Adiestramiento altanero con cometas

Durante años dediqué mi actividad cetrera a la “caza en blanco y negro” que es como yo
llamo a la caza de la urraca. Este peculiar vuelo de la halconería más estricta tenía en los “stoops”
un ejercicio fundamental en la preparación de halcones urraqueros, pues proporcionaba
precisamente aquellas cualidades que siempre he considerado como obligatorias para afrontar tan
duro ejercicio de caza.
La resistencia física, la agilidad y ya en el plano mental la perseverancia, son adquiridas
como obsequio al considerable esfuerzo que impone el ejercicio descrito y en su momento fueron
la llave que nos permitió afrontar episodios nunca vistos antes en la caza del inteligente y esquivo
córvido, animal admirable para el cetrero, permítame el lector este último comentario.
El conocimiento del estado físico de nuestra ave y por ende el del peso ideal de vuelo es un
ultimo y primordial beneficio con que igualmente nos obsequiarán los stoops, que necesitan una
motivación real en las etapas finales, jornadas en que el esfuerzo del halcón debe crecer de modo
importante si pretendemos mantenerlo en el ala tiempo suficiente como para sacar provecho de
estos ejercicios de musculación
Los vuelos con cometa ni mucho menos exigen la premura vital de la caza de la urraca, pero
sin duda necesitan de los beneficios con que siempre obsequian los “stoops”.
El modo de dar stoops creo que es una cuestión de preferencias personales, no importa que
prefieras darlos con una lonja larga o prefieras una corta, talvez optes por darlos con caña o
prefieras cambiar el señuelo tradicional por el que usarás con la cometa, lo importante es el modo
en que conduzcas el vuelo de tu pájaro.
Personalmente prefiero usar el señuelo tradicional para el asunto de los stoops y reservar el
que acompaña a la cometa solo para su específico cometido.
Los futuros vuelos con cometa son ejercicios absolutamente lineales y de fondo en el
desarrollo del vuelo, no deben existir paradas prolongadas en el ritmo de la batida. Esto es
suficiente motivo como para planificar este modo de musculación en base solo a ejercicios
aeróbicos y evitar lo contrario.
Cuando tu pájaro sea capaz de aguantar sin problemas 50 ó 60 stoops, quizá menos, será
momento de considerar el inicio de los vuelos a cometa.
Par acabar con este asunto de los stoops solo resta recomendar que durante las comidas que
suceden al ejercicio aprovechemos para ir acostumbrando a nuestro pájaro a la presencia de la
cometa. La mejor forma de hacerlo consiste simplemente en esperar a que el pájaro comience a
comer, entonces pones en vuelo tu cometa con la precaución de hacerlo suficientemente alejados
como para evitar que el pájaro tome temor. Verás que tu pájaro se asusta menos de lo que
pensabas y en pocos días podrás acercársela a su vertical e incluso bajarla a escaso metros de
donde come.
Una buena idea es atar a tu señuelo un roedero que permita alargar el tiempo de exposición a
la cometa en aras de una mayor tolerancia hacia el curioso objeto, prepara entonces suficientes
picadas de carne de calidad y halágale con ellas mientras tira de la correosa comida atada y
cébale, siempre en presencia de la cometa para finalizar cada sesión.
Muchos nuevos cetreros han oído por ahí que si das stoops a un pájaro que se va a dedicar a
los vuelos de espera posiblemente pierda su afición por el vuelo altanero o como poco bastantes
metros en su techo habitual. Claro, esto puede tener algún sentido con un pájaro hecho pero en
nuestro caso no es motivo de preocupación pues la aplicación de esta disciplina es anterior a
cualquier afición de nuestro halcón por volar alto.
De cualquier modo puedo deciros que un amigo de Palma de Mallorca, Máximo Mir,
singular aficionado y por lo que me consta gran cetrero (Máximo lleva años adiestrando halcones
con cometa), en una ocasión me hablaba de cómo, por motivos de peso o circunstanciales de otro
tipo, un pájaro podía rehusar ascender hasta una cometa sujeta a gran altura, entonces le corregía
su actitud dándole una buena sesión de stoops (Máximo los da utilizando un señuelo atado al
extremo de una caña, consiguiendo un vuelo más versátil y dinámico) que le hicieran ver lo
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