la oscura quintería - Bibliotecas Públicas

sublevados, quienes responderán deponiéndolo
simbólicamente en efigie y proclamando rey a
su hermanastro Alfonso de once años de edad
en la “Farsa de Ávila”. En esta ceremonia
estaban presentes Juan Pacheco, y su hermano,
Pedro Girón.
La infanta Isabel.
Grabado de la Farsa de Ávila.
Nació el 22 de abril de 1451 en el pueblo
abulense de Madrigal de las Altas Torres,
tercera hija de Juan II de Castilla de la Casa de
Trastámara, siendo su madre Isabel de Portugal
que se casó con éste tras la muerte de su primera
esposa María de Aragón. En 1453 nacería su
hermano Alfonso, por lo cual nada hacía
presagiar que un día ocuparía el trono de
Castilla. Tras la muerte de su padre en 1454 se
trasladó junto a su madre a Arévalo, donde
trascurrieron los años de infancia de la que sería
la futura reina. En este periodo su madre
comenzó a ver perturbadas sus facultades
mentales y se iniciará la instrucción de la niña.
Isabel iba creciendo, y entraba en el uso de
razón; quienes la rodeaban insistían en que era
una chiquilla despierta.
La inminencia del nacimiento de la hija de
Enrique IV alteraba las relaciones de sucesión.
Ante esta situación los consejeros del rey
decidieron que los infantes, Isabel y Alfonso,
ambos de corta edad, tenían que estar en la
Corte y ser mantenidos en custodia hasta que se
decidiese su destino. Sin duda, el rey creyó que
teniendo cerca de sus hermanastros, podría
controlar mejor las intrigas de la corte y la
posible formación de un poderoso bando
contrario a su discutida hija. Las relaciones de
Isabel con Enrique IV y su hermano Alfonso
eran buenas, sin embargo la situación en la
Corte era muy tensa, ya que la alta nobleza
estaba enfrentada entre aquellos que pretendían
una monarquía fuerte y los que querían un rey
servil que fuera apto para sus propios intereses.
La infanta Isabel ya estaba en edad de
prometerse y el rey, su hermanastro, quería
utilizarla como instrumento eficaz para hacerse
nuevos aliados o para disuadir a sus enemigos.
Los intentos de prometerla en matrimonio
fueron varios, y en todos ellos la infanta dio
DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 5 – JUNIO 2010
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prueba de su temple, marcando para el resto de
su vida los rasgos de personalidad y religiosidad
que distinguirían el carácter de Isabel la
Católica.
Hasta los hechos que se relatan, se negociaron
una serie de posibles enlaces con la infanta.
Entre los primeros pretendientes estuvo el
infante Fernando (que con posterioridad sería su
futuro marido), nieto del rey de Aragón, pero
ese trato se deshizo debido a la poca simpatía de
Enrique IV por la casa de Aragón y sobre todo
cuando el padre de Fernando heredó la corona
de Aragón. Su hermanastro, enemistado con el
nuevo rey aragonés, prefirió negociar el
casamiento de la infanta con Carlos, príncipe de
Viana, que era el primogénito de la corona de
Aragón y cuyo carácter e intereses gustaban al
rey castellano pero la oposición del rey aragonés
y la muerte prematura del príncipe, en 1461,
impidió este matrimonio. Más tarde tuvo de
pretendiente al rey Alfonso V de Portugal,
viudo y con veinte años más que ella. Éste fue el
pretendiente más difícil de desahuciar, pero
Isabel era hábil y se apoyó en las leyes de
Castilla, que prohibían a las infantas contraer
matrimonio sin el beneplácito de los nobles del
reino.
Isabel la Católica.
El maestre de Calatrava, Pedro Girón.
Segundo hijo de Alfonso Téllez Girón y de
María Pacheco, señora y propietaria de
Belmonte, lugar donde nació alrededor del año
1423. Fue introducido en la Corte durante el
reinado de Juan II por el Condestable Álvaro de
Luna, como paje del monarca, al igual que su
hermano Juan Pacheco. El rápido y gran
ascenso que experimentan los dos hermanos en
la Corte de Castilla, recibiendo numerosas
donaciones por parte de Juan II y de su hijo el
príncipe Enrique, provoca que con posterioridad
los veamos unidos para manejar éxitos y
contiendas en beneficio propio, no importando