CULTURA CLÁSICA CULTURA CLÁSICA - Almadraba Editorial
CULTURA CLÁSICA CULTURA CLÁSICA - Almadraba Editorial
CULTURA CLÁSICA CULTURA CLÁSICA - Almadraba Editorial
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
En griego, el sufijo –ides /<br />
–ida sirve para designar el<br />
nombre del padre, igual,<br />
que el sufijo –ez en castellano<br />
(por ejemplo: Fernandez<br />
= hijo de Fernando). Así,<br />
nereida significa «hija de<br />
Nereo».<br />
Estas palabras derivadas,<br />
utilizadas para expresar el<br />
nombre paterno, se denominan<br />
patronímicos.<br />
Copa griega de fi guras rojas:<br />
la nereida Tetis (siglo V a. de C.).<br />
10<br />
Copa griega de fi gura rojas (siglo<br />
V a. de C.).<br />
EL MITO<br />
1. La nereida Tetis<br />
Todo comenzó el día en que Zeus, rey de los dioses, se enamoró de Tetis,<br />
una de las 50 hijas del dios marino Nereo, y quiso tener una aventura con<br />
ella. Pero el anciano Proteo, una divinidad del mar que tenía la capacidad<br />
de adivinar el futuro, predijo que el hijo que naciera de Tetis superaría en todo<br />
a su padre. Zeus, al oír la profecía, por temor a que ese hijo pudiera<br />
destronarlo, decidió que Tetis se casara con un mortal, el apuesto y bello<br />
Peleo Eácida, rey de Ftía.<br />
Tetis, al principio, se negó a ese matrimonio que consideraba humillante<br />
para una diosa. Zeus, entonces, aconsejó a Peleo que intentara seducirla<br />
y le dijo que la diosa solía frecuentar una cueva junto a la playa de<br />
Hemonia, donde le gustaba descansar y relajarse. Peleo fue allí y sorprendió<br />
a Tetis dormida; y entonces, abrazándola con fuerza, intentó forzarla.<br />
La diosa, que, como toda divinidad marina, tenía la facultad de cambiar de<br />
figura, se defendió del acoso de Peleo adoptando diferentes formas. Pero,<br />
si se convertía en ave, Peleo sujetaba al ave; si lo hacía en árbol, Peleo se<br />
aferraba a él; hasta que finalmente se transformó en tigre y el Eácida, aterrado,<br />
la soltó y huyó despavorido.<br />
Peleo consultó entonces al dios Proteo, y este le hizo saber que el éxito de<br />
su empeño residía en hacer frente a las mil figuras que la diosa adoptara,<br />
por muy aterradoras que fueran. Y lo intentó por segunda vez, reteniendo<br />
con fuerza el cuerpo de la nereida, hasta que esta, cansada, se mostró finalmente<br />
como Tetis. Comprendiendo que Peleo contaba con el apoyo de<br />
los dioses, ella se rindió y ambos se unieron y concibieron un hijo.<br />
J. Jordaens, Bodas de Tetis y Peleo (siglo XVII).