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'ANDANDO SE HACE EL CAMINO - DataSpace - Princeton University

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alguna especialización: tipógrafos, obreros de la construcción, mecánicos y<br />

electricistas (como el caso de Rebolledo), bordadoras o peluqueros. En efecto, en su<br />

estudio sobre el anarquismo europeo, Joll afirma que los primeros grupos anarquistas<br />

en España, en particular en Barcelona y Madrid, estaban compuestos por “hombres de<br />

profesiones liberales, estudiantes y artesanos, la mayoría de éstos impresores y<br />

zapateros” (Anarquistas 231). Los contertulios de la taberna en la novela de Baroja<br />

son obreros especializados: el Libertario, escultor y pintor; Jesús, cajista; Manuel,<br />

impresor; Canuto, veterinario; los Rebolledo, uno electricista y el otro peluquero; el<br />

Bolo, zapatero; el Madrileño, trabajador del Tercer Depósito; Prats, obrero catalán,<br />

cuyo oficio no es especificado; y el estudiante viene representado por César<br />

Maldonado.<br />

Baroja arranca la novela haciendo especial hincapié en que en un país donde<br />

todo está variando, “evolucionando con una rapidez enorme” (Aurora 261), en una<br />

sociedad donde las ideas políticas y los valores morales están en perpetuo movimiento<br />

y sus calles, igual que los sujetos que las transitan, en continua construcción, no es de<br />

extrañar que “la calle profesional” ya no exista, dando paso a la calle desnaturalizada<br />

donde todo se mezcla, y donde no hay idea de orden. 36 La crítica del novelista a la<br />

proletaria. Baroja pasaría así de construir personajes en las dos primeras novelas de su trilogía sin el<br />

más mínimo asomo de conciencia política, sin conciencia de la realidad (que además se relaciona con la<br />

vida en el submundo de las afueras de la ciudad –Embajadores, dehesa de la Arganzuela) a personajes<br />

construidos a un nivel crítico que es “anuncio de politización” (Juventud 251), es decir, de toma de<br />

conciencia política y de clase. Estos personajes pueden, bien colaborar con el ideal de la sociedad,<br />

defendiendo el status quo, bien luchar contra el orden establecido (hallamos ejemplos de los dos<br />

modelos en Aurora roja), pero ambos constituirán en cualquier caso voluntades de toma de acción que<br />

a través de una concienciación social, aparece por primera vez en la última novela de la trilogía.<br />

36<br />

Se puede leer aquí cierta nostalgia por parte del narrador por el gremio o la sociedad gremial,<br />

precedente de las uniones y los sindicatos modernos, como tipo de asociación económica y profesional<br />

de la ciudad medieval que agrupaba a los artesanos de un mismo oficio en un mismo emplazamiento<br />

urbano. El gremio fomentaba una sociedad muy estática que no invitaba a la movilidad profesional ni la<br />

social, pues no existía posibilidad de avance económico. Los gremios funcionaron hasta el siglo XIX,<br />

momento en que empieza a haber movilidad social. Todavía en tiempos de Baroja pueden observarse<br />

restos nominales de la sociedad gremial a nivel de organización urbana, como la calle de los<br />

Cuchilleros donde se estableció el gremio de maestros cuchilleros o espaderos, que conservó allí<br />

durante largo tiempo su primitiva estancia, motivada por la proximidad a las antiguas carnicerías en la<br />

160

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