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Adiestramiento altanero con cometas

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PARTE I<br />

COSAS DE COMETAS, HALCONES Y HALCONEROS<br />

Darío Pérez Gutiérrez<br />

Cuando en la desaparecida revista Yárak escribí un artículo sobre el entrenamiento para<br />

altanería utilizando <strong>cometas</strong>, mi principal objetivo fue el de hacer llegar este, entonces, novedoso<br />

método de entrenamiento a aquellos cetreros que por necesidad, curiosidad o cualquier otro<br />

motivo, decidieran aplicarlo <strong>con</strong> sus pájaros.<br />

Exponer esta técnica de entrenamiento desde una visión pragmática fue sin duda una de<br />

mis pretensiones, y lo sigue siendo, aun a pesar del inevitable ejercicio de opinión que por otro<br />

lado también <strong>con</strong>sidero necesario, ya que después de todo, no es más que el reflejo de las propias<br />

experiencias y muestra aquel lado más subjetivo y real de cada modo diferente de pensar.<br />

Lo que quiero decir es que lo aquí expuesto no es más que mi particular modo de ver las<br />

cosas y en absoluto un dogma de titulo inalterable.<br />

Uno de los motivos que han promovido esta nueva exposición ha sido el cambio, aunque<br />

no de un modo radical, en mi forma de ver las cosas, pues como no puede ser de otro modo y tras<br />

pasar por el filtro de la experiencia, no solo de la propia sino también de la de otros que han<br />

probado este método de adiestramiento, aquello que era incuestionable no solo dejó de serlo sino<br />

que generó en mí una duda razonable sobre si había cosas mejorables o aquellas simplemente<br />

inevitables podían ser asumidas sin riesgo a <strong>con</strong>secuencias no deseadas, motivo por el que me he<br />

permitido corregirme a mi mismo sobre algunas cosas dichas.<br />

Pero ¿en que <strong>con</strong>siste esto de adiestrar pájaros <strong>con</strong> <strong>cometas</strong>, o globos?.<br />

El adiestramiento mediante la utilización de <strong>cometas</strong> y del mismo modo globos es<br />

simplemente un ejercicio de vuelo al señuelo. Este señuelo que es arrastrado por la cometa o<br />

globo hacia el cielo, es colocado cada día a mayor altura y de modo que nuestro pájaro acabe por<br />

volar a una <strong>con</strong>siderable altura desde la que se le iniciara en los vuelos por altanería mediante el<br />

uso de escapes.<br />

Todo esto se entenderá mejor una vez que hayamos desarrollo el proceso de<br />

adiestramiento.<br />

Debo aclarar que en esencia, tanto el adiestramiento <strong>con</strong> <strong>cometas</strong> como el que se realiza<br />

<strong>con</strong> globos, están basados en los mismos principios. Durante el desarrollo de esta exposición<br />

iremos viendo las diferencias y coincidencias del uso de unas y otros.<br />

Llegados a este punto tal vez sea buena idea empezar haciendo, aunque no de un modo<br />

riguroso y sí brevemente, un poco de historia.<br />

La técnica primitiva que dio origen a este tipo de entrenamiento se fundamentó en el uso de<br />

globos de helio y fue promovida hace más de 25 años por dos hal<strong>con</strong>eros estadounidenses, Bill<br />

Heinrich y Bill Burnham.<br />

Estos cetreros experimentaron este nuevo método de entrenar hal<strong>con</strong>es <strong>con</strong> cierto éxito<br />

cuando apareció en escena un tercer hal<strong>con</strong>ero, David Scarbrough, que habiendo usado el<br />

método primitivo se dio cuenta de que, salvo un día perfecto, <strong>con</strong> ausencia de aire en<br />

movimiento, la utilización de globos de helio presentaba serios problemas, siendo el principal el<br />

ocasionado por la incidencia del viento sobre un ligerísimo globo que acababa por perder ángulo<br />

1


tendiendo a la horizontalidad <strong>con</strong> el suelo y por <strong>con</strong>siguiente haciéndolo disfuncional ante esta<br />

vicisitud.<br />

Otra de las dificultades que David detectó fue lo complicado de <strong>con</strong>seguir una separación<br />

idónea del sistema de señuelo que arrastra la cometa y que en el caso de la utilización de globos<br />

obliga a montar una escuadra de la que penda el señuelo citado y evite su enredo en la línea de<br />

sujeción del globo al suelo.<br />

La cosa es que David decidió entonces probar algo distinto, el uso de una cometa.<br />

Este cambio permitió subsanar los problemas expuestos. Las <strong>cometas</strong> necesitan del viento<br />

molesto que hace poco eficaz el empleo de globos y tienen dos ventajas importantes sobre el<br />

empleo de estos:<br />

1ª- por su modo de vuelo siempre dan un ángulo adecuado a la fijación del señuelo respecto<br />

a la línea de la cometa.<br />

2ª- son mucho más baratas que un uso <strong>con</strong>tinuado de globos.<br />

Como es lógico presentan un in<strong>con</strong>veniente del que carecen los globos:<br />

Si no hace viento no vuelan. Y al <strong>con</strong>trario, <strong>con</strong> viento no merece la pena intentar nada <strong>con</strong><br />

un globo lleno de helio.<br />

Todo esto nos lleva a nuestra primera discusión importante en cuanto al empleo de esta<br />

técnica para el adiestramiento, <strong>con</strong> lo que se plantean dos preguntas ya clásicas para mí.<br />

-¿Qué ocurre cuando durante un día o más carecemos de viento?.<br />

Bueno, esto resultó ser un asunto de gran preocupación cuando empecé a poner en practica<br />

esta técnica. De hecho llegué a plantearme el uso alternativo de un globo de helio. Al final decidí<br />

utilizar únicamente la cometa, <strong>con</strong> lo que, como cualquier otro día, pesaba mi pájaro, cogía mi<br />

equipo y me presentaba en el campo de vuelo. En una ocasión estuve 17 días <strong>con</strong> aquello que<br />

llamamos “calma chicha”, lo que me desagradaba bastante pues hacía inviable el vuelo del<br />

artilugio volador.<br />

Realmente, el empleo de la cometa solo me interesaba en cuanto a que me permitía trabajar<br />

<strong>con</strong> mi halcón en pos de la altanería en un terreno poco adecuado para el uso optimo de palomas<br />

de escape al modo tradicional, por lo que en ningún momento fue, ni siquiera ahora, un fin sino<br />

solo un medio para hacer pájaros.<br />

Lo que hice fue muy sencillo, tanto como lo es dejar a mi pájaro descaperuzado encima de<br />

una piedra y esperar por si en un asalto de genialidad oculta, mi halcón despegaba y se colocaba<br />

por si mismo alto en el cielo. Esto, por supuesto, nunca sucedió, <strong>con</strong> lo que mi amigo<br />

emplumado no volvió a volar hasta la aparición del ansiado viento.<br />

Durante estos días la perdida de fe en la cometa no fue en ningún momento causa de<br />

preocupación para mí, otra cosa era la perdida de <strong>con</strong>dición física que yo suponía como cierta y<br />

que resulto ser una falsa alarma pues “Quinqui” que es como se llama mi baharí, el día nº 18, en<br />

que volvió la ansiada brisa, voló como si esos 17 días de paro técnico no hubieran existido.<br />

Ahora sigo reflexionando sobre que hacer, a parte de no volar el halcón, el día que no haya<br />

“motor” para la cometa, sin haber llegado a una <strong>con</strong>clusión definitiva. En cierta ocasión me<br />

planteé el uso de palomas pestañeadas, pero acabé por descartarlo ya que no me permitían un<br />

<strong>con</strong>trol absoluto de los sucesos que quería provocar, <strong>con</strong> lo que a falta de otra solución mejor<br />

sigo utilizando el viejo sistema de paro por imposibilidad técnica, principalmente por que a lo<br />

largo de una temporada cuento <strong>con</strong> días suficientes de aire en movimiento.<br />

Respecto a la segunda pregunta, es la que sigue:<br />

2


¿Es adecuado el uso alternativo, durante el entrenamiento, de la cometa para días de aire y<br />

globo ante su ausencia o del mismo modo el entrenamiento mediante el empleo de escapes de<br />

paloma al modo tradicional los días de calma?<br />

Mi respuesta es que si quieres una regularidad absoluta en el adiestramiento de tu pájaro o<br />

te has propuesto unos plazos en cuanto al proceso de hacer subir al cielo a tu halcón, lo mejor es<br />

que cuentes <strong>con</strong> cometa y globo, pues en definitiva el modo de adiestramiento es idéntico<br />

salvando las diferencias obvias.<br />

El uso de palomas al modo tradicional o usando pestañeadas, los días de imposibilidad de<br />

uso de la cometa, no lo <strong>con</strong>sidero apropiado ya que puede quebrar la lógica mental que tu pájaro<br />

utiliza en su desarrollo técnico para comprender que es lo que se le pide que haga en su día de<br />

vuelo, <strong>con</strong> lo que lo mejor, si no <strong>con</strong>tamos <strong>con</strong> globo, es relajarnos y alejar de nosotros esa mala<br />

compañera que es la prisa.<br />

Hay una tercera pregunta que responder. ¿ Cual es la ventaja, caso de que exista, del uso de<br />

<strong>cometas</strong> frente al empleo de palomas de escape por el sistema tradicional de fallos y aciertos?<br />

Bueno, soy de los que <strong>con</strong>sideran que en definitiva poco importa la forma en que hayas<br />

<strong>con</strong>seguido un buen <strong>altanero</strong> y cuando digo buen <strong>altanero</strong> no hablo de mediocridades. Pese a<br />

todo, lo importante es que tu pájaro haga el trabajo que se espera de él en el momento que sale de<br />

la mano.<br />

Durante años he discutido <strong>con</strong> muchos amigos sobre las técnicas que <strong>con</strong>siguen los mejores<br />

pájaros y he escuchado todo tipo de opiniones sin que en definitiva pueda decirse de modo<br />

rotundo que el éxito radica en un determinado secreto.<br />

Estoy <strong>con</strong>vencido de que un alto porcentaje de hal<strong>con</strong>eros que utiliza técnicas tradicionales,<br />

en que la suelta de palomas es la base primordial del adiestramiento <strong>altanero</strong>, des<strong>con</strong>oce<br />

realmente como funciona el proceso lógico de aprendizaje por el que un halcón comprende las<br />

ventajas de la altura. Simplemente hacen lo mismo que han hecho otros antes, sin pararse a<br />

pensar en porque suceden las cosas.<br />

Esto en si mismo no tiene nada de malo si cubre las expectativas del cetrero y acaba<br />

funcionando bien después de todo, pero para aquellos hal<strong>con</strong>eros que quieren más, es siempre<br />

inquietante la sensación de no haber <strong>con</strong>seguido un desarrollo técnico y mental de sus pájaros<br />

más aproximado al de sus hermanos salvajes y que solo puede <strong>con</strong>seguirse desde un<br />

<strong>con</strong>ocimiento más exhaustivo sobre los propios hal<strong>con</strong>es silvestres.<br />

De cualquier modo siempre que reflexiono sobre el comportamiento de los hal<strong>con</strong>es de<br />

cetrería tengo presente, pues estoy seguro de esto, que los hal<strong>con</strong>es saben mucho más de cetreros<br />

que los cetreros de hal<strong>con</strong>es.<br />

Hace años un viejo cetrero, <strong>con</strong> muchos años de experiencia, me dijo respecto al<br />

entrenamiento <strong>altanero</strong> de hal<strong>con</strong>es: “ La cosa es sencilla. Si tu pájaro no sube, échale palomas<br />

difíciles que se le vayan por arriba, cuando suba, tíraselas fáciles, él sabe que hacer”.<br />

Claro, visto así , no merece la pena escribir nada más sobre altanería, esta frase garantiza el<br />

camino de la gloria.<br />

Las cosas, aun cuando estas palabras encierran una gran verdad, sin embargo cambian<br />

bastante cuando tienes tu brazo extendido <strong>con</strong> el halcón a punto de abandonar el puño para al<br />

final posarse o realizar un mal vuelo que te lleva a pensar que aquel viejo hal<strong>con</strong>ero en<br />

definitiva, o no tenía tanta razón o a su frase le faltaba algún aditivo misterioso solo <strong>con</strong>ocido por<br />

aquellos que pájaro tras pájaro <strong>con</strong>seguían buenos resultados frente a la mediocridad que<br />

debemos re<strong>con</strong>ocerlo, está más extendida.<br />

3


Volviendo a nuestras reflexiones sobre el entrenamiento utilizando palomas, quizá para ver<br />

algo de claridad sea bueno preguntarnos: ¿dónde está la clave del éxito de este entrenamiento?, y<br />

¿cómo funciona la lógica mental de nuestros pájaros, para entender que todas las <strong>con</strong>secuencias<br />

del ataque radican en buena medida en la altura?<br />

Bueno...pues yo no lo sé <strong>con</strong> total exactitud, pero <strong>con</strong> el pasar del tiempo he oído todo tipo<br />

de respuestas <strong>con</strong>testando a nuestras preguntas.<br />

Por comentar alguna, quizá la más recurrente de aquellas sea la que argumenta que los<br />

hal<strong>con</strong>es re<strong>con</strong>ocen la ventaja de la altura cuando se dan cuenta de que desde techos inferiores<br />

no llegan a las rápidas y esquivas presas. Rectifican entonces su altura de vuelo al alza y<br />

problema resuelto.<br />

Desde mi particular punto de vista y aun <strong>con</strong>siderando la variedad de factores que<br />

intervienen en la formación y desarrollo técnico de un halcón <strong>altanero</strong>, muchos de los cuales son<br />

complejos, al menos para mí, creo que esta teoría expuesta tal como yo la he <strong>con</strong>tado, al menos<br />

es insuficiente en su explicación, por no decir que es falsa en la mayoría de <strong>con</strong>textos.<br />

Pienso que lo que realmente sucede no depende solo de la capacidad del halcón en<br />

acercarse más o menos a su presa en el ataque, pues ¿quien no ha visto en cualquier campeonato<br />

tipo SKY-TRIAL como el porcentaje de capturas era inversamente proporcional al techo de<br />

ataque de los hal<strong>con</strong>es?<br />

Muchos cetreros que cazan habitualmente perdices vuelan pájaros, por lo común hembras o<br />

híbridos grandes, <strong>con</strong> techos que rondan los 100 metros de altura, <strong>con</strong>siguiendo una alta<br />

efectividad en muchos casos. Estos a menudo recriminan a los precursores de las grandes alturas<br />

lo inútil de volar pájaros a caza <strong>con</strong> techos mayores bajo el argumento de que cuando el halcón<br />

aun está bajando la presa ya ha en<strong>con</strong>trado refugio.<br />

Pero aun re<strong>con</strong>ociendo lo cierto de que ante un ataque del halcón a su presa, desde una<br />

altura desproporcionada en relación al vuelo de evasión de la presa, y partiendo de la base de que<br />

yo no hago cetrería <strong>con</strong> la intención de llenar el morral, ni mi propósito es impresionar a nadie<br />

que me visite <strong>con</strong> muchas capturas anotadas en el diario de mi pájaro, sino solo disfrutar de<br />

vuelos que verdaderamente merezcan la pena, técnica, efectiva y estéticamente, sea sobre caza<br />

real o sobre escapes de calidad, el asunto de la supuesta efectividad sería cuanto menos<br />

discutible, más después de haber sido testigo en más de una ocasión de capturas <strong>con</strong>seguidas tras<br />

varios intentos fallidos desde los ya referidos 100 metros y menos, algunas posadas del halcón y<br />

una buena cantidad de terreno recorrido <strong>con</strong> el halcón frecuentemente retrasado en su posición de<br />

ataque, mientras el cetrero se <strong>con</strong>vertía en el verdadero acosador de una pobre perdiz cansada de<br />

tantos vuelos y tanta mediocridad.<br />

Para acabar nuestra reflexión sobre la lógica del aprendizaje <strong>altanero</strong>, mi teoría, discutible<br />

por supuesto, es que el éxito de cualquier método que persiga la <strong>con</strong>quista del cielo, está apoyado<br />

directamente no solo en el dominio eficaz del campo efectivo de ataque o en la capacidad de<br />

acercamiento eficaz a la presa por parte del halcón tras el picado sino principalmente en la<br />

velocidad de llegada a aquella, algo imprescindible y que nos lleva a algunas <strong>con</strong>secuencias muy<br />

útiles en altanería: en primer termino el incremento en las posibilidades de sorprender a la presa,<br />

después una gran potencia de impacto caso de <strong>con</strong>seguir un <strong>con</strong>tacto íntimo entre atacante y<br />

victima, potencia que es directamente proporcional a la velocidad, salvando la pericia del ave en<br />

su caso.<br />

Otra de las <strong>con</strong>secuencias favorables estriba en las enormes inercias que tras un ataque<br />

fallido permiten a lo hal<strong>con</strong>es reposicionarse ventajosamente sobre su presa <strong>con</strong> enormes puntas<br />

que los colocan de nuevo en posición ventajosa sobre una presa que de nuevo se encuentra bajo<br />

la presión física y psíquica de la acción cinegética de nuestro emplumado amigo.<br />

No tener en cuenta esto es simplemente obviar la lógica más simple. No obstante cualquier<br />

halcón, salvaje o de cetrería, tiene sin duda sus propios motivos para volar a mayor o menor<br />

altura, interviniendo una <strong>con</strong>siderable cantidad de factores o circunstancias que delimitan cada<br />

4


estilo de vuelo y que sin duda son también importantes, tales como: tipo de terreno, o de presas,<br />

<strong>con</strong>dicionamientos por experiencia positivos y del mismo modo los negativos, también la propia<br />

fisonomía del ave, necesidad de desplazamiento e incluso la diversión, entre otros, sin olvidar la<br />

visión panorámica que permite el vuelo a gran altura y que facilita la vigilancia de posibles<br />

presas sobre grandes extensiones de terreno <strong>con</strong> un gasto e<strong>con</strong>ómico de energía.<br />

De cualquier modo en esto de la altanería siempre acabo escuchando a aquellos que la<br />

practican las mismas cosas.<br />

A los que cazan primando la eficacia, , por <strong>con</strong>vicción o por devoción a las cifras, aun a<br />

pesar del estilo si fuera necesario, defendiendo lo <strong>con</strong>veniente, aun sin re<strong>con</strong>ocerlo en público<br />

muchas veces, de llenar el morral o la casilla de capturas del diario de vuelo, sin que sea<br />

importante ningún otro fin ni el modo de <strong>con</strong>seguirlo.<br />

Al otro lado aquellos que defienden los grandes techos como único y verdadero objetivo,<br />

sin importar más cosa que esta.<br />

Y por último los que sin renunciar a la caza, huyen sin embargo de estilos de vuelo<br />

chabacanos, impropios o fuera de lugar para lo que <strong>con</strong>sideran como aceptablemente digno a la<br />

naturaleza de sus excelentes y completos hal<strong>con</strong>es.<br />

Sin duda pueden ser muchas y variadas las formas de hacer las cosas, y ser defendidas o<br />

denostadas, dependiendo de a quien le toque hablar de ellas e incluso de a quien este dirigida esa<br />

opinión, pero todavía no he visto a nadie, ni siquiera a los que abogan por pequeños techos, que<br />

cuando <strong>con</strong>siguen un gran <strong>altanero</strong>, y olvidando sus antiguas justificaciones de porque sus<br />

pájaros vuelan en los llamados techos inferiores, no presuma de su pájaro cuando por fin ha<br />

<strong>con</strong>seguido que aquel vuele alto, muy alto y además cace (e incluso sin cazar).<br />

Volviendo al asunto de que trata esta exposición y que no es otro que el entrenamiento de<br />

nuestras aves altaneras mediante el empleo de <strong>cometas</strong>, al menos creo necesario decir que sin<br />

duda a mi parecer este es uno de los mejores métodos de adiestramiento de <strong>altanero</strong>s y surge de<br />

inmediato la pregunta ¿por qué?<br />

Bueno pues se me ocurren varias respuestas, pero tal vez de entre todas, la más<br />

importante para mi sea la que manifiesta que es un método que permite el adiestramiento eficaz<br />

de grandes <strong>altanero</strong>s sin la necesidad de disponer de medios que por lo normal solo se<br />

encuentran al alcance de unos pocos, tales como la disponibilidad de espacios abiertos, caza o de<br />

escapes en cantidad y calidad<br />

En efecto, este modo de entrenar hal<strong>con</strong>es hace posible adiestrar aves altaneras casi en<br />

cualquier terreno, minimizando la resolución de problemas complejos por parte del halcón, tales<br />

como la comprensión de lo que debe o no debe hacer.<br />

Muchos pájaros salen todos los días de la mano des<strong>con</strong>ociendo lo que el cetrero espera de<br />

él. De este modo se le pueden estar sirviendo palomas durante varios o incluso muchos días, en<br />

la esperanza de que se cumpla la regla tan re<strong>con</strong>ocida de que todo halcón que falla un escape<br />

difícil al día siguiente volará más alto, cosa que no digo que no acabe por ocurrir pero que<br />

ciertamente no podemos asegurar que suceda. No han sido pocos los hal<strong>con</strong>es que después de<br />

muchas palomas difíciles y fáciles <strong>con</strong>tinúan volando cerca del suelo .<br />

Por el <strong>con</strong>trario el empleo de <strong>cometas</strong> o globos no exige, en el plano de la comprensión,<br />

más cosa que la voluntad del halcón por subir a recoger un señuelo que siempre espera en el<br />

cielo o el natural entendimiento de que cuando vuela alto, por encima del cetrero, siempre<br />

aparece algo vivo que atacar.<br />

Comencé a utilizar <strong>cometas</strong> por accidente y nunca mejor dicho. Sucedió que estaba<br />

“haciendo” a STUKKA un torzuelo de Peregrinus x Brookey de excelentes proporciones,<br />

carácter y cualidades, criado por Fernando Izquierdo en el criadero “Hal<strong>con</strong>es Valmoral”.<br />

5


Este pájaro que resultó ser excelente para la altanería tuvo la mala suerte de lesionarse en<br />

un ala tras un picado.<br />

El pájaro se recupero después de todo pero no totalmente, volaba escorado y había<br />

desaparecido su innata genialidad para subir al cielo.<br />

Por aquel entonces tuve la oportunidad de leer un artículo que hablaba de <strong>cometas</strong> y<br />

hal<strong>con</strong>es escrito para la revista “Federcaza” por Guillen Torrent, a quien sin duda hay que<br />

<strong>con</strong>siderar en España como el pionero en el empleo de esta técnica importada de USA y a quien<br />

desde aquí saludo <strong>con</strong> afecto y admiración, no solo por su valentía de entonces sino también por<br />

su trayectoria en mundo tan complejo como el nuestro.<br />

Este articulo que me pareció una revelación sobre una nueva forma de hacer y ver las<br />

cosas me interesó por diversos motivos, pero principalmente por que entonces pensaba mucho en<br />

como recuperar la forma física y mental de mi desafortunado halcón.<br />

Así que decidí probar lo que allí se <strong>con</strong>taba y utilizar la cometa como fisioterapeuta que<br />

obligara de algún modo al lesionado a volar.<br />

En principio solo me intereso esta aplicación como una herramienta de rehabilitación<br />

médica de mi pobre halcón, pero enseguida comencé a ver que esto que estaba haciendo volar a<br />

un pájaro <strong>con</strong> problemas físicos, debía ser excelente si se utilizaba <strong>con</strong> los sanos.<br />

Decidí entonces probar todo esto <strong>con</strong> el siguiente pollo y no puedo decir menos que el<br />

resultado fue y es espectacular.<br />

No voy a decir que entrenar un pájaro <strong>con</strong> cometa sea fácil, nada lo es en Cetrería pese a<br />

lo que algunos puedan pensar. A mi me costó bastante desarrollar todo el proceso para hacerlo<br />

realmente eficaz a lo que se unieron algunas criticas e incluso es<strong>con</strong>didas risas de algunos<br />

“amigos”, a quienes al parecer, todo esto de la cometa les resultaba cómico y muy gracioso, y<br />

que no supusieron para mí ni tan siquiera una ligera incomodidad para mi proyecto.<br />

Cualquier cetrero debe re<strong>con</strong>ocer que el progreso hace ya muchos años que llegó,<br />

afortunadamente, también a la Cetrería. No es algo que haya sucedido ayer, como algunos<br />

piensan. El mismo hecho de capturar un halcón salvaje para ponerlo al servicio del ser humano,<br />

domesticándolo y aprovechando sus cualidades naturales, significó una revolución que sucedió<br />

en tiempos ya remotos a la memoria humana. Después llegó la caperuza, tan tradicional hoy y<br />

desde el medioevo, pero que debió causar sensación en una época en que el manejo de hal<strong>con</strong>es<br />

era sumamente complicado hasta la aparición del entonces extraño objeto.<br />

Comparar las pihuelas de tipo “aylmeri” <strong>con</strong> la aparición del capirote tal vez sea exagerar<br />

las cosas, pero igualmente supuso una nueva revolución para el mantenimiento y seguridad de<br />

las actuales aves adiestradas.<br />

La aparición de la telemetría ha sido sin duda la auténtica revolución de nuestro tiempo<br />

cetrero, pues no solo ha permitido recuperar las aves perdidas que antes nunca volvían a subirse<br />

a puño de cetrero sino que también ha permitido expandir el vuelo de nuestras aves, antes<br />

subyugadas por pesos de vuelo, digamos seguros, hasta dimensiones más naturales y propias a<br />

aves que nunca dejarán de ser animales salvajes.<br />

De pronto , primero el globo de helio y después la cometa, objeto este último, que ya<br />

utilizaban los chinos hace siglos, ha irrumpido en nuestro encasillado mundo de cetreros<br />

herederos y <strong>con</strong>tinuistas de lo que venimos a llamar tradición hal<strong>con</strong>era y decidimos que su uso<br />

en cetrería es menos digno y apropiado que el uso de caperuzas, pihuelas aylmeris, telemetría o<br />

la hoy necesaria crianza doméstica de aves rapaces, mientras <strong>con</strong>sumimos nuestro tiempo en<br />

volar hal<strong>con</strong>es erróneamente imprintados o realizamos crianzas campestres de última generación<br />

durante dos horas al día, cambiando el cortado donde anidan sus compañeros silvestres por el<br />

techo de nuestro moderno vehículo. Aun sin <strong>con</strong>seguir ni siquiera una parte de nuestros<br />

objetivos.<br />

6


A mí hace ya mucho tiempo que no preocupa, salvo por los propios animales y también<br />

por lo que pueda aprender, el modo en que los demás hagan las cosas, pero me resulta una<br />

actitud miserable criticar, como está ocurriendo desde algunos sectores de nuestro pequeño e<br />

in<strong>con</strong>formista mundo, la valentía de quien decide probar un método de adiestramiento que lleva<br />

a quien lo prueba a decidir no volver a usar otra cosa distinta a esta.<br />

Yo no digo que el entrenamiento clásico sea poco efectivo y no funcione o lo haya hecho<br />

hasta hoy. Incluso comprendo que haya cetreros que lo prefieran, bien por gusto personal o por<br />

que deciden no hacer otra cosa. Pero tampoco se puede negar que un porcentaje, más elevado de<br />

lo que se pueda pensar, ha fracasado después de insistir en pautas de adiestramiento clásicas a<br />

menudo difíciles de manejar excepto para unos pocos hal<strong>con</strong>eros <strong>con</strong> verdadera experiencia.<br />

Claro enseguida te dicen que los antiguos cetreros medievales eran un dechado de<br />

sabiduría hal<strong>con</strong>era, lo que no dudo, aunque solo sea por re<strong>con</strong>ocer que aquellos poseían<br />

vivencias y experiencias sobre campo y naturaleza, difíciles de <strong>con</strong>seguir hoy, en un mundo más<br />

complicado como es el nuestro. Pero sinceramente, personalmente dudo mucho que supieran más<br />

de lo que ahora podemos llegar a saber. O ¿ A alguien se le ocurriría hacer más grandes las fosas<br />

nasales de su halcón siguiendo las explicaciones y <strong>con</strong>sejos de aquel tiempo antiguo que dio Pero<br />

López de Ayala en su libro?<br />

Bueno, otras cosas escritas entonces siguen en vigor y puede decirse que son de la más<br />

rabiosa actualidad, pero estas son precisamente las que obviamos por no leer entre líneas.<br />

Lo que quiero decir es que las circunstancias han cambiado. Nosotros como modernos<br />

hal<strong>con</strong>eros sin duda debemos mantener las enseñanzas escritas y trasmitidas por los que nos han<br />

precedido , quizá no todo, pero tenemos también el deber, no solo de mejorar aquellas sino<br />

además de incorporar a este arte ancestral que es la Cetrería los nuevos <strong>con</strong>ocimientos<br />

adquiridos sin que ello signifique perder los antiguos principios.<br />

Si de todos modos eres un inmovilista y renuncias a abrir tu mente en beneficio de tu<br />

cetrería y de tus aves, es tu propia y legítima decisión que yo respeto sin compartirla. Pero te<br />

aseguro que pierdes la oportunidad de disfrutar de pájaros que hoy por hoy se encuentran entre<br />

los mejores.<br />

A quien quiera despellejarme por mis palabras, puede hacerlo, es algo que esta en<br />

nuestra propia naturaleza humana, tan propensa a la crítica facilona sobre asuntos que des<strong>con</strong>oce<br />

en muchos casos y que desde mi opinión no son más que el fruto de lo que yo llamo “el síndrome<br />

del sé de que hablo” que no es más que una salida de tono para defender <strong>con</strong> argumentos poco<br />

capaces la falta de argumentos validos.<br />

En Cetrería, igual que en otros campos, <strong>con</strong>viven, unas veces <strong>con</strong> mejor semblante y otras a<br />

cara de perro, diversas corrientes de opinión que a menudo y olvidando las razones que apoyan a<br />

unas y otras, son irre<strong>con</strong>ciliables únicamente por causas solo explicables a la, a menudo, tozuda<br />

naturaleza humana.<br />

Con el adiestramiento de hal<strong>con</strong>es utilizando <strong>cometas</strong> y /o globos de helio, ocurre<br />

exactamente lo mismo, <strong>con</strong> lo que a un lado se encuentran los afines a este, aun peculiar, modo de<br />

adiestramiento y lejos, al otro extremo, los recalcitrantes detractores del mismo.<br />

Personalmente, debo re<strong>con</strong>ocer que en absoluto soy una persona de centro en lo que respecta<br />

a cuestiones cetreras, permítanme el símil político. Además procuro alejarme de las ambigüedades<br />

pues son síntoma que delatan poca claridad de ideas y objetivos.<br />

Sin embargo y aun siendo vehemente las más de las veces cuando defiendo mi propia<br />

opinión sobre estos asuntos, algo que sinceramente, no puedo evitar, procuro mantenerme<br />

respetuoso y justo a las ideas de otros y las tengo en cuenta por lo que me pueden aportar de<br />

bueno y siempre que estas no pertenezcan al mundo amplísimo, por desgracia, de las estupideces.<br />

¿Qué hubiera sido del <strong>con</strong>ocimiento humano ante el inmovilismo de aquellos que negaban<br />

hasta lo más evidente?...Se me ocurre que la tierra seguiría siendo plana.<br />

7


Una de las cosas que hace grande a la Cetrería es todo lo que está por descubrir, incluso en<br />

el tratamiento de técnicas tradicionales, amparadas algunas, no por años sino por siglos de<br />

<strong>con</strong>trastada eficacia.<br />

Pensar que lo eficaz, no puede ser complementado o mejorado en si mismo, no lleva más<br />

que al estancamiento y a menudo a la intolerancia.<br />

Yo soy de los que piensa que el <strong>con</strong>ocimiento solo nace de la curiosidad y de la duda,<br />

siendo este afán humano de experimentar lo des<strong>con</strong>ocido y de resolver nuestras preguntas lo que<br />

nos hace avanzar, también en Cetrería. Y después de todo me re<strong>con</strong>forta saber que antes como<br />

ahora y desde luego mañana, siempre ha habido, hay y habrá CETREROS, <strong>con</strong> mayúsculas.<br />

Dicho esto y aun sabiendo que es cierto el dicho que dice: “quien escribe se <strong>con</strong>dena”, entro<br />

sin más demora a hablar sobre este fantástico modo de hacer hal<strong>con</strong>es <strong>altanero</strong>s mediante el uso<br />

de <strong>cometas</strong> y como antaño advierto que el éxito o el fracaso en la aplicación del método depende,<br />

salvo por el componente impredecible de la suerte, únicamente del cetrero que lo practique y de<br />

las <strong>con</strong>diciones, ante las que poco puede hacerse, del medio en que aquel desarrolle su actividad.<br />

Así que, como antaño, creo que es buena idea comenzar <strong>con</strong> el equipamiento que nos<br />

permitirá afrontar esta fantástica aventura que es el entrenamiento de hal<strong>con</strong>es mediante el uso de<br />

un artilugio tan curioso como es una cometa o un globo.<br />

EQUIPAMIENTO BASICO (únicamente sobre el empleo de <strong>cometas</strong>):<br />

• COMETA:<br />

Adquirir o fabricar una buena cometa de un solo hilo es fundamental, existen muchos<br />

modelos pero sin duda las tipo delta son las más estables y adecuadas por su rendimiento para<br />

nuestra empresa. Dentro del tipo delta existen además diferentes modelos, pero nosotros solo<br />

usaremos las deltas <strong>con</strong> quilla o una cometa híbrida <strong>con</strong>ocida como “Delta Conine” que incorpora<br />

al modelo delta dos células triangulares a modo de quilla, <strong>con</strong>siguiendo una estabilidad<br />

insuperable.<br />

Las <strong>cometas</strong> tipo delta <strong>con</strong> quilla son de remolque fijo ( el punto de remolque es el lugar<br />

donde atamos el hilo de vuelo de la cometa), siendo las “delta-<strong>con</strong>ine” <strong>cometas</strong> <strong>con</strong> remolque<br />

regulable. Esto permite cambiar el ángulo de incidencia del viento para <strong>con</strong>seguir ángulos de línea<br />

diferentes al cambiar la posición del punto de remolque dicho, aun cuando por lo general el<br />

original da un ángulo, tendente a la verticalidad, adecuado para casi todo tipo de vientos.<br />

Aquí, el tamaño si que importa, cuanto más pequeña sea la cometa mejor volará <strong>con</strong> viento<br />

fuerte y será inútil <strong>con</strong>seguir nada bueno <strong>con</strong> brisa. Con los tamaños grandes ocurre exactamente<br />

lo <strong>con</strong>trario.<br />

Lo mejor es un tamaño entre 170 cm. y 250 cm, no ocupa mucho y si es una buena cometa,<br />

<strong>con</strong>struida <strong>con</strong> tela especifica de última generación y una mezcla de carbono y vidrio para la<br />

estructura, irá perfectamente bien.<br />

• LINEA:<br />

Llamamos “línea” al hilo <strong>con</strong> el que volamos la cometa, existen de muchos tipos y algunos<br />

tienen precios incluso superiores a la propia cometa. Solo valen los más ligeros a la vez que<br />

resistentes que puedas en<strong>con</strong>trar en tu proveedor.<br />

¿Cuántos metros necesitas?.<br />

Depende únicamente de tu proyecto pero lo normal es que cuentes <strong>con</strong> un mínimo de 200 m,<br />

siendo lo normal trabajar en un entorno de final de entrenamiento que esté entre los 300 y 400<br />

metros, lo que es bastante más de lo suficiente.<br />

8


Algo que es importantísimo a la hora de elegir línea es que esta sea de color blanco, ya que<br />

esto permitirá a nuestro pájaro visualizarla y evitar chocar <strong>con</strong> ella, lo que ante una gran tensión<br />

de la misma puede provocar lesiones graves, tales como cortes o mutilación de miembros. Con el<br />

color blanco jamás he visto a un pájaro chocar <strong>con</strong>tra este hilo de vuelo.<br />

Me horrorizó mucho leer en un foro de cetrería el <strong>con</strong>sejo de un imprudente, de estos que de<br />

vez en cuando pululan por el virtual medio(léase foros de cetrería en internet), que a<strong>con</strong>sejaba a<br />

un principiante usar hilo de nylon de tipo pesca, imposible de ver, salvo quizá por el brillo en su<br />

caso. Espero que a nadie se le ocurra “tamaña hazaña”, pues quizá tenga que lamentarlo.<br />

Igualmente esta especialmente <strong>con</strong>traindicado el color negro.<br />

Si alguna vez habéis participado en el anillamiento de pájaros silvestres, sabréis que las<br />

redes invisibles, también llamadas japonesas están <strong>con</strong>feccionadas en este color para evitar ser<br />

detectadas por las aves.<br />

• DEVANADERA:<br />

La devanadera es la herramienta que utilizamos para soltar y recoger la línea de vuelo.. Es<br />

imprescindible que <strong>con</strong>ste de orejas laterales que eviten la salida en lazos de la línea <strong>con</strong> el<br />

<strong>con</strong>siguiente lío de nudos imposibles de soltar que harían de aquella algo inservible.<br />

Existen diversas preferencias al elegir la devanadera, de modo que podemos en<strong>con</strong>trar desde<br />

bobinas adaptadas a taladros a batería, bobinas de manguera de jardinería que incorporan<br />

manivela, cabestrantes de arrastre de vehículos, etc. También las hay ya específicas para cetrería.<br />

Personalmente uso una sencilla bobina de unos 20 cm de interior, de las que se usan para el<br />

cable de cobre (vacía de este) y recojo a mano. Esto me permite soltar línea a mucha velocidad si<br />

es necesario y aun cuando pueda parecer engorroso, que lo es, recoger a mano solo me supone<br />

tener que bajar la cometa (una vez atada la línea a un punto fijo) mediante un mosquetón de<br />

escalada o similar que sujeto <strong>con</strong> la mano mientras camino en dirección a la cometa, de modo que<br />

cada metro que avanzo, metro que bajo. Después cuando llego a la cometa la suelto, vuelvo al<br />

lugar donde até la línea y ya sin presión, recojo tranquilamente.<br />

Este modo de bajar la cometa se usa igualmente en momentos de necesidad y que por<br />

cualquier circunstancia a<strong>con</strong>sejen bajar esta de un modo rápido y efectivo. Por ejemplo ante<br />

vicisitudes en que por cualquier motivo el halcón no <strong>con</strong>siga soltar el señuelo de vuelo y se quede<br />

agarrado a este.<br />

Por último solo señalar la importancia de atar el final de línea a la devanadera <strong>con</strong> el fin de<br />

evitar que la cometa una vez suelta toda la línea se vaya sola perdiéndose únicamente Dios sabe<br />

donde.<br />

• SEÑUELO DE VUELO:<br />

Llamamos señuelo de vuelo, al que arrastrará la cometa al cielo. Puede ser de muchas<br />

formas pero es imprescindible que sea de poquísimo peso, de modo que no resulte un lastre<br />

demasiado pesado, especialmente en días de poco viento.<br />

Personalmente uso dos alas de paloma unidas por una brida que a la vez sujeta una tira de<br />

piel o cordón para atar la comida.<br />

Este señuelo se une al sistema de suelta mediante una lonja suficientemente larga como para<br />

que en la entrada del pájaro este se encuentre a suficiente distancia de seguridad de la línea,<br />

evitando accidentes <strong>con</strong> esta.<br />

Existen cetreros que prefieren sujetar este señuelo directamente a la cometa. Personalmente<br />

prefiero colocarlo sobre la propia línea donde instalo un pequeño tornillo quitavueltas de tipo<br />

mosquetón de perro, que evite los temidos enredos del propio señuelo cuando gira sobre si mismo,<br />

permitiendo a la vez un acceso más cómodo del pájaro al mismo.<br />

9


• SISTEMA DE SUELTA Y DESCENSO A SUELO:<br />

Como es lógico, una vez que nuestra ave captura el señuelo que arrastra la cometa, este<br />

caerá hasta el suelo para comer. Pero claro, ¿donde puede caer un pájaro que p. e, captura un<br />

señuelo a 300 m. sobre nuestras cabezas?. Es fácil de imaginar el in<strong>con</strong>veniente resultado y por<br />

eso se ha diseñado un sistema de suelta que permita bajar al ave hasta el suelo de modo<br />

<strong>con</strong>trolado y en un entorno lo más cercano posible.<br />

Son dos las formas en que el pájaro puede realizar su descenso, de un modo, como ya<br />

hemos dicho, <strong>con</strong>trolado:<br />

-Descenso por la línea o <strong>con</strong>céntrico:<br />

En este tipo de descenso, se prepara el señuelo de modo que <strong>con</strong>ste de una lonja <strong>con</strong> dos<br />

ramales, uno largo acabado en un mosquetón que se desliza por la línea y otro más corto que será<br />

sujeto por una pinza, velcro o <strong>con</strong> el que haremos un nudo de hal<strong>con</strong>ero de modo que solo se<br />

suelte cuando el pájaro tira del señuelo, iniciándose el descenso, que será absolutamente<br />

<strong>con</strong>trolado, ya que el mosquetón impide que todo el <strong>con</strong>junto se salga más allá de los límites del<br />

propio “hilo” de vuelo.<br />

La ventaja de este sistema <strong>con</strong>siste precisamente en impedir que el pájaro se aleje <strong>con</strong> el<br />

señuelo, cayendo literalmente a pie de hal<strong>con</strong>ero. Siendo de obligado uso en terrenos que no<br />

hacen recomendable un descenso excéntrico por causa de obstáculos peligrosos para nuestras<br />

aves.<br />

La desventaja sin embargo es tan relevante que merece la pena prescindir del descenso por<br />

línea y <strong>con</strong>siste en la peligrosidad que puede y de hecho supone el descenso a cierta velocidad<br />

cerca de un hilo tensado que en el peor de los casos puede causar lesiones, incluso graves a<br />

nuestro halcón .<br />

Otra desventaja que no es baladí, <strong>con</strong>siste en la in<strong>con</strong>veniencia que supone un descenso<br />

lento o nulo ante la comba que en determinadas circunstancias de viento curvan la línea,<br />

produciéndose un exceso de fricción o simplemente un estancamiento de la bajada ante la<br />

tendencia a la horizontalidad del”hilo” inflado por el viento. No obstante la solución a este<br />

problema queda solventada del mismo modo que el descrito en el apartado del enrollador en que<br />

se a<strong>con</strong>sejaba como bajar fácilmente la cometa mediante el uso de un mosquetón.. De este modo<br />

<strong>con</strong>seguimos que la cometa coja más fuerza y tienda a la verticalidad, también de la línea, <strong>con</strong> lo<br />

que la bajada será casi de caída libre, salvo por las alas de nuestro pájaro.<br />

Por último como desventaja menos importante pero desventaja al fin y al cabo, podemos<br />

hablar del antinatural modo de bajar al suelo del halcón que se ve obligado a ir cabeza abajo a la<br />

vez que de lado para evitar aproximarse a la peligrosa línea.<br />

-Descenso excéntrico:<br />

Su propio nombre lo dice, este es un descenso en el que el pájaro una vez trabado el señuelo<br />

lo suelta totalmente de la línea cayendo más o menos lejos de ella. Evita enganchones, descensos<br />

lentos y posiciones incomodas de bajada al suelo del halcón. Quizá el único in<strong>con</strong>veniente sea el<br />

no poder utilizarlo si estamos rodeados de zonas boscosas muy cercanas o en voladeros<br />

colindantes al mar o grandes extensiones de agua, también cuando lo que nos rodea son valles<br />

cortados a tajo y de difícil acceso.<br />

Pero salvo por esto, es el método de bajada más natural y cómodo.<br />

Hay cetreros que entrenan <strong>con</strong> cometa que simplemente suprimen el mosquetón de bajada<br />

por línea, sin embargo esto supone la obligación de tener que buscar el pájaro al suelo más lejos<br />

10


cuanto más viento haga y a más altura haya escalado nuestro emplumado amigo. Por no decir que<br />

incluso podemos perderlo.<br />

Para salvar este problema lo mejor es el uso de un pequeño paracaídas que frene el descenso<br />

y evite el alejamiento del ave más allá de lo recomendable y asumible por el cetrero, haciendo<br />

además la bajada absolutamente natural y <strong>con</strong>trolada e impidiendo, incluso en suelo, las malas<br />

tentaciones de llevar en mano de pájaros <strong>con</strong> este problema.<br />

Por otro lado este modo de descenso siempre obliga al pájaro a batir alas de modo que<br />

subirá al señuelo batiendo y bajará del mismo modo, lo que supone una desaceleración del ritmo<br />

cardiaco y del trabajo muscular de forma suave y paulatina tras el esfuerzo hecho. Viene a ser lo<br />

mismo que hace un atleta después de una dura carrera, si nos fijamos veremos que no llega a la<br />

meta y se para sino que progresivamente baja el ritmo hasta la estabilización y recuperación del<br />

definitivo resuello.<br />

Durante bastante tiempo he usado para soltar el paracaídas los mismos métodos que los<br />

usados en bajadas por línea, sin embargo y sin lugar a dudas lo mejor es <strong>con</strong>feccionar una especie<br />

de funda de paraguas <strong>con</strong> la medida adecuada y en la que introduciremos el paracaídas de modo<br />

que nuestro pájaro cuando trabe el señuelo, simplemente lo extrae y se inicia el descenso.<br />

En lo que respecta al equipo que usaremos quizá haya más que comentar pero <strong>con</strong>sidero que<br />

lo explicado es suficiente.<br />

CONCEPTOS BÁSICOS PREVIOS<br />

Antes de afrontar el entrenamiento <strong>con</strong> cometa, es necesario, como no puede ser de otra<br />

forma, <strong>con</strong>siderar algunos puntos importantes que aunque genéricos a la cetrería en general no<br />

está de más repasar, principalmente pensando en los cetreros que empiezan o cuentan <strong>con</strong> menos<br />

experiencia.<br />

Como el resto de opiniones, aquí vertidas, mostraré solo mi punto de vista, en la seguridad<br />

de que habrá quien discrepe y sin ser esto cosa que me preocupe demasiado.<br />

Quizá de todos ellos el principal sea el tratamiento del peso de nuestro pájaro, verdadero<br />

motor de la motivación por el vuelo y la caza.<br />

Pienso que la clave para percibir el peso ideal de vuelo de cada pájaro <strong>con</strong>siste en la<br />

capacidad que poseamos para desnudar nuestra mente de ideas pre<strong>con</strong>cebidas o impuestas como<br />

costumbre y verdad absoluta.<br />

Decir por ejemplo que los pájaros troquelados deben ser volados en pesos superiores a sus<br />

hermanos de crianza natural, o que del mismo modo los <strong>altanero</strong>s deben ir lo más sobrados<br />

posible de gramos, es algo aceptado como norma por mucha gente, pero no es cierta ni una cosa<br />

ni otra.<br />

No importa el origen, ni a que este dedicada cualquiera de nuestras aves, sino sus<br />

particularidades como individuo diferenciado, lo que unido a las circunstancias que de modo<br />

singular puedan afectarla obliga a una toma de decisiones única para cada pájaro y para cada<br />

momento.<br />

Comprendo que para el cetrero que decidió volar un ave mal improntada, por su propia y<br />

legítima decisión, bajar el peso de su pájaro aun cuando las circunstancias pudieran a<strong>con</strong>sejarlo,<br />

es un gran problema cuando el resultado es una ave que pía pidiendo comida incluso después de<br />

haberse saciado, por no hablar de la imposible misión de que se aleje más allá de unos pocos<br />

metros respecto al cetrero.<br />

Entiendo igualmente que aquel <strong>altanero</strong> solo suba muchos metros cuando vuela en un peso<br />

que por excesivo no se corresponde mucho <strong>con</strong> el tamaño del ave, pero sin el cual los fantásticos<br />

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techos que tanto emocionan aun cuando nunca se <strong>con</strong>viertan en herramienta de buenos resultados,<br />

se transforman en alturas mucho menos impresionantes.<br />

Sobre el peso de vuelo como <strong>con</strong>cepto se ha hablado mucho. Para mí el peso de vuelo no es<br />

una cifra inalterable de unidades de medida. El peso es algo tan vivo como el propio pájaro y<br />

debemos manejarlo <strong>con</strong> exquisito cuidado, no solo por lo importante que es para la salud de<br />

nuestras aves sino porque es la llave que abre la puerta de la motivación que necesitan nuestros<br />

pájaros para ser exactamente lo que son, aves rapaces.<br />

Entonces ¿cómo afrontar el asunto del peso en el entrenamiento <strong>con</strong> cometa?<br />

Pues simplemente del mismo modo que <strong>con</strong> cualquier otro método de adiestramiento,<br />

ajustando este al resultado exigido.<br />

No obstante y para evitar una idea errónea de lo expuesto, primero debemos comprender que<br />

toda la fase de vuelos persiguiendo el señuelo de cometa no es más que una fase de vuelos<br />

directos o de mano por mano.<br />

Esta parte, muy dura, en el entrenamiento del aspirante al cielo obliga a un vuelo sostenido<br />

siempre en ascensión, de gran desgaste físico y por ende mental. La tentación de abandono en<br />

cada vuelo siempre amenaza el resultado buscado y el avance técnico y físico del ave obliga a un<br />

<strong>con</strong>trol meticuloso y serio de cada sesión.<br />

Volar tu pájaro sin hambre será tan <strong>con</strong>traproducente como volarlo escuálido. Sin hambre<br />

suficiente excusará el duro trabajo y bajo de peso será imposible que aguante volando apenas<br />

unos pocos instantes.<br />

No <strong>con</strong>ozco ninguna norma que garantice el <strong>con</strong>ocimiento del peso ideal para cada<br />

momento salvo la de la experimentación cuidadosa y sobre todo el análisis que se recomienda en<br />

cualquier texto serio de cetrería.<br />

Yo sé que cualquier cetrero <strong>con</strong>oce la importancia del <strong>con</strong>trol de peso de sus pájaros pero<br />

cuando hablo <strong>con</strong> los nuevos sobre este asunto y asienten <strong>con</strong> gesto grave de haber entendido<br />

todo, creo que por educación más que por otra cosa, sé que la mayoría de ellos ni siquiera se<br />

acercan a una mínima idea de lo importantísimo que es <strong>con</strong>ocer este estado físico de sus aves.<br />

El peso de vuelo es sin duda importante, por eso me quedo atónito cuando escucho ese tipo<br />

de <strong>con</strong>versaciones en las que alguien afirma, quizá imitando a estos mentalistas tan de moda que<br />

adivinan incluso el número que resultará premiado en cualquier lotería popular, ser capaz, no solo<br />

de ajustar día tras día y <strong>con</strong> una precisión de 1 g. el peso de su ave, sino de adivinar este dato solo<br />

<strong>con</strong> palparle el pecho u otra parte del cuerpo, pues después de algunos años pesando y tocando<br />

pájaros es cosa que nunca he sido capaz de <strong>con</strong>seguir y de hecho estoy seguro que salvo por<br />

suerte del azar es imposible.<br />

Por el <strong>con</strong>trario, yo prefiero usar una bascula y evitar la obtención del dato del peso de modo<br />

tan poco serio. De este modo no solo sé <strong>con</strong> precisión el peso en vacío de mis pájaros sino<br />

también de cuanto han comido. Esto me permite ajustarlo a la necesidad de cada momento usando<br />

simplemente la comparación <strong>con</strong> pesos anteriores.<br />

Se que los más quisquillosos dirán que otros factores ajenos al peso son también<br />

importantes. Tienen toda la razón, el peso por si mismo no soluciona nada, sino más bien el<br />

aprovechamiento que de esta circunstancia hagamos los cetreros.<br />

En cuanto al peso y para acabar, debo decir que cuando hablo de peso de vuelo, solo estoy<br />

refiriéndome a aquel en que cada pájaro da lo mejor de si mismo. Será trabajo del cetrero<br />

discernir que halcón necesita más gramos y cual menos, en que momento debe incrementar la<br />

dieta y cuando restringirla.<br />

Otro punto importante en cualquier adiestramiento es el que trata del desarrollo físico del<br />

pájaro y es especialmente importante en aves jóvenes aun por completar su desarrollo muscular.<br />

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Como es natural no vamos a pedir peras al olmo, que dice el dicho popular, ni tampoco<br />

exigir a nuestros jóvenes hal<strong>con</strong>es un rendimiento superior a lo que fisiológicamente pueden<br />

afrontar, pero es necesario comprender que la parte de formación técnica depende de un modo<br />

muy vinculante a un adecuado equilibrio somático y psíquico del ave.<br />

De este modo, cualquiera intuye, al menos, lo importante de mantener a sus aves<br />

suficientemente por encima del hambre atroz y miserable que muchos imponen a sus pájaros<br />

como parche a sus propias carencias técnicas y del mismo modo <strong>con</strong>ocen que como suele decirse<br />

de donde no hay no se puede sacar.<br />

Desde luego, no me refiero a la capacidad intelectual de esta clase de cetreros, sino a las<br />

carnes de que dispone nuestro halcón ya que como cualquiera puede sospechar el desarrollo físico<br />

no es más que un incremento de la masa muscular que es imposible de llevar a cabo si toda la<br />

poca energía disponible no es suficiente ni para mantener escasamente a tu pájaro vivo.<br />

Habrá quien diga que exagero pero en no pocas ocasiones he visto como algunas gentes<br />

bajaban de peso a sus aves, hasta la inanición en muchos casos, como única solución, no al mal<br />

comportamiento sino a sus propias carencias técnicas.<br />

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL ENTRENAMIENTO:<br />

Como habrá notado el lector, he dedicado una buena parte de la exposición, más dedicada a<br />

los nuevos hal<strong>con</strong>eros que a aquellos veteranos <strong>con</strong> oficio, a tratar y opinar sobre aspectos<br />

genéricos de la altanería más tradicional. Lo he hecho <strong>con</strong> plena <strong>con</strong>ciencia e intención, pues aun<br />

cuando existen diferencias obvias entre las distintas formas de adiestrar pájaros para que esperen<br />

alto en el cielo, todas comparten, no solo el mismo fin, sino también muchos de los medios<br />

utilizados.<br />

El entrenamiento <strong>con</strong> cometa en absoluto niega los principios básicos que gobiernan la<br />

altanería. Es el planteamiento del adiestramiento lo que marca la distancia en el modo de<br />

<strong>con</strong>seguir las cosas.<br />

Para entenderlo mejor podemos decir que un adiestramiento tradicional persigue el objetivo<br />

<strong>altanero</strong> <strong>con</strong>struyendo todo desde abajo. Tras la musculación previa o de base, comienza la suelta<br />

calculada de escapes, palomas por lo general y se <strong>con</strong>fía todo el proceso a la capacidad intelectual<br />

del halcón de sacar <strong>con</strong>clusiones validas de sus errores y aciertos sobre la base de situaciones<br />

manipuladas en beneficio propio por el cetrero, pero también se apoyan directamente en el<br />

instinto innato de la mayoría de hal<strong>con</strong>es para volar altos en el cielo, salvo que por voluntad<br />

propia del cetrero o errores graves en el entrenamiento estos pierdan todo interés por esperar allá<br />

arriba.<br />

De este modo no solo se pretende estimular al pájaro en la toma de altura desde las primeras<br />

sueltas sino también en el posicionamiento previo exigible en las situaciones de caza y que<br />

<strong>con</strong>ocemos como el “centrado”. La formación física, tan importante, va a la par de todo esto y por<br />

lo general después del entrenamiento básico, anterior a la fase de escapes, acaba por completarse<br />

de modo paulatino incrementando la permanencia en el ala y también <strong>con</strong> el esfuerzo que exige el<br />

ataque sobre las presas soltadas y finalmente sobre la propia caza.<br />

A los hal<strong>con</strong>eros noveles que me estén leyendo les parecerá que esto del adiestramiento<br />

clásico es a la altanería como cocinar un “cocido” en que todos los ingredientes se cocinan juntos.<br />

De hecho tienen razón. Pero... imagina a un nuevo hal<strong>con</strong>ero lleno de ilusiones y vacío de<br />

experiencia. Tiene que manejar el peso de su pájaro, muscularle, hacerle subir...y bajar, enseñarle<br />

a montar un poco más cada día, centrarle y <strong>con</strong>seguir que le siga. Muchas cosas para alguien sin<br />

experiencia.<br />

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Claro, cuando estas amansando y hasta el momento del entrenamiento <strong>altanero</strong> es como si<br />

tu halcón estuviera en el parvulario, todo se hace paso a paso, de un modo sencillo que permita la<br />

comprensión de la nueva lección. Pero de repente te encuentras <strong>con</strong> tu halcón en la universidad y<br />

todo se complica. Se comienza a cometer errores y los primeros problemas pueden empezar a<br />

aparecer.<br />

Desde luego que todo puede ir bien, pero es muy normal ver, por ejemplo, pájaros que suben<br />

mucho pero no bajan cuando se les llama y a menudo ni tan siquiera a la caza, otros disfrutan la<br />

jornada de entrenamiento como si de un día libre se tratara ocupando a menudo su tiempo a<br />

divertirse <strong>con</strong> la in<strong>con</strong>venientes raleas, los hay que ni siquiera suben ni atacan a nada, otros son<br />

capaces de cazar <strong>con</strong> absoluta efectividad desde un pequeño techo simplemente por potencia<br />

física y perseverancia en a menudo largas persecuciones y aquellos otros que sin corrientes<br />

térmicas se <strong>con</strong>vierten en aves de mano por mano, los hay <strong>con</strong> vocación de segadores de hierba<br />

cuando su vuelo es perjudicado por el viento y… ¡Cómo no! Por supuesto, existen los que vuelan<br />

como verdaderos <strong>altanero</strong>s. Pero creedme, esto último es más difícil de ver.<br />

Que duda cabe de que un hal<strong>con</strong>ero curtido en muchas experiencias y siempre que haya<br />

sacado provecho de esto es capaz de manejar el complicado adiestramiento tradicional <strong>con</strong><br />

verdadero talento y siempre que se den las <strong>con</strong>diciones mínimas de entorno y medios que hagan<br />

esto posible, pero un nuevo hal<strong>con</strong>ero sin duda puede tener verdaderos problemas <strong>con</strong> cualquier<br />

pájaro que por uno u otro motivo sea problemático.<br />

Desde luego que las cosas pueden igualmente ir mal <strong>con</strong> el adiestramiento usando <strong>cometas</strong> o<br />

globos pero la programación de este tipo de adiestramiento facilita enormemente las cosas al ser<br />

un método en que todo se hace paso a paso.<br />

La gran diferencia entre el entrenamiento tradicional y el realizado <strong>con</strong> <strong>cometas</strong> o globos es<br />

fácil de distinguir.<br />

En el entrenamiento clásico le hechas escapes al halcón <strong>con</strong> la esperanza de que abandone el<br />

entorno del suelo y acabe por volar alto al comprender la ventaja de esta posición dominante.<br />

Con la cometa y los globos, sin embargo las cosas son diametralmente opuestas, de modo<br />

que no exiges una comprensión instintiva de porque volar alto desde el principio, así que le haces<br />

subir primero allá arriba en lo que no es más que una prolongación de los ejercicios <strong>con</strong> señuelo y<br />

solo entonces, cuando tu pájaro sea capaz de subir a buscar su señuelo volador a una altura propia<br />

del mejor <strong>altanero</strong> empezará el adiestramiento propiamente <strong>altanero</strong>.<br />

No quiero pasar a describir el modo de adiestrar pájaros <strong>con</strong> <strong>cometas</strong> sin antes <strong>con</strong>testar a<br />

una última pregunta que puede ser de interés<br />

¿Con que especies de halcón podemos utilizar este adiestramiento?<br />

Bueno, yo diría que <strong>con</strong> todas absolutamente, cosa distinta son las aptitudes naturales de<br />

cada especie. Mientras mayor sea la carga alar del ave mayor será también la dificultad en los<br />

vuelos de ascensión, esto es fácil de entender y casi todo el mundo lo sabe.<br />

Sacres, gerifaltes, lanarios e híbridos son capaces de montar al cielo minimizando la<br />

dificultad frente al compacto peregrino que aun así acabará haciendo su trabajo perfectamente<br />

bien.<br />

Es poco lo que he podido leer sobre hal<strong>con</strong>es y <strong>cometas</strong>, artículos por lo general de origen<br />

anglosajón, cuando hablan del peregrino dicen que esta especie es poco apta para el<br />

adiestramiento <strong>con</strong> esta técnica, e incluso lo tachan de ave poco inteligente.<br />

Partiendo de la base de que hay diversos tipos de inteligencia no puedo estar más en<br />

desacuerdo, solo he volado peregrinos <strong>con</strong> la cometa y quizá exijan un mayor esfuerzo, pero<br />

suficientemente musculados montan tan bien o mejor que cualquier otra especie.<br />

14


No sé si son más listos o más tontos que otras especies y tampoco <strong>con</strong>ozco ningún estudio<br />

que certifique el cociente intelectual de los hal<strong>con</strong>es, lo que si se es que desde mi punto de vista<br />

son los más nobles de los hal<strong>con</strong>es y quizá por esto parecen lo que no son.<br />

Por el <strong>con</strong>trario <strong>con</strong>ozco muchas personas que sin duda son menos inteligentes que mis<br />

hal<strong>con</strong>es y esto si que es un problema para <strong>con</strong>seguir algo en Cetrería.<br />

De cualquier modo hemos llegado al corazón de este artículo, al entrenamiento <strong>con</strong> cometa<br />

propiamente dicho.<br />

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PARTE II.<br />

ENTRENAMIENTO CON COMETA Y/O GLOBO:<br />

Como ya dije, no son estas unas normas rígidas, sino solo una guía de posibilidades de<br />

trabajo. Como todo en cetrería será el cetrero quien ejerza la dirección del trabajo previsto y la<br />

toma de decisiones sobre que hacer, además de como y cuando hacerlo.<br />

De este modo podemos dividir el entrenamiento <strong>con</strong> cometa en varias fases que se suceden<br />

unas a otras, paso a paso sin dis<strong>con</strong>tinuidad:<br />

• Musculación previa.<br />

• Introducción a la cometa y vuelos directos.<br />

• Vuelos de ascensión indirecta.<br />

• Emancipación de la cometa y entrenamiento básico de altanería.<br />

• Entrenamiento avanzado de altanería.<br />

• Introducción a la caza.<br />

MUSCULACIÓN PREVIA:<br />

Durante años siempre me he tomado muy en serio la formación física de todos mis pájaros,<br />

<strong>con</strong>dición indispensable para afrontar <strong>con</strong> éxito cualquier vuelo de caza. Pretender <strong>con</strong>seguir algo<br />

positivo <strong>con</strong> un ave deficientemente preparada no solo es <strong>con</strong>traproducente sino inútil.<br />

Los vuelos <strong>con</strong> cometa son por si mismos, además de un ejercicio técnico, también una<br />

forma de muscular a nuestro pájaro realmente eficaz, así que puedes elegir olvidarte de dedicar un<br />

capítulo de tu plan de adiestramiento a este importante asunto ya que el esfuerzo físico necesario<br />

para la formación y tonificación del músculo de tu halcón ira aumentando, suave y en progresión,<br />

<strong>con</strong> cada nuevo vuelo. De este modo lo que comienza <strong>con</strong> un leve salto al señuelo de la cometa<br />

en la primera sesión de vuelos de ascensión, acaba por ser un largo vuelo ascendente de muchos<br />

metros desde el suelo tras varias jornadas de trabajo. En ocasiones un viento suave ayudará en la<br />

remontada que aunque más o menos larga exigirá pese a todo de cierto esfuerzo. Los vientos más<br />

fuertes harán del ya duro trabajo de subir, un pequeño tormento.<br />

Desde luego que el aprendizaje técnico, al que podemos llamar en cierto modo “el saber<br />

volar”, minimiza el esfuerzo en beneficio del ahorro de recursos energéticos que posee cada ave,<br />

sin embargo esto no evita el esfuerzo sino que solo lo hace disminuir <strong>con</strong> lo que nuestro halcón<br />

seguirá necesitando de su particular motor de propulsión si quiere disfrutar de las maravillosas<br />

vistas del paisaje y que solo un vuelo de altura puede regalar.<br />

Pese a todo y después de hablar <strong>con</strong> algunos cetreros que adiestraban sus pájaros <strong>con</strong><br />

<strong>cometas</strong> o globos, y en especial <strong>con</strong> Elpidio Gayo, me pareció una excelente idea lo que me<br />

<strong>con</strong>taban sobre dedicar algunas jornadas, previas a la cometa, a muscular a los pájaros dedicados a<br />

este tipo de vuelos, lo que sin duda es una buena inversión de futuro. De este modo todo les<br />

resultará más fácil en los ya muy próximos vuelos de ascensión que acabaran por completar su<br />

formación.<br />

Para este trabajo de preparación física puedes optar por los vuelos a la tira, pero no tiene<br />

mucho sentido cuando esto es algo que los vuelos a cometa dan por si mismos. En nuestro caso lo<br />

mejor es elegir el ejercicio <strong>con</strong>sistente en pasadas <strong>con</strong>tinuas al señuelo, o lo que es lo mismo “dar<br />

stoops”.<br />

Son muchas las publicaciones e incluso videos que describen, unos <strong>con</strong> más acierto que<br />

otros, no olvidarlo, el modo adecuado de hacerlo.<br />

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Durante años dediqué mi actividad cetrera a la “caza en blanco y negro” que es como yo<br />

llamo a la caza de la urraca. Este peculiar vuelo de la hal<strong>con</strong>ería más estricta tenía en los “stoops”<br />

un ejercicio fundamental en la preparación de hal<strong>con</strong>es urraqueros, pues proporcionaba<br />

precisamente aquellas cualidades que siempre he <strong>con</strong>siderado como obligatorias para afrontar tan<br />

duro ejercicio de caza.<br />

La resistencia física, la agilidad y ya en el plano mental la perseverancia, son adquiridas<br />

como obsequio al <strong>con</strong>siderable esfuerzo que impone el ejercicio descrito y en su momento fueron<br />

la llave que nos permitió afrontar episodios nunca vistos antes en la caza del inteligente y esquivo<br />

córvido, animal admirable para el cetrero, permítame el lector este último comentario.<br />

El <strong>con</strong>ocimiento del estado físico de nuestra ave y por ende el del peso ideal de vuelo es un<br />

ultimo y primordial beneficio <strong>con</strong> que igualmente nos obsequiarán los stoops, que necesitan una<br />

motivación real en las etapas finales, jornadas en que el esfuerzo del halcón debe crecer de modo<br />

importante si pretendemos mantenerlo en el ala tiempo suficiente como para sacar provecho de<br />

estos ejercicios de musculación<br />

Los vuelos <strong>con</strong> cometa ni mucho menos exigen la premura vital de la caza de la urraca, pero<br />

sin duda necesitan de los beneficios <strong>con</strong> que siempre obsequian los “stoops”.<br />

El modo de dar stoops creo que es una cuestión de preferencias personales, no importa que<br />

prefieras darlos <strong>con</strong> una lonja larga o prefieras una corta, talvez optes por darlos <strong>con</strong> caña o<br />

prefieras cambiar el señuelo tradicional por el que usarás <strong>con</strong> la cometa, lo importante es el modo<br />

en que <strong>con</strong>duzcas el vuelo de tu pájaro.<br />

Personalmente prefiero usar el señuelo tradicional para el asunto de los stoops y reservar el<br />

que acompaña a la cometa solo para su específico cometido.<br />

Los futuros vuelos <strong>con</strong> cometa son ejercicios absolutamente lineales y de fondo en el<br />

desarrollo del vuelo, no deben existir paradas prolongadas en el ritmo de la batida. Esto es<br />

suficiente motivo como para planificar este modo de musculación en base solo a ejercicios<br />

aeróbicos y evitar lo <strong>con</strong>trario.<br />

Cuando tu pájaro sea capaz de aguantar sin problemas 50 ó 60 stoops, quizá menos, será<br />

momento de <strong>con</strong>siderar el inicio de los vuelos a cometa.<br />

Par acabar <strong>con</strong> este asunto de los stoops solo resta recomendar que durante las comidas que<br />

suceden al ejercicio aprovechemos para ir acostumbrando a nuestro pájaro a la presencia de la<br />

cometa. La mejor forma de hacerlo <strong>con</strong>siste simplemente en esperar a que el pájaro comience a<br />

comer, entonces pones en vuelo tu cometa <strong>con</strong> la precaución de hacerlo suficientemente alejados<br />

como para evitar que el pájaro tome temor. Verás que tu pájaro se asusta menos de lo que<br />

pensabas y en pocos días podrás acercársela a su vertical e incluso bajarla a escaso metros de<br />

donde come.<br />

Una buena idea es atar a tu señuelo un roedero que permita alargar el tiempo de exposición a<br />

la cometa en aras de una mayor tolerancia hacia el curioso objeto, prepara entonces suficientes<br />

picadas de carne de calidad y halágale <strong>con</strong> ellas mientras tira de la correosa comida atada y<br />

cébale, siempre en presencia de la cometa para finalizar cada sesión.<br />

Muchos nuevos cetreros han oído por ahí que si das stoops a un pájaro que se va a dedicar a<br />

los vuelos de espera posiblemente pierda su afición por el vuelo <strong>altanero</strong> o como poco bastantes<br />

metros en su techo habitual. Claro, esto puede tener algún sentido <strong>con</strong> un pájaro hecho pero en<br />

nuestro caso no es motivo de preocupación pues la aplicación de esta disciplina es anterior a<br />

cualquier afición de nuestro halcón por volar alto.<br />

De cualquier modo puedo deciros que un amigo de Palma de Mallorca, Máximo Mir,<br />

singular aficionado y por lo que me <strong>con</strong>sta gran cetrero (Máximo lleva años adiestrando hal<strong>con</strong>es<br />

<strong>con</strong> cometa), en una ocasión me hablaba de cómo, por motivos de peso o circunstanciales de otro<br />

tipo, un pájaro podía rehusar ascender hasta una cometa sujeta a gran altura, entonces le corregía<br />

su actitud dándole una buena sesión de stoops (Máximo los da utilizando un señuelo atado al<br />

extremo de una caña, <strong>con</strong>siguiendo un vuelo más versátil y dinámico) que le hicieran ver lo<br />

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<strong>con</strong>veniente y cómodo de volar alto, lo que al parecer funcionaba hasta el extremo de que el<br />

halcón rectificaba su actitud ante la sola visión no ya del señuelo sino de la caña.<br />

Para finalizar este apartado resta tan solo una última recomendación anterior a los vuelos<br />

<strong>con</strong> cometa. Simplemente creo necesario, no tan solo como medida de seguridad sino también<br />

como anticipo de lo que vendrá en el futuro, dar a <strong>con</strong>ocer a nuestro emplumado amigo el vivo.<br />

No es necesario un escape en toda regla sino simplemente una paloma o lo que vayamos a usar<br />

atado <strong>con</strong> un fiador de unos pocos metros. Es una medida poco ortodoxa a los ojos de los cetreros<br />

actuales más “clásicos” pero excepcionalmente efectiva para recuperar hal<strong>con</strong>es que, incluso<br />

buenos señoleros, tengan un mal día en que tu señuelo artificial no funcione de ninguna de las<br />

maneras y que nadie ponga el grito en el cielo pues es cosa que hasta los mas vociferantes han<br />

tenido que usar en alguna ocasión.<br />

INTRODUCCIÓN A LA COMETA Y VUELOS DIRECTOS:<br />

Aquí hablamos de dos cosas, por un lado la iniciación a los vuelos de ascensión que<br />

llamamos introducción a la cometa y al otro el desarrollo de los primeros vuelos <strong>con</strong> aquella.<br />

Dirá el lector que nuestro pájaro ya <strong>con</strong>oce la cometa de sobra, después de haberla visto<br />

mientras comía del señuelo al finalizar cada sesión de ejercicio durante las jornadas dedicadas al<br />

vuelo de stoops, lo que es cierto, pero también es verdad que debemos ser prudentes durante las<br />

primeras sesiones en que el artefacto volador está más presente y más cerca. Por lo general los<br />

hal<strong>con</strong>es pasan de una pequeña inquietud a re<strong>con</strong>ocer en la cometa un aliado que transporta<br />

comida pero es una buena idea comenzar estos primeros vuelos manteniendo la cometa o globo<br />

<strong>con</strong> metros suficientes de distancia respecto al objetivo del halcón, el señuelo, y evitar sustos<br />

innecesarios.<br />

Mi recomendación para el día de la presentación es la de fijar la cometa bastante por<br />

encima del señuelo, manteniendo este a la altura de una persona aproximadamente. En esta<br />

primera sesión de presentaciones serias siempre ajusto un punto por debajo el peso del halcón<br />

para evitar indisciplinas. Entonces me pongo a cuatro o cinco metros de distancia respecto al<br />

señuelo y descaperuzo el halcón pico a viento. Antes he encarnado el señuelo <strong>con</strong> un atractivo<br />

pecho desgajado de paloma, así que <strong>con</strong> esta receta el pájaro sale de la mano prácticamente al<br />

instante, se agarra al señuelo cayendo al suelo <strong>con</strong> su premio. Le dejo entonces comer apenas dos<br />

picadas y le saco pronto <strong>con</strong> otro ala de paloma encaperuzando.<br />

De nuevo vuelvo a sujetar el señuelo a la línea de la cometa, elevándolo otro par de metros y<br />

me alejo también un poco más. Descaperuzo y dejo ir a mi amigo a por su ración definitiva que<br />

siempre procuro que sea copiosa. De cualquier modo no es buena idea darle de comer hasta el<br />

hastío, pues no solo le resultará incomoda la digestión sino que también nos costará más ajustar el<br />

peso y en verano puede ser causa de no poder volar por más de un día.<br />

Cuando estás haciendo un pollo siempre quieres ir deprisa y tener el pájaro hecho cuanto<br />

antes pero no es buena idea correr en este asunto y personalmente creo que en ninguno<br />

relacionado <strong>con</strong> la cetrería.<br />

Mi recomendación es que especialmente en las primeras sesiones planifiques el trabajo en<br />

base a vuelos a tercias, de modo que tu pájaro vuele un día y descanse otro.<br />

Recuerdo como cuando empecé en esto de la cetrería todo el mundo te hablaba de lo<br />

importantísimo que era volar los hal<strong>con</strong>es todos los días pues de otro modo solo tendrías medio<br />

halcón. Ingenuamente y dado que mis <strong>con</strong>ocimientos eran entonces muy limitados me lo creí a<br />

pies juntillas, pues era norma que parecía palabra de Dios, El pasar de los años me ha hecho ver<br />

que esto, al igual que otros dogmas de fe de la más recalcitrante cetrería, es absolutamente falso<br />

hasta para los hal<strong>con</strong>es silvestres que descansan siempre que pueden.<br />

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Llevo varias temporadas volando a tercias y os aseguro que mis hal<strong>con</strong>es están bastante por<br />

encima de la media en cuanto a musculación y resistencia física.<br />

El músculo no solo necesita ejercicio para crecer sino en la misma medida descanso y aporte<br />

energético bastante. Claro, si quieres volar todos los días a tu pollo hasta el límite necesitas un<br />

<strong>con</strong>trol minucioso del peso que evite las raciones abundantes en cantidad y aporte nutritivo,<br />

especialmente en temporada estival, de modo que el halcón trabaja <strong>con</strong> un escaso beneficio en su<br />

favor.<br />

Volviendo de nuevo a nuestra introducción a la cometa y como ya he dicho hemos acabado<br />

nuestra presentación o introducción al señuelo de vuelo <strong>con</strong> dos vuelos cortos, lo que no será<br />

norma que dure más allá de este primer día pues en adelante solo haremos un vuelo por sesión, de<br />

modo que en nuestra segunda jornada simplemente incrementamos la distancia al suelo del<br />

señuelo, sin excesos, tan solo unos pocos metros más, soltando a nuestro ave del mismo modo<br />

desde un poco más de distancia. El comportamiento del halcón es absolutamente previsible ante<br />

cosa tan sencilla como salir del puño y recoger el señuelo en un fácil vuelo de leve ascensión.<br />

¡Hemos comenzado los vuelos directos! Estos son vuelos absolutamente lineales que un pájaro<br />

musculado <strong>con</strong> stoops realiza casi como una diversión.<br />

Los días (no muchos) se sucederán <strong>con</strong> esta misma mecánica de incremento de altura del<br />

señuelo. Nosotros facilitaremos las cosas alejándonos en cada sesión un poco más cuanto mayor<br />

sea el techo de trabajo para cada jornada, suavizando el ángulo de ascensión (cuanto más te alejes<br />

menor es el ángulo a superar, pero claro no te vas a salir del mundo para soltar cuando precisas<br />

más metros en el techo del señuelo).<br />

Esta fase, de lo que llamo vuelos directos, se desarrolla sobre alturas de vuelo del señuelo<br />

asequibles a ascensiones del halcón montando en cola o lo que es lo mismo sin tornos ni técnicas<br />

de ascensión de otro tipo. No es difícil entender que el limite para estos primeros vuelos esta a no<br />

muchos metros sobre nuestras cabezas pero son importantísimos en cuanto a que sientan la base<br />

de la mecanización de nuestro halcón a los vuelos de ascensión o lo que es lo mismo sientan los<br />

cimientos de un comportamiento <strong>con</strong>dicionado que evita cualquier duda en el pájaro sobre el<br />

trabajo que se le pide que haga.<br />

Puedes adivinar que por encima de los 50 o 70 m. y siempre que no hayas optado por<br />

mantener ángulos suaves para el vuelo de ascenso del pájaro (lo que posiblemente te obligue a irte<br />

quizá a otro municipio distinto a donde se encuentra tu cometa para soltar) las cosas empezarán a<br />

ponerse cada vez más cuesta arriba <strong>con</strong> cada incremento de la altura de vuelo. De pronto tu halcón<br />

se encuentra <strong>con</strong> que las cosas quizá no son tan fáciles. Sale del puño como cualquier día, quizá le<br />

parezca hoy que el señuelo y la cometa resultan más pequeños, a más altura. De cualquier modo<br />

abandonará el puño y comenzará a subir, quiere su premio.<br />

Su instinto quizá le haga ver que un vuelo de ascensión suave y directa le dejará corto,<br />

frustrado y lejos de la hasta entonces asequible comida. Entonces, tal vez en la última parte de su<br />

vuelo hacia la cometa, opte por abrirse en un torno que le remonte más arriba y le permita trabar<br />

el señuelo y también es posible que todo esto se encuentre solo en la imaginación del cetrero que<br />

espera en el suelo <strong>con</strong> la fugaz esperanza, mientras ve como su pájaro, no solo se queda corto sino<br />

que <strong>con</strong> la moral caída desciende para posarse y pensar ¡que ha salido mal hoy!.<br />

Cualquiera de las cosas pueden pasar y no deben preocuparnos más allá de la búsqueda de<br />

una solución que por fácil solo <strong>con</strong>vierte el episodio de esta primera crisis en causa de desarrollo<br />

técnico de nuestro halcón.<br />

Esta evolución que significa el incremento de los techos de vuelo marca el inicio de los<br />

vuelos indirectos y una nueva fase en el adiestramiento <strong>con</strong> cometa.<br />

VUELOS INDIRECTOS:<br />

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Es posible que, de cualquier modo, el pájaro haga realidad lo que imaginabas y alcance su<br />

objetivo al final de un torno que le eleve hasta su objetivo, entonces ascenderá desde tu puño en<br />

un vuelo directo como el de jornadas anteriores y viendo que no llega pasara varios metros por<br />

debajo del señuelo (pico a viento) y <strong>con</strong>tinúe ascendiendo <strong>con</strong> la cometa a sus espaldas para girar<br />

y volver a coger una nueva rampa de aire que en suave ascensión le permita obtener su premio.<br />

Esto será fantástico, tu halcón ha comprendido que no puede ascender en ángulos más allá<br />

de lo que le permiten su riñones y que debe buscar modos más rentables de acometer su empresa.<br />

Si por el <strong>con</strong>trario la reacción esperada nunca llega y se suceden los vuelos directos <strong>con</strong><br />

posterior fracaso, no insistas pues estarás empezando a desandar el camino hecho.<br />

La mejor solución está en <strong>con</strong>tinuar alejándonos de la vertical de la cometa para mantener<br />

ángulos asequibles. Puedes hacer esto hasta que el halcón se encuentre tan alejado del suelo<br />

cuando llegue a la vertical de la cometa que sea más e<strong>con</strong>ómico seguir volando que descender al<br />

suelo donde el premio es más exiguo. Pero no debes echar en saco roto que quizá estás yendo <strong>con</strong><br />

más prisa de la necesaria, así que valora esta circunstancia antes de hacer otra cosa.<br />

Mientras adiestro pájaros a cometa mantengo siempre una buena distancia entre el punto de<br />

suelta y la vertical al suelo del artilugio volador, evitando soltar desde abajo ( aunque no estoy en<br />

<strong>con</strong>tra de ello). Esto facilita mucho la comprensión del pájaro y evita decepciones para él y<br />

también para mí.<br />

Después, en la ultima etapa de vuelos a gran altura, no importará mucho el punto de salida<br />

de nuestro halcón, pero ahora, casi al principio, <strong>con</strong>viene hacer las cosas pensando en las nuevas<br />

dificultades que planteamos al halcón , ayudándole siempre, pese a la exigencia obligada.<br />

Convéncete de que muchos errores en el adiestramiento de rapaces se evitarían simplemente<br />

imitando su propia naturaleza y no imponiendo <strong>con</strong>ceptos humanos que caen en su<br />

comportamiento como un elefante en una cacharrería que dice el dicho.<br />

De cualquier modo lo que no puedes hacer es volar a tu pájaro hoy sobre 50 m. y mañana,<br />

del tirón, sobre 100 m. y aun habrá pájaros que sean capaces de superar esta locura, entonces dale<br />

gracias a Dios por haberte obsequiado <strong>con</strong> un pájaro excepcional, lo que no es cosa que suceda a<br />

menudo.<br />

Sea como fuere debes poner todo tu interés en hacer comprender a tu halcón la necesidad de<br />

subir al señuelo de un modo indirecto. Claro, todo sería más fácil si tu halcón tuviera la capacidad<br />

de comprender unas pocas palabras de lenguaje humano lo que en este momento no es más que<br />

ciencia ficción. Así que solo puedes analizar la situación, entonces puede que un análisis serio te<br />

dé las causas del error y también las soluciones.<br />

No <strong>con</strong>ozco ningún halcón que no haya sido capaz de superar este obligado primer cambio<br />

en su rutina diaria de vuelo <strong>con</strong> cometa, por lo que no debes preocuparte más allá de lo que<br />

obliga el propio adiestramiento.<br />

No obstante vuela a tu pájaro un par de días <strong>con</strong> la cometa a la misma altura que el primer<br />

día en que surgió el problema y asegúrate, no solo de que ha comprendido la lección sino también<br />

de que su moral y la fe en sus posibilidades se mantienen <strong>con</strong> buena salud<br />

Una vez superado este primer cambio el entrenamiento cobra una nueva dimensión. Cada<br />

día incrementarás la altura y de repente te darás cuenta de que tu halcón empieza a ser pequeño en<br />

el cielo.<br />

Ahora bien, no te precipites ni te emociones en exceso <strong>con</strong> los avances de tu pájaro, se<br />

comedido y maneja cada cambio en el techo de vuelo sin exigir a tu halcón más de lo que posee.<br />

La mayoría de los problemas que surgen durante el adiestramiento se deben al peso, por<br />

exceso o por defecto. Ya hablamos de esto anteriormente pero prefiero recordarlo.<br />

No obstante, cada día que pase <strong>con</strong> éxito produce un incremento en la mecanización del<br />

pájaro. Esto cambia el modo en que el halcón percibe y hace su trabajo, que se ve menos obligado<br />

por la necesidad que provoca el hambre y más por el placer que produce una rica y abundante<br />

comida. Entonces quizá puedes subirle un poquitín su peso de vuelo que le permita trabajar más<br />

20


cómodo produciéndose una mejora en su crecimiento y tonificación muscular pero ¡cuidado!<br />

vigila de cerca su comportamiento y corrígelo a la mínima indisciplina.<br />

No penséis que existe más secreto en esta fase que la de incrementar la altura cada día desde<br />

la introducción y hasta la que cada cual <strong>con</strong>sidere como suficiente.<br />

Cuando tengas tu cometa a gran altura te darás cuenta de que tu halcón escala el viento <strong>con</strong><br />

un vuelo de ascensión idéntico al de los vuelos de altanería pero no debes olvidar que en realidad<br />

el pájaro de momento solo persigue un señuelo. Aún no se ha producido el cambio en su modo de<br />

pensar y depende de la visión de la cometa, sabiendo que allí arriba, cerca del pájaro artificial se<br />

encuentra su premio.<br />

No es un vuelo de mano por mano al uso donde el halcón debe mantener <strong>con</strong>stantemente la<br />

presión de la persecución de una presa que al menor descuido se pone a salvo. Desde casi el<br />

principio de los vuelos <strong>con</strong> cometa se da cuenta de que el señuelo siempre espera a ser recogido lo<br />

que le permite volar pensando solo en el mejor modo de llegar hasta allá arriba, sin prisa. El<br />

instinto hará el resto y tu pájaro pronto volará como un maestro en el mar de aire. Piensa que<br />

mientras no provoques lo <strong>con</strong>trario su alma cuenta <strong>con</strong> toda la información necesaria para el<br />

asunto de navegar por el cielo y ya sabes lo que se dice: no le vas ha enseñar a tu padre a hacer<br />

hijos y por lo que se, tampoco a tu halcón a volar.<br />

Por último y para acabar lo que <strong>con</strong>cierne a esta fase de toma de altura, sé que muchos<br />

estarán preguntándose la altura límite de ascensión. Bueno es un asunto de cierta <strong>con</strong>troversia<br />

entre los hal<strong>con</strong>eros que adiestran hal<strong>con</strong>es <strong>con</strong> este método y como en otras cosas son diversas<br />

las opiniones de unos y otros.<br />

Por un lado se encuentran los defensores de vuelos estratosféricos a alturas de incluso 800,<br />

900 ó incluso 1000 metros sobre el suelo. En el centro de la banda de opinión en<strong>con</strong>trareis a<br />

aquellos que prefieren un entorno de 300 a 400 metros y por último los que no pretenden techos<br />

superiores a los 150 ó 200 metros.<br />

Mi <strong>con</strong>sejo es que planifiques esta circunstancia sobre la base no solo de los futuros vuelos<br />

de caza a que va a ser dedicado sino también y en cierto modo en función del terreno en que se<br />

desarrollará la actividad cinegética. Tus preferencias personales, no obstante, serán<br />

definitivamente las que se impongan pero no tiene mucho sentido, por exagerar las cosas, intentar,<br />

por ejemplo, mantener a tu ave en un vuelo de espera a 300 metros sobre tu cabeza para volar<br />

perdices en un campo efectivo de acción similar en tamaño a una pequeña plaza de toros, salvo<br />

que descubras el modo de que tu halcón mate algo desde semejante techo en tales circunstancias,<br />

Cosa que no creo que suceda salvo que vueles perdices sin alas ni patas.<br />

Puede incluso que disfrutes tanto viendo a tu pájaro subir tras la cometa que rehúses<br />

cualquier otra cosa. Entonces estarás quizá entrenando un pájaro de circo pero no de cetrería.<br />

De cualquier modo a mi solo me interesan los vuelos de caza. Cuando hablo de vuelos de<br />

caza no solo estoy <strong>con</strong>siderando aquellos hechos sobre vida silvestre, lo que es el ideal para<br />

cualquiera, sino también todos aquellos sobre los llamados escapes de calidad y que son la tónica<br />

predominante para muchos verdaderos cetreros que por una u otra causa no pueden acceder en<br />

tiempo ni forma a un coto cinegético.<br />

Sea como fuere aun seguimos <strong>con</strong> los vuelos en presencia de la cometa/globo, ya en la<br />

última parte de un ciclo que comenzó casi <strong>con</strong> un leve salto para <strong>con</strong>vertirse en un vuelo de larga<br />

ascensión hasta el techo que estimes como idóneo para pasar a la siguiente fase del<br />

adiestramiento, y que marca el inicio del adiestramiento <strong>altanero</strong> que pese a lo que pueda parecer<br />

y aun asentándose sobre la importante base de vuelos de ascensión anteriores no va a dar<br />

comienzo hasta ahora.<br />

No des el siguiente paso, que a <strong>con</strong>tinuación explicaré, antes de cerciorarte de que tu halcón<br />

toma como norma subir hasta la altura estipulada <strong>con</strong> un vuelo cómodo y por unos pocos días.<br />

INTRODUCCIÓN A LA ALTANERÍA, EMANCIPACIÓN DE LA COMETA<br />

21


El paso de volar <strong>con</strong> cometa a volar alto sin ella es más <strong>con</strong>ocido como “la transición” pero<br />

desde mi punto de vista, esto no tiene nada de “poco a poco” y sí bastante de cambio radical.<br />

Tal vez puedas definir este momento del entrenamiento como una transición, a mí no me<br />

importa como lo llames, pero lo cierto es que estás ante una verdadera crisis en las costumbres de<br />

tu pájaro. No debes entender aquí la palabra crisis desde el sentido negativo que la mayoría<br />

utilizamos para asuntos e<strong>con</strong>ómicos o de otro tipo sino ajustándote más al significado etimológico<br />

del termino y que no es otro que “cambio”.<br />

Puede parecerte que esto de volar en presencia de la cometa a hacerlo en su ausencia bajo<br />

patrones de comportamiento similares, supone un cambio suave y quizá desde una percepción<br />

humana así pueda parecer, pero para tu pájaro es casi una catástrofe comprobar un buen día que<br />

las cosas han dejado de ser absolutamente lo que parecían.<br />

De todo el proceso de entrenamiento bajo esta disciplina de vuelos, la emancipación siempre<br />

ha sido tema de polémica entre las diferentes corrientes de opinión. Sobre todo por que la<br />

mayoría de la gente no sabe realmente que hacer llegados a este punto del entrenamiento o<br />

simplemente no <strong>con</strong>fía en que las cosas vayan bien, motivo suficiente para muchos cetreros de no<br />

usar <strong>cometas</strong> para entrenar a sus aves.<br />

Cuando estás entrenando a tu halcón <strong>con</strong> cometa siempre surge la duda de cual es la mejor<br />

forma de cambiar su mentalidad para que vuele sin el acicate del artilugio volador. De hecho <strong>con</strong><br />

según que ave y siempre como fruto de errores cometidos, puede ser realmente complicado, pero<br />

no <strong>con</strong>ozco a nadie que haya insistido en un trabajo serio, racional y <strong>con</strong>tinuo que no lo haya<br />

<strong>con</strong>seguido.<br />

Pero ¿como hacerlo?<br />

Bueno, la teoría <strong>con</strong>siste en atrainar a tu halcón para que tome más interés por el cetreroproveedor<br />

de escapes- que por la cometa, dicho de un modo esquemático.<br />

Cuando realicé esto por primera vez pensé en varias cosa distintas que podía hacer.<br />

Consideré en primer lugar hacer subir a mi pájaro a su altura máxima de cometa y desde allí, antes<br />

de que el halcón capturara su señuelo elevar aquella muchos metros por encima de su posición,<br />

hasta ahora máxima, mientras desde abajo le echaba una “irresistible” paloma fácil.<br />

Sucedió que la paloma resultó menos atractiva de lo que pensé, <strong>con</strong> lo que el halcón la obvió<br />

por completo centrando su atención en el señuelo de todos los días que persiguió hasta su nueva y<br />

altísima posición capturándolo.<br />

¿Qué pudo pasar? Creo que lo que sucedió fue que el halcón ni siquiera vio el atractivo<br />

escape- una paloma pestañeada que asegurara el éxito- y si la vio no le resultó más atractiva que<br />

su <strong>con</strong>ocido señuelo de todos los días.<br />

Para entonces yo ya había asumido la realidad de que mi halcón no solo <strong>con</strong>sideraba a la<br />

cometa una amiga inestimable sino que más bien parecía el amor de su vida. Mi pájaro adoraba su<br />

cometa por encima de todo, aun hoy, después de ser independiente, acude como un marinero a<br />

una sirena en cada ocasión que la vuelve a ver y sin importar cuanto tiempo haya pasado desde su<br />

último encuentro.<br />

Yo había procurado durante todo el proceso anterior de vuelos ascensionales desvincular el<br />

señuelo de la propia cometa y evitar así cualquier tipo de relevancia de aquella en el proceso.<br />

Colocaba siempre el señuelo a no menos de 25 metros por debajo de la misma pensando<br />

que así <strong>con</strong>seguiría mi propósito mientras olvidaba que en el inmenso cielo mi halcón<br />

posiblemente lo primero que vería sería la cometa, <strong>con</strong>ociendo por ella la posición del señuelo,<br />

como así era.<br />

Me di cuenta de que este inevitable afecto no solo era asumible sino necesario para mis<br />

propósitos pues necesitaba evitar el problema de preferencia por el señuelo, en detrimento de los<br />

escapes que necesitaba hacer, de la única manera posible, quitándolo y volando la cometa en<br />

solitario.<br />

22


Como sospeché, en la siguiente jornada y pese a volar la cometa ya sin señuelo, mi pájaro<br />

salió de la mano para subir como cualquier otro día del entrenamiento.<br />

El halcón subió y llegó hasta la altura que marcaba el volador artilugio. No tuve prisa de<br />

echarle nada de la mano, <strong>con</strong> lo que le dejé hacer mientras desde el suelo yo observaba cada<br />

detalle del vuelo.<br />

Le dejé estar allí buscando el inexistente señuelo un instante suficientemente largo, que<br />

llevó al halcón incluso a tirar la mano a la tela de la cometa, quizá en un intento de hacer aparecer<br />

su buscado premio desde debajo de las faldas de mamá.<br />

Entonces comenzó a volar alrededor de su compañera artificial que tantos buenos premios le<br />

había dado, quizá en actitud perpleja por situación tan extraña.<br />

En ese momento saque una paloma que había preparado pestañeándola al modo clásico para<br />

asegurar su captura, hacerla más atractiva y evitar un vuelo de evasión que a un pájaro sin<br />

experiencia, picando desde gran altura, puede suponerle un accidente fatal <strong>con</strong>tra el peligroso<br />

suelo.<br />

Moví la paloma sujetándola <strong>con</strong> una mano para que revoloteara y pudiera ser vista<br />

fácilmente mientras gritaba desde abajo a mi halcón que inició un suave descenso que se <strong>con</strong>virtió<br />

en un ataque más serio cuando la lancé al aire. No tardó el halcón en llegar y recoger su paloma,<br />

que por supuesto le dejé matar, pelar y comer a plena satisfacción.<br />

Esto parecía que funcionaba pero no era más que, por decirlo de algún modo, la<br />

introducción a los vuelos autónomos, sin cometa o globo.<br />

Excepcionalmente, algunos hal<strong>con</strong>es, especialmente torzuelos de pequeño tamaño pero<br />

también primas pueden rehusar el escape o incluso soltarlo en el suelo después de haberlo<br />

capturado. No es un problema que deba persistir más allá del primer día y como fruto del<br />

asombro, siendo <strong>con</strong>secuencia en la mayoría de los casos al des<strong>con</strong>ocimiento del vivo.<br />

Mi amigo Elpidio Gayo, durante el proceso de adiestramiento <strong>con</strong> cometa del macho de<br />

gerifalte que posee, me <strong>con</strong>tó que había decidido soltar un escape a mitad de entrenamiento no<br />

solo para ver la reacción del ave sino también para asegurar que esta no tuviera dudas en el<br />

proceso de emancipación sobre lo que significaba una presa viva.<br />

Esto me pareció una buena idea, especialmente cuando tu propósito es hacer montar a tu<br />

halcón muchos metros sobre el suelo, hasta techos desde donde atacar por primera vez a algo vivo<br />

puede resultar una acción complicada.<br />

No obstante y aun sin haber utilizado este escape previo al final de la fase de ascensión, lo<br />

normal será que tu halcón actúe como un ave cazadora resolviendo el problema sin más<br />

complicaciones que las derivadas de su poca o nula experiencia <strong>con</strong> aves vivas.<br />

Dicho esto debes <strong>con</strong>tinuar <strong>con</strong> tu propósito de hacer volar a tu pájaro sin la presencia de la<br />

cometa o el globo en su caso, así que debes planificar esta parte tan importante del entrenamiento<br />

de modo que tu halcón pase de centrar su interés en la cometa a tomarlo cada día más por el<br />

cetrero que desde abajo le obsequia <strong>con</strong> comida viva, pero sin perder significativamente su techo<br />

de vuelo.<br />

Debes entonces seguir volando a tu amigo a cometa puesta por varios días más, dejándole<br />

subir a su habitual techo y sirviendo palomas o el escape que decidas, a <strong>con</strong>tinuación.<br />

No debes soltar el cebo vivo inmediatamente después del momento en que el halcón alcanza<br />

su altura máxima de vuelo sino que por el <strong>con</strong>trario debes dejarle volar allá arriba un tiempo<br />

suficientemente largo que le permita re<strong>con</strong>ocer su posición y la tuya, a la espera del premio que<br />

surge de la mano de su hal<strong>con</strong>ero.<br />

Después cuando veas que tu pájaro resuelve <strong>con</strong> satisfacción los fáciles ataques, a lo que<br />

desde abajo le tiras, debes volver a cambiar las reglas del juego. Se acabaron las trainas desde la<br />

vertical de la cometa, es momento de desvincularle de ella definitivamente, así que lo que vas a<br />

hacer es tan sencillo como empezar a servirle escapes alejándote cada día mas de la posición del<br />

artilugio volador. No importa que el halcón mantenga su vuelo en la cercanía de su amada pues no<br />

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tardará en ver quien es ahora el proveedor de caliente comida, acabando por abandonar su<br />

entorno “familiar” para buscar tu posición. Para hacer esto debes irte siempre pico a viento de<br />

modo que si el halcón abandona su posición para dirigirse hacia la tuya se vea ayudado por la<br />

corriente de aire que le entra de cara y que no solo evitará echarle más abajo, como sucede <strong>con</strong> el<br />

viento de cola (viento abajo), sino que además le ayudará a mantener su altitud e incluso a<br />

incrementarla.<br />

Si el pájaro persiste en mantener su vuelo cerca de la cometa no te quedará más remedio<br />

que ponerte duro y soltarle desde una posición alejada e in<strong>con</strong>veniente algún escape que se le<br />

vaya. Después de este ataque, cuando abandone la persecución puedes esperar a que remonte de<br />

nuevo hasta su cometa. Si entonces la deja y se te va encima échale algo fácil y cébale bien. Por<br />

el <strong>con</strong>trario si abandona y queda lejos toda intención de reintentar un vuelo eficaz te recomiendo<br />

que le recojas <strong>con</strong> el señuelo de mano dándole de comer de un modo suficiente pero más exiguo.<br />

Como ves, salvo por la presencia del gran pájaro artificial, esta es una etapa que no es tan<br />

diferente al modo clásico de adiestrar <strong>altanero</strong>s, de hecho puede decirse que es la misma cosa pero<br />

apoyada en este medio artificial que permite mantener alto a tu halcón en una actitud que acaba<br />

por <strong>con</strong>vertirse en costumbre.<br />

Sea como fuere debes persistir en tu afán de sacar cada día un poco mas lejos a tu pájaro de<br />

su antiguo entorno manejando los escapes <strong>con</strong> diligencia.<br />

Al principio todo lo que eches debe ser muy fácil, después cuando los progresos del ave lo<br />

a<strong>con</strong>sejen debes incrementar la dificultad, pero sin llegar a crear un problema mayor a lo que el<br />

halcón pueda resolver en cada momento.<br />

Algunos pájaros suben hasta su techo en tornos <strong>con</strong>céntricos que te obligan desplazarte para<br />

hacer el trabajo, otros se desplazan lejos a subir para entrar hacia la cometa de un modo lineal, sin<br />

perder el techo que pueden llegar a alcanzar realmente lejos. Con estos últimos las cosas son más<br />

fáciles porque solo debes interponerte a mitad de camino para soltar tu escape y evitar que el<br />

halcón llegue a la cometa.<br />

No debe importarte, si le ves subiendo lejos, servirle una paloma antes incluso de que decida<br />

tornar al campo base, pues le fomenta mucho la independencia para subir y el mantenimiento del<br />

techo.<br />

Después de unos días verás que el pájaro empieza a tomar más interés por tu posición,<br />

perdiendo interés por una cometa huérfana de señuelo ¡ha llegado el momento más esperado y<br />

temido! ¡El vuelo sin cometa!<br />

VUELO SIN COMETA:<br />

Bueno, ya estás al final de todo esto de hacer subir al cielo a tu pájaro. Si has sido diligente<br />

y disciplinado todo debe ir como la seda. Habrás dejado la cometa o el globo en tu vehículo y<br />

pájaro en puño te dispones a comprobar si tu halcón es <strong>altanero</strong> o por el <strong>con</strong>trario necesita más<br />

días de trabajo.<br />

Dejar salir a tu pájaro de la mano para que vuele por si mismo no tiene más misterio que el<br />

de dejarle ir. Saldrá del puño y hará lo que sabe hacer.<br />

No pierdas detalle del vuelo ni vayas al campo en compañía distinta a la habitual , tampoco<br />

vueles a hora distinta ese día. Es muy recomendable que el peso de tu pájaro vaya un punto por<br />

encima de su peso de trabajo, que haga más libre a su cerebro y ¡ también a sus alas!<br />

Tampoco te precipites en soltar el premio, déjale volar como un halcón salvaje, por sus<br />

propios motivos. Tal vez se aleje como todos los días para subir y se mantenga un rato volando<br />

lejos en altura. Entonces muévete hacia su posición para que te vea. Si empieza a acercarse<br />

manteniendo la altura espérale hasta que llegue a tu posición y prémiale <strong>con</strong> algo fácil. Si pese a<br />

todo insiste en su alejada posición no te importe, hecha al aire algo llamativo que le atraiga desde<br />

allí y cébale cuando capture como si fuera día de fiesta.<br />

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Puede ocurrir que cuando retorne vuelva deslizándose viento abajo perdiendo altura,<br />

entonces no esperes a que inicie el descenso antes de que le hayas servido su caza pues estará<br />

empezando a adiestrarte él a ti. Échale la paloma antes de que pierda siquiera un solo metro.<br />

El centrado del pájaro no debe ser tu prioridad para estos primeros vuelos sin cometa, debes<br />

<strong>con</strong>centrarte en mecanizarle a subir todos los días, <strong>con</strong> lo que no importa mucho donde se<br />

encuentre,- es obvio que debe ser perfectamente visible y no volar como si de un día libre se<br />

tratará- lo importante es que comprenda que los sabrosos y atractivos escapes solo surgen cuando<br />

se encuentra a partir de una altura determinada y de tu mano.<br />

Si un día no sube hasta donde debe , bájale al señuelo y dale de comer en él, pero de modo<br />

exiguo aunque suficiente. Verás que no tardará en comprender que del señuelo siempre se come<br />

pero menos y peor y que sin embargo cuando sube a su altura el menú mejora en cantidad y<br />

calidad.<br />

Entonces quizá un día que vuele por debajo de lo que debe decidas mostrarle el señuelo y<br />

veas como rectifica su actitud, prémiale como si fuera domingo y alégrate pues estarás<br />

<strong>con</strong>siguiendo una herramienta <strong>con</strong> la que podrás <strong>con</strong>dicionar a tu ave a ir más arriba.<br />

Quizá durante esta etapa pierda su fe sin <strong>con</strong>diciones por el señuelo, pero verás que si es<br />

necesario acabará por bajar aun a regañadientes a comer de aquel, más si lo encarnas de un modo<br />

más aparente, <strong>con</strong> una paloma muerta atada, p.e., algo poco ortodoxo pero práctico.<br />

Después de todo cuando tu halcón ya vuele a tu gusto no será necesario nada de esto y<br />

volverá a re<strong>con</strong>ocer el señuelo como el objeto atractivo que debe ser.<br />

Muchos pájaros cuando vuelan sin la motivación del objeto volador que ha estado<br />

acompañándoles durante muchas jornadas pueden perder hasta 1/3 de la altura alcanzada a cometa<br />

puesta. Pero no creo que desde su propia percepción él lo vea así. Debes pensar que durante los<br />

vuelos a cometa puesta el halcón no toma más referencias que la de la posición en el cielo de su<br />

objetivo, llegando posiblemente a no mirar al suelo hasta su descenso. La altura se la marca la<br />

cometa <strong>con</strong> lo que sin ella pierde toda referencia que le ayude a fijar su propia posición. Debes<br />

pensar que tu halcón no lleva un altímetro ni usó en su entrenamiento un telémetro para <strong>con</strong>ocer a<br />

que altura se en<strong>con</strong>traba cada día el curioso artilugio, de hecho ni siquiera yo lo uso.<br />

La perdida de metros no obstante casi nunca es dramática y puede resolverse después<br />

durante el entrenamiento avanzado.<br />

De cualquier modo si tu pretensión es que tu ave vuele por encima de una altura mínima y<br />

no te valen otros techos solo tienes que planificar el entrenamiento <strong>con</strong> un techo de vuelo a<br />

cometa suficientemente superior al que deseas.<br />

Como ultima recomendación para esta etapa solo me resta a<strong>con</strong>sejar un uso comedido en<br />

cuanto a la dificultad y tipo de escapes que uses.<br />

Piensa que el entrenamiento <strong>con</strong> cometa esta diseñado principalmente en base a aciertos, lo<br />

que no quiere decir que debas abusar, ni tampoco debe ser tu objetivo el empleo de aves<br />

excesivamente fáciles.<br />

Debes por tanto programar el uso de trainas para <strong>con</strong>seguir lo que yo llamo “una dificultad<br />

superable”, de modo que no se trata de hacer de tu pájaro un <strong>con</strong>sumidor de lo que vulgarmente se<br />

llama “la sopa boba”, ni tampoco, como ya dije, exigirle más de los que sus posibilidades técnicas<br />

le permitan.<br />

Precisamente, es la cualificación del ave junto <strong>con</strong> las circunstancias generales y aquellas<br />

cotidianas o puntuales del adiestramiento las que a<strong>con</strong>sejen sobre que hacer, y las que marquen el<br />

camino que lleve al halcón a comportarse de un modo previsible para el cetrero.<br />

ENTRENAMIENTO AVANZADO.<br />

Yo llamo entrenamiento avanzado a la mejora de las cualidades y posibilidades técnicas de<br />

nuestras aves, <strong>con</strong>siste únicamente en llevar el comportamiento en vuelo de nuestros pájaros al<br />

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máximo posible de sus posibilidades técnicas <strong>con</strong> lo que no se trata más que de <strong>con</strong>solidar su<br />

comportamiento en vuelo.<br />

Los principios básicos de la altanería más clásica son su base principal pero es una mejora<br />

imposible de realizar mientras no permitas volar a tu halcón como si de un hermano silvestre se<br />

tratara. Si cuando se aleja un poco enseguida le llamas impidiendo su desarrollo por des<strong>con</strong>fianza<br />

hacia él quizá sea mejor que mantengas tu modo básico de volar hal<strong>con</strong>es. Si por el <strong>con</strong>trario<br />

decides ir más allá permítele demostrarte de lo que es capaz.<br />

Muchos hal<strong>con</strong>eros <strong>con</strong>sideran que sus aves están hechas en cuanto las ven volar alto por<br />

unos pocos días y enseguida quieren subirse al podio de la gloria. Esto les lleva a precipitar unos<br />

a<strong>con</strong>tecimientos para los que por lo general y desde mi exclusivo punto de vista un joven halcón<br />

no está en absoluto preparado. Pero claro, cuando cuentas <strong>con</strong> poca experiencia y aún pobre<br />

cimiento de base y encima has leído o escuchado que el adiestramiento puede ser completado en<br />

el plazo de un mes, dar el paso a la caza real se <strong>con</strong>vierte en algo más que un impulso.<br />

Esto no es reprochable para vuelos de mano por mano en los que la acción de cazar es parte<br />

importante del adiestramiento y único modo de formar adecuadamente a tu halcón que necesita de<br />

esta experiencia. Pero afrontar un complicado vuelo de altanería en el que todo deber ir como un<br />

reloj suizo – y no hablo aquí de matar pollos de perdiz de principios de verano, haciéndolo de<br />

cualquier manera que garantice la perdiz en el morral- es harina de otro costal.<br />

Entonces viene a suceder que vas a tu coto de caza y ves que has perdido el respeto por las<br />

aves silvestres que pretendes demasiado pronto mientras te ves obligado a realizar muchas cosas a<br />

la vez, tales como decidir dónde y cómo soltar, seguir el vuelo del pájaro y los movimientos de la<br />

caza, <strong>con</strong>trolar a tu perro y además vigilar de no tropezar <strong>con</strong> cualquier obstáculo del suelo.<br />

Todo esto es mucho más fácil <strong>con</strong> un halcón al que has dedicado tiempo suficiente como<br />

para darle oficio de volar, que hará <strong>con</strong> precisión un cometido que debe ser su profesión.<br />

Que duda cabe de que el salto a la caza de campo significa un paso de calidad importante<br />

que precisa tocar muchas teclas en el piano del adiestramiento que coloquen a tu ave de cetrería<br />

en disposición de culminar su trabajo <strong>con</strong> éxito. Un salto imposible de dar <strong>con</strong> un pájaro de baja<br />

cualificación.<br />

Así que no tengas una prisa in<strong>con</strong>tenible y dedica tiempo suficiente a entrenar y mejorar el<br />

rendimiento técnico de tu halcón.<br />

Sé que los lectores más puntillosos estarán pensando ahora en, quizá, una última pregunta<br />

sobre la que daré mi opinión: ¿cómo es posible cazar nada salvaje <strong>con</strong> un ave que principalmente<br />

<strong>con</strong>oce el éxito sobre escapes de mano calculados? Bueno, durante el entrenamiento final ya has<br />

debido echar escapes suficientemente difíciles a tu halcón, incluidas aves que puedan evadir su<br />

ataque, o lo que es lo mismo, escapes que obliguen a una implicación total por parte del pájaro y<br />

sin la cual el fallo es seguro.<br />

No te preocupes por la frustración que esto pueda provocar en tu alado amigo, pues no le<br />

hará peor halcón y en su naturaleza están los mecanismos que no solo le harán sobreponerse sino<br />

también madurar.<br />

De cualquier modo y por poner un ejemplo de bajo vuelo, ¿crees qué un gavilán que<br />

habitualmente es llamado al puño, a dos metros de distancia de la herida, no acudirá a éste cuando<br />

su gavilanero precise recogerle desde más distancia?<br />

Y bueno, esto es sólo un artículo en el que es imposible explicar todo.<br />

Como ya dije sólo estás ante una guía de posibilidades, una propuesta discutible que haga<br />

ver a quien la lea la posibilidad y la oportunidad de ampliar los limites artificiales y actuales de la<br />

cetrería <strong>con</strong>temporánea.<br />

No sé si he <strong>con</strong>seguido mi propósito de mostrar la realidad y el modo de entrenar hal<strong>con</strong>es<br />

usando <strong>cometas</strong> o globos de helio o si solo he <strong>con</strong>seguido complicar las cosas.<br />

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Solo he mostrado mi pensamiento actual, no exento de cambios pero sincero. Me daré por<br />

satisfecho si esta humildes líneas son capaces de ayudar a cualquier cetrero/a <strong>con</strong>seguir su<br />

objetivo ver volar alto a su halcón.<br />

De cualquier modo quedo a vuestra disposición no solo para a<strong>con</strong>sejaros o aclararos cosas<br />

si fuera necesario desde mis limitaciones, que son muchas. Con lo que podéis poneros en <strong>con</strong>tacto<br />

<strong>con</strong>migo si fuera necesario y lo <strong>con</strong>sideráis oportuno. Os atenderé <strong>con</strong> mucho gusto.<br />

Por lo demás solo me resta agradecer a Eva, mi mujer, su apoyo en mis a veces extraños<br />

proyectos. Y a mi compañero de cetrería y amigo, mi suegro , Leopoldo, por su inestimable ayuda<br />

y sus buenos <strong>con</strong>sejos de hombre de campo y cetrero.<br />

Dedicado a la memoria de mis amigos, los excelentes cetreros, naturalistas y mejor<br />

personas: Sirio Sobrino y Aurelio Pérez.<br />

Autor: Darío Pérez Gutiérrez<br />

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