Adiestramiento altanero con cometas

techos que tanto emocionan aun cuando nunca se conviertan en herramienta de buenos resultados,
se transforman en alturas mucho menos impresionantes.
Sobre el peso de vuelo como concepto se ha hablado mucho. Para mí el peso de vuelo no es
una cifra inalterable de unidades de medida. El peso es algo tan vivo como el propio pájaro y
debemos manejarlo con exquisito cuidado, no solo por lo importante que es para la salud de
nuestras aves sino porque es la llave que abre la puerta de la motivación que necesitan nuestros
pájaros para ser exactamente lo que son, aves rapaces.
Entonces ¿cómo afrontar el asunto del peso en el entrenamiento con cometa?
Pues simplemente del mismo modo que con cualquier otro método de adiestramiento,
ajustando este al resultado exigido.
No obstante y para evitar una idea errónea de lo expuesto, primero debemos comprender que
toda la fase de vuelos persiguiendo el señuelo de cometa no es más que una fase de vuelos
directos o de mano por mano.
Esta parte, muy dura, en el entrenamiento del aspirante al cielo obliga a un vuelo sostenido
siempre en ascensión, de gran desgaste físico y por ende mental. La tentación de abandono en
cada vuelo siempre amenaza el resultado buscado y el avance técnico y físico del ave obliga a un
control meticuloso y serio de cada sesión.
Volar tu pájaro sin hambre será tan contraproducente como volarlo escuálido. Sin hambre
suficiente excusará el duro trabajo y bajo de peso será imposible que aguante volando apenas
unos pocos instantes.
No conozco ninguna norma que garantice el conocimiento del peso ideal para cada
momento salvo la de la experimentación cuidadosa y sobre todo el análisis que se recomienda en
cualquier texto serio de cetrería.
Yo sé que cualquier cetrero conoce la importancia del control de peso de sus pájaros pero
cuando hablo con los nuevos sobre este asunto y asienten con gesto grave de haber entendido
todo, creo que por educación más que por otra cosa, sé que la mayoría de ellos ni siquiera se
acercan a una mínima idea de lo importantísimo que es conocer este estado físico de sus aves.
El peso de vuelo es sin duda importante, por eso me quedo atónito cuando escucho ese tipo
de conversaciones en las que alguien afirma, quizá imitando a estos mentalistas tan de moda que
adivinan incluso el número que resultará premiado en cualquier lotería popular, ser capaz, no solo
de ajustar día tras día y con una precisión de 1 g. el peso de su ave, sino de adivinar este dato solo
con palparle el pecho u otra parte del cuerpo, pues después de algunos años pesando y tocando
pájaros es cosa que nunca he sido capaz de conseguir y de hecho estoy seguro que salvo por
suerte del azar es imposible.
Por el contrario, yo prefiero usar una bascula y evitar la obtención del dato del peso de modo
tan poco serio. De este modo no solo sé con precisión el peso en vacío de mis pájaros sino
también de cuanto han comido. Esto me permite ajustarlo a la necesidad de cada momento usando
simplemente la comparación con pesos anteriores.
Se que los más quisquillosos dirán que otros factores ajenos al peso son también
importantes. Tienen toda la razón, el peso por si mismo no soluciona nada, sino más bien el
aprovechamiento que de esta circunstancia hagamos los cetreros.
En cuanto al peso y para acabar, debo decir que cuando hablo de peso de vuelo, solo estoy
refiriéndome a aquel en que cada pájaro da lo mejor de si mismo. Será trabajo del cetrero
discernir que halcón necesita más gramos y cual menos, en que momento debe incrementar la
dieta y cuando restringirla.
Otro punto importante en cualquier adiestramiento es el que trata del desarrollo físico del
pájaro y es especialmente importante en aves jóvenes aun por completar su desarrollo muscular.
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