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'ANDANDO SE HACE EL CAMINO - DataSpace - Princeton University

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tanta gala y primor que casi pasa de raya” (129), exclama mientras se desploma en una<br />

silla. 4 La condena de la salida urbana del personaje queda explícita mediante el<br />

contraste con su prima María, virtuosa y pura, encerrada en el hogar donde ha recibido<br />

una propuesta de matrimonio mientras Jerónima “anda derramada” por las calles. Más<br />

que una crítica a la salida callejera del sujeto femenino, el autor enfatiza la inutilidad<br />

de la ociosidad y de una apariencia externa creada mediante la ilusión de adornos,<br />

vestidos y trapos, en lugar de canalizar las energías hacia ocupaciones más<br />

constructivas para la mujer como “coser o echar sal a un huevo” (102).<br />

Pero será en el XIX cuando este carácter conflictivo de la calle cobre plena<br />

forma a nivel textual, equivaliendo la apropiación de la misma por parte del sujeto<br />

femenino a un símbolo de poder, autonomía y agencialidad femenina. El viaje urbano<br />

femenino será recreado en detalle, con sus desplazamientos horizontales entre el<br />

centro y la periferia urbana y verticales en sus altibajos tanto geográficos como<br />

morales y así el movimiento en la calle de la mujer se convertirá en sinónimo de un<br />

movimiento reivindicador para conquistar un destino propio que le suponga la<br />

adquisición de todos los derechos reservados anteriormente a los hombres. Será el<br />

deseo lo que impulse estos movimientos femeninos. Los dos textos bajo estudio están<br />

4<br />

La calle Mayor es una de las pocas vías mencionadas en la literatura del XVIII como parte del<br />

discurso madrileño contra el lujo por los comercios surtidos en vestidos y artículos de lujo que se<br />

encontraban en ella. La simple mención de esta calle era suficiente para implicar que el sujeto que la<br />

transitara sufría de locura por el lujo y de ambición material, empleándose a menudo la expresión<br />

“Calle Mayor de la locura” para denominar este calle (Álvarez Bracamonte 10). La asociación de esta<br />

calle con adornos, metales y ropas quedaba subrayado por la presencia en sus inmediaciones de los<br />

Cinco Gremios Mayores, vinculados en 1734 y formados por el gremio de joyería mercaderes de paños<br />

(cuyas tiendas se localizaban alrededor de la Plaza Mayor), sedería, lienzos y mercadería-especieríadroguería.<br />

La calle mayor, como señala Rebecca Haidt, “was a synecdoque of luxury shopping during<br />

the eighteenth and preceding centuries in Madrid” (“Luxury” 37). De hecho, se pueden encontrar<br />

importantes precedentes literarios en el siglo XVII: en el entremés “Las aventureras de la Corte”<br />

(1622), Salas Barbadillo describe el paseo de un grupo de mujeres por la Plaza y la calle Mayor, esa<br />

calle “que llaman de la ropería” (277). Asimismo, Remiro de Navarra advierte al lector de los peligros<br />

de la calle Mayor en Los peligros de Madrid (1646): “en todas las partes hay peligros de gastar con<br />

mujeres, pero en la calle Mayor más que en ninguna” (68). Por lo tanto la alusión por parte de Moratín<br />

a esta calle implica una crítica hacia la mujer que se empeña en concentrar sus energías en desear<br />

superfluidades y lujos.<br />

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