Romancero viejo Anónimo
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que él a dios se encomendaba y el alma se le ha salido. Sobre Baza estaba el rey, lunes, después de yantar; Miraba las ricas tiendas que estaban en su real; miraba las huertas grandes y miraba el arrabal; miraba el adarve fuerte que tenía la ciudad; miraba las torres espesas, que no las puede contar. Un moro tras una almena comenzóle de hablar: -Vete, el rey don Fernando, non querrás aquí envernar, que los fríos de esta tierra no los podrás comportar. Pan tenemos por diez años, mil vacas para salar; veinte mil moros hay dentro, todos de armas tomar, ochocientos de caballo para el escaramuzar; siete caudillos tenemos, tan buenos como Roldán, y juramento tienen hecho antes morir que se dar. -Dadme nuevas, caballeros, nuevas me querais dar de aquese conde de Niebla, don Enrique de Guzmán, que hace guerra a los moros, y ha cercado a Gibraltar. Romance del cerco de Baza Romance del conde de Niebla
Hoy veo jergas en mi corte, ayer vi fiestas asaz; Si algún grande ha fallecido, de Castilla y de mi sangre, o don Álvaro de Luna, el maestre y condestable. -Ningún grande ha fallecido ni hombre de vuestra sangre, ni don Álvaro de Luna, el maestre y condestable. mas es muerto un caballero, que era su valor muy grande que veredes a los moros en cuán poco vos ternán, Por ayudar a los suyos podiéndose bien salvar, por oír sólo su nombre, por se oír sólo llamar. Tornó en un batel pequeño a la braveza del mar. Don Enrique es, Rey, aqueste, don Enrique de Guzmán: dejad, señor, los brocados, no querades más solaz. El rey oyendo tal nueva hubo en extremo pesar, porque tan buen caballero no se quisiera salvar; e mandó traer su hijo, aquel que quedado le ha, y de Medina Sidonia duque le fue a titular. -Moro alcaide, moro alcaide, el de la barba vellida, el rey os manda prender porque Alhama era perdida. -Si el rey me manda prender porque Alhama se perdía, el rey lo puede hacer, mas yo nada le debía, porque yo era ido a Ronda a bodas de una mi prima; yo dejé cobro en Alhama el mejor que yo podía. Romance del alcaide de Alhama
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que él a dios se encomendaba<br />
y el alma se le ha salido.<br />
Sobre Baza estaba el rey,<br />
lunes, después de yantar;<br />
Miraba las ricas tiendas<br />
que estaban en su real;<br />
miraba las huertas grandes<br />
y miraba el arrabal;<br />
miraba el adarve fuerte<br />
que tenía la ciudad;<br />
miraba las torres espesas,<br />
que no las puede contar.<br />
Un moro tras una almena<br />
comenzóle de hablar:<br />
-Vete, el rey don Fernando,<br />
non querrás aquí envernar,<br />
que los fríos de esta tierra<br />
no los podrás comportar.<br />
Pan tenemos por diez años,<br />
mil vacas para salar;<br />
veinte mil moros hay dentro,<br />
todos de armas tomar,<br />
ochocientos de caballo<br />
para el escaramuzar;<br />
siete caudillos tenemos,<br />
tan buenos como Roldán,<br />
y juramento tienen hecho<br />
antes morir que se dar.<br />
-Dadme nuevas, caballeros,<br />
nuevas me querais dar<br />
de aquese conde de Niebla,<br />
don Enrique de Guzmán,<br />
que hace guerra a los moros,<br />
y ha cercado a Gibraltar.<br />
Romance del cerco de Baza<br />
Romance del conde de Niebla