37 - Parroquia de San Andrés Apostol

la electricidad llamada SETSUDEN, palabra
formada por dos ideogramas, SETSU, del término
“setsuyaku” (ahorro) y DEN de “denki”
(electricidad). Palabra que aparece en comercios,
oficinas, estaciones, colegios. Todos nos hemos
hecho conscientes de que teníamos que usar bien
la electricidad que disponíamos.
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Economizar la energía. Salvar la vida.
En un primer momento hubo cortes
programados de luz. Cada dos horas una zona se
quedaba sin luz y así se podía repartir la que había.
Sobra decir la repercusión que afectó tanto a
enfermos que necesitaban en su tratamiento usar
en casa algún aparato, o a pequeñas fábricas y talleres
que tenían que parar la producción con las
consiguientes pérdidas. Pero no había más remedio,
si se quería que el país siguiera funcionando y no
quedara paralizada una capital sembrada de líneas
de trenes y metros.
Durante el verano se puso en marcha un plan
bastante estricto para recortar el uso de la energía
L’Alcúdia Cristiana. Desembre 2011
Articles de Reflexió
eléctrica. Empresas y colegios serían sancionados si
no se cumplían los porcentajes establecidos y la llamada
a la cooperación ciudadana se mantuvo de mil maneras.
Por ejemplo, en la cadenas nacionales de televisión
abundaron los programas con sugerencias para ahorrar
energía. Y la gente, que había experimentado en directo
los cortes de luz, colaboró.
Un fenómeno curioso ha sido el hecho de
que todo el mundo se ha dado cuenta de que se
puede vivir usando menos. ¿Es necesario un desastre
de tal magnitud para abrir los ojos y reconocer
nuestros abusos? Los recursos son limitados y
tenemos que actuar en consecuencia.
A este respecto, otras muchas consideraciones
se podrían formular sobre la cantidad de energía
que desperdiciamos cuando nos preocupamos
inútilmente por lo que ya no tiene remedio, o
malgastamos nuestra energía con miedos sobre un
futuro que, como su nombre indica, no es presente.
Nadie tiene la plancha enchufada todo el día,
ni la lavadora dando vueltas sin ropa, ni deja el
secador en marcha cuando ya se ha secado el pelo…
¿y si aprendiéramos a ahorrar también
“desenchufando” nuestros pensamientos inútiles?
Tenemos a nuestra disposición energía
necesaria para vivir el presente y, sin embargo, a
veces la malgastamos con el pasado y el futuro.
Quizás a cada uno de nosotros nos vendría bien un
buen letrero de SETSUDEN como los que
encontramos aquí en las tiendas, comercios, colegios
etc. para recordarnos que necesitamos ahorrar
energía para vivir
la felicidad que se
encuentra en el
presente.
Edelmira
Amat Alapont
Tokio,
19 noviembre 2011