'ANDANDO SE HACE EL CAMINO - DataSpace - Princeton University

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30.04.2013 Views

acto sexual en la casa de Lofi es descrito por el narrador con enorme precisión, casi con detallismo fotográfico, como un acto de exploración y de conquista territorial del cuerpo femenino. La extensión de la cita queda justificada por su interés: Los brazos de Lofi se abrieron formando cruz, y el cuerpo desnudo pasó por mis nervios su efluvio de aromas como una caricia sedante. Vibró en su impoluta desnudez el cuerpo radioso. La sangre fluyó tibia por mis venas. Inclinada hacia delante, la exigüidad del vientre mostraba una leve arruga debajo del ombligo; los pechos duros, ubérrimos, de encendidos pezones, alentaban con el ritmo respiratorio, erguidos en un bravo canto de plétora y energía. El color de la piel era de un oro quemado… Las piernas ágiles, rectas, con la molla de la pantorrilla de una curvatura limpia, de suaves gradaciones, fijábanse en el piso sobre unos pies menudos como manos de niño de dedos palpitantes. La grupa gemínea, un poco abierta, con los gajos de las nalgas, sedosas y abombadas, análogas a segmentos puros de esfera, descubría el surco de fascinación que iba a morir en la boca roja oculta cabe la turbulencia umbrosa del pubis… La enlacé por la cintura. Mis manos maceraron su pecho y se crisparon en su cadera. Nos mordimos los labios; retuve entre los dientes su lengua temblorosa. Aquel cuerpo, efébico y rollizo, adensaba mis deseos. (46, 50) Las partes del cuerpo femenino se entremezclan con términos referidos al terreno geográfico, estableciéndose una relación entre cuerpo y mapa que hace que el sujeto masculino admire el cuerpo de Lofi como Isidora Rufete se embelesaba con ese mapa de España en la pared del asilo. Ese terreno con rayas divisorias y compartimientos, con segmentos de esfera y “surcos” de tierra que suben y bajan, en “suaves gradaciones”; la “arruga del ombligo” y las nalgas abombadas se corresponden con las 296

irregularidades del terreno; los ríos emiten “efluvios” y por ellos el agua “fluye tibia”, con curvaturas que aparecen y desaparecen turbulentamente. En este mapa erótico del cuerpo humano como “intimate terrain” (Bruno, Atlas 254) se da un fuerte elemento cartográfico. El cuerpo femenino es descubierto –en tanto que es destapado y dejado al descubierto al ojo masculino (y al del lector), pero también descubierto en el sentido de conquistado como un territorio virgen—estableciéndose una poderosa relación entre erotismo y arquitectura, cuerpo y calle, entre la estructura del espacio urbano y la superficie del cuerpo humano. La excitación que crece desmesuradamente en el personaje, esa “sangre que fluye por sus venas” está asociada a una circulación apresurada de los deseos sexuales del sujeto en la intimidad del espacio privado, y remite a la circulación acelerada de los transeúntes en el espacio público de la calle. Al respecto y en relación al desplazamiento urbano de los transeúntes señala Marsh que “´circulation`” also connects to the human body: the circulation of the bloodstream. In this way the vertebrae of public and private spaces are laid bare; their internal anatomies are revealed in an inversion of cityscape and bodyscape, like an x-ray image; both the body and the city are turned inside out” (“Masculinity” 64-65). La anatomía interna del espacio corporal y geográfico, a través del producto cultural que funciona como una imagen “x-ray” se deja ver y se hace pública, a los ojos del lector o del espectador. La presentación al lector del cuerpo femenino y la descripción explícita del acto sexual constituye una clara violación e invasión de la privacidad, no sólo corporal sino también espacial. Lo privado se hace público: así como el personaje pasa sus días andando por las calles, exponiendo su cuerpo a estímulos externos y concediendo a sus deseos más íntimos una visibilidad pública en la calle, la privacidad y la dimensión íntima del acto sexual se hace igualmente pública. Tomar posesión de 297

irregularidades del terreno; los ríos emiten “efluvios” y por ellos el agua “fluye tibia”,<br />

con curvaturas que aparecen y desaparecen turbulentamente. En este mapa erótico del<br />

cuerpo humano como “intimate terrain” (Bruno, Atlas 254) se da un fuerte elemento<br />

cartográfico. El cuerpo femenino es descubierto –en tanto que es destapado y dejado<br />

al descubierto al ojo masculino (y al del lector), pero también descubierto en el<br />

sentido de conquistado como un territorio virgen—estableciéndose una poderosa<br />

relación entre erotismo y arquitectura, cuerpo y calle, entre la estructura del espacio<br />

urbano y la superficie del cuerpo humano.<br />

La excitación que crece desmesuradamente en el personaje, esa “sangre que<br />

fluye por sus venas” está asociada a una circulación apresurada de los deseos sexuales<br />

del sujeto en la intimidad del espacio privado, y remite a la circulación acelerada de<br />

los transeúntes en el espacio público de la calle. Al respecto y en relación al<br />

desplazamiento urbano de los transeúntes señala Marsh que “´circulation`” also<br />

connects to the human body: the circulation of the bloodstream. In this way the<br />

vertebrae of public and private spaces are laid bare; their internal anatomies are<br />

revealed in an inversion of cityscape and bodyscape, like an x-ray image; both the<br />

body and the city are turned inside out” (“Masculinity” 64-65). La anatomía interna<br />

del espacio corporal y geográfico, a través del producto cultural que funciona como<br />

una imagen “x-ray” se deja ver y se hace pública, a los ojos del lector o del<br />

espectador. La presentación al lector del cuerpo femenino y la descripción explícita<br />

del acto sexual constituye una clara violación e invasión de la privacidad, no sólo<br />

corporal sino también espacial. Lo privado se hace público: así como el personaje pasa<br />

sus días andando por las calles, exponiendo su cuerpo a estímulos externos y<br />

concediendo a sus deseos más íntimos una visibilidad pública en la calle, la privacidad<br />

y la dimensión íntima del acto sexual se hace igualmente pública. Tomar posesión de<br />

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