Libro fiestas 2008 - Ayuntamiento de Biar

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30.04.2013 Views

Rogelio Piñeiro Albero Un Blanquet en Palma Hace unos meses estaba en casa cenando, suena el teléfono, su voz me era conocida faltaba ponerle rostro. Era Pepe Soler. Me quedé sorprendido por un momento, y apareció una sonrisa en mi cara, cuando me propuso la idea de escribir algo para el libro de fiestas, me emocionó que me lo propusiera, le dije que lo intentaría que me hacía ilusión contar algo, que difícil resulta expresar lo que quieres decir, hasta que un día torpemente escribes y sigues escribiendo y vas buscando dentro de ti, y así empiezo estas líneas: que cuando sean leídas habrán pasado mas de dieciocho años fuera de mi casa, de mi pueblo y de todo lo que quería hasta ese momento, no me lo puedo creer cómo ha pasado el tiempo de rápido, lo pienso y me asusto, cuando voy a Biar aún lo noto más, sobretodo en los niños de mis primos que de un viaje a otro no los reconoces; pero encontré aquí en Palma de Mallorca, mi hogar, y lo digo desde lo más profundo de mi corazón, donde estoy escribiendo estas líneas, donde vivo y donde pienso que seguiré viviendo, una cultura muy parecida a la nuestra, tanto por su lengua, como por las costumbres, sus fiestas populares con sus peculiaridades, en cada cosa nueva que conocía encontraba una similitud con Biar. Las fiestas de moros y cristianos de Pollença que es un pueblo de Mallorca, la primera vez que las ví me pareció estar viviendo las mías propias, notaba en sus gentes el mismo sentimiento –que sólo se entiende si las conoces o participas en ellas– no recuerdo ningún año sin ir a fiestas, y no sé que es lo que se siente no estando en ellas, qué emociones tendría en determinados actos 166 M O R O S I C R I S T I A N S o momentos, nunca falté a la cita, me gusta ver a mi padre de Sargento de nuestra comparsa Els Blanquets, y como mi madre no para de decir lo cansada que está de todo lo que ha hecho, y su cara de satisfacción cuando lo tiene todo listo y a punto para nosotros, cómo se respira esos días como si nos hubiese tocado la lotería, mirando hacia el cielo, esperando que haga bueno, que todo este a punto, los trajes, las pastas, preparando la casa y abriendo su puertas a la calle, alejando el invierno de sus vidas, esperando las Fiestas, esa nostalgia que siento, cuando vengo del aeropuerto y pasas por el puente del alicantino y ves las luces encendidas del castillo y del pueblo cuando vas subiendo hacia casa, mis padres en la puerta, las vecinas te preguntan ¿ya has venido para fiestas mallorquín? algún vecino probando el arcabuz y alguna señora con la tabla con las toñas en la cabeza, huele a Biar, porque es verdad que Biar huele diferente. Esos días también son días de recordar y llorar en soledad y silencio a los que no están, me vienen recuerdos de mi abuelo y de mi tío Rogelio, tan festeros ellos, menos mal que mis primos y sus hijos siguen siéndolo tanto o más que sus predecesores para seguir con la tradición, me acuerdo mucho de mi abuela DOLORES, ”la tremenda”, siempre la siento conmigo, y siempre la vi como el centro de un gran matriarcado, mi abuela, mis tías y mis primas aunque siempre mi tío Miguel tenia un lugar especial en sus vidas, lo hacían partícipe de sus historias siempre. En el año1989 vine por primera vez aquí a Mallorca era agosto y de vacaciones, fueron las primeras vacaciones que coinci- dimos mis padres, mis hermanos y yo, también estaban mis tios Vicento y Malena, eran las primeras vacaciones de mis padres y la primera vez que subieron en avión eso seguro, vinimos todos por separado, yo estaba en un hotel con unos amigos, mis padres y mis tíos en otro, y mis hermanos estaban en casa de Juan y Miguelina, unos amigos mallorquines por los que siento un gran cariño, la ocasión se produjo, mi hermano José estaba haciendo el servicio militar aquí y fue la excusa perfecta para venir, fueron unos días que aun los recuerdo francamente felices. Siempre me he preguntado si sería una señal, la verdad es que me gusto mucho la isla, y los buenos recuerdos que tenía de las vacaciones me la hacían recordar. Esa primavera había preparado unas oposiciones y las listas de aprobados se publicaron en agosto –mi nombre aparecía en ellas, me puse como loco de alegría, no me lo podía creer– mi madre no dejaba de preguntarme ¿pero estás seguro? ¿estás seguro? Porque ese aprobado iba a cambiar mi vida por completo, tenía que dejar mi trabajo después de muchos años en Ca Cañones, y eso era para mi madre algo difícil de asimilar, ahora la entiendo, perder la seguridad de un trabajo, marcharte lejos de casa, aunque estés al lado, era miedo al futuro que no se conoce, menos mal que tomé la decisión acertada, se tranquilizó porque aquello se paró y unos meses más tarde al salir los destinos, el mío estaba en Palma de Mallorca, fue una sorpresa para mí, entonces fue cuando me entró el miedo, fue una decisión muy importante en esos momentos para mí y creo

que acerté de lleno, aunque no es todo así de fácil y alegre, todo tiene sus momentos. Aún recuerdo aquel 23 de enero del 90, primero en el aeropuerto de Alicante con mis padres y mi hermana, ahora me río, parecía que me iba a la guerra, no pegamos ojo en toda la noche, tenía dolor de estómago de los nervios, ese dolor persistió mucho tiempo sobre todo cada vez que iba a Biar y tenia que volver a Palma, –ahora ya no me pasa–, a las 9 de mañana, cuando aterrizó el avión en el aeropuerto de Son Sant Joan, recuerdo que hacía un frío, por lo menos yo lo tenía, no era la isla de las vacaciones del verano y yo mismo estaba “cagao” vamos a llamarlo como era, recojo las maletas y salgo hacia fuera, pero mi expresión cambió de color cuando vi a mi hermano que me esperaba y se le ilumina la cara sonriendo, me había dicho que no podía venir, –aun no había terminado la mili y no tenía libre–, junto a el estaba Juan, al ver caras conocidas vas adquiriendo confianza, cambia todo y vas alejando los pensamientos desagradables y vas saboreando tu nueva realidad, enseguida con Miguelina su esposa fuimos a desayunar café con leche y ensaimada, los dos se portaron con mi hermano y conmigo como una familia, en esos primeros meses fueron muy importantes para mi dos amigos Pacual Parra, que jugaba en esos momentos en el Real Mallorca, y su esposa Rosa que me hicieron sentir en su casa como la mía propia y compartimos muchas horas de nuestras vidas, para mi fue una gran tristeza su partida, y lo saben., pero los llevo en mi recuerdo y cuando nos vemos en fiestas o en navidad me hacen retroceder un montón de años en mis recuerdos. Ese mismo año me matriculé en la universidad en Técnico en Relaciones Laborales, había estudiado el bachillerato nocturno, que se hacía en Villena y cada noche era una odisea, con la furgoneta de Jauli “el panaer”, me acuerdo como si fuera ahora, a las 12 de la noche subíamos del instituto y al día siguiente a trabajar, y recuerdo que lo hacíamos con ganas los que en aquella época íbamos a las clases, no era tan fácil como ahora, ni todos teníamos coches. Aquí fue más fácil, al trabajar sólo por la mañana, tenía la tarde entera para estudiar y en la oficina donde comencé a trabajar tuve todas las ventajas, han pasado 18 años y sigo estando en la misma oficina, con los mismos compañeros que ahora son amigos, y otros que se fueron de los que conservo su amistad, deseándoles con estas líneas que pasen unes BONES FESTES 2008. Rogelio Piñeiro Albero Palma de Mallorca, 2007 B I A R 2 0 0 8 167 RECORDS I VIVÈNCIES

que acerté <strong>de</strong> lleno, aunque no es<br />

todo así <strong>de</strong> fácil y alegre, todo<br />

tiene sus momentos.<br />

Aún recuerdo aquel 23 <strong>de</strong> enero<br />

<strong>de</strong>l 90, primero en el aeropuerto<br />

<strong>de</strong> Alicante con mis padres y mi<br />

hermana, ahora me río, parecía<br />

que me iba a la guerra, no pegamos<br />

ojo en toda la noche, tenía<br />

dolor <strong>de</strong> estómago <strong>de</strong> los nervios,<br />

ese dolor persistió mucho tiempo<br />

sobre todo cada vez que iba a<br />

<strong>Biar</strong> y tenia que volver a Palma,<br />

–ahora ya no me pasa–, a las 9<br />

<strong>de</strong> mañana, cuando aterrizó el<br />

avión en el aeropuerto <strong>de</strong> Son<br />

Sant Joan, recuerdo que hacía<br />

un frío, por lo menos yo lo tenía,<br />

no era la isla <strong>de</strong> las vacaciones<br />

<strong>de</strong>l verano y yo mismo estaba<br />

“cagao” vamos a llamarlo como<br />

era, recojo las maletas y salgo<br />

hacia fuera, pero mi expresión<br />

cambió <strong>de</strong> color cuando vi a mi<br />

hermano que me esperaba y se<br />

le ilumina la cara sonriendo, me<br />

había dicho que no podía venir,<br />

–aun no había terminado la mili<br />

y no tenía libre–, junto a el estaba<br />

Juan, al ver caras conocidas<br />

vas adquiriendo confianza,<br />

cambia todo y vas alejando los<br />

pensamientos <strong>de</strong>sagradables y<br />

vas saboreando tu nueva realidad,<br />

enseguida con Miguelina su<br />

esposa fuimos a <strong>de</strong>sayunar café<br />

con leche y ensaimada, los dos<br />

se portaron con mi hermano y<br />

conmigo como una familia, en<br />

esos primeros meses fueron muy<br />

importantes para mi dos amigos<br />

Pacual Parra, que jugaba en esos<br />

momentos en el Real Mallorca,<br />

y su esposa Rosa que me hicieron<br />

sentir en su casa como la mía<br />

propia y compartimos muchas<br />

horas <strong>de</strong> nuestras vidas, para mi<br />

fue una gran tristeza su partida,<br />

y lo saben., pero los llevo en mi<br />

recuerdo y cuando nos vemos en<br />

<strong>fiestas</strong> o en navidad me hacen<br />

retroce<strong>de</strong>r un montón <strong>de</strong> años en<br />

mis recuerdos.<br />

Ese mismo año me matriculé<br />

en la universidad en Técnico<br />

en Relaciones Laborales, había<br />

estudiado el bachillerato nocturno,<br />

que se hacía en Villena y<br />

cada noche era una odisea, con<br />

la furgoneta <strong>de</strong> Jauli “el panaer”,<br />

me acuerdo como si fuera ahora,<br />

a las 12 <strong>de</strong> la noche subíamos<br />

<strong>de</strong>l instituto y al día siguiente a<br />

trabajar, y recuerdo que lo hacíamos<br />

con ganas los que en aquella<br />

época íbamos a las clases,<br />

no era tan fácil como ahora, ni<br />

todos teníamos coches. Aquí fue<br />

más fácil, al trabajar sólo por<br />

la mañana, tenía la tar<strong>de</strong> entera<br />

para estudiar y en la oficina<br />

don<strong>de</strong> comencé a trabajar tuve<br />

todas las ventajas, han pasado 18<br />

años y sigo estando en la misma<br />

oficina, con los mismos compañeros<br />

que ahora son amigos, y<br />

otros que se fueron <strong>de</strong> los que<br />

conservo su amistad, <strong>de</strong>seándoles<br />

con estas líneas que pasen unes<br />

BONES FESTES <strong>2008</strong>.<br />

Rogelio Piñeiro Albero<br />

Palma <strong>de</strong> Mallorca, 2007<br />

B I A R 2 0 0 8 167<br />

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