Romancero viejo Anónimo
Romancero viejo Anónimo Romancero viejo Anónimo
quedaréis encomendada a Oliveros y a Roldane, al Emperador, y a los doce que a una mesa comen pane. Porque los reinos son lejos del rey moro Aliarde; que son cerca de la Casa Santa, allende del nuestro mare. Siete años, la condesa, todos siete me esperade, si a los ocho no viniere, a los nueue vos casade; seréis de veinte siete años, que es la mejor edade. El que con vos casare, señora, mis tierras tome en ajuare; gozará mujer hermosa, rica y de gran linaje. Bien es verdad, la condesa, que comigo os querría llevare; mas yo voy para batallas y no cierto para holgare. Caballero que va en armas, de mujer no debe curare, porque con el bien que os quiere la honrra habría de olvidare. Mas aparejad, condesa, mandad vos aparejare, iréis comigo a las cortes, a París esa ciudade. Toquen, toquen mis trompetas, manden luego cabalgare. Ya se partía el buen conde, la condesa otro que tale; la vuelta van de París apriesa no de vagare. Cuando son a una jornada de París esa ciudade, el emperador que lo supo a recebir se los sale. Con él sale Oliveros, con él sale don Roldane, con él Darderín de Ardeña y Urgel de la fuerza grande; con él salía Guarinos, almirante de la mare; con él sale el esforzado Renaldos de Montalvane; con él van todos los doce que a una mesa comen pane, sino el infante Gaiferos y el buen conde don Beltrane, que salieron tres jornadas más que todos adelante.
No quiso el emperador que hubiesen de aposentare, sino en sus reales palacios posada les mando dare. Luego empiezan su partida apriesa y no de vagare. Dale diez mil caballeros de Francia más principales, y con otra mucha gente, gran ejército reale. El sueldo les paga junto por siete años y mase. Ya tomadas buenas armas, caballos otro que tale, enderezan su partida, empiezan de cabalgare; cuando el buen conde Dirlos ruega mucho al emperante que él y todos los doce se quisiesen ayuntare. Cuando todos fueron juntos en la gran sala reale, entra el conde y la condesa, mano por mano se vane. Cuando son en medio dellos, el conde empezó de hablare: -A vos lo digo, mi tío, el buen viejo don Beltrane, y a vos, infante Gayferos, y a mi buen primo carnale, y esto delante de todos lo quiero mucho rogare, y al muy alto Emperador, que sepa es mi voluntade, como villas y castillos y ciudades y lugares los dejo a la condesa, que nadie las puede quitare; mas como principal heredera en ellas pueda mandare, en vender cualquiera villa y empeñar cualquier ciudade; de aquello que ella hiciere todos se hayan de agradare. Si por tiempo yo no viniere, vosotros la queráis casare; el marido que ella tome mis tierras hay en ajuare. Y a vos la encomiendo, tío, en lugar de marido y padre; y a vos, mi primo Gayferos, por mi la querays honrare; y encomiéndola a Oliveros, y encomiéndola a Roldane,
- Page 29 and 30: Entre las gentes se suena, y no por
- Page 31 and 32: perdí mi puñal dorado, ahogárase
- Page 33 and 34: Por los campos de Jerez a caza va e
- Page 35 and 36: en los cuales muero yo; el rey no m
- Page 37 and 38: dígades, por quién está? -El cas
- Page 39 and 40: que han vencido la batalla. No pare
- Page 41 and 42: el más alto que veía; desde allí
- Page 43 and 44: por consolarlo decía: -Vos cierto
- Page 45 and 46: en la otra un arco trae, maldiciend
- Page 47 and 48: Por las riberas de Arlanza Bernardo
- Page 49 and 50: que si yo fuese traidor, a vos os c
- Page 51 and 52: vos traéis ciento de mula, yo tres
- Page 53 and 54: la su madre doña Sancha. -Bien ven
- Page 55 and 56: y alnado de doña Sancha; por herma
- Page 57 and 58: todos vuelven en caballos. Día era
- Page 59 and 60: muy bueno te lo daría, o si vienes
- Page 61 and 62: Dieron vuelta a los caballos, y al
- Page 63 and 64: viene un ataúd de palo, y dentro d
- Page 65 and 66: que no en mulas ni en caballos; fre
- Page 67 and 68: donde los hidalgos son, para cumpli
- Page 69 and 70: lasamente la miraba: -¡Oh hijo Fer
- Page 71 and 72: -¿Quién es esa que así habla? Re
- Page 73 and 74: de cumplir lo prometido. Helo, helo
- Page 75 and 76: y encima sus albornoces, capas trae
- Page 77 and 78: y todo lo que sabía: por aquí pas
- Page 79: De que esto él pensaba, tomó dell
- Page 83 and 84: ¡acuérdeseos que dejamos nuestra
- Page 85 and 86: Hora es ya, mis caballeros, de ir a
- Page 87 and 88: ni menos las ha mercado, que no las
- Page 89 and 90: Si vos matáis a Celinos, dirán qu
- Page 91 and 92: antes de llegar a ellos de dos call
- Page 93 and 94: muchas damas y donzellas empiezan d
- Page 95 and 96: desque se han conocido, grande acat
- Page 97 and 98: Asentose el Emperador y a todos man
- Page 99 and 100: ni porque no pase la vuestra, que a
- Page 101 and 102: De tal campo no soy contento, ni a
- Page 103 and 104: Otro día el Emperador muy real sal
- Page 105 and 106: sin al buen rey ir a hablar, ni del
- Page 107 and 108: como la soléis besar, y entonces s
- Page 109 and 110: que al traidor haga pagar lo que el
- Page 111 and 112: triste no podía andar. Rasgáronse
- Page 113 and 114: lo que le puede enseñar, muéstral
- Page 115 and 116: a don tomillas fue a dar un tal gol
- Page 117 and 118: con amor y cortesía: -Por Alá te
- Page 119 and 120: aunque él se maravillaba dejar vil
- Page 121 and 122: que respuesta le vo a dar. Cuando f
- Page 123 and 124: caro te habrá de costar, porque qu
- Page 125 and 126: y fuésela a presentar. Los doce cu
- Page 127 and 128: Tomárala por la mano, para un verg
- Page 129 and 130: y por facelle yo más grande, de lo
quedaréis encomendada<br />
a Oliveros y a Roldane,<br />
al Emperador, y a los doce<br />
que a una mesa comen pane.<br />
Porque los reinos son lejos<br />
del rey moro Aliarde;<br />
que son cerca de la Casa Santa,<br />
allende del nuestro mare.<br />
Siete años, la condesa,<br />
todos siete me esperade,<br />
si a los ocho no viniere,<br />
a los nueue vos casade;<br />
seréis de veinte siete años,<br />
que es la mejor edade.<br />
El que con vos casare, señora,<br />
mis tierras tome en ajuare;<br />
gozará mujer hermosa,<br />
rica y de gran linaje.<br />
Bien es verdad, la condesa,<br />
que comigo os querría llevare;<br />
mas yo voy para batallas<br />
y no cierto para holgare.<br />
Caballero que va en armas,<br />
de mujer no debe curare,<br />
porque con el bien que os quiere<br />
la honrra habría de olvidare.<br />
Mas aparejad, condesa,<br />
mandad vos aparejare,<br />
iréis comigo a las cortes,<br />
a París esa ciudade.<br />
Toquen, toquen mis trompetas,<br />
manden luego cabalgare.<br />
Ya se partía el buen conde,<br />
la condesa otro que tale;<br />
la vuelta van de París<br />
apriesa no de vagare.<br />
Cuando son a una jornada<br />
de París esa ciudade,<br />
el emperador que lo supo<br />
a recebir se los sale.<br />
Con él sale Oliveros,<br />
con él sale don Roldane,<br />
con él Darderín de Ardeña<br />
y Urgel de la fuerza grande;<br />
con él salía Guarinos,<br />
almirante de la mare;<br />
con él sale el esforzado<br />
Renaldos de Montalvane;<br />
con él van todos los doce<br />
que a una mesa comen pane,<br />
sino el infante Gaiferos<br />
y el buen conde don Beltrane,<br />
que salieron tres jornadas<br />
más que todos adelante.