Sentencia C-578/02 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE ...
Sentencia C-578/02 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE ...
Sentencia C-578/02 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Además, no se requiere probar que el jefe militar o el que actúa como jefe militar<br />
haya impartido una orden específica de cometer un crimen de competencia de la<br />
Corte Penal Internacional, pues dicho jefe militar puede ser responsable aún por<br />
actos de sus subordinados que él no haya conocido pero que, dadas las<br />
circunstancias del caso, haya debido conocer, impedir, reprimir o denunciar,<br />
como se estableció en el célebre caso YamashitaUnited States v. Yamashita,<br />
(1947) 4 LRTWC I. Se trataba en este caso de un general japonés sindicado de<br />
cometer crímenes de guerra en las Filipinas al omitir el ejercicio responsable del<br />
comando de sus tropas que saquearon Manila. La Comisión Militar de Estados<br />
Unidos que juzgara a Yamashita destacó que si bien no podía condenarse a un<br />
comandante por las actuaciones de sus soldados "donde homicidios y violaciones<br />
y acciones depravadas y vengativas son ofensas difundidas, y no hay un intento<br />
efectivo por parte de un comandante de descubrir y controlar actos criminales,<br />
semejante comandante puede ser considerado responsable, aun criminalmente<br />
responsable, por acto ilegales de sus tropas ...", citado por W. Schabas, Principios<br />
de derecho penal Op. Cit p. 299. Es decir, se trata de una hipótesis en la cual<br />
puede existir responsabilidad a título de imprudencia en los crímenes enunciados<br />
en el Estatuto. El Protocolo I, en su artículo 86 (2El artículo 86. 2 del Protocolo<br />
I adicional (1977) a los Convenios de Ginebra (1949) establece: "El hecho de que<br />
la infracción de los Convenios o del presente Protocolo haya sido cometida por<br />
un subordinado no exime de responsabilidad penal o disciplinaria, según el caso,<br />
a sus superiores, si éstos sabían o poseían información que les permitiera<br />
concluir, en las circunstancias del momento, que ese subordinado estaba<br />
cometiendo o iba a cometer tal infracción y si no tomaron todas las medidas<br />
factibles que estuvieran a su alcance para impedir o reprimir esa infracción."<br />
recogió en el derecho positivo internacional el principio sentado por vía<br />
jurisprudencialUnited States v. Yamashita, (1947) 4 LRTWC I; Canada v. Meyer<br />
(1948) 4 LRTWC 98 (Canadian Military Court). Este principio, conocido como<br />
de responsabilidad del comandante o superior, fue luego desarrollado en los<br />
estatutos de los Tribunales ad hocEstatuto del Tribunal Penal Internacional para la Ex<br />
Yugoslavia, UN Doc. S/RES/827, Anexo, Artículo 7 (3); Estatuto del Tribunal Penal<br />
Internacional para Ruanda, UN Doc. S/RES/955, Annex, Artículo 6 (3). Ver también<br />
Prosecutor v. Kupreskic et al. (Caso No. It-95-16), Decisiones del 3 y 17 de febrero de 1999,<br />
sobre las Mociones de Excepción de Responsabilidad y Evidencia de Buen Comportamiento.<br />
Por otra parte, el artículo 28 b) del Estatuto, establece un parámetro diferente<br />
para medir la responsabilidad penal de superiores por actos de sus subordinados<br />
en circunstancias distintas a las consignadas en el literal a). En primer lugar, no se<br />
refiere aquí a la responsabilidad de quien ejerce como jefe militar, ya sea de un<br />
ejército regular o de una fuerza irregular, ni al ejercicio de mando, autoridad y<br />
control sobre "fuerzas". En este segundo caso, el literal b) del artículo 28