapéutico Cognitivo. Esta técnica se centra principalmente en el tratamiento de pacientes hemipléjicos mediante el mantenimiento del buen estado de las articulaciones y de la elasticidad muscular, así como el fortalecimiento y aumento del nivel de resistencia muscular (Bernal, 2010; Bonito, Martínez, & Martínez, 2005).

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Rehabilitación del TCE<br />

Bobath (1993) introdujo un método que lleva su mismo nombre,<br />

el cual se basa en el aspecto neurofisiológico característico<br />

de estas alteraciones, pretendiendo enviar al SNC señales<br />

aferentes mediante la manipulación de los miembros afectados.<br />

Esta manipulación debe imitar los movimientos naturales de<br />

dichos miembros y tiene como principal objetivo la disminución<br />

de la espasticidad, así como de los patrones de postura y<br />

movimiento anormales.<br />

Similar a la técnica Bobath (1993), el método de Burnsstrom<br />

surgió con un enfoque basado en las respuestas patológicas del<br />

sujeto y en las sinergias del movimiento, las cuales se<br />

constituyen en un importante elemento intermedio para la<br />

recuperación futura de movimientos funcionales por parte del<br />

paciente, permitiendo la iniciación de movimientos, que de<br />

otra forma el paciente no podría realizar por sí mismo<br />

(Brunnstrom, 1976). Por otro lado, el método Kabat de<br />

rehabilitación es una técnica que potencia los recursos<br />

sensoriales del paciente facilitando la realización de<br />

actividades a nivel neuromuscular (López, Basco, Torres, &<br />

Ferri, 2003), la cual ha demostrado su utilidad para la<br />

rehabilitación de pacientes con parálisis fácial (Barbara,<br />

Antonini, Vestri, Volpini, & Monini, 2009). El método de Kabat<br />

recibe también el nombre de Facilitación Neuromuscular<br />

Propioceptiva (Barroso y Martín, et al., 1999).<br />

Por otra parte, para la rehabilitación de pacientes con TCE,<br />

la fisioterapia también ofrece la técnica de rehabilitación<br />

sensitivo motora de Perfetti, denominada Ejercicio Terapéutico<br />

Cognitivo. Esta técnica se centra principalmente en el<br />

tratamiento de pacientes hemipléjicos mediante el<br />

mantenimiento del buen estado de las articulaciones y de la<br />

elasticidad muscular, así como el fortalecimiento y aumento<br />

del nivel de resistencia muscular (Bernal, 2010; Bonito,<br />

Martínez, & Martínez, 2005).

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