27.04.2013 Views

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La rebelión <strong>de</strong> Absalón 687<br />

cincuenta hombres, corrieran <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él adon<strong>de</strong> quiera que iba.<br />

Y mientras que el rey se inclinaba cada vez más al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> retraimiento<br />

y soledad, Absalón buscaba con halagos el favor popular.<br />

La influencia <strong>de</strong> la irresolución y apatía <strong>de</strong> David se extendía<br />

a sus subordinados; la negligencia y la dilación caracterizaban la<br />

administración <strong>de</strong> la justicia. Arteramente, Absalón sacaba ventaja<br />

<strong>de</strong> toda causa <strong>de</strong> <strong>de</strong>safecto. Día tras día, se podía ver a ese hombre<br />

<strong>de</strong> semblante noble a la puerta <strong>de</strong> la ciudad, don<strong>de</strong> una multitud <strong>de</strong><br />

suplicantes aguardaba para presentarle sus agravios en procura <strong>de</strong><br />

que fueran reparados. Absalón se rozaba con el<strong>los</strong>, oía sus agravios,<br />

y expresaba cuánto se i<strong>de</strong>ntificaba con el<strong>los</strong> por sus sufrimientos<br />

y cuánto lamentaba la falta <strong>de</strong> eficiencia <strong>de</strong>l gobierno. Después <strong>de</strong><br />

escuchar la historia <strong>de</strong> un hombre <strong>de</strong> Israel, el príncipe respondía:<br />

“Mira, tus palabras son buenas y justas; pero no tienes quien te oiga<br />

<strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l rey. Y añadía Absalón: “¡Quién me pusiera por juez<br />

en el país, para que vinieran ante mí todos <strong>los</strong> que tienen pleito o<br />

negocio, y yo les haría justicia!”. Cuando alguno se acercaba para<br />

postrarse ante él, le tendía la mano, lo abrazaba y lo besaba”.<br />

Fomentado por las arteras insinuaciones <strong>de</strong>l príncipe, el <strong>de</strong>scontento<br />

con el gobierno cundía rápidamente. Todos <strong>los</strong> labios alababan<br />

a Absalón. Se le tenía generalmente por here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l trono; el pueblo<br />

lo consi<strong>de</strong>raba con orgullo digno <strong>de</strong>l alto puesto, y se encendió el<br />

<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> que él ocupara el trono. “Así les robaba Absalón el corazón<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong> Israel”. No obstante, el rey, cegado por el amor a su hijo,<br />

no sospechaba nada. La condición <strong>de</strong> realeza que Absalón había asumido<br />

era consi<strong>de</strong>rada por David como <strong>de</strong>stinada a honrar su corte,<br />

como una expresión <strong>de</strong> júbilo por la reconciliación.<br />

Una vez preparados <strong>los</strong> ánimos <strong>de</strong>l pueblo para lo que había<br />

<strong>de</strong> seguir, Absalón envió secretamente entre las tribus a hombres<br />

escogidos, para que concertaran medidas tendientes a una revuelta.<br />

Adoptó entonces el manto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>voción religiosa para ocultar sus<br />

propósitos traidores. Un voto que había hecho mucho tiempo antes,<br />

cuando estaba <strong>de</strong>sterrado, <strong>de</strong>bía cumplirse en Hebrón. Absalón dijo [723]<br />

al rey: “Te ruego que me permitas ir a Hebrón a pagar el voto que<br />

he prometido a Jehová. Porque cuando estaba en Gesur <strong>de</strong> Siria tu<br />

siervo hizo este voto: “Si Jehová me hace volver a Jerusalén, yo<br />

serviré a Jehová””. El padre cariñoso, consolado con esta evi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> piedad en su hijo, lo <strong>de</strong>spidió con su bendición.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!