eta - gorga.eu

*aguadoras
Un año más se sienten los preparativos de las fies-
tas, y se nota por el ir y venir de las personas.
Ahí están por ejemplo Martín Manterola y Oscar
Azcarate con un cierto nerviosismo, es normal, ya
comienzan los ensayos de la tamborrada.
Prestos en el cine, a la hora indicada, preparando
el material, esperando a los tamborreros.
- No prepares tantos tambores —dice Martín-
que vendrán los de siempre, hoy harán falta
más barriles.
Alguna carajada irónica se oye por detrás, pero es
cierto, ¡qué sorpresal. Las filas de los barriles es-
tán con más gente de lo habitual. También es cier-
to que con más barullo, mucho murmullo, cuesta
más poner orden, ¿qué sucede hoy?. ¡MUJERES!
Hay mujeres en la tamborrada, y no precisamente
las habituales cantineras, no, estas vienen con su
cinturón de cuero a tocar los barriles al son de las
músicas de Sarr¡egi
Bien es cierto que en varias ocasiones hubo inten-
tos de incorporar a las mujeres en la tamborrada
añorgatarra, pero una vez por un motivo y otras
por otro, esto no se había llevado a efecto.
No sabemos a
ciencia cierta si mo-
tivados por la nece-
sidad o promovido
por las ganas de
algunas personas,
esta vez si que po-
demos ver a las mu-
jeres formando parte
de la compañía.
" danborrada
Ya son dos los años que llevan saliendo, y a decir
verdad no lo hacen nada mal, a pesar de que al-
gún "listillo" pensara que no serían capaces de
redoblar en condiciones. Únicamente se les traba
alguna pieza que otra, como por ejemplo "vie-
jas", no se sabe si es que alguna se siente aludida
o es por la propia dificultad musical.
El caso es que dan otro tono a la tamborrada,
bien ataviadas con un acertado uniforme, falda
azul, blusa y delantales blancos, pañuelo verde
por encima de los hombros, alpargatas negras y
pañuelo blanco cubriendo la cabeza.
Unas ganas fuera de lo común a la hora de tocar
con los palillos, pero más ganas aún a la hora de
la juerga, les otorga un mérito que bien agradeci-
dos deben de estar los amigos Martín y Oscar.
Quizás un poco cansado sea el recorrido, pero el
buen ambiente que se respira, los buenos tragos
y una cena compartida son motivos más que sufi-
cientes para participar en la tamborrada añorga-
tarra. ¡ANIMAOS A TOCAR!
Primer grupo
de aguadoras de Añorga