37 - Parroquia de San Andrés Apostol

En estos últimos meses se han oído algunas
voces que pedían que la Iglesia Católica dejara de
estar exenta del Impuesto de Bienes Inmuebles
(IBI). No estoy seguro si es que formaba parte de
la estrategia de algún partido político con motivo
de la campaña electoral, en la que con frecuencia
se dicen tantas cosas y la mayoría despropósitos,
o es que respondía a otra campaña, la que sostienen
algunos partidos políticos que, para contentar a
sus afiliados y simpatizantes, utilizan de manera
sistemática el ataque a la Iglesia Católica, con
ocasión y sin ella.
Lo cierto es que en algunos ayuntamientos
de Madrid, el grupo político de Izquierda Unida
ha pedido que la Iglesia Católica renuncie al
privilegio de su exención del IBI. Y según el escrito
aparecido en Internet, el motivo es porque se
considera un privilegio dicha exención. Y claro,
en estos tiempos de crisis los ayuntamientos no se
pueden permitir el lujo de tener que renunciar a
lo que se podría recaudar por ese concepto.
Por eso, puestos a hablar de privilegios y
de exenciones, tendríamos que aclarar algunas
cosas, que resultan bastante interesantes, como
por ejemplo que la exención del IBI, no es en
absoluto un privilegio exclusivo de la Iglesia
Católica.
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Y de hecho, por ley están exentos del IBI:
•Los servicios públicos como Defensa,
Seguridad, Educación y Servicios Penitenciarios.
•Los inmuebles destinados a usos religiosos
de todas las religiones mayoritarias implantadas
en el territorio nacional, por aplicación de los
Convenios del estado Español firmados con la
Santa Sede, con la Federación de Entidades
Religiosas Evangélicas, con la Federación de
Comunidades Israelitas y con la Comisión Islámica.
•Los inmuebles pertenecientes a gobiernos
extranjeros o que les sea de aplicación la exención
por convenios internacionales.
•Los inmuebles pertenecientes a la
Cruz Roja.
L’Alcúdia Cristiana. Desembre 2011
Articles de Reflexió
Reflexiones sobre el IBI y la Iglesia Católica
(Comentario sobre una información aparecida en la red)
•Los terrenos ocupados por las líneas de
ferrocarriles y los edificios enclavados en los
mismos terrenos.
•Los Colegios concertados.
•Los terrenos e inmuebles pertenecientes
al patrimonio histórico-artístico.
•Las propiedades pertenecientes a entidades
sin fines lucrativos.
Pero por si no es suficientemente ilustrativo
todo lo dicho anteriormente, ya que hablamos de
privilegios, tendríamos que hablar también de la
ventajas fiscales de las que gozan determinadas
instituciones como los partidos políticos y los
sindicatos. Ventajas como el no tener que declarar
lo ingresado por las cuotas de sus afiliados, ni las
subvenciones recibidas de los organismos oficiales,
ni las donaciones de particulares, ni los rendimientos
de sus actividades económicas, ni los rendimientos
procedentes de las rentas de su patrimonio, etc.
Y resulta muy sospechoso que nadie levante
su voz pidiendo que ni los partidos políticos ni los