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Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

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David en Siclag 651<br />

pero pensaban ven<strong>de</strong>r<strong>los</strong> <strong>de</strong>spués como esclavos. Así, sin quererlo,<br />

cumplieron <strong>los</strong> propósitos <strong>de</strong> Dios, guardando <strong>los</strong> prisioneros sin<br />

hacerles daño, para ser <strong>de</strong>vueltos a sus maridos y a sus padres.<br />

Todos <strong>los</strong> po<strong>de</strong>res terrenales están bajo el dominio <strong>de</strong>l Ser Infinito.<br />

Al soberano más po<strong>de</strong>roso, al opresor más cruel, les dice:<br />

“Hasta aquí vendrás, y no pasarás a<strong>de</strong>lante”. Job 38:11. El po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />

Dios se ejerce constantemente para contrarrestar <strong>los</strong> agentes <strong>de</strong>l mal.<br />

Trabaja continuamente entre <strong>los</strong> hombres, no para <strong>de</strong>struir<strong>los</strong>, sino<br />

para corregir<strong>los</strong> y preservar<strong>los</strong>. Con gran regocijo, <strong>los</strong> vencedores<br />

regresaron a sus casas. Al llegar adon<strong>de</strong> estaban <strong>los</strong> compañeros<br />

que se habían quedado atrás, <strong>los</strong> más egoístas e indisciplinados <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> cuatrocientos insistieron en que aquel<strong>los</strong> que no habían tomado<br />

parte en la batalla no <strong>de</strong>bían compartir el botín; que era suficiente<br />

que recobraran a sus esposas e hijos. Pero David no quiso permitir<br />

tal arreglo. “No hagáis eso, hermanos míos, con lo que nos ha<br />

dado Jehová. [...] Porque conforme a la parte <strong>de</strong>l que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong><br />

a la batalla, así ha <strong>de</strong> ser la parte <strong>de</strong>l que se queda con el bagaje;<br />

les tocará por igual”. Así se arregló el asunto, y llegó a ser <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

entonces or<strong>de</strong>nanza <strong>de</strong> Israel que todo el que estuviera relacionado<br />

honorablemente con una campaña militar <strong>de</strong>bía participar <strong>de</strong>l botín<br />

igualmente con <strong>los</strong> que habían tomado parte activa en el combate.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> haber recuperado todo el botín que les había sido tomado<br />

en Siclag, David y sus compañeros habían capturado gran<strong>de</strong>s<br />

rebaños y manadas que pertenecían a <strong>los</strong> amalecitas. Estos rebaños<br />

y manadas fueron llamados “presa <strong>de</strong> David”, y al regresar a Siclag,<br />

envió <strong>de</strong> este botín rega<strong>los</strong> a <strong>los</strong> ancianos <strong>de</strong> su propia tribu <strong>de</strong> Judá.<br />

En esta, distribución recordó a todos <strong>los</strong> que le habían tratado amistosamente<br />

a él y a sus compañeros cuando estaban en las montañas<br />

y se veían obligados a huir <strong>de</strong> lugar a lugar para proteger su vida.<br />

Así reconoció con agra<strong>de</strong>cimiento la bondad y simpatía que tan<br />

preciosas habían sido para el fugitivo perseguido. [684]<br />

Había llegado el tercer día <strong>de</strong> la vuelta <strong>de</strong> David y <strong>de</strong> sus guerreros<br />

a Siclag. Mientras trabajaban para reparar las ruinas <strong>de</strong> sus<br />

hogares, esperaban ansiosamente las noticias <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong> la<br />

batalla que, por lo que sabían, <strong>de</strong>bía haberse librado entre Israel<br />

y <strong>los</strong> filisteos. De repente llegó al pueblo un mensajero, “vestidos<br />

rotos, y la cabeza cubieta <strong>de</strong> tierra”. Véase 2 Samuel 1:2-16. Fue<br />

llevado en seguida a la presencia <strong>de</strong> David, ante quien se postró con

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