30.04.2013 Views

Libro fiestas 2008 - Ayuntamiento de Biar

Libro fiestas 2008 - Ayuntamiento de Biar

Libro fiestas 2008 - Ayuntamiento de Biar

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Raíces<br />

Mi infancia son recuerdos<br />

<strong>de</strong> la plaza <strong>de</strong>l Rabal,<br />

<strong>de</strong> su fuente, <strong>de</strong> la Calle<br />

Sant Antoni, don<strong>de</strong> nací hace ya<br />

algún tiempo, el tiempo suficiente<br />

para evocar con cierta añoranza el<br />

correteo <strong>de</strong> los niños que jugaban<br />

sin más juguete que sus propias<br />

piernas y aquella fuente. Porque<br />

juguetes había pocos, bueno, alguno<br />

sí, estaba Angeletes que a la puerta<br />

<strong>de</strong> su casa, en la misma plaza, fabricaba<br />

sus muñecos <strong>de</strong> cartón bajo el<br />

cálido sol <strong>de</strong>l invierno. Con cartón<br />

y gachas componía los brazos,<br />

las piernas y <strong>de</strong>más partes hasta<br />

formar los muñecos que más tar<strong>de</strong><br />

ponía al sol para que terminaran <strong>de</strong><br />

secarse. Son muchos los recuerdos<br />

que guardo <strong>de</strong> mi infancia, sobre<br />

todo <strong>de</strong> mis amigas, que afortunadamente<br />

siguen siendo las mismas.<br />

Mis padres, como tantos otros,<br />

emigraron en los años 50 a Castella,<br />

como se <strong>de</strong>cía en <strong>Biar</strong>. Se marcharon<br />

a Aragón per a fer teula. Por aquel<br />

entonces, nuestras vidas se dividían<br />

entre Andorra y <strong>Biar</strong>. Durante el<br />

verano vendíamos helado y en invierno<br />

volvíamos a <strong>Biar</strong> para trabajar<br />

en la fábrica <strong>de</strong> Pedro Luna. Fueron<br />

unos años muy felices para nuestra<br />

familia, yo tenía entonces 16 años y<br />

recuerdo con gran cariño a todas aquellas<br />

mujeres que compartieron conmigo<br />

tantas historias. Las tertulias en<br />

torno al trabajo eran habituales,<br />

mientras mo<strong>de</strong>lábamos el mazapán o<br />

envolvíamos el turrón mis compañeras<br />

contaban sus cuentos, sapiencias,<br />

preocupaciones y por qué no, también<br />

algunas intrigas. Fue en esos años,<br />

entre aquellas conversaciones don<strong>de</strong><br />

se forjó gran parte <strong>de</strong> la persona en la<br />

que más tar<strong>de</strong> me convertí.<br />

Con la llegada <strong>de</strong>l buen tiempo,<br />

cada año llegaba la consabida ceremonia<br />

<strong>de</strong> la migración. Toda una<br />

aventura que discurría entre maletas,<br />

colchones y trenes. La familia<br />

entera nos trasladábamos a Andorra,<br />

a la campaña <strong>de</strong>l helado. Allí fue<br />

precisamente don<strong>de</strong> nacieron mis<br />

dos hermanos pequeños y aunque mi<br />

hermana y yo habíamos nacido en<br />

<strong>Biar</strong>, por razones obvias nunca pudimos<br />

estar en nuestro pueblo durante<br />

el mes <strong>de</strong> mayo. Ni mis hermanos ni<br />

yo conocíamos las Fiestas <strong>de</strong> Moros<br />

y Cristianos, aunque mis padres,<br />

sobre todo mi padre, nos contaba a<br />

todos, como el que cuenta un cuento,<br />

los diferentes episodios en que se<br />

<strong>de</strong>sarrollan les festes. Boquiabiertos<br />

escuchábamos aquella historia que<br />

mi padre siempre terminaba con un<br />

<strong>de</strong>seo “algún día seremos capitanes<br />

y tú llevarás la ban<strong>de</strong>ra”, <strong>de</strong>cía. Sin<br />

embargo, mi padre, que era <strong>de</strong> la<br />

Comparsa <strong>de</strong>ls Moros Vells, tuvo que<br />

darse <strong>de</strong> baja, a su pesar, por motivos<br />

económicos. Eran tiempos muy difíciles<br />

para una familia con cuatro hijos<br />

Mis padres siempre nos inculcaron<br />

el amor a nuestro pueblo y realmente<br />

lo consiguieron, porque tanto mis<br />

hermanos como yo, hemos llevado y<br />

llevamos a <strong>Biar</strong> siempre en el corazón.<br />

Mi madre, todos los años el día<br />

10 <strong>de</strong> mayo, encendía unas lamparitas<br />

en un vaso con agua y aceite en<br />

honor a la Mare Deu <strong>de</strong> Gracia y en<br />

recuerdo <strong>de</strong> las hogueras.<br />

Recuerdo con extraordinaria claridad<br />

el año que cumplí 17 años. Aquel<br />

mes <strong>de</strong> mayo viví las primeras Fiestas<br />

<strong>de</strong> Moros y Cristianos. Las seguí <strong>de</strong><br />

la mano <strong>de</strong> un amigo festero que me<br />

fue explicando con gran <strong>de</strong>talle, todos<br />

y cada uno <strong>de</strong> los actos que se celebran,<br />

el por qué <strong>de</strong> su tradición, las<br />

comparsas, les espíes, la procesión…<br />

todo aquello, el colorido, la música<br />

y la alegría <strong>de</strong> la gente, que saca en<br />

esos días lo mejor <strong>de</strong> sí mismo, grabaron<br />

en mí un recuerdo imborrable.<br />

Las <strong>fiestas</strong> <strong>de</strong> Moros y Cristianos<br />

son espectaculares en todos los<br />

pueblos don<strong>de</strong> se celebran, pero la<br />

forma en que se viven y se disfrutan<br />

en <strong>Biar</strong> es única e irrepetible.<br />

Hoy, muchos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

aquella primera y maravillosa experiencia,<br />

continúo viniendo cada año<br />

aunque sólo sea dos días si es que<br />

no puedo más. Me gusta traer a<br />

mis amigos para que las vean, para<br />

compartir con ellos esta fiesta que<br />

me llena <strong>de</strong> orgullo y que, a pesar <strong>de</strong><br />

los tiempos, continúa sorprendiendo<br />

a quien las <strong>de</strong>scubre.<br />

Me consi<strong>de</strong>ro afortunada <strong>de</strong> haber<br />

crecido en una familia que nos ha<br />

hecho enten<strong>de</strong>r, tanto a mí como a<br />

mis hermanos, la importancia <strong>de</strong><br />

las costumbres y las tradiciones<br />

<strong>de</strong> nuestros mayores. Si algo hay<br />

que reconocer a mis padres es que<br />

supieron transmitirnos ese amor<br />

por lo nuestro. Y es que como dice<br />

el refrán “el que no sabe <strong>de</strong> dón<strong>de</strong><br />

viene, no sabe dón<strong>de</strong> va”. Yo tengo<br />

siempre muy presente mis raíces<br />

y cada vez que entro en mi pueblo<br />

todos mis sentidos se ponen alerta,<br />

puedo oler ese matiz especial que<br />

<strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>Biar</strong>, escuchar sonidos<br />

que evocan miles <strong>de</strong> recuerdos y ver<br />

ese paisaje inigualable y único que<br />

se recorta sobre la serreta.<br />

Creo que soy doblemente afortunada,<br />

porque tengo la suerte<br />

<strong>de</strong> haber nacido y vivir en los dos<br />

pueblos más bonitos <strong>de</strong>l mundo,<br />

<strong>Biar</strong> y Alcañiz. En este último vivo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 37 años, he formado y<br />

formo parte <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s<br />

sociales <strong>de</strong> municipio, quiero<br />

a este pueblo, pero jamás podré<br />

olvidar el mío, BIAR.<br />

María Dolores Serrano Albero<br />

B I A R 2 0 0 8 165<br />

RECORDS I VIVÈNCIES

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!