37 - Parroquia de San Andrés Apostol

Tan solo bastó un esqueje de olivo para que
Benedicto XVI, nada más llegar a Madrid, dejara
testimonio de lo que iba a ser la Jornada Mundial
de la Juventud 2011: “Arraigados y edificados en
Cristo, firmes en la fe”. Este era el lema del acto y
el Papa quiso ponerlo de manifiesto con este símbolo.
Otra de las palabras que quiso resaltar Su
Santidad durante la JMJ fue “fidelidad”. Fidelidad
en la fe, en la unión a Cristo. Pidió a los jóvenes
que aunaran la decisión y la prudencia, lejos de
enfrentarse o mostrarse hostiles. Pidió “tolerancia”
para una buena convivencia con otras opciones
aunque, eso sí, exigiendo respeto a las propias.
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L’Alcúdia Cristiana. Desembre 2011
Noticias de la Iglesia
¿Qué queda de la Jornada Mundial l
de la Juventud ?
La Jornada Mundial de la Juventud de
Madrid ha puesto nuevamente en evidencia que
estas jornadas juveniles están abiertas a todos los
jóvenes del mundo, sin distinción de credos o de
culturas, aunque la gran mayoría de ellos sean
católicos. En estos encuentros se tienden nuevos
puentes entre personas, se superan las fronteras, las
diferencias culturales; además, surgen nuevas
amistades, es posible que nazcan nuevos amores e
incluso nuevas vocaciones a la vida religiosa y
sacerdotal.
Todo esto es lo “bueno y positivo” que queda
cuando ya se ha recogido todo. Pero no hay que
olvidar que en la JMJ de Madrid cobraron un
protagonismo excesivo las manifestaciones en contra,
o más en concreto: en contra del Papa. Su principal
argumento era la economía, el “elevado coste”
decían, para los bolsillos de un país con cinco
millones de parados y una fuerte crisis económica.
Si bien es cierto, los ingresos que los cientos
de miles de jóvenes participantes han dejado en
Madrid (al margen de los otros lugares de España
por los que han pasado) superan las primeras
estimaciones de unos 50 millones de euros.
Por otro lado, los gastos, en su mayoría, han
sido sufragados por los peregrinos, así como