germand at del monestir cistercenc de sant a maria de poblet

IV JORNADAS DE REFLEXIÓN SOBRE LA
VIDA mONÁSTICA CISTERCIENSE
CONGREGACIÓN DE CASTILLA, O. CIST.
La Congregación de Castilla de la Orden
Cisterciense comienza su andadura en el año
1425, bajo la guía de un monje del Monasterio
de Santa María de Piedra, casa fundada
por el Monasterio de Santa María de Poblet.
El lugar elegido para vivir esta reforma será
el Monasterio de Montesión, en Toledo. Tras
esta experiencia de Fra Martín de Vargas fueron
floreciendo las distintas Congregaciones
en la Orden Cisterciense, viendo la luz, en el
año 1616, la de la Corona de Aragón.
Este año 2011, de los días 20 al 25 de
Junio, como recogiendo esta tradición secular
de ambas Congregaciones, un nutrido
grupo de monjas de la Congregación de
Castilla, provenientes de los monasterios de
Toledo, S. Andrés de Arroyo, Sto. Domingo
de la Calzada, Talavera de la Reina, Valladolid,
Málaga, Brihuega, Boadilla del Monte,
Casarrubios del Monte, Segovia, Lazkao,
junto con una hermana del Monasterio de
Valldonzella, de la Congregación de la Corona
de Aragón, participamos en las IV as Jornadas
de reflexión sobre la vida monástica
cisterciense que se celebran cada año en la
Congregación, teniendo este año el marco
singular del Monasterio de Poblet.
La plaza del Monasterio se abrió en
acogida para darnos paso a la hospedería
recién inaugurada, que nos sirvió de lugar
de encuentro y estudio. El entorno natural
que envuelve el conjunto arquitectónico
pobletano iba preparando nuestro espíritu
y mente para meditar en “la Palabra, presencia
viva”, lema que amparó estos días de
reflexión. Palabra, presencia viva hecha ora-
74
20-25 DE JUNIO DE 2011
ción que se elevaba en cada salmo, que se
volvía eco en las bóvedas góticas de la iglesia
populetana. Y allí se unían las voces de
los monjes y monjas en alabanza al Creador.
Liturgia compartida y celebrada en nombre
de la Iglesia, de la humanidad completa, de
la Creación viva y presente.
Experiencia de silencio y de compartir
fraterno, escudriñando en mutua reflexión
lo que el Espíritu hoy nos revela para los
tiempos actuales, revitalizando, a su vez,
nuestra secular tradición. Y así, se fueron
sucediendo las conferencias que nos adentraban
en la común deliberación.
El abad de Poblet, el P. José Alegre, abrió el
ciclo de conferencias tratando el tema Nuestra
presencia monástica en el mundo de hoy. Entrelazando
textos de la Sagrada Escritura y de nuestros
predecesores en el monacato, nos fue
adentrando en nuestro mundo interior para,
desde la contemplación, dar acogida a las inquietudes
de nuestro mundo actual, de modo
que nuestras vidas hablen por sí mismas, siendo
testimonio de los valores del Reino.
Nuestro Abad General Emérito de la
Orden Cisterciense, P. Mauro Esteva, profundizó
en nuestra Identidad cisterciense, haciendo
un repaso cronológico y temático de
lo realizado, tanto en los Sínodos como en
los Capítulos de la Orden, a partir del Concilio
Vaticano II, y que nos ha hecho llegar
hasta el momento actual.
Contamos igualmente con la participación
del P. Prior de Poblet, P. Lluc Torcal,
cuyas ponencias se basaron sobre el tema
Regla y Declaración. Nos expuso la importan-