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30.04.2013 Views

survey herself continually. And so she comes to consider the surveyor and the surveyed within her as the two constituent yet always distinct elements of her identity as woman. (Ways of Seeing 46) La coexistencia de las dos dimensiones –mujer que observa y que al mismo tiempo es observada—es condición sine quo para que acontezca el proceso formativo, proceso llevado a cabo interiormente por el sujeto femenino pero siempre determinado desde afuera por el otro. La mujer tiene que desdoblarse para verse y poder adquirir una presencia social, presencia que precisamente se dejará ver en la calle como nuevo espacio femenino de representación. La calle favorece este desdoblamiento mediante la presencia en la misma de los otros –ese otro que existe afuera, en la figura del paseante, pero que al mismo tiempo viene de adentro porque es definido por el propio sujeto— y del escaparate urbano donde la mujer se contempla a sí misma. Si bien dijimos anteriormente que la “new woman” quiere ser hombre para gozar de plena libertad de movimientos, hay que reforzar que la invasión de la calle constituye el primer paso hacia la conquista de los derechos reservados a los hombres pues en la calle y mediante los objetos de lujo que se exhiben en los escaparates, Isidora construirá una imagen idealizada de ella misma que se corresponde con la adopción de un rol masculino –en particular si se tiene en cuenta que “men love anaclitically, meaning they love themselves in the idealized and specular other” (Complete Psychological 88) como Freud argumentó al bosquejar el concepto de subjetividad masculina apoyándose de la relación entre mirada y placer, visión y sexualidad, a partir del mito de Narciso. 17 En este proceso de subjetivación femenina, por tanto, el espejo y el escaparate como equivalente urbano del mismo en el que la mujer se mira, 17 Esta conexión aparece principalmente en sus ensayos “On Narcissism”, “The Uncanny” y “Medusa’s Head”, pero no son los únicos. Para apreciar el interés general de Freud en lo visual, los libros de Jay (329-37) y Brooks (98-106) se revelan ilustradores. 80

se observa, se desdobla y se construye, juega un papel fundamental que merece especial atención. 1.1.2. Mirada y placer: el espejo como forma de constitución del sujeto Señala Kelly que “the mirror symbolizes the problem of the identity of the self in its relation to the other and to desire” (Telling Glances 147). Las palabras claves de esta cita, “self”, “other” y “desire” son cruciales en La desheredada para entender el proceso de subjetivación que acontece en las calles urbanas cuando el personaje femenino, en perpetua construcción gracias a su continuo caminar, proyecta su deseo sobre los objetos construidos para satisfacer el ojo femenino, y a través de esta mirada deseante, el sujeto aprende, se mira y admira su reflejo en un cristal cualquiera que sea su naturaleza –bien el del escaparate, el de un espejo o en los ojos del otro. Son cuatro los momentos determinantes en el texto a partir de los cuales se puede establecer una narrativa organizada de la vida del personaje, en los que la relación espejo-deseo (mirada-placer) desencadena una dinámica entre el “self” y el “other”, o lo que es lo mismo, entre los procesos formativos del yo y los procesos de reconocimiento social. El primero de estos momentos coincide con el despertar de la conciencia femenina y social del personaje. Durante el primer paseo citadino de Miquis e Isidora, nos dice el narrador que “avanzaban poco en su paseo, porque Isidora se detenía ante los escaparates para ver y admirar lo mucho y vario que en ellos hay siempre”, a lo que el narrador añade que “también era motivo de sus detenciones el deseo oculto de mirarse en los cristales, pues es costumbre de las mujeres echarse una ojeada en las vitrinas, para ver si van tan bien como suponen o pretenden” (La desheredada 117). El goce que siente al observar su imagen coincide con el placer que le generan los objetos de las tiendas cuyos escaparates contempla. El cristal cumple así dos 81

se observa, se desdobla y se construye, juega un papel fundamental que merece<br />

especial atención.<br />

1.1.2. Mirada y placer: el espejo como forma de constitución del sujeto<br />

Señala Kelly que “the mirror symbolizes the problem of the identity of the self<br />

in its relation to the other and to desire” (Telling Glances 147). Las palabras claves de<br />

esta cita, “self”, “other” y “desire” son cruciales en La desheredada para entender el<br />

proceso de subjetivación que acontece en las calles urbanas cuando el personaje<br />

femenino, en perpetua construcción gracias a su continuo caminar, proyecta su deseo<br />

sobre los objetos construidos para satisfacer el ojo femenino, y a través de esta mirada<br />

deseante, el sujeto aprende, se mira y admira su reflejo en un cristal cualquiera que sea<br />

su naturaleza –bien el del escaparate, el de un espejo o en los ojos del otro. Son cuatro<br />

los momentos determinantes en el texto a partir de los cuales se puede establecer una<br />

narrativa organizada de la vida del personaje, en los que la relación espejo-deseo<br />

(mirada-placer) desencadena una dinámica entre el “self” y el “other”, o lo que es lo<br />

mismo, entre los procesos formativos del yo y los procesos de reconocimiento social.<br />

El primero de estos momentos coincide con el despertar de la conciencia<br />

femenina y social del personaje. Durante el primer paseo citadino de Miquis e Isidora,<br />

nos dice el narrador que “avanzaban poco en su paseo, porque Isidora se detenía ante<br />

los escaparates para ver y admirar lo mucho y vario que en ellos hay siempre”, a lo<br />

que el narrador añade que “también era motivo de sus detenciones el deseo oculto de<br />

mirarse en los cristales, pues es costumbre de las mujeres echarse una ojeada en las<br />

vitrinas, para ver si van tan bien como suponen o pretenden” (La desheredada 117). El<br />

goce que siente al observar su imagen coincide con el placer que le generan los<br />

objetos de las tiendas cuyos escaparates contempla. El cristal cumple así dos<br />

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