27.04.2013 Views

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La magnanimidad <strong>de</strong> David 631<br />

Nuevamente confesó el rey, diciendo: “He pecado; vuelve, David,<br />

hijo mío, que ya no te haré ningún mal, porque mi vida ha sido<br />

estimada preciosa hoy a tus ojos. He obrado neciamente, he cometido<br />

un gran error. David respondió: “Aquí está la lanza <strong>de</strong>l rey; pase acá<br />

uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> criados y tómela””. No obstante que Saúl había hecho la<br />

promesa: “Ningún mal te haré”. David no se entregó en sus manos.<br />

Este segundo caso en que David respetaba la vida <strong>de</strong> su soberano<br />

hizo una impresión aún más profunda en la mente <strong>de</strong> Saúl, y arrancó<br />

<strong>de</strong> él un reconocimiento más humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> su falta. Le asombraba<br />

y subyugaba la manifestación <strong>de</strong> tanta bondad. Al <strong>de</strong>spedirse <strong>de</strong><br />

David, Saúl exclamó: “Bendito seas tú, David, hijo mío; sin duda [659]<br />

empren<strong>de</strong>rás tú cosas gran<strong>de</strong>s, y prevalecerás”. Pero el hijo <strong>de</strong> Isaí<br />

no tenía esperanza <strong>de</strong> que él siguiera por mucho tiempo en esta<br />

actitud.<br />

David perdió la esperanza <strong>de</strong> reconciliarse con Saúl. Parecía<br />

inevitable que cayera finalmente víctima <strong>de</strong> la malicia <strong>de</strong>l rey, y<br />

<strong>de</strong>cidió otra vez buscar refugio en tierra <strong>de</strong> <strong>los</strong> fliisteos. Con <strong>los</strong><br />

seiscientos hombres que mandaba, se fue a Aquis, rey <strong>de</strong> Gat.<br />

La conclusión <strong>de</strong> David, <strong>de</strong> que Saúl ciertamente alcanzaría su<br />

propósito homicida, se formó sin el consejo <strong>de</strong> Dios. Aun cuando<br />

Saúl estaba maquinando y procurando su <strong>de</strong>strucción, el Señor<br />

trabajaba para asegurarle el reino a David. El Señor lleva a cabo<br />

sus planes, aunque muchas veces para <strong>los</strong> ojos humanos parezcan<br />

velados por el misterio. Los hombres no pue<strong>de</strong>n compren<strong>de</strong>r las<br />

maneras <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios; y, mirando las apariencias, interpretan<br />

las dificulta<strong>de</strong>s, las pruebas y las aflicciones que Dios permite que<br />

les sobrevengan, como cosas que van encaminadas contra el<strong>los</strong>, y<br />

que solo les causarán la ruina. Así miró David las apariencias, y<br />

pasó por alto las promesas <strong>de</strong> Dios. Dudó <strong>de</strong> que jamás llegara a<br />

ocupar el trono. Las largas pruebas habían <strong>de</strong>bilitado su fe y agotado<br />

su paciencia.<br />

El Señor no envió a David para que buscara protección entre <strong>los</strong><br />

filisteos, <strong>los</strong> enemigos acérrimos <strong>de</strong> Israel. Esa nación se iba a contar<br />

entre sus peores enemigos hasta el final; y sin embargo, huyó a ella<br />

en busca <strong>de</strong> ayuda cuando la necesitó. Habiendo perdido toda fe en<br />

Saúl y en <strong>los</strong> que le servían, se entregó a la merced <strong>de</strong> <strong>los</strong> enemigos<br />

<strong>de</strong> su pueblo. David era un general valeroso; había dado muestras<br />

<strong>de</strong> ser un guerrero sabio y había salido siempre victorioso en sus

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!