LENGUA CASTELLANA

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3l6 GRAMÁTICA CASTELLANA es decir, si lo son del verbo, han de ser todos directos, indirectüs o circunstanciales; y si dei nombre o del adjetivo, han de estar con respecto a éstos en la misma relación complementaria; v. gr.: Esta parte comprende el estudio de la belleza en los objetos físicos, morales e intelectuales, el de algunas cualidades estéticas secundarias que los mismos ofrecen Y el de las relaciones entre la verdad y la belleza (MiLÁ, Principios de Literatura, pág. 19). Si tuviéramos que expresar todo lo que dice el anterior ejemplo sin omitir en su enunciación los conceptos que lógicamente pueden sobrentenderse, tendríamos que decir: Estaparte comprende el estudio de la belleza en los objetos físicos; (esta parte comprende el estudio de la belleza en los objetos) morales; (esta parte comprende el estudio de la belleza en los objetos) intelectuales; {estaparte comprende) el {estudio) de algunas cualidades estéticas secundarias que los mismos ofrecen; {esta parte comprende) el (estudio) de las relaciones entre la verdad y la belleza. Pero en virtud del proceso lógico que permite eliminar en la expresión los conceptos que por ir ya expresados pueden sobrentenderse, suprimimos lo incluido entre paréntesis, y con una coma entre los adjetivOs//j/cos y morales, y la conjunción y (véase 324, a) entre morales e intelectuales, podemos suprimir lo incluido en los dos primeros paréntesis. Del propio modo, con la coma después de intelectuales y la conjunción y después de ofrecen, evitamos la doble repetición del sujeto y del predicado, y a la vez la del substantivo estudio. Así, también en HALLAMOS LA BELLEZA en el mundo físico, en el moral y en el intelectual (COLL Y VEIIÍ, Principios de Literatura, párrafo 10) se expresan una sola vez el verbo y el complemento directo, siendo tres los complementos circunstanciales que a los mismos se refieren. b) A veces, siendo uno solo el predicado, se repite mediante la conjunción que, la cual equivale entonces a y más, como en las expresiones familiares dale QUE dale, firmeCÍGIL firme y otras semejantes. 321. Segundo caso.— Cuando sean distintos los predicados que convienen a un mismo sujeto, se colocan también aquéllos uno a continuación de otro, unidos con la conjunción y si son sólo dos, y separados por una coma y la conjunción y entre los dos últimos si son más de dos; v. gr.: Jzian pintan dibuja; Juan escribe, pintan: dibuja. Si el predicado es nominal, la cópula se expresa una sola vez; v. gr.: Pedro ES avaro, cruel e inhumano. ERA de complexión sana, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza {Quijote, I, i). Los predicados pueden hallarse en distinto tiempo; v. gr.: lo HE DICHO y lo SOSTENGO; Juan lo AnRMÓ, lo AFIR­ MA 3.' lo AFIRMARÁ cuantas veces sea menester.

AivfE II, CAPITULO x.xií 317 322. Tercer caso.—Cuando sean dos o más los sujetos a quienes convengan unos mismos predicados, se unen aquéllos y éstos a tenor de las reglas dadas en los números 319 a 321; v. gr.: Juan, Pedro, Antonio Y Luis escriben, pintan Y dibujan. 323. Cuarto caso. — Cuando sean distintos los sujetos y los predicados, se colocan las oraciones ima a continuación de otra, poniendo la conjunción y entre las dos últimas, y conja o punto y coma entre las demás; v. gr.: Juan escribe, Ped^v pinta y Antonio dibuja. Si el predicado es nominal, puede expresarse la cópula sólo en la primera oración y sobrentenderse en las demás, aunque sea en distinta persona y. en distinto número; v. gr.: yo SOY compasivo y tü ingi'ato, donde se suple eres; SE HALLABA Inés pobre y sus hermanos riquísimos, donde se suple se hallaban. El tiempo del verbo callado lia de ser el mismo: soy y eres, se hallaba y se hallaban. a) En el caso de que tratamos conviene expresar el sujeto delante de cada verbo, siempre que el omitirlo pueda ocasionar ambigüedad, como sucede en este ejemplo de Cervantes: Vuestra merced temple su cólera, que ya EL DIAIM.O HA DEJADO al rucio Y VUELVE a la quere7tcia {Quijote, II, 11). En rigor gramatical dice aquí que quien vuelve a la querencia es el diablo y no el rucio, por lo que despué.'i de la conjunción jy debe reproducirse el nombre sujeto con un pronombre u otro substantivo que lo represente; así: y éste, oy el animalito, vuelve, etc. NOTA. En vez de presentar las oraciones coordinadas con v, Cervantes, a veces, cuando aquéllas son dos, coordina los sujetos, los verbos y los complementos entre si, formando grupos con ellos, como se ve en los siguientes ejemplos: Los CONSEJOS y I,A COMPAÑÍA del maestro Elisabai le mi Y le FUERON de mucho provecho (Quijote, I, 25), donde vemos unidos los sujetos consejos y compañía en grupo ajearte de los verbos fué y fueron; es decir, los consejos le fueron y la compañía le fui. Asimismo en dejando libres sin jÁQviMK v FRBNO al rucio y a Rocinante (Quijote, II, 59); es decir, dejando sin Jáquima al rucio y sin freno a Rocinante, 324. a) En lugar de la conjunción y empleamos e ante palabras que empiecen por / o hi, no formando diptpngo esta última; verbigracia: Fernando E Isabel piden limosna; madre v. hija duermen; pero matan Y hieren sin piedad. b) A veces se principia una cláusula con la conjunción^, la cual no une entonces la oración que encabeza a otra anterior, sino a reflexiones mentales que hacen prorrumpir con particular énfasis en interrogaciones o exclamaciones, como aquella de Fr. Luis de León:

3l6 GRAMÁTICA <strong>CASTELLANA</strong><br />

es decir, si lo son del verbo, han de ser todos directos, indirectüs o<br />

circunstanciales; y si dei nombre o del adjetivo, han de estar con<br />

respecto a éstos en la misma relación complementaria; v. gr.: Esta<br />

parte comprende el estudio de la belleza en los objetos físicos, morales<br />

e intelectuales, el de algunas cualidades estéticas secundarias que los<br />

mismos ofrecen Y el de las relaciones entre la verdad y la belleza<br />

(MiLÁ, Principios de Literatura, pág. 19). Si tuviéramos que expresar<br />

todo lo que dice el anterior ejemplo sin omitir en su enunciación los<br />

conceptos que lógicamente pueden sobrentenderse, tendríamos que<br />

decir: Estaparte comprende el estudio de la belleza en los objetos físicos;<br />

(esta parte comprende el estudio de la belleza en los objetos) morales;<br />

(esta parte comprende el estudio de la belleza en los objetos)<br />

intelectuales; {estaparte comprende) el {estudio) de algunas cualidades<br />

estéticas secundarias que los mismos ofrecen; {esta parte comprende) el<br />

(estudio) de las relaciones entre la verdad y la belleza. Pero en virtud<br />

del proceso lógico que permite eliminar en la expresión los conceptos<br />

que por ir ya expresados pueden sobrentenderse, suprimimos<br />

lo incluido entre paréntesis, y con una coma entre los adjetivOs//j/cos<br />

y morales, y la conjunción y (véase 324, a) entre morales e intelectuales,<br />

podemos suprimir lo incluido en los dos primeros paréntesis.<br />

Del propio modo, con la coma después de intelectuales y la<br />

conjunción y después de ofrecen, evitamos la doble repetición del<br />

sujeto y del predicado, y a la vez la del substantivo estudio. Así,<br />

también en HALLAMOS LA BELLEZA en el mundo físico, en el moral y<br />

en el intelectual (COLL Y VEIIÍ, Principios de Literatura, párrafo 10)<br />

se expresan una sola vez el verbo y el complemento directo, siendo<br />

tres los complementos circunstanciales que a los mismos se refieren.<br />

b) A veces, siendo uno solo el predicado, se repite mediante la<br />

conjunción que, la cual equivale entonces a y más, como en las<br />

expresiones familiares dale QUE dale, firmeCÍGIL firme y otras semejantes.<br />

321. Segundo caso.— Cuando sean distintos los predicados que<br />

convienen a un mismo sujeto, se colocan también aquéllos uno a<br />

continuación de otro, unidos con la conjunción y si son sólo dos, y<br />

separados por una coma y la conjunción y entre los dos últimos si<br />

son más de dos; v. gr.: Jzian pintan dibuja; Juan escribe, pintan:<br />

dibuja. Si el predicado es nominal, la cópula se expresa una sola<br />

vez; v. gr.: Pedro ES avaro, cruel e inhumano. ERA de complexión<br />

sana, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de<br />

la caza {Quijote, I, i). Los predicados pueden hallarse en distinto<br />

tiempo; v. gr.: lo HE DICHO y lo SOSTENGO; Juan lo AnRMÓ, lo AFIR­<br />

MA 3.' lo AFIRMARÁ cuantas veces sea menester.

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