la oscura quintería - Bibliotecas Públicas
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todas <strong>la</strong>s conspiraciones, de todos los idealismos<br />
que sueñan con destronar a <strong>la</strong> hereje Isabel y<br />
con restaurar el catolicismo en <strong>la</strong> is<strong>la</strong> bajo el<br />
gobierno de <strong>la</strong> Estuardo.<br />
En París, <strong>la</strong> terrible matanza de San Bartolomé,<br />
con miles de hugonotes masacrados en una so<strong>la</strong><br />
noche, es un aldabonazo para los protestantes de<br />
toda Europa, un aviso de <strong>la</strong> suerte que les espera<br />
si los papistas se imponen. Walsingham,<br />
embajador inglés en Francia y testigo de los<br />
hechos, no lo olvidará nunca. Al ascender a <strong>la</strong><br />
secretaría de Estado, comienza a organizar, a<br />
costa de su propio bolsillo, un servicio de<br />
espionaje a esca<strong>la</strong> continental, con agentes en<br />
<strong>la</strong>s principales ciudades europeas.<br />
Celoso calvinista, cultivado en Italia (como su<br />
homólogo el secretario Antonio Pérez, estudió<br />
en Padua), hábil, y llegado el caso,<br />
maquiavélicamente sin escrúpulos, afirmaba de<br />
sí mismo que no encontraba nada que reprochar<br />
a su conciencia cristiana en lo privado por lo<br />
que había encontrado preciso hacer en servicio<br />
de lo público. Una esquizofrenia moral muy<br />
propia de los hombres de <strong>la</strong> época (¿sólo de<br />
el<strong>la</strong>?) que no dudaban en recurrir al engaño, <strong>la</strong><br />
trampa, <strong>la</strong> falsificación y el asesinato en nombre<br />
de su particu<strong>la</strong>r visión de los intereses del<br />
Estado. Tendrá un gran éxito infiltrándose entre<br />
los exiliados católicos ingleses y proyectando<br />
complots contra su reina, en buena parte<br />
teledirigidos por él mismo, que luego se encarga<br />
de desarticu<strong>la</strong>r.<br />
En lo político, será el aliado del conde de<br />
Leicester, favorito de Isabel. Enemigo furioso<br />
de España, en <strong>la</strong> que ve encarnada todo cuanto<br />
detesta y le asusta, estimu<strong>la</strong>rá <strong>la</strong>s correrías de<br />
los piratas ingleses, alentará a los protestantes<br />
hugonotes franceses, protegerá a Don Antonio,<br />
el rival de Felipe II por el trono de Portugal,<br />
apoyará el envío de armas, créditos y tropas a<br />
los rebeldes de F<strong>la</strong>ndes. Según sus propias<br />
pa<strong>la</strong>bras, para que el perro español se rompa los<br />
dientes intentando roer el hueso duro que son<br />
los Países Bajos: todo un ejemplo de guerra<br />
preventiva en casa ajena.<br />
Enfrente tiene a los servicios secretos más<br />
complejos y vastos de <strong>la</strong> época, dirigidos en <strong>la</strong><br />
cúpu<strong>la</strong> por el propio Felipe II y el secretario de<br />
Estado, pero extendidos por toda Europa como<br />
una abigarrada te<strong>la</strong> de araña con múltiples<br />
terminales. Embajadores, gobernadores,<br />
virreyes, almirantes: cada representante del rey<br />
posee su propia red de agentes, corresponsales,<br />
en<strong>la</strong>ces, correos. El prestigio del rey de España,<br />
<strong>la</strong> adhesión a <strong>la</strong> causa católica y <strong>la</strong> fama del oro<br />
y <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ta españoles permiten a Felipe II y sus<br />
delegados en el exterior reclutar informadores y<br />
captar a algunos de los personajes c<strong>la</strong>ve en <strong>la</strong>s<br />
cortes de <strong>la</strong>s otras potencias.<br />
DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 5 – JUNIO 2010<br />
44<br />
En 1585 <strong>la</strong> hostilidad entre <strong>la</strong>s dos coronas<br />
rompe ya en una guerra que curiosamente nunca<br />
llegará a dec<strong>la</strong>rarse de forma oficial, pero que<br />
durará casi veinte años y no concluirá hasta <strong>la</strong><br />
desaparición de los dos monarcas. La toma de<br />
Amberes había disparado todas <strong>la</strong>s a<strong>la</strong>rmas en<br />
Londres ante el previsible co<strong>la</strong>pso de <strong>la</strong><br />
resistencia neer<strong>la</strong>ndesa. Isabel, espoleada por<br />
Leicester y Walsingham, decide enviar dinero y<br />
un ejército expedicionario inglés en apoyo de<br />
los rebeldes. Es una auténtica dec<strong>la</strong>ración de<br />
guerra de facto contra España, que se completa<br />
con el envío de <strong>la</strong>s naves de Drake que atacan<br />
Galicia y <strong>la</strong>s is<strong>la</strong>s de Cabo Verde antes de<br />
descargar su furia contra <strong>la</strong>s mal protegidas<br />
ciudades indianas de Santo Domingo y<br />
Cartagena.<br />
Francis Waksingham<br />
Diplomáticamente <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones ya estaban<br />
rotas desde <strong>la</strong> expulsión de Bernardino de<br />
Mendoza, el embajador español en Londres,<br />
acusado de conspirar a favor de <strong>la</strong> cautiva María<br />
Estuardo. Mendoza pasa por Francia, se dirige a<br />
España a recibir instrucciones y vuelve a París<br />
para hacerse cargo oficialmente de <strong>la</strong> embajada<br />
a finales de 1584. Las actividades de espionaje<br />
en Francia, Escocia e Ing<strong>la</strong>terra quedan en<br />
manos de este diplomático belicoso, veterano de<br />
<strong>la</strong>s guerras de F<strong>la</strong>ndes, que se considera<br />
hechura del duque de Alba.<br />
Ese mismo año c<strong>la</strong>ve de 1585 Ing<strong>la</strong>terra y<br />
España se atacan <strong>la</strong> una a <strong>la</strong> otra en lo<br />
económico decretando el embargo de barcos y<br />
mercancías del enemigo en los puertos propios.<br />
Pero todavía más importante es que, antes de<br />
que termine el año, Felipe II se decide a<br />
preparar una flota para <strong>la</strong> invasión de Ing<strong>la</strong>terra<br />
(que mucho más tarde será conocida como <strong>la</strong><br />
Armada Invencible). El rey y sus ministros se<br />
han terminado de convencer de que el único<br />
modo de acabar con <strong>la</strong> guerra de F<strong>la</strong>ndes es