30.04.2013 Views

'ANDANDO SE HACE EL CAMINO - DataSpace - Princeton University

'ANDANDO SE HACE EL CAMINO - DataSpace - Princeton University

'ANDANDO SE HACE EL CAMINO - DataSpace - Princeton University

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

intereses enfrentados de Samar y Villacampa, pues mientras el primero termina<br />

descendiendo –sentimental, espiritual y geográficamente 117 —el otro asciende y<br />

triunfa, al menos en la “revolución sentimental” (406), asegurándose una mayor cuota<br />

de poder personal y de representatividad. Este desenlace es perfectamente coherente<br />

con la posición de Sender, quien en el prólogo argumenta que la “verdad humana” que<br />

pretende desentrañar con su novela reside “en las pasiones de los personajes”,<br />

apelando asimismo a la sensibilidad del lector y no a su entendimiento porque “las<br />

verdades humanas más entrañables no se entienden ni se piensan, sino que se sienten”<br />

(5).<br />

4.2.3. La calle como moridero y santuario<br />

La muerte metafórica de Samar, así como el aniquilamiento de la<br />

manifestación callejera abre un marco de debate en torno a la muerte y la calle en la<br />

novela al que cabe dedicar unas últimas reflexiones. La muerte se encuentra dispersa<br />

por todos los resquicios urbanos y textuales, en parte debido al nivel de violencia que<br />

desde un primer instante domina el texto. Desde una primera violencia de carácter<br />

verbal al respecto del comentario sobre el padre de Villacampa quien “mató a palos”<br />

a su madre (14), a la última reflexión de Samar desde la cárcel de que la muerte es “la<br />

única libertad posible” (411), el texto está impregnado por todo tipo de violencia<br />

simbólica, como la que se desprende de la descripción minuciosa del asesinato de los<br />

tres anarquistas de la que el narrador se sirve para apelar a la sensibilidad del lector e<br />

117 Cuando, tras la muerte de Amparo, Samar, impasible e indiferente ante todo, se dirige a su casa a<br />

que lo detengan, recorre un trayecto en que “todo el camino era hacia abajo” (345), para apostillar unas<br />

líneas más adelante que ése era el mismo camino, cuesta abajo, al que se dirige el movimiento (348).<br />

Aquí se deja ver que el mismo destino, el mismo fracaso, afecta a ambos: al individuo que encuentra<br />

mermado su afán de lucha y su capacidad de movimiento, y a la colectividad que ve ahogado su<br />

movimiento social.<br />

439

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!