Adiestramiento altanero con cometas

cuanto más viento haga y a más altura haya escalado nuestro emplumado amigo. Por no decir que
incluso podemos perderlo.
Para salvar este problema lo mejor es el uso de un pequeño paracaídas que frene el descenso
y evite el alejamiento del ave más allá de lo recomendable y asumible por el cetrero, haciendo
además la bajada absolutamente natural y controlada e impidiendo, incluso en suelo, las malas
tentaciones de llevar en mano de pájaros con este problema.
Por otro lado este modo de descenso siempre obliga al pájaro a batir alas de modo que
subirá al señuelo batiendo y bajará del mismo modo, lo que supone una desaceleración del ritmo
cardiaco y del trabajo muscular de forma suave y paulatina tras el esfuerzo hecho. Viene a ser lo
mismo que hace un atleta después de una dura carrera, si nos fijamos veremos que no llega a la
meta y se para sino que progresivamente baja el ritmo hasta la estabilización y recuperación del
definitivo resuello.
Durante bastante tiempo he usado para soltar el paracaídas los mismos métodos que los
usados en bajadas por línea, sin embargo y sin lugar a dudas lo mejor es confeccionar una especie
de funda de paraguas con la medida adecuada y en la que introduciremos el paracaídas de modo
que nuestro pájaro cuando trabe el señuelo, simplemente lo extrae y se inicia el descenso.
En lo que respecta al equipo que usaremos quizá haya más que comentar pero considero que
lo explicado es suficiente.
CONCEPTOS BÁSICOS PREVIOS
Antes de afrontar el entrenamiento con cometa, es necesario, como no puede ser de otra
forma, considerar algunos puntos importantes que aunque genéricos a la cetrería en general no
está de más repasar, principalmente pensando en los cetreros que empiezan o cuentan con menos
experiencia.
Como el resto de opiniones, aquí vertidas, mostraré solo mi punto de vista, en la seguridad
de que habrá quien discrepe y sin ser esto cosa que me preocupe demasiado.
Quizá de todos ellos el principal sea el tratamiento del peso de nuestro pájaro, verdadero
motor de la motivación por el vuelo y la caza.
Pienso que la clave para percibir el peso ideal de vuelo de cada pájaro consiste en la
capacidad que poseamos para desnudar nuestra mente de ideas preconcebidas o impuestas como
costumbre y verdad absoluta.
Decir por ejemplo que los pájaros troquelados deben ser volados en pesos superiores a sus
hermanos de crianza natural, o que del mismo modo los altaneros deben ir lo más sobrados
posible de gramos, es algo aceptado como norma por mucha gente, pero no es cierta ni una cosa
ni otra.
No importa el origen, ni a que este dedicada cualquiera de nuestras aves, sino sus
particularidades como individuo diferenciado, lo que unido a las circunstancias que de modo
singular puedan afectarla obliga a una toma de decisiones única para cada pájaro y para cada
momento.
Comprendo que para el cetrero que decidió volar un ave mal improntada, por su propia y
legítima decisión, bajar el peso de su pájaro aun cuando las circunstancias pudieran aconsejarlo,
es un gran problema cuando el resultado es una ave que pía pidiendo comida incluso después de
haberse saciado, por no hablar de la imposible misión de que se aleje más allá de unos pocos
metros respecto al cetrero.
Entiendo igualmente que aquel altanero solo suba muchos metros cuando vuela en un peso
que por excesivo no se corresponde mucho con el tamaño del ave, pero sin el cual los fantásticos
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