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'ANDANDO SE HACE EL CAMINO - DataSpace - Princeton University

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“afasia”, “locura”, “gota de mercurio” el “bromuro potásico” recetado por el médico<br />

como sedante—cobra especial relevancia al arrancar la narración ubicando al padre en<br />

un hospital, casa de los enfermos que sufren de locura y de manías (La desheredada<br />

71) y concluir asignando a Isidora a la calle como hábitat natural de la prostituta,<br />

subjetividad con la que el personaje concluye el relato, una figura que a finales del<br />

XIX se veía como “una enferma, una anormal, la víctima de una constitución orgánica<br />

degenerada” (Rivière Gómez 43). Las recetas médicas de Miquis destinadas a “la<br />

extirpación del cáncer, que es la idea del marquesado” (La desheredada 391) y por<br />

tanto a la curación de Isidora de todos sus males identifica la presencia urbana del<br />

personaje como una enfermedad, intrínsecamente relacionada con la persecución de<br />

las alturas, esto es, la ambición social.<br />

Esta idea queda plenamente reforzada con la observación de Jagoe: “Cancer<br />

and consumption remained metaphorically linked” (Ambiguous 134), idea compartida<br />

por un número de críticos moralistas (entre ellos Acuña y Segovia) que consideraban<br />

el derroche material en lujos, no sólo como un pecado femenino, sino como el mayor<br />

cáncer de la vida urbana del que hay que culpabilizar a la mujer. No deja de<br />

sorprender que esta teoría fuera apoyada también por mujeres: Pilar Sinués, a pesar de<br />

participar activamente en el debate de la cuestión de la mujer, declara: “El lujo es el<br />

cáncer de nuestro sexo, por él se pierde la modesta clase obrera; por él emprende<br />

negocios el laborioso empleado que ya no puede atender con su sueldo al lujo de su<br />

mujer y de sus hijos: nadie se contenta con lo que tiene, porque todos aspiran a poseer<br />

mucho más” (“Contra el lujo” 258). Estas palabras son especialmente pertinentes en el<br />

caso de Isidora como representación de la sociedad decimonónica en todos sus<br />

estratos sociales donde nadie se conforma con lo que tiene y donde el objetivo, como<br />

criticaba Miquis, “es subir al escalón inmediato” (La desheredada 137). El lujo y el<br />

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