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'ANDANDO SE HACE EL CAMINO - DataSpace - Princeton University

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metafórica, que pronto vendrá a tornar en realidad ficcional. El cáncer de hueso de su<br />

pierna vendría a representar el problema, la anomalía, personificada no sólo en la<br />

presencia, sino en la apropiación de la calle urbana. Por ello si las salidas callejeras<br />

son construidas como una enfermedad social, la alternativa a restablecer el orden debe<br />

pasar por una cura médica del miembro que permite al personaje deambular por la<br />

calle. En un principio, Tristana no entiende por qué el castigo se ceba en su pierna,<br />

“una triste pierna, que sólo sirve para andar” (Tristana 229), en lugar de en “el<br />

cerebro, el corazón… nobles órganos” (230), pero intuye que el tumor es parte de un<br />

“castigo divino” porque “ha empezado a pecar” (217). Lo cierto es que a nivel textual,<br />

el cáncer de la pierna carece de lógica, pero tendrá que ser aceptado a la fuerza tanto<br />

la protagonista como el lector. Es una estrategia narrativa que, como señala Del Pino,<br />

existe únicamente “en función de una necesidad que es determinada por su<br />

configuración final” (“Fracaso” 208). Este final cobra coherencia en tanto que explica<br />

“todo lo anterior y justifica los distintos elementos de la narración” (208). El castigo<br />

divino es parte de un orden punitivo aún mayor: al reprimir los movimientos físicos<br />

del personaje se le está dando una muerte en vida, mucho peor que la muerte real para<br />

un personaje con fuertes instintos nómadas. La enfermedad cancerígena y el fuerte<br />

dolor sufrido restringe sin duda los movimientos de la joven, pero no termina de<br />

erradicarlos: Tristana no cesará en sus aspiraciones de ser actriz y de seguir<br />

ascendiendo: “… y subo, subo siempre. Mis aspiraciones son ahora más acentuadas<br />

que nunca; mi ambición se desata y brinca como una loca” (Tristana 230). El dolor no<br />

es suficiente para frenar los impulsos exaltados y deseos insaciables del personaje, con<br />

lo que hay que endurecerlo, tomar medidas más drásticas para asegurar el<br />

encerramiento y la imposibilidad de caminar como acción transgresora. Así, en el<br />

capítulo 23 la enfermedad y cura metafórica se convierte en realidad ficcional. La<br />

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